#2
3 meses después
Nada volvió a ser lo mismo.
Tuve que ir al psicólogo porque, como en todo secuestro, hay secuelas que se deben tratar para seguir teniendo una vida algo normal.
Después de estos meses que han pasado me siento más tranquila y relajada. Igual que mi madre, también necesito ayuda psicológica porque ella siempre tenía una idea en la mente que no la dejaba estar tranquila, teme que me pase lo mismo que a mi padre, esa idea se estaba haciendo realidad.
Hace unos días mi jefe nos había asignado un nuevo caso al grupo C, conformado por 10 personas, sólo yo como mujer.
El caso se trata de diversos secuestros a diferentes niñas, contamos sólo con una pieza que nos ayuda a saber que se trata del mismo secuestrador y eso no nos dice nada.
Estoy aquí, en la estación, junto con mi equipo intentando unir cabos.
— No hay nada en común —dice Carlos, el más nuevo.
— Cinco niñas y todas tienen algo que les diferencia —espeta Jorge, el líder del grupo.
— Todas fueron secuestradas en un parque, dejando una pieza de un rompecabezas completamente negro, sospechamos que deja en el lugar en el que están cuando las rapta o también nos intenta despistar — Luis repasa lo que más o menos tenemos.
— La primera niña secuestrada pertenece a una clase social baja igual que la última, la segunda y la tercera a una clase social media, y la cuarta a una alta —comento mientras indicó la fotografía de cada una cuando las mencionaba.
— No nos ayuda en nada, está peor que un rompecabezas —Carlos se apoya en la pared más alejada de nosotros.
Un rompecabezas con cronómetro.
》》》
Estoy agotada, pero no pienso descansar. Cada segundo es importante, el tiempo está en nuestra contra y debemos movernos más rápido, pero hay pistas que no existen.
Reviso cada papel de información que se ha obtenido.
Primera niña: 5 años
Tez morena, mediana, cabello negro, ojos negros, su clase social es baja.
Familia: padre, madre, 2 hermanas mayores.
Ubicación del secuestro: un parque cerca de su casa, sin muchos juegos, posee algunos árboles, no es concurrido.
Suceso: en la mañana más o menos se estima que habrá sido las 9 am, ella se encontraba con sus hermanas mayores de 12 y 9 años; estaban jugando a las escondidas, la mayor contaba, las otras dos fueron a esconderse en los árboles, pero de distintos sitios. Ninguna la encuentra.
Segunda niña: 6 años
Tez blanca, alta, cabello negro, ojos cafés oscuros, clase social media.
Familia: padre y 2 hermanos, uno mayor y otro menor.
Ubicación del secuestro: parque cerca de su escuela, es pequeño, pocos juegos, pero hay un sector donde hay demasiados árboles.
Suceso: se da entre las 12:45 y la 13:10 entre ese tiempo ya casi que no hay niños y personas pasando, los tres estaban esperando a que llegara su padre, sus hermanos estaban jugando con la pelota mientras ella estaba acostada en la sombra de los árboles.
Dejo de leer las hojas para ir a ver quién es la persona que acaba de tocar el timbre. Primero me acerco a la ventana para ver más o menos de quien se podría tratar, reconozco la silueta de mi novio, Víctor. Abro la puerta.
— ¿Y esta sorpresa? Pensé que trabajabas hoy —le sonrío y con un gesto le digo que pase.
— Quería cenar con mi amada novia, así que vámonos —me abraza mientras lo dice cuando acaba de hablar me separa un poco para darme un largo beso, siempre ha sido así de cariñoso.
— Espérame dejo una nota a mi madre para que no se preocupe
Voy a mi habitación para buscar una hoja y un lapicero, empiezo a escribir diciéndole que voy a cenar con Víctor que no se preocupe de mí, la dejo en la mesa de la sala para que pueda encontrarla más fácil.
》》》
La cena estuvo perfecta, ahora nos encontramos cerca de mi casa y por un motivo desconocido mi corazón empieza a latir un poco más rápido, no le prestó la suficiente atención a eso, puesto que, todavía me sigue asustando la noche; continuó viendo las casas que pasamos a una velocidad algo lenta, ya que, sólo estamos a unas casas no más, el auto se detiene frente a la mía.
—¿Qué? —es mi primera reacción al ver la puerta de la fachada sólo apegada un poco mientras que la de la entrada de la casa está abierta completamente.
— ¡Ten cuidado, espera, no corras puede haber alguien! —me grita pero yo ya estoy entrando.
Todo está oscuro, saco mi celular para alumbrar con la pantalla algo y buscar más fácil el interruptor, lo muevo varias veces pero no pasa nada, sigue oscuro, probablemente hayan apagado las luces desde la caja de electricidad que queda afuera. Con la linterna del celular empiezo a alumbrar la sala veo que todo está en el suelo, retratos de fotos rotos, el florero en pedazos, la mesa de la sala botada cerca de la cocina, muebles dados la vuelta, hay sangre en la alfombras de la sala; pero no hay ningún cuerpo a la vista.
— La policía ya está llegando —me comenta Víctor.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro