Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 25.- Demos

Demos era una nave inmensa. Según los instrumentos tenían una longitud de más de 100 km. Nada de lo que existiera en Elysium podría opacar el brutal tamaño de aquella nave. Abordamos por uno de sus tantos muelles. Iselda y yo en nuestras unidades, Mulder en una lanzadera. Una vez aterrizamos nos esperaba el comandante Ray, Lightings y varios otros miembros de Enmity apuntándonos con un interesante número de armas.

— Bajen con las manos en alto y completamente desarmados, esta será la única vez que pediremos esto — dijo el comandante Ray.

No tuvimos más opción que acatar sus órdenes. Salimos de la forma más dócil posible. Una vez abajo unos sujetos nos esposaron con las manos atrás. Ray se acercó a nosotros, nos inspecciono como si intentara reconocernos, para cuando estuvo frente a Mulder sonrió.

— Vaya, así que el tipo que no se quería involucrar en ningún problema al final termino metido en la madre de todos estos — dijo jactanciosamente Ray. — 

—¿Qué puedo decir? Soy demasiado popular — respondió Mulder con cinismo. 

— Supongo estas aquí por lo del testamento de Armand. — 

—Me lo pidió amablemente, no tuve razón para no responder a su última voluntad. — 

—Y ese par de allí, ¿Son quienes creo que son? — 

—No tengo idea de quienes crees que sean ellos. Sabes, no sé leer el pensamiento. — 

—Siempre tan gracioso, Mulder. Me imagino la chica bonita es la llamada Iselda y el tonto a su lado debe de ser el Lobo Solitario. Ambos asesinaron a dos de nuestros más valiosos y queridos camaradas. — 

—No venimos aquí a pelear, — intervino Iselda — venimos a ayudarlos. — 

—¿Ayudarnos? No solo son responsables de la muerte de Armand y Mariane, si no que su primer acto al llegar aquí fue el de asesinar al pobre de Slipnir. — 

—Yo no quería matarlo. — dije finalmente — Si revisan con cuidado cualquier grabación, notarán que solo inhabilité su unidad. El que lo haya matado fue resultado de la propia locura de su compañero, que de todos modos en estos momentos estaría muerto. Con la diferencia de que nosotros no estaríamos aquí. Si quieren ejecutarme por ello, adelante. Pero no pueden ignorar que la ayuda la necesitan.—

Ray pareció molesto. Bufo un poco, bajo la cabeza como si estuviera maldiciendo. Finalmente se dirigió de nuevo a Mulder.

— ¿Estás seguro que podrás resolver el problema con el impulsor?  La verdad no. Pero puedo echarle un vistazo. — 

—Mmm... Te propongo un trato. Si eres capaz de hacer funcionar el impulsor de esta nave, te prometo que olvidaremos todas las rencillas que puedan haber entre nosotros. — 

—¿Por qué tanta amabilidad?—

— Tenemos cerca de dos millones de civiles a bordo de la nave. Dos millones que podrán escapar a toda esta locura. Muchos fueron seleccionados por Armand, pero también entre ellos están nuestros familiares. Que ellos estén a salvo es más importante que cualquier venganza. — 

—¿Y si por casualidad fallo? — 

—¿De verdad tengo que decirte que es lo que pasaría en dicho escenario? — 

—Supongo está de más. Pero aun así no puedo trabajar con las manos esposadas a mi espalda, soy genial, pero no tanto. También me resulta incómodo ver a mis preciados amigos en tan triste posición. — 

—Eres un desgraciado Mulder, pero de acuerdo. Esta nave es más importante que todo lo demás.—

Nos removieron las esposas, con lo cual fuimos conducidos a la parte residencial de la nave. Con toda la tensión no me había percatado de que Demos contaba con gravedad artificial, tal y como el Agrigento. Afuera la ciudad interna era impresionante, no solo existían varia casas, sino que también imponentes rascacielos, tanto en lo que percibía como el suelo, como el techo. Muchos vehículos circulaban de un lado para el otro, era un espectáculo ver aquello.

Ray nos condujo hasta unos vehículos, y justo cuando estuvimos por subir, recibí un balonazo en la cabeza. El balón quedo a escasos centímetros de mí, estaba sobándome la cabeza, cuando dos alegres niñas se me acercaron.

— Lo sentimos mucho, pero le dije a Inori que no la pateara tan fuerte — dijo la primera niña. 

— Mira allí está el balón — dijo la segunda niña, que quedó identificada por la primera como Inori Sakurai. 

— No seas grosera, y discúlpate con el señor.—

Señor... no creí que fuera tan grande como para que alguien me dijera así. Aunque supongo que para un par de niñas luzco bastante mayor. Inori se acercó y tomó el balón, pero se me quedó viendo. De repente dejó ir su juguete, para comenzar a saltar llena de alegría hasta donde estaba la otra niña.

— Es él, Priscila, es él. Es el Lobo Solitario. El que puede acabar con hordas de Virus sin ayuda de nadie.—

Priscila Pérez se me quedó viendo meticulosamente. Después sonrió muy emocionada.

— Es verdad, es él. No cabe la menor duda, la pinta de vago es propia del lobo solitario. ¿Y ella quien será? — dijo Priscila mientras dirigía su mirada a Iselda, al tiempo que yo me sentía desairado por el comentario sobre mi aspecto. 

— Luce como su novia. ¿Es acaso esa linda señorita su novia señor Lobo? — dijo Inori con una sonrisa pícara en su rostro.

No supe que responder ante ello. Las niñas se veían muy seguras y llenas de curiosidad. Pero un momento, ¿cómo es que sabían de mí? Pensaba que todos a bordo de la nave serían partidarios de Enmity. Las niñas seguían viéndome, esperando una respuesta. Iselda se acercó a ellas, se inclinó frente a ambas, les sonrió y recogió el balón para revisarlo con meticulosidad.

— Es un lindo balón. ¿Cuántos años tienen? — 

— Yo tengo 7 años, Inori tiene 6 y por eso es un poco más inmadura. — respondió Priscila a lo cual Inori se quejó. Priscila continúo. — Señorita, ¿en verdad usted es la novia del señor lobo? —

Iselda les devolvió el balón y les revolvió el pelo a ambas.

— Solo es mi amigo, un amigo muy querido — respondió Iselda.

Ambas niñas parecieron sorprendidas, se miraron mutuamente y sonrieron.

— Nos alegra — dijo Inori— pues si el Lobo Solitario tuviera una novia, entonces dejaría de ser nuestro héroe. Además usted es muy linda para ser su novia.—

Y con esas palabras ambas niñas salieron corriendo entre risas. A mí no me quedo muy claro que es lo que había pasado. Supongo a Iselda tampoco, aunque se notaba que aquellas palabras la hicieron sonrojarse un poco. Más tarde Ray nos contó que no todos a bordo de la nave eran simpatizantes de Enmity. De hecho muchos no sabían nada del conflicto que hubo. Para muchos de los residentes de Demos las cosas seguían tal y como siempre, por eso las niñas no me veían como un enemigo.

Por otro lado me sorprendió la respuesta de Iselda a la pregunta de las niñas. Supongo que con eso me quedo claro que entre ella y yo no podrá existir nada más que amistad.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro