Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 28.- El Camino a Tomar

Mucha gente ya había muerto desde que toda esta locura empezó. El enemigo dejó de ser los VR. El hombre se volvió enemigo del hombre, y en consecuencia, comenzamos a matarnos unos a otros. En toda la historia de Elysium esto no había pasado jamás... o al menos en la historia que se nos contó.

Ya no estaba seguro de qué pensar, yo mismo había hecho cosas terribles, no importaba si fueran el producto de una trampa o no, las hice. Mi cabeza estaba demasiado revuelta, mis acciones, el futuro de la humanidad, los planes de Xenio por reducir a la humanidad por medio de los VR para después controlarla... y mis sentimientos por Iselda no hacían más llevadera aquella situación. Estaba a punto de llegar a mi punto de quiebre, solo necesitaba un empujón.

Iselda no se notaba alterada con la muerte de Destay, y tampoco tuve el valor de hablar con ella sobre lo que este comento, aun así, sentía que algo había cambiado en ella. Pasados unos días es que los ahora defensores de Demos nos reunimos a bordo de esta. Los que presidieron esta reunión eran Ray, el Boss e Iselda. Ya sabíamos cuál era el problema con la nave, así como lo que se necesitaba para hacerla funcionar. Pero obtener dicho elemento... eso era un asunto muy diferente, ya que tendríamos que atravesar la gran muralla. Aquella reunión era justo para resolver aquel dilema.

— Bien, si no les molesta a los demás, yo comenzare. — dijo el Boss— Estamos en una situación bastante extraña, así como peligrosa. De alguna forma u otra, ahora somos responsables del bienestar no solo de esta nave, si no de sus dos millones de habitantes. No le fue difícil a la señorita Iselda convencerme del peligro que Xenio representaba. Ya que yo mismo hice algunas cuantas investigaciones. La información que ella me dio, solo confirmo lo que yo mismo había obtenido — esto último pareció tomar por sorpresa a Iselda.  

—Debo de admitir que me es difícil trabajar con algunos de ustedes, — prosiguió Ray — pero lo que está en juego es mucho mayor que nuestras diferencias. Según parece esta nave sería capaz incluso de resistir un tiro directo del mismo Agrigento. Si esto es verdad, tenemos que arreglárnosla para que ese as esté a nuestro favor. — 

—Lo hemos discutido bastante nosotros tres. — continuó Iselda — Nuestra mejor opción es atravesar directamente por Quintus. Cualquier otra ruta nos alejaría bastante de nuestro objetivo, y puede que agotemos nuestras reservas de Helio-3, antes de alcanzar el sol. Suena desquiciado, pero para ello tendremos que trabajar todos juntos.—

— Tenemos con nosotros dos naves equipadas con cañones de plasma. — prosiguió el Boss — Ya se probó que una sola de estas es más que suficiente para crear caos en las líneas de la Fundación, dado que no están del todo acostumbrados a la idea de que otros humanos les puedan disparar. El único antídoto conocido a esto es que hubiera un escuadrón que los enalteciera a pelear. Tal escuadrón en su momento dado fueron los Ceraunia, así que imaginen el caos que reinará si los ven a estos en el campo de batalla como oponentes. Eso omitiendo el hecho de que solo mencionar el nombre de RM, planteara dudas en nuestros adversarios. — 

—Lo que planteamos en sí, es cundir el caos a través de la intimidación — finalizó Iselda.

Todos empezaron a murmurar. Finalmente Panoptes pidió la palabra.

— La idea suena bien, pero... ¿Cómo es que haremos que funcione eso? — 

—Simple. — dijo el Boss con calma — Demos con su masa, apoyado por el escudo, es más que capaz de apartar de su camino a muchas de las naves de la flota. Y como ya se dijo, es incluso capaz de resistir un disparo del cañón principal del Agrigento. Tenemos que haber sembrado el caos para cuando la nave de Xenio haya recargado, para evitar que este vuelva a disparar. Otra forma de lograr ese objetivo es que tanto el Vathí como el Quorum disparen sus cañones de plasma continuamente. No es necesario que le demos a algo, el solo efecto de ver que les disparan otros humanos debería de bastar. En resumen, como dijo la señorita Iselda, es por medio de la intimidación que lograremos hacer cundir el pánico. ¿Alguna duda?—

Si alguien tenía alguna inquietud por ese loco plan, nadie la manifestó. Con ello se levantó la reunión.

Iselda pasó a mi lado, quería hablar con ella de lo que ocurrió en la pasada batalla, por lo cual me trague mi miedo para así dirigirle la palabra.

— Iselda...—

Ella se detuvo, pero no volteo a verme.

— ¿Qué sucede? — me dijo gélidamente. 

— Yo... yo solo quería hablar contigo — le respondí nerviosamente. 

— Estamos muy ocupados. ¿De qué quieres hablar? — 

—Bueno... Es que... Destay dijo algunas cosas, y yo quería saber... si es que... — 

—¿Si eran ciertas? — 

—Si... — 

—Así es, Xenio intentó seducirme, supongo esto se dio porque el empezó a acercarse a mí, me preguntaba mi opinión para muchas cosas, pero yo nunca lo vi como él a mí. Cuando él quiso algo más... la verdad es que me hizo sentir incomoda. Por ello es que me propuso lo de tener mi propio escuadrón, de alguna forma fue un soborno por mi silencio sobre aquello. Pero yo no conocía sus planes en ese entonces, y la verdad es que lo pase por alto cuando por fin junte a los Ceraunia. Pensé que solo había sido el error de alguien que estaba muy solo. — ¿Y sobre mí? — Lambert... ¿Te puedo hacer una pregunta?—

Dudé por un segundo antes de darle una respuesta.

— Sí, claro.—

— ¿Aún tienes sentimientos por mí? — 

—Yo... bueno... — 

—Es importante para mi... ¿Los tienes? ¿Aun esperas que pase algo entre nosotros?—

De nuevo actué como un estúpido, dejándome llevar por mis impulsos, sin darle mayor miramiento a las repercusiones de lo que pudiera salir de mi boca.

— ¡Sí!... la verdad es que si, aun te quiero, y si, dime estúpido, pero... si quiero creer que podremos estar juntos una vez termine todo esto.—

Iselda suspiró como decepcionada y se giró para verme.

— Lo mejor será que nos evitemos, a menos que sea muy necesario que exista interacción entre nosotros. Yo no puedo corresponderte como lo esperas. Lo siento, te estimo mucho, pero sencillamente no puedo. ¿Lo entiendes?—

Agaché la cabeza, me sentía desolado... pero al final asentí sin verla a los ojos. Me dio la espalda y se retiró. Tal vez era lo mejor, después de todo ya había cometido algunos crímenes, y esperar que pudiera ser feliz con ella a mi lado... sencillamente era ser demasiado iluso.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro