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15. "Estámos en Casa".

Alícia.

Al despertar, lo primero que ví, fue el pecho de Logan.

-Hola -me dice despertando.

-Hola.

-¿Cómo dormiste?

-Como nunca -le respondo mientras me acerco a su cuello para besarlo-. Gracias por la mejor noche de mi vida -le susurro.

-Gracias a ti, por quererme.

Me acerco a sus labios y los beso suavemente.

-Es imposible no hacerlo -le digo.

Nos levantamos de la cama y cepillamos nuestros dientes, nos cambiamos y salímos para ir a mi habitación. Cuando entramos, Alex está durmiendo en el piso con las sábanas enrrolladas alrededor de él, tiene la cara pintada en exceso de maquillaje y Clara lo está fotografiando.

-¿Qué estás...? -dice Logan mientras entramos.

-Shhhhhh -le dice Clara llevandose el dedo indice a los labios-, silencio.

Alex se mueve, pero no despierta.

-¿Por qué estás haciendo esto? -le pregunto.

-¿Qué? -dice Logan con tono agudo-, déjala que lo disfrute, déja que yo lo disfrute -dice mientras saca su teléfono y empieza a tomarle fotos a Alex.

-Ustedes son malos -les digo riendo mientras también saco mi teléfono para tomarle una foto. Justo cuando saco la foto, Alex se despierta.

-¿Qué está pasando? -pregunta somnoliento.

-Nada, primo... -contesta Logan.

Alex no sabe que tiene la cara pintada, pero en serio debe pensar que está pasando algo raro, porque estámos los tres parados frente a él.

-¿Por qué no vas al baño y te cepillas? Vamos a salír dentro de un rato -dice Clara.

Alex se levanta del piso y estira su espalda, luego sus brazos, luego sus piernas, y luego todo su cuerpo, entra al baño y cierra la puerta.

-3, 2, 1... -cuenta Logan.

Alex abre la puerta y grita:

-¿QUIÉN FUE?

Logan y yo señalamos a Clara. Ella nos mira con cara de extrañada.

Clara balbucea- Yo sólo estába jugando.

Logan y yo sufrimos al aguantar la risa. Alex entra al baño y sale con un lápiz labial en la mano, aún tiene la cara llena de maquillaje. Se acerca a Clara y le llena la cara de lápiz labial rojo, ella lucha, pero Alex tiene más fuerza que ella, así que es inútil. Alex le llenó casi cada centímetro de su cara con lápiz labial rojo.

-Listo -dice Alex mientras admira su trabajo-. Ahora estás casi tan hermosa como yo.

Logan y yo ya no podemos contener la risa y empezamos a lanzar carcajadas señalando a Alex y Clara.

-Si -dice Clara mientras suspira-, no es tan gracioso cuando te pasa.

Logan y yo seguimos riendonos.

-¿Quieren lápiz labial en su cara, también? -pregunta Alex.

-No, no -dice Logan mientras ambos recobramos la compostura y dejámos de reír, bueno, almenos eso intentámos.

Luego de un rato todos nos duchamos y estámos listos para salír, nos quedan dos días en Paris, y tenemos que aprovecharlos al máximo. Como Alex y Clara no han ido a la Torre Eiffel, decidimos subir allí. Cuando lo hacemos, Alex y Clara quedan maravillados ante la vista, Logan entrelaza nuestros dedos y me mira regalandome un cálida sonrisa que le devuelvo con gusto. El resto del día lo pasamos en centros comerciales, comprando cosas que no conseguimos en New York y llevando hermosos recuerditos.

Cuando llegamos al hotel, estámos más que agotados; Clara y yo nos despedimos de los chicos y vamos a nuestra habitación.

-Estoy cansada -digo en tóno de quejido.

-Lo sé -responde Clara.

Mientras nos quitamos los abrigos y nos preparamos para dormir, Clara me pregunta:

-¿Por qué Logan y tú no tienen sobrenombres?

-¿Cómo así?

-Digo, ¿por qué no se dicen "amor" o "mi vida"? -dice.

-Ah, no lo sé, creo que es porque como hemos sido amigos ya por tanto tiempo, sería un poco raro decirnos así ¿no crees? O sea, ya es muy raro que nos hayamos enamorado y estémos juntos, sería más raro decirnos así, ¿no?

-Si -responde suspirando.

-¿Pasa algo, Clara? -le pregunto.

-No, no, nada.

-Clara.

-¿Si?

-¿Qué te pasa?

Ella suspira.

-Es que... Logan y tú se ven tan lindos juntos, y es algo hermoso ver como se sienten tan cómodos el uno con el otro, y cuanto se quieren... me pone sentimental, Alícia. Sabes que yo nunca he encontrado a alguien que me quiera de esa manera, y tal vez no lo haga -me dice.

-No digas eso, Clara. El amor es para todos, que no lo hayas encontrado no significa que no esté para ti. Lo encontrarás, y serás felíz cuando eso pase, serás felíz con esa persona, serán felices juntos.

-Gracias, Liz. Gracias por ayudarme y darme todos los consejos y lecciones que pueda necesitar en esta estúpida vida -dice mientras me regala una triste sonrisa con los ojos aguados.

La abrazo y le susurro al oído:

-Te quiero.

Ella asiente con la cabeza.

-Ya, no llores -se dice a sí misma cuando nos separamos-. Cuentame, Liz, ¿qué pasó anoche? -me pregunta sonriendo con entusiasmo.

Le conté todo lo que pasó, desde la carroza hasta esta mañana.

-Y ahora cuentame tú ¿qué pasó anoche? -le pregunto cuando termino.

-Bueno, Alex llegó a la habitación y me dijo lo que Logan tenía para ti, incluyendo que tenía que dormir aqui. Le conté cómo me sentía con respecto a lo del amor, porque me sentí segura con él, hablamos un rato y luego fuimos a dormir. En realidad, no pasó mucho.

-¿Y cómo terminó él en el suelo? -le pregunto.

-Él no quiso dormir en tu cama y se fue a su habitación a buscar sus sábanas y su almohada. En la mañana se veía tan tierno durmiendo que no pude tolerar que estuviera tan tranquilo y le pinté la cara. El resto ya lo sabes.

-Pero no sé cómo pasaron de odiarse a amarse -le digo.

-No nos amamos, sólo descubrimos que tenemos muchas cosas en común y que logramos entendernos juntos.

-Ok -le digo.

Le doy un gran abrazo y nos vamos a dormir.

Logan.

-Este es nuestro último día en Fráncia, nos vamos a las 12 p.m. -les digo a las chicas mientras entramos a su habitación y las encontramos empacando.

-Lo sabemos, Logan -dice Clara.

Me acerco a Liz y le doy un beso en la mejilla.

-¿Ya empacarón? -me pregunta.

-Nop.

-Logan, son las diez, salímos en una hora, ¿por qué no han empacado?

-No lo sé.

Me lanza una mirada que no sé interpretar.

-Ok, ya vamos -digo mientras la abrazo-. Recuerda que te amo.

-Yo también te amo, pero no quiero perder el vuelo -dice mientras me abraza de vuelta.

Le digo a Alex y nos vamos. Una hora y media después, ya estámos en el aeropuerto. Se suponía que nos quedaríamos siete días, pero el hotel no permitía tanto tiempo, así que Alícia me dijo que cinco estaban bien, así que fueron cinco días en lugar de siete.

El vuelo a casa fue tranquilo, en el avión ésta vez nos tocaron los cuatro asientos del medio. Cuando llegamos al aeropuerto central de New York, dije con el mismo tóno de presentador de televisión que hice cuando llegamos a Paris:

-Damas y caballeros, estámos en Casa.

Reímos igual que la primera vez. Cuando llegamos al edificio de las chicas, Clara besa la puerta diciendo:

-Oh, si. Alfin, ¡CASA!

-Calma, niñita, sería mejor que abrieras la puerta en vez de besarla -le dice Alex-. Podrías llenarla de gérmenes -le susurra.

-Ja, ja -dice Clara.

Clara alfin abre la puerta y Alex y yo nos tiramos al piso de madera.

-Si -suspira Alex-. Oye, ¿qué es esta cosa peluda?

-¡Oliver! -grito tomando al perrito de las chicas.

-¿Lo conoces? -pregunta Alex.

-Claro, es Oliver. Oliver, Alex, Alex, Oliver.

-Oye, aléjalo de mi. No quiero morir.

-No morirás, Alex -dice Liz mientras tóma a Oliver de mis manos.

-Alex es alérgico a los perros, Liz -digo mientras me levanto del piso.

-¿Y cómo fue que no viste a Oliver en seis meses? -pregunta Liz dirigiendose a Alex.

-No lo sé. No vengo mucho aqui -le responde.

-Deberías -dice Clara mientras sale de su habitación en pijama.

La pijama de Clara tiene pandacornios* rosas y púrpuras estampados en los pantalones, y su camisa manga larga tiene un gran pandacornio cuya naríz y cuerno sobresalen por la parte de adelante, mientras que por atras sobresale la cola. Alex y yo nos reímos de su pijama.

-¡No se rían de mi pijama! -excláma Clara.

-¡Sí! -dice Liz, para luego romperse a carcajadas.

Todos reímos. Cuando suena la puerta, Clara va hacía ella con su inusual pijama. Cuando abre, hay un repartidor con con gran ramo de flores de margaritas, las flores favoritas de Liz. Clara firma y entra con el ramo.

-Son para Liz.

-¿Las enviaste tú, Logan? -me pregunta Liz.

-No, no. ¿Quién fue? -le respondo.

Liz mira la tarjeta y pone los ojos en blanco, luego las lágrimas empiezan a derramarse sobre su cara.

*Pandacornio: Combinación extraña y fictisia entre un panda y un unicornio.

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