Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

#26

La luz entra por la ventana, anuncia que será un día soleado y ninguna lluvia se aparecerá, no hay nubes en el cielo. Veo aquel patio verde con pequeños árboles en modo de decoración, al fondo hay un gran muro que rodea la mansión como si no fuera poco también cuenta con una cerca eléctrica.

Risas inundan el silencio, son tan fuertes que a pesar de que se encuentren en el patio, se llega a escuchar hasta el segundo piso. Son las pequeñas niñas que corretean por el césped.

Recargada en el borde de la ventana abierta, no puedo evitar que al escuchar aquellas voces y risas empiece a sentir un pequeño dolor en el pecho. No entiendo por qué lágrimas caen de mi rostro, tal vez a muchos hubiera sacado una sonrisa al escuchar su felicidad, pero a mí me duele.

Comienzo a derramar más lágrimas, que son limpiadas con el dorso de mi mano. Las sigo viendo como corretean, como juegan y como no dejan de sonreír. Este es diferente, es una risa conocida, pero no sé de qué parte.

Mis lágrimas han dejado de brotar, sin embargo, aún tengo la sensación de querer seguir llorando.

No recuerdo de quien es esa risa, pero me resulta demasiado familiar. Puede haber sido de mi hermana, ya no me acuerdo como era su voz cuando hablaba, solo sé cómo gritaba, cada noche logro revivir la muerte de ella.

— Hola —una pequeña voz me saca de mi tristeza, me volteo hacia la puerta, pero no hay nadie en la habitación.— Hola, hola —Por un momento había pensado que lo había imaginado, pero otra vez esa misma voz, es como si le perteneciera a una niña.

Vuelvo a dirigir mi mirada hacia donde antes veía, aunque solo quería confirmar que ya me había vuelto loca, en realidad no era así, la persona que hablaba era una de las niñas intentando llamar mi atención.

Sin pensarlo le devolví el saludo, pero sin utilizar palabras, solo agite mi mano derecha. Ambas también lo hicieron, dejaron de ver hacia arriba para dirigir sus cabezas hacia la casa, pero ahora veían la planta baja. Cuando desaparecen de mi vista, cierro la ventana con la cortina blanca.

Me acerco a la puerta, apego mi oído en ella, cierro los ojos y espero unos segundo en esa posición.

Nada, no hay nadie.

Tiro para abajo la manija, la puerta cede, lo cual es extraño, pensaba que iban a tener más cuidado con la seguridad. Salgo de mi habitación, aunque no sepa a donde ir, sigo a esa pequeña voz que sé que está en mi mente y me dice que para la izquierda.

No encuentro a nadie mientras camino por los pasillos. Llego a unas escaleras, me permiten bajar y subir.

— Ese es el plan —escucho una voz gruesa que viene de arriba, por lo tanto no lo pienso más y bajo con cuidado de no hacer tanto ruido.

Sigo caminando y me encuentro con más puertas. El pasillo termina con una. Con suavidad y lentitud abro aquella que es de madera café oscura. Me adentro cerrando a mis espaldas, todo es elegante, a pesar de que sea solo la cocina y de seguro casi nadie la vea, mantiene la misma sensación como si vieras la mansión entera.

Escucho como alguien ha abierto la puerta, a unos pocos metro divisé unos cuchillos, estaba por tomar uno cuando escuché de nuevo esa voz con la misma alegría que antes.

— Hola —me volteé para verla, no estaba sola, su hermana mayor le acompañaba.

— Hola pequeña —respondí su saludo con una sonrisa, me fijé que habían entrado por otra puerta y que no la habían cerrado del todo, ha quedado una pequeña abertura. Siento como ambas se mueven, poso mi vista en ellas y confirmó que efectivamente lo han hecho, los niños por naturaleza son curiosos, aquellas no iban a ser la excepción.

— ¿Qué veías? —pregunta la menor intercambiando por momentos su mirada entre la puerta y yo.

— Nada —mi respuesta no parece convencerla, frunce su pequeña frente.

— ¿Por cuánto tiempo te vas a quedar aquí? —una nueva voz suena en la cocina, por primera vez escucho hablar a la mayor.

— Solo he salido a conocer un poco la casa.

— No hablaba de eso —contesta, su hermana pequeña solo me ve a mí con una sonrisa mientras que la otra se dedica a observarme con una línea recta en sus labios

— Espero que te quedes mucho tiempo, se ve que te gusta jugar y explorar —dice con una emoción latente en su voz la menor.

Sonrío por lo último, me recuerda a cuando era una niña, yo también era igual de inocente e ingenua que ella.

— A mi mami no le gusta explorar la casa, pero a ti si, podemos algún día hacer una excursión —comenta la misma niña, su hermana le da un pequeño codazo y le susurra a su oído, pero no tan bajo porque logro escuchar lo que le dijo.

“A nuestro padre no le gusta que vayamos por toda la casa, solo nos deja estar en el patio y en pocas habitaciones más. Ella no está aquí para jugar con nosotras, solo viene a trabajar con papá.”

Ojalá fuera trabajo normal.

A.C.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro