—¡Doyoung! ¿Qué haces aquí?

—Vengo a que me cobres una bebida de vainilla —dijo coquetamente mientras ponía la bebida en el mostrador.

—¿Viniste hasta mi trabajo solo para eso? Eres todo un caso —rodó los ojos.

—No me regañes y cobrame. Hoy sales temprano, ¿cierto?

—Así es —pasó la bebida por la máquina —. Son quinientos won.

Le extendió el billete —Te espero entonces, de hecho, te quiero llevar a un lugar.

—¿A un lugar? Bien. Salgo en una hora.

—Tomaré mi bebida sentado en las mesas de afuera.

Doyoung se retiró y Taeyong seguía atendiendo clientes. La verdad es que Doyoung planeaba confesarse hoy. Habían tenido más citas desde la primera oficial, de hecho ya casi acababan el semestre. Solo faltaban los exámenes finales y ya iban a un año nuevo, ambos no dejaron morir las materias, ocupaban un cincuenta en unos exámenes para sacar promedio de ochenta, no estaban tan preocupados, lograron organizarse en sus cosas personales y académicas. Después de una hora, Taeil, el compañero de Taeyong, llegó a su turno. Taeyong salió de la tienda, vio a Doyoung sentado en la mesa con su laptop abierta, supuso que se había puesto a estudiar.

—¡Doyoung! —llegó de repente.

—¡Maldición! Me espantaste, Tae.

—¿Adónde me llevarás? —dijo tocándole el hombro.

—Deja llamo a mi chofer para que venga por nosotros —dijo sacando su celular para marcarle.

—¿Entonces es un lugar algo lejos? Bueno, conoceré a tu chofer.

Esperaron unos cinco minutos y pronto el chofer de Doyoung estacionó el carro negro frente a la tienda de conveniencia. Iban platicando ambos universitarios durante el camino, hasta que llegaron a su destino; la playa.

—Me has traído a la playa —dijo el pelirrojo mientras se bajaban.

—Has de estar algo hambriento, vamos a un restaurante de mariscos que está increíble, ¡verás que lo amarás!

Fueron hacia el restaurante, el ambiente era muy lindo, había música en vivo, la estadía ahí era fabulosa. Pidieron su comida y todo fue exquisito, después decidieron ir a dar un paseo por la playa, a el sol ya le faltaba poco para comenzar a esconderse.
Fueron hacia la orilla, sus dedos y talones se mojaban por la baja marea del mar. Pronto Doyoung quiso entrar solo a mojar la parte inferior de su cuerpo, animó a Taeyong para hacerlo también, pero este se negó, el agua ya era demasiada fría para él. ¿Pero creen que Doyoung permitiría eso? Claro que no, pronto el polinegro le lanzó un poco de agua, mojando la parte superior de Taeyong.

—¡Ey! ¡Yo no quería! —dijo entrando al mar para lanzarle agua a Doyoung.

Comenzaron a jugar, pronto terminaron empapados, pero poco les importaba si pescaban un resfriado o algo parecido, se tenían el uno al otro. Después de un rato de nadar junto al mar, salieron y se sentaron en la arena.

—Es muy lindo el mar. Desde niño que no había venido, creo que vine solo una vez, cuando tenía unos cuatro años, ¿tal vez? No lo recuerdo de tanto tiempo que ya pasó —dio una media sonrisa y su mirada quedó plasmada en el hermoso océano azul que está frente a él, las olas, el sonido de los pájaros, las palmeras, todo lo tranquilizaba.

—Solía venir todo el tiempo. Mis padres tenían conferencias en un auditorio que estaba cerca de aquí, ahora ya no existe, cada vez que podía me escapaba y regresaba unos minutos antes de que ellos terminarán. Venía aquí, era como mi lugar seguro de niño. Eso sí, jamás pude mojarme. Hoy es la primera vez que lo hago y... me agradó —volteó a ver a Taeyong y le dio una sonrisa.

Ya oscurecía, verían la puesta del sol juntos. Justo en ese momento a Doyoung se le ocurrió decir todo lo que había estado guardando. Obviamente quería saber la opinión de Taeyong, Doyoung ya imaginaba salir con novio de la playa, pero la opinión de Taeyong faltaba.

—T-Taeyong...

—¿Si? —se acostó en la arena con sus manos detrás de la nuca.

Doyoung también se acostó y miró a Taeyong, ambos se miraban fijamente.

—Te amo. Me gustas mucho, de verdad, jamás... jamás i-imaginé sentir esto que siento... por ti. Sé que dijiste que íbamos muy rápido, pero ya te lo quería decir, ya lo quería aclarar. No aguantaba más. Me gustaría que fuéramos novios.

Taeyong se quedó atónico, unas pequeñas lágrimas querían salir de sus ojos, se sentía demasiado conmovido para articular una palabra, pero sabía lo que ya iba a decir, solo que no le salía.

—¡No te quiero presionar, eh! —se levantó de la arena y quedó dándole la espalda a Taeyong, pronto este último se levantó quedando a la altura de Doyoung.

—¡No! Es que... me tomaste desprevenido, pero me da alegría que me lo digas. Acepto que sentía algo de inseguridad, no me sentía... preparado, pero... quiero intentarlo contigo, me siento muy atraído hacia tí, también me gustas mucho, Doyoung —le dio una sonrisa cálida y le agarró una mejilla.

Pronto se fueron acercando un poco más y un beso entre ellos ocurrió. Era un beso muy lindo, sentían chispas dentro de su cuerpo, sentían que esas chispas se encendían. Taeyong tomó del cuello a Doyoung pegándolo más hacia él, Doyoung agarraba la mandíbula del pelirrojo. Cambiaban posición, ese beso sí que duró buen tiempo, se separaron por falta de aire. Son humanos a pesar de todo. Juntaron sus frentes. Taeyong se mordió el labio inferior.

—¿Quieres ser mi novio? —se miraron a los ojos.

—Sí quiero, Doyoung —agarró su mejilla nuevamente.

Otro beso apasionado los junto. El estar juntos era todo lo que deseaban en ese momento. No querían perderse, y si lo hacían, lo harían juntos.

Feliz día de San Valentin. Espero que se la pasen muy bien hoy con sus seres queridos, XO 💗