Parte 5 Asignación de caso
Cuando Shi Qing Xuan llegó a la oficina se encontró con la expresión oscura y fría de Shi WuDu. Sonrió como de costumbre para dispersar el ambiente tenso de la habitación y cerró despacio la puerta detrás suyo —G-Ge.
Shi WuDu golpeó la mesa— ¿Dónde estabas? ¡Llegas tarde!
—Solo investigando una cosa ¿Pasó algo?
—Veo que tienes tiempo libre para jugar ¡Bien!— Shi WuDu tomó una carpeta que estaba apilada a su lado y lo colocó frente suyo— Te harás cargo del caso de robos de tesoros del templo.
La cara de Shi Qing Xuan se iluminó — ¿En serio?
— ¿Acaso crees que bromeo?—Shi WuDu lo fulminó con la mirada—¡Atrévete a hacerme perder la cara y veras!
—No te preocupes Ge, atraparé a ese ladrón— Shi Qing Xuan estaba optimista y estaba decidido atrapar a ese ladrón. Tomó los documentos y feliz comenzó a estudiarlo.
Shi WuDu lo observó en silencio, la única razón por la cual le estaba encargando esta tarea no solo era porque sus manos estaban llenas, si no porque no era peligroso. Ese payaso de ladrón solo robaba y no lastimo a ningún oficial de la policía, eso le daba cierta seguridad de que hermano estaría bien.
—Ve a tu oficina a revisarlo, estoy ocupado.
—Lo haré.
Shi Qing Xuan dejó la oficina de su hermano y se dirigió a la suya que estaba a lado. Aunque era más pequeña que la Shi WuDu, consideraba que este espacio era bueno para él, tenía su escritorio ordenado al igual los archivos en carpetas en los estantes Cuando se sentó en su silla vio archivos en su mesa todo con el nombre "Robo de templo" y comenzó a revisarlos.
Además de la información que ya tenía, no encontró algo relevante, pero se dio cuenta de dos cosas. La primera era que alrededor del templo del Emperador de los cielos, los santuarios más llamativos pertenecían a dos dioses marciales, Nan Yan y Xuan Zheng, no muy alejado de ellos estaban el santuario de la diosa de la Literatura Ling Wen y otro dios marcial Ming Guan. También estaba el templo de Quan YiZhen y el más humilde de todo, el santuario de la diosa de la agricultura.
En el pasado estos templos estaban separados en diferente provincia y adorados de forma individual, pero en Pekín estaban establecidos en forma de espiral donde el centro era el templo del Príncipe Heredero de Xie Lee, había sido establecidos de ese modo porque ya no eran tan importante como antes. Ese aspecto le recordó lo que el joven sacerdote le dijo.
"El tiempo en el que los dioses eran venerados término"
Lo segundo que Shi Qing Xuan se dio cuenta fue que la mayoría de los objetos robados fueron las cercanías de estos famosos templos. No estaba sospechando de los encargado de estos lugares, si no que no entendía por qué el ladrón no les robaba, debía haber una razón. Cómo era sospechoso debía investigar, pero no sabía por dónde.
—Señor, tengo el informe que pidió — Un oficial ingresó y le entregó a Shi Qing Xuan unos papeles.
—Bien, gracias. Puedes irte.
—Sí, señor.
Leyendo las hojas, Shi Qing Xuan sonrió. Había pedido una lista de aquella personas que vivieran cerca del mar o la cercanía, el ladrón olía algas marinas, pero ese aromas no era sintético era muy natural, por lo cual debía alguien se residía por esa zona. Pidió que se prestará principal atención a los pesqueros y aquellos con antecedentes penales. También fotos de los habitantes por si reconocía en alguno el rostro de esa persona.
"Ojos dorados"
Un color inusual, hermoso y único. Aunque podía apreciar su bella un parte de él sentía miedo, no entendía por qué, pero cuando lo recordaba un pequeño dolor apretaba su pecho.
"Aléjate" Su conciencia decía.
Suspiró y se rescató sobre su silla intentando alejar aquella sensación extraña. Se relajó un rato, luego siguió con su trabajo.
Fue durante el ocaso que decidió ir al museo de arte histórico, allí según se afirmaba estaba guardada el verdadero libro de recetas médicas de la diosa Huang Da Xian (1)
Dicha obra era exhibida al público todos los días, pero estaba resguardada bajo fuerte seguridad. Además la vitrina en la que estaba guardaba estaba hecha de material ante disparo y un sistema de seguridad alto. Aunque la gente podía verlo, no era capaz de tocarlo o estar más de un metro cerca.
Aunque dudaba si esa monografía era real, Shi Qing Xuan todavía pidió una cita con el dueño el mismo día para revisar el lugar.
El dueño no se negó a verlo, sino que lo recibió completamente confiado en su sistema de vigilancia. Le dio un recorrido por el edificio hasta llevarlo a la habitación donde estaba una escultura de pie del dios Huang Da Xian.
—Cómo ve oficial, no hay huecos y todo mi personal es cuidadosamente seleccionado y revisado en cada guardia. Ese ladrón no podría infiltrarse aunque quisiera.
A pesar de escucharlo, Shi Qing Xuan dijo ligeramente— Lo mismo pensaban los demás y les robaron.
La sonrisa del dueño se borró y su cara se llenó de amargura— ¿Cree que la obra de Huang Da Xian es su próximo objetivo?
—No—Respondió Shi Qing Xuan solo tenía un presentimiento y vino—Este ladrón parece que tiene un método único para colarse en los edificio sin ser descubierto, le sugiero que reevalúe a los guardias de seguridad.
—Es un hombre adulto de no más de 30 años, alto de 1,89 con cabello negro largo, piel pálida y ojos dorados , tiene músculos fuertes y el esencia de la alga marinas en su ropas..—Shi Qing Xuan hizo una pausa, algunas cosas que menciono, no eran muy importantes.
Un rubor tiñó sus mejillas y tosió para disimular —Una persona así no puede pasar de ser percibido. Estén alertas.
—Gracias por su preocupación, oficial.
—Es mi trabajo
Era tarde y la noche había llegado mientras recorría el establecimiento, Shi Qing Xuan planeaba regresar cuando de repente las luces se apagaron trayendo el pánico.
Las pocas personas que aún estaban dentro del lugar además del dueño eran los guardias de seguridad, eso significaba solo una cosa "Es él"
Shi Qing Xuan fue el primero en reaccionar y correr de nuevo hacia el salón de exhibición, cuando llegó vio caer a los vigilantes como moscas por la mano del misterioso hombre.
—¡Oye! —Grito por costumbre y luego se arrepintió por haber alertado al enemigo.
He Xuan se giró al escuchar su voz y quedó sorprendido al verlo. Su rostro no reveló sus sentimientos, pero sus ojos no se apartaron del oficial Shi por un momento, hasta que la fluctuación de energía lo obligó a despegar sus ojos hacia el libro.
Al perder a sus dueños, los dispositivos espirituales acumularon los sentimientos de tristeza y arrepentimientos de los dioses, perdiendo su función divina y volviéndose detonadores de malas energías sobre los mortales, regresarlo a la capital celestial era la única forma de purificarlos, pero al estar tanto tiempo entre los mortales, un dios no podía tocarlo, ni siquiera Xie Lian podía hacerse cargo. Cómo no causaban tampoco problemas, simplemente los dejo en el reino mortal, pero para los ojos de un rey demonio, era diferente, podía ver la energía maligna acumularse y daba forma a seres de la oscuridad.
A He Xuan no le importaban los mortales de ahora, solo estaba devolviendo el favor a Xie Lian. Hizo explotar el vidrio blindado con una mano y se acercó para tomar el texto cuando algo rozó sus mejillas.
—¡No me ignores!— Shi Qing Xuan disparó una segunda vez como advertencia al piso—Está detenido.
Cómo se quedó quieto, Shi Qing Xuan sacó una esposas de su bolsillo. Avanzó despacio hacia He Xuan alerta a cualquier movimiento suyo. Todavía estaba sorprendido por la forma en la que destruyó el recipiente anti disparos que protegía el libro y no se atrevió a ser descuidado.
—Alzó las manos donde pueda verlas—Ordenó.
He Xuan hizo lo que le dijo y alzó sus manos cuando Shi Qing Xuan se acercó le arrebató la pistola y dobló su brazo detrás de su espalda sin lastimarlo, pero lo dejó inmóvil.
— ¿Estás enojado porque te deje solo?—Le susurro al oído con voz ronca
Las puntas de las orejas de Shi Qing Xuan se tornaron rojas, las palabras quedaron estancadas en su garganta y tardó en reaccionar —¡¿Quién está enojado?! Suéltame.
Ese sonrojo no pasó de ser percibido por He Xuan, las esquinas de sus labios se curvaron levemente hacia arriba solo por un momento, luego esquivó una patada de Shi Qing Xuan.
En momentos como estos, Shi Qing Xuan agradecía a su hermano por enseñarle artes marciales, no le fue difícil romper esa llave en la que fue atrapado. Giró su cuerpo al instante en el que fue libre para golpear a su captor, pero se sorprendió lo rápido que lo esquivo. Pero solo fue un instante, luego alzó su brazo para golpearlo, siendo de nuevo bloqueado. Su izquierda se deslizó hacia adelante atacando el aire.
Sus pies dieron media vuelta al sentir a He Xuan detrás suyo y tuvo que defenderse de la mano que buscó acariciar su mejilla.
— ¿Cómo?—Preguntó en shock.
Los movimientos del ladrón no eran de boxeo ni un Kung Fu conocido. Sus pies eran ligeros y cada acción era como si siguiera la corriente de un río, rápido y poderoso.
He Xuan apresó sus dos muñecas y con su mano libre pellizco el mentón de Shi Qing Xuan obligándolo a mirarlo.
Esos gélidos dedos estremecieron a Shi Qing Xuan. Cualquier intento de resistencia fue olvidada y solo podía concentrarse en el hermoso rostro que tenía en frente.
— ¡Oficial!
Tarde, los demás miembros de la seguridad llegaron y apuntaron con sus armas a He Xuan. El supremo ni los miró, soltó a Shi Qing Xuan y lo empujó hacia adelante bloqueando su visión. En ese instante desapareció.
—¿ Se encuentra bien oficial Shi?
—Si— Shi Qing Xuan sonrío para sí mismo. Agradeció haber traído un rastreador con él. Era pequeño, pero lo había asegurado en la ropa de He Xuan.
—No te escaparas.
En las calles de la capital celestial, Pei Ming se dirigía a su palacio cuando en su camino se topó con la diosa de la Literatura. La expresión de Ling Wen era fría como el invierno, como no podía escapar supo que estaba en problemas.
— ¡Ling Wen! Estas más hermosa que ayer. Solo pasó un día que no te he visto y estas irreconocible.
El dios marcial intentó abrazar a Ling Wen con un brazo, pero fue bloqueado por un pergamino a mitad de camino.
—General Pie adular no servirá nada— Ling Wen dio un paso atrás y miró fijamente a Pei Ming— Por favor pague.
Pei Ming no entendió a lo que se referías hasta que Pei Su tosió. Soltó una carcajada despreocupada —Por supuesto, puede tener todos mis tesoros como compensación por sacarme de la cárcel.
Ling Wen no fue comprada y dijo—General ¿Podrías dejar de causar problemas? Los mortales ya no son ignorantes a los que puede engañar. Esta vez se ha involucrado en un asunto serio, incluso lo han encarcelado.
— Ling Wen, solo fui a divertirme. No tienes que ser tan seria.
—General— Ling Wen hizo una pausa corta— ¿Buscas nuevos horizontes?
Sabiendo a lo que se refería, Pei Ming fingió ignorancia—Cómo crees, los bares de hoy en día tienen muchas bellezas dispuestas por una noches. No es como en el pasado.
Pei Ming rodeo a la diosa para seguir su camino cuando escuchó su voz.
—El jefe de la policía parece un hombre astuto.
"No puedo engañarla tan fácilmente, por algo ha sido la diosa de la literatura durante siglos" Pei Ming todavía se negó admitir algo y se fue.
Pei Su iba seguirlo, pero se fue detenido por la mirada de Ling Wen—Le prometo que el dinero será devuelto y vigilaré al General.
—Espero los intereses.
—"..."
El palacio Ming Guan, a pesar de los siglos, seguía siendo unos de los castillos más grande cielo y tenía vista de toda la capital celestial. La habitación del dios marcial también era especial porque desde la ventana podía ver las constelaciones y la luna en todas sus fases.
Pie Ming se sirvió una copa de vino y lo agitó. El color del alcohol cambió su tono oscuro a una claro donde pudo apreciar el reflejo de Shi WuDu que aún seguía trabajando.
"Es sumamente orgulloso, pero trabaja más duro que nadie"
El Shi WuDu del pasado, también era exigente en cumplir sus obligaciones sin que nadie se dieran cuenta. Mostraba su lado arrogante todo el tiempo y hacía creer a uno que las cosas podía hacerlas solo con agitar de su elegante abanico.
Nunca mostraba debilidad, pero verlo dormido, tan indefenso y relajado, dejó una gran impresión en su mente y quería ser capaz de ver cada una de sus expresiones.
Agito la copa y las ondulaciones de repente mostraron otra escena. Una mujer vestida con un corto vestido ingresó al estudio y colocó una bandeja s frente a Shi WuDu. El jefe de la policía le sonrió .
Pie Ming casi escupio el vino al ver eso "¿Por qué es tan amable con esa señorita"
La dama rodeo el escritorio y se colocó detrás de Shi WuDu y su manos descaradamente las colocó sobre el hombro del policía.
Pei Ming frunció las cejas. Sabía bien que las chicas de ahora no eran tan reservadas y eran más atrevidas, pero conociendo la personalidad del Shi WuDu nunca permitiría que alguien lo tocara casualmente.
A Shi WuDu no pareció no importarle sus acciones, le habló con un tono moderado incluso compartió risa y sonrisas con la mujer.
Entre más veía, más horrorizado estaba Pei Ming, alguien que no era su querido hermano menor le mostraba esa sonrisa suave. Más que impresionado, algo dentro suyo se volvió agrió.
Quiso reírse, pero solo una línea delgada se formó en sus labios "¿Quién es estás mujer?"
Hola queridos lectores, gracias por leer.
Capitulo corto, lo se, lo quería dejar lo mejor para el próximo capitulo.
Wong Tai Sin o Huang Da Xian (en chino:黄初平, pinyin: Huáng chū píng, literalmente:el gran inmortal Wong) es una deidad de la , es muy famosa en las ciudades de jinhua y con el poder de la curación.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro