Los amigos de Taeyong, y algunos amigos de Jungwoo estaban en una reunión, eran diez personas en total, todos sabían que Taeyong y Doyoung salían, eran amigos cercanos. El semestre había terminado y todos habían logrado aprobar; por lo que querían organizar un viaje o algún paseo, para despejarse del estrés académico, el siguiente semestre todos comenzarían prácticas profesionales.

—Sugiero Tulum —dijo una chica entusiasmada.

—Eso está en otro contienente, Giselle. Saldrá extremadamente caro —se quejó otra chica.

—Sí, pero hay paquetes para universitarios. Lo revisé ayer, podríamos cooperar entre todos, además para viajar a México no necesitamos visa.

—Saldrá muy caro, aún así —dijo Jungwoo.

—Yo puedo pagar. No tengo problema. Me lo pueden pagar después, aparte creo que mi padre conoce a un agente de viajes, nos podrían hacer hasta un cincuenta por ciento de descuento —dijo Doyoung.

—¡¿De verdad?! —gritó Giselle, le hacía ilusión viajar a México.

Doyoung asintió.

—Eh, pero no quiero que todos quedemos en deuda contigo, primero hay que checar lo del descuento, aparte la comida, la estadía. Sabiendo eso lo podemos considerar —sugirió un chico llamado Xiaojun.

—Me parece buena idea, hay que hacer cuentas primero —dijo Taeyong —. Si sale muy caro deberíamos buscar otras opciones.

Todos comenzaron a sugerir otros lugares, les emocionaba hacer un viaje en conjunto. Al final el viajar a México lo descartaron, eran demasiadas horas de vuelo, decidieron mejor ir a la Isla Jeju, pues una de ellos había recordado que un tío suyo tenía una casa vacacional ahí. Solo sería cuestión de pedirle permiso, buscar transporte. Ya se imaginaban unos días de relajación ahí.

Días pasaron y ya se estaban arreglando para viajar en autobús hacia la isla, todo les había salido muy bien.

—Te ayudo con tu equipaje, cariño —Doyoung agarró la maleta de Tae y la acomodó en su lugar.

—Gracias. Iré subiendome al autobús —le dio un beso en la mejilla.

Taeyong caminó dentro y ya la mayoría de sus amigos estaban sentados, algunos con sus parejas, otros siendo solo amigos. Se sentó en un lugar donde podía mirar por la ventana. Minutos después llegó Doyoung. Al estar todos en sus respectivos asientos, el chofer les avisó que ya era hora de arrancar el viaje.

—¿Te sientes a gusto? —preguntó Taeyong.

—Siempre que estoy contigo no puedo estar más que a gusto —entrelazó su mano con la de su pareja y recargó su cabeza en el hombro de Taeyong.

El viaje sería algo largo, les vendría bien descansar a ambos. Después de algunas horas llegaron a la Isla Jeju. La casa vacacional del tío de Yeri era inmensa, no imaginaban una casa así.

—¡¿Por qué no la sugeriste rápidamente?! —Karina le dio un golpe nada fuerte en su hombro.

—¡Ay! —se sobó — Pues no recordaba —se cruzó de brazos —. Con razón me dijo que tuviera cuidado y que cerrara bien todas las ventanas.

—¿Se imaginan que se meta un asesino? —bromeó un chico llamado Mark.

—No estamos en América —Johnny rodó los ojos.

—Ya hay que entrar, me causan estrés —dijo Yeri. Se acercó a la puerta y con las llaves que le había dado su tío, la abrió. Todos entraron —. Hay cinco habitaciones, así que las repartiremos. Como yo... Dueña de la casa —se echó su cabello hacia atrás —, pido una propia —hizo un ademán de diva.

—Ja, es de tu tío. ¡Ni siquiera es tuya! —la atacó Karina.

—¡Pero yo quiero una propia y punto!

—¡Ya! No peleen —gritó Taeyong —. Si ella quiere una propia está bien, es la que está a cargo de la casa.

—¡Pero yo no quiero dormir con los que son pareja! —se quejó Karina — Tampoco con Mark y Haechan, a veces se ponen muy cariñosos —susurró cruzándose de brazos.

—Ni quien te quiera para empezar —dijo Jungwoo abrazando a su novio Johnny.

—Yo tampoco la quiero en la mía —dijo Xiaojun y le lanzó una mirada a su novia Giselle.

—Que sea así no te incumbe —Haechan le tiró una mirada asesina a Karina, la chica le sacó la lengua.

—Mira, para que veas que me compadezco de ti, y pensándolo bien, no me gustaría estar en tu posición —hizo una mueca —, comparto habitación contigo.

—¡Gracias, Yeri! —abrazó a su mejor amiga.

Rió la chica —¡Bien! Entonces elijan habitación cada pareja. Ahorita cocinaremos la cena.

Todos comenzaron a revisar la casa en busca de su habitación. Taeyong y Doyoung eligieron una cerca de la habitación de Karina y Yeri.

—La casa del tío de Yeri sí que es muy linda —dijo el pelirrojo mientras sacaba su equipaje.

—¿Te digo lo que más me gusta?

—¿Qué? A mí la vista.

Doyoung se acercó a Taeyong y lo tomó por la cintura.

—Que estamos solos en una habitación por cuatro días —miró sus labios en busca de un beso, lo iba a besar pero Taeyong lo detuvo.

—No podemos hacer eso aquí, es una gran oportunidad, pero... Nos escucharían. Aparte... ¿Qué me dice que lo querrás hacer? —entrecerró sus ojos — La anterior vez no lo hicimos, no lo quisiste y yo lo respete.

—No éramos novios, tenía dudas, ahora no —sonrió —. Te amo.

—Te amo —Taeyong le dio un piquito.

(...)

El mar era lo que más deseaban al llegar a la Isla Jeju. Todos ya estaban en marcha para meterse a esas hermosas aguas azules que los llamaban. Al principio hubo un poco de caos, ya que habían elegido un camino algo más largo que el original, pues según Yeri, ese era el más corto, pero la realidad les había jugado al revés. Pudieron llegar y se sintieron en calma, ya estaban frente al mar.

—¡Me quiero echar un clavado! —gritó Haechan.

—Caerás en el suelo, menso —se burló Mark.

El mar iba agarrando profundidad al avanzar hacia el, no había una parte alta en la cual subir para poder echar clavados.

—¡Aún así quiero hacerlo! —una vez que Haechan se proponía algo, lo lograba.

Pero conquistar a Mark siempre le costaba un poco más.

—Suerte en no descalabrarte —Taeyong le susurró eso a Doyoung en tono burlón. Doyoung rió bajito.

Comenzaron a relajarse. Las chicas pusieron sus mantas en el suelo y se aplicaban el bloqueador solar cada dos horas, no querían meterse al agua todavía, por otro lado, los chicos estaban divirtiéndose mucho. Se lanzaban agua entre ellos y se hacían bromas; como sumergir al otro en forma de broma. Taeyong salió del agua, quería una paleta de hielo, las chicas se la habían antojado. Doyoung estuvo de acuerdo con eso y lo vio salir del mar.

El cuerpo de Taeyong es hermoso, no traía playera, por lo que su espalda estaba al descubierto, esa espalda ancha que Doyoung ama, recuerda como le da seguridad cada que abraza a Taeyong por detrás. Esos brazos, esos hermosos brazos con algo de músculo que se ajustan muy bien a la cintura de Doyoung. Al ir bajando su mirada pudo observar las hermosas piernas del pelirrojo, tan solo llevaba un short que por el agua se había pegado a sus piernas, haciendo resaltar sus hermosos muslos. Amaba cada parte de Taeyong; sus ojos, sus labios carnosos con un ligero tono rosita, su nariz, su cabello... Su cuerpo. Algo entre sus piernas comenzó a sentirse incómodo, el cuerpo de su novio le había provocado algo que nunca había experimentado. De repente sintió su cara calentarse.

—Te lo comes con la mirada, amigo —Jungwoo bromeó a Doyoung.

—¿Y-yo? —se apuntó a sí mismo.

—¿Ves? Ya estás perdiendo la cordura —le lanzó agua a Doyoung para que reaccionara.

Pronto iniciaron una guerra de lanzarse agua entre ellos.

Taeyong había ido con las chicas, la paleta de limón estaba muy buena, ya extrañaba relajarse.

—A veces no entiendo como pueden gustarme los hombres. Son mensos —se quejó Karina y movió su cabeza en modo de negación, mientras veía el comportamiento de sus amigos.

—A veces me cuestiono eso mismo, pero amo mucho a Xiaojun, no me imagino sin él —dijo Giselle, le dio una mordida a su sándwich de nieve.

—¿Tú cómo supiste que te gustaban los hombres, Taeyong? —interrogó Yerin.

—Mm... Lo descubrí en secundaria.

—¡Oh! Ya estabas algo grande. Entonces no es cierto eso de que desde nacimiento —opinó Giselle.

—Creo que cada caso es diferente —dejó escapar una pequeña risita —. Yo lo descubrí a esa edad y hasta la fecha me gustan más. Por las mujeres solo siento una amistad, no puedo ver a una mujer como algo más, aunque acepto que son muy lindas.

—¡Aww, me sonrojas! —exclamó Yeri mientras se llevaba una mano  su mejilla.

Siguieron platicando de temas triviales y Taeyong no pudo dejar de mirar a su novio. Se veía tan jodidamente sexy con ese traje de baño ajustado a su cuerpo, por el agua, la camisa hacía ver sus abdominales marcados, cada que el pelinegro llevaba su cabello hacia atrás, provocaba en Taeyong un choque electrizante que abarcaba todo su cuerpo. El cuerpo de Doyoung era hermoso ante él. Todo de Doyoung le gustaba. Acepta que desde la primera vez que lo vió le gustó en seguida, solo que no sabía cómo acercarse y lo hizo erróneamente, después de verse fracasar se lamentó todo el día por no haber conseguido la cercanía y nombre de ese tonto, pero hermoso pelinegro que le había ayudado a cargar sus cajas. Al ver que Doyoung lo "odiaba" por ser inteligente, hizo que su atracción hacia él creciera un poco más, no se sentía nervioso al principio por él, es más, se le hacía tierno. Pero después supo que sí que se estaba enamorando, esa sonrisa hermosa lo hacía sonreír cuando más estrés sentía, esos ojos brillantes deseaba verlos cada día, ese perfume de marca cara, quedaba en sus narices todo el día, y al pensar en Doyoung esa fragancia venía.

Ya cerquita de 1K lecturas, que lindoooo. Gracias por leer y votar 💖