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020.

Halloween.

Jimin se detiene al frente de la enorme mansión e inmediatamente hace una mueca.

—¿Puedo arrepentirme, ahora? —preguntó.

—No —respondieron al mismo tiempo Lisa y Chaeyoung.

—Ahg...

—¡Vamos Jimin, quita esa cara! —exclamó su hermana.

—Sí, Jimin. ¡Será divertido! —le siguió la otra.

El mencionado entornó sus ojos, suspirando.

—Joder, estoy deseando ahora mismo estar en hundido entre mis sábanas mientras continuo mi serie favorita, no en una estúpida fiesta.

—Pero si tú amas las fiestas... —recordó Chae.

—Sí, pero no tenía ganas de venir.

—¡En fin! —intervino Lisa, sonriente—¡No hay tiempo de arrepentimientos, vas a pasarla bien hoy!

—¡Sí! —concordó la otra chica.

Jimin resopló.

—Las odio.

—Sí, sí, cómo digas, andando aguafiestas... —dijo la pelinaranja tomando su mano y yendo hasta la entrada de la casa.

Estando allí, se aseguraron de estar impecables y revisar por última vez sus disfraces. Lisa iba vestida de vampiresa mientras que Chaeyoung de hada. Y en cuánto a Jimin, era algo parecido a un recepcionista u oficinista, algo así, simplemente se quiso poner un atuendo algo formal y no tan llamativo. Igualmente se le veía muy bien, es más, hasta lograba verse sexy y eso que sólo era un pantalón negro y una camisa blanca con corbata.

Finalmente adentro, la música moderna no pasaba desapercibida, los parlantes estaban a un sonido estable y las personas se encontraban esparcidas por todos lados, ya sea bailando, bebiendo, jugando o en la parte trasera donde había una piscina.

—¡Bien Jimin, es hora de pasarla bien! —exclamó Lisa muy emocionada— Si me disculpas iré a bailar con Chaeyoung al otro lado, pero cualquier cosa sólo me marcas, ¿sí?

—Sí, como sea... —se encogió de hombros.

—¡Pronto vendré para sacarte a bailar!

—Porfavor, no lo hagas.

—¡Adiós! —se despidieron ambas chicas de él antes de desaparecer entre las personas.

Jimin suspiró, apoyándose en una pared y observando a las personas a su alrededor, dándose cuenta que varias de ellas le estaban mirando de reojo e inclusive susurrándose cosas entre ellos. Mierda, detestaba llamar la atención de forma negativa y más porque todo el mundo sabía sus problemas personales. No podía con la vergüenza e incómodez que eso le ocasionaba. Poco a poco, comenzó a sentirse nuevamente mal y no soportando estar un minuto más allí, se dió media vuelta para irse.

Sin embargo, chocó contra alguien antes de hacer eso último. No era más ni menos que Jung Hoseok vestido de corredor.

—Jimin... —el azabache sonrió ampliamente— No pensé que estarías aquí.

Park suspiró.

—Bueno, ya me iba.

—¿Y eso por qué? —hizo una mueca— Si apenas la fiesta está comenzando.

—No me siento bien aquí... —confesó—Todos lo saben y me siento juzgado, supongo que tú también lo sabes...

Hoseok tragó saliva, asintiendo con la cabeza.

—Ya veo, pero no puedes dejar que eso te intimide y derrote. ¡Vamos, eres Park Jimin! Puedes levantarte y seguir como la increíble persona que eres.

Jimin le miró con una pequeña sonrisa divertida.

—Y ahí vas de nuevo, a intentar coquetearme, ¿no?

—Sólo estoy siendo amable... —mintió, sonriéndole después— Dehecho me sorprende que me estés hablando ahora mismo, pensé que estabas molesto conmigo.

—Y lo estaba —recalcó— Pero... —se encogió de hombros— Ya sinceramente me da igual.

—¿Entonces no te molesta si me quedo contigo?

Jimin volteó sus ojos.

—Hoseok, te dije que ya me iba. Gracias pero-

—Oh, vamos... —le tomó le brazo, atrayéndole a su cuerpo y Jimin se dejó— Si acabas de llegar y ya estás vestido, que por cierto te vez muy bien, al menos haz que valga la pena venir hasta aquí.

Park le miró sospechosamente.

—¿Cómo sé si no es una trampa para intentar acércate más a mí?

Hoseok alzó la palma de su mano a la altura de su rostro.

—Lo prometo. De amigo a amigo, ¿okay?

El pelinegro finalmente suspiró.

—Okay, porfavor, haz que valga la pena...

Al instante el azabache toma dos vasos llenos de alcohol de una mesa y le extiende uno a Jimin en silencio mientras sonríe de forma cómplice.

—No gracias, no quiero tomar —se negó— Soy muy débil al alcohol y siempre termino mal.

—Sólo un trago, anda —insistió— Al menos para soltarte un poco y quitarte ese aire gruñón que traes...

Jimin observó el vaso y mordió su labio inferior con inseguridad hasta que finalmente se convenció y lo aceptó.

—Está bien, sólo uno... —sentenció antes de llevarse la bebida a sus labios.

—Claro... —Hoseok sonrió, alistando ya el segundo vaso.

[🖤]

Una hora después, Jungkook llegó a la fiesta junto a Taehyung. Su disfraz consistía en un oficial de policía mientras que el pelirrojo iba de detective. Ya adentro, las miradas de deseo no tardaron en caer sobre ellos puesto que se veían sumamente atractivos. Especialmente Jungkook, quién era conversación entre la mayoría de personas en ese lugar.

—Bueno amigo, iré a buscar a Yoongi —avisó Taehyung, alejándose— Intenta no meterte en problemas, ¿vale?

—No prometo nada...

Taehyung rodó sus ojos antes de irse, dejando a Jungkook solo en medio de la fiesta quién inmediatamente se dispuso a buscar a Jimin o a Lisa, pues si la encontraba primero era muy probable que el pelinegro estuviese con ella. Comenzó a hacerse paso entre las personas, el olor a alcohol y tabaco no tardaron en aparecer, de camino se tomó un vaso pues tenía ansiedad de beber algo. La casa de Taeyong era inmensa y por ende sería más difícil encontrar a alguien allí, pero no se rendiría. Lisa le había mandado un mensaje diciéndole que Jimin estaba aquí así que de fijo lo encontraría.

Pasaron varios minutos y a Jungkook comenzaba a obstinarle pasar entre tanta gente y también, llamar la atención. Pensó en marcarle a Lisa para preguntarle de su ubicación, pero no fue necesario, pues en el momento en que alzó nuevamente la mirada, lo vió.

Finalmente vió a Jimin en un sillón a lo lejos, aunque su rostro se deformó inmediatamente cuando notó que no estaba solo. Y no supo que fue peor, si el hecho de que estaba con Hoseok o que estuviese sentado en el regazo de este.

De cualquier forma, aquello provocó que su estómago se revolviera y la sangre de sus venas hirvieran. Se mantuvo estático en su lugar mientras observaba con ojos asesinos la escena, Jimin parecía estar muy sonriente conforme bebía sin parar de un vaso y Hoseok se percataba de mantener su brazo alrededor de su cintura. Los dos se veían muy alegres y a gusto, dehecho, estaban demasiado cerca del otro. Al punto de rozar sus narices. Jungkook no sabía que hacer, si ir y matar a Hoseok o ir y matar a Hoseok.

Sí, quizás debería matar a Hoseok.

Comenzó a idear un plan en su mente de cómo lo aniquilaría y cortaría su cuerpo en pedacitos para después echarlo de comer a los tiburones cuando de un momento a otro, Hoseok y Jimin se besaron.

A Jungkook se le detuvo el corazón por un segundo y probablemente eso fue la gota que derramó el vaso pues soltando un gruñido avanzó con decisión hacia ellos. Estando finalmente a su alcance fueron cuestión de segundos cuando apartó a Jimin de Hoseok y levantando a este último del cuello para zamparle un fuerte golpe en el rostro hasta hacerlo caer inconsciente al suelo.

Las personas a su alrededor soltaron sonidos de exclamación, otras ni le tomaron importancia pues era muy común que hayasen pequeñas peleas en medio de las fiestas.

Jungkook se agachó a su altura, sabiendo que aún le escucharía y le susurró:

—Te dije que no te acercaras a él, hijo de perra.

No obtuvo respuesta pues Hoseok se había terminado de desmayar completamente, Jeon sonrió con insuficiencia y se levantó, volteando para encarar a Jimin quién había contemplado toda la escena boquiabierto.

—¿Q-Qué mierda acabas de hacer? —preguntó el pelinegro, aún asombrado.

Jungkook se encogió de hombros.

—Se lo merecía —respondió e inmediatamente se percató del extraño comportamiento y tono de voz de Jimin— ¿Estás ebrio?

—¡Golpeaste a mi amigo!

—¿Tú amigo? —alzó una ceja y negó con la cabeza, tomándole del brazo para sacarlo de allí— Deja de decir tonterías, ahora tú vienes conmigo.

—¿Qué? —Jimin impuso fuerza— ¡No iré a ningún lado contigo, idiota!

Jungkook continuó arrastrándole, intentando no perder la paciencia.

—¡Deja de forcejear! —le dijo, mirándole— Necesitamos hablar y lo sabes.

—Yo estoy perfectamente sin ti, no hay nada de que hablar.

—¿Lo dice la persona que se encuentra ebria ahora mismo?

Jimin frunció el ceño y continuó intentando soltarse.

—¡No lo estoy, ahora suéltame! ¡No quiero nada más contigo!

Jeon volteó sus ojos.

—Dios mío, no me dejas otra alternativa —dijo antes de voltearse y rápidamente tomar a Jimin de la cintura para levantarlo y cargarlo ágilmente sobre su hombro.

—¡Ah! —gritó de impresión— ¡Jungkook! —inmediatamente comenzó a forcejear— ¿Qué mierda haces? ¡Bájame ahora mismo!

—No, quédate quieto —ordenó dándole un azote en el trasero antes de comenzar a avanzar.

Evidentemente estaban llamando la atención pero a Jungkook no le podía importar un carajo ahora mismo.

—Taeyong, ¿dónde están los baños? —preguntó tranquilamente al chico.

—En el segundo piso, al fondo en la derecha —respondió de la misma forma sin mirarle.

El castaño agradeció y acomodando mejor a Jimin, comenzó a caminar hasta las escalares ignorando olímpicamente todos los reclamos y golpes del pelinegro.

—¡Ahg, te odio! —soltó Park, rindiéndose.

Finalmente llegaron al segundo piso el cuál se encontraba mucho más tranquilo que abajo, Jeon avanzó rápidamente hasta la indicación que le dió Taeyong y segundos después logró encontrar el baño donde inmediatamente se metió en él.

Estando adentro, finalmente bajó a Park de su hombro y cerró la puerta con seguro. Después prosiguió a voltearse y encarar a un Jimin con el cabello desordenado, los brazos cruzados y expresión seria.

—Abre la puerta —ordenó al instante el pelinegro.

—No —contestó de la misma forma.

—Jungkook, abre la maldita puerta ahora. Quiero irme.

—Y nos iremos cuando hablemos como dos personas civilizadas, ¿vale?

Jimin bufó, apartando la mirada a otro lugar que no sea Jungkook.

—No quiero hablar...

—¿Por qué no?

—Porque no quiero, ya todo está hablado. Tú me engañaste y yo no voy a dejar pasar eso por alto.

—De eso vengo a hablar, Jimin —suspiró— Sabes perfectamente que no te haría eso... Ahg, maldita sea, ¿podrías aunque sea mirarme?

Park obedeció de mala gana, sin embargo se quedó observando demás al castaño.

—Joder, qué guapo te ves con ese traje de policía... —soltó, mirándole con deseo mientras mordía su labio inferior.

Jungkook parpadeó sorprendido y suspiró. Intentando no dejarse llevar por sus descarados comentarios.

—Gracias, ¿podríamos volver al tema principal? Y porfavor, deja de mirarme así.

Jimin se relamió sus labios.

—Mierda, si no te odiara en estos momentos dejaría que me follaras ahora mismo. Estás que ardes...

Jeon cerró sus ojos, tragando saliva.

—Porfavor, cállate.

—Cállame...

Jungkook finalmente abrió los ojos y le fulminó con la mirada.

—Jimin, ya basta.

—Tienes razón, lo siento, simplemente... —suspiró— no logro superar que ya no estemos juntos. Mierda, eres un idiota, ¿por qué tenías que cagarla?

—¿Qué? ¡Joder, pero si ni siquiera te haz tomado el tiempo de escucharme!

Park bufó y avanzó al frente dispuesto a irse, pero Jeon le obstruyó el paso.

—Déjame irme... —pidió con voz cansada.

—No lo haré, no voy a hacerlo nunca, no voy a dejarte ir, ¿entiendes?

Se miraron fijamente con melancolía reflejada en sus ojos hasta que poco a poco pasó a ser una mirada lujuriosa que los llevó rápidamente a cortar la distancia al mismo tiempo y encontrar desesperadamente sus labios.

Se besaron con ansias y gran deseo, sus respiraciones pesadas y jadeos era la clara evidencia de lo mucho que deseaban hacer eso desde el primer segundo en que chocaron miradas. Jungkook empujó lentamente a Jimin hasta chocar su espalda contra la pared donde acercó más sus cuerpos e intensificó el beso, haciéndolo mucho más intenso.

—Mierda, cómo te extrañé... —susurró en medio del beso.

—Yo también —respondió el contrario de la misma forma, sin despegarse de sus labios.

Era como si sus bocas fueran dos imanes destinados a unirse y jamás separarse.

Las piernas de Jimin se entrelazaban con las de Jungkook, mientras que este mantenía sus manos sobre su rostro prácticamente comiéndole la boca a besos y teniendo el control. Se besaron con tantas ganas e intensidad que ya mostraban marcas de mordeduras y labios rojos e hinchados.

—Quiero que me esposes y me folles ahora... —pidió el pelinegro entrecortadamente.

Jungkook le sonrió con la respiración alterada.

—Me leíste la mente, cariño.

Y esta vez no se lo iba a negar.

Tomando a Jimin desde su corbata, unió sus labios y lo jaló hasta llegar al gran lavado del baño donde comenzó a deshacerse de la prenda y después de los primeros botones de su camisa para atacar todo su pecho desnudo con besos húmedos. Los pequeños gemidos de Park no tardaron en aparecer cuando subió hasta su cuello y depósito a su vez unas cuántas mordidas.

Entonces se separó, mirándose ambos fijamente a los ojos por unos segundos hasta que Jungkook gruñó y le dió vuelta a Jimin, doblando su espalda y haciendo que recostara su cuerpo en el lavado. Casi de forma inmediata sacó sus esposas de su disfraz y tomó sus brazos para comenzar a ponérselas en las muñecas. Cuando Jimin se sintió esposado, al punto de no poder moverse soltó un suspiro de satisfacción pues se sentía tan excitante y a la vez tan placentero.

Por otro lado, Jungkook no podía deleitarse más con esa hermosa vista de Jimin esposado debajo suyo. Era una fantasía hecha realidad, completamente irreal y loca. Sin esperar más comenzó a bajar los pantalones del pelinegro, exponiendo su trasero desnudo que según el castaño, era perfecto. Maldita sea. No veía la hora de follarlo.

—Chupa —le ordenó a Park cuando colocó tres dedos al frente suyo, sintiéndose a desfallecer cuando le obedeció y sintió el calor de su boca.

Con sus dedos lubricados comenzó la tarea de preparar al contrario, metiéndole y sacándole los dedos poco a poco, quedando fascinado con las expresiones faciales del contrario. Joder, era tan satisfactorio causarle placer a alguien. Podría volverse adicto a ello, específicamente a Jimin. Estando ya este listo, prosiguió a colocarse un condón y masajear su propia hombría.

—¿Con cuál otra persona haz estado desde la última vez que nos vimos? —preguntó con voz ronca y demandante, tanteando su miembro alrededor de su entrada de forma tortuosa.

—Con nadie, s-sólo contigo...

—Perfecto.

Dicho esto le penetró de una sola estocada, Jimin inmediatamente pegó un gemido de placer, sus pies colocándose lentamente en punta y fueron cuestión de segundos cuando Jungkook tomó sus caderas y comenzó a follarle duro.

Park se sentía en el paraíso, pues no sabía lo mucho que había añorado tener a Jeon dentro hasta ahora, pues el chico lograba llenarle de una forma tan perfecta y exquisita que no podía describirlo en palabras. Conforme el castaño arremetía contra él, más gemía. Y es que lograba sentir todo en su máximo nivel ya que al estar esposado, en lo único que podía concentrarse era en el miembro entrando y saliendo una y otra vez de su interior. Era increíble. Adoraba como Jungkook no tenía piedad contra él, adoraba lo rudo que era en el sexo, adoraba sentirse en esa posición de sumisión ante él. Esa sensación de estar siendo follado por ese perfecto hombre, era de las mejores cosas.

A continuación Jungkook levantó a Jimin desde su cabello, logrando que viese el reflejo de ambos en el espejo de al frente. Con una mano enredada en su cabellera negra y otra en su cintura, continuó follándole durante unos minutos, deleitándose con las expresiones faciales de Park junto a sus agudos y hermosos gemidos.

Hasta que hubo un momento en que conectaron miradas lujuriosas desde el espejo.

—O-Oficial... —gimió Jimin viéndolo con los ojos entrecerrados y boca ligeramente abierta, mordiendo segundos después su labio inferior con lentitud.

—Joder, Jimin...

Jeon se quedó embobado por aquella erótica imagen mental, sintiendo como podía llegar al orgasmo con sólo ver el rostro de Jimin que sólo reflejaba placer. Entonces decidió atraerlo más hacia su cuerpo, sosteniéndole con un brazo alrededor de su pecho para proseguir a acercar su rostro y comenzar a repartir besos húmedos detrás de su oreja.

—M-Mierda, te mueves t-tan bien... —murmuró el pelinegro, sintiendo su cuerpo temblar al sentir la cálida respiración del castaño en su cuello. Entonces Jungkook toma su mandíbula y une sus labios en un apasionado beso, mordiendo su labio inferior antes de separarse— T-Te odio... —logró susurrar sobre sus labios.

En ese momento, Jeon decidió cambiar el ritmo de sus embestidas al hacerlas más precisas y velocez, logrando que Park arqueara su espalda y comenzara a gemir cada vez más alto al tocar repetitivas veces su próstata. Jungkook no necesitó un aviso para saber que Jimin estaba a punto de correrse así que rápidamente colocó una mano en su boca para callarlo, logrando amortiguar sus gemidos que no hicieron ademán de parar en ningún segundo. No pasó mucho tiempo hasta que finalmente se corrió en un largo gemido, su cuerpo vibrando en fuertes espasmos y sintiéndose al borde del placer. En cuanto al castaño, se corrió minutos después, en un ruidoso gruñido. Terminando por dejarse caer suavemente sobre el cuerpo del contrario el cuál se encontraba en reposo sobre el lavado.

Enseguida el baño fue gobernado por los jadeos y respiraciones pesadas de ambos, intentando regular los acelerados latidos de sus corazones. Y sintiéndose completamente exhaustos, sin fuerzas. Literalmente permanecieron en esa posición más de cinco minutos, pues ninguno lograba moverse. Aquello había sido tan intenso que los dejó bien descolados.

Al final Jungkook se obligó a alejarse débilmente de Jimin, levantándose y abrochándose su pantalón para después quitarle las esposas. El pelinegro al ser liberado, hizo ademán de levantarse pero fracasó al sentir su cuerpo fallarle, pues aún no se había recuperado del todo. Entonces el castaño le ayudó a colocarse nuevamente sus pantalones mientras que a su vez limpiaba los restos de semen que ambos dejaron.

—¿Estás bien? —le preguntó al levantarlo y sostenerlo entre sus brazos.

—Sí... quiero irme —bostezó, somnoliento.

Jungkook suspiró, asintiendo con la cabeza.

—Bueno.

Dicho esto, se armó de fuerzas para alzar a Jimin y cargarlo sobre sus fuertes brazos cuál princesa de un cuento de hadas. Este inmediatamente rodeó su cuello con sus brazos y cerró sus ojos, quedándose poco a poco dormido. Jungkook bajó las escaleras hasta el primer piso donde aún continuaba la fiesta, captó la atención de varias personas al traer a Jimin en sus brazos pero simplemente las ignoró, haciéndose pasó rápidamente hasta llegar a la salida.

Seguidamente montó a Jimin en su auto para llevarlo a su casa.




Para aclarar, Jungkook no va a llevar a Jimin a la casa de él, no señores, lo va a llevar a su propia casa. 😏

Bueno pues Jk y Jm se volvieron a encontrar y a pesar de que hayasen tenido sexo no quiere decir que ya se hayan reconciliado (aunque todos sabemos que sí 😏) cabe destacar que Jimin estaba ebrio y no quería hablar de lo sucedido con Jungkook.

Es divertido, porque muchos pensaron que iba a ser muy difícil que se volvieran a unir pero gente, estamos hablando del jikook en este fic, obviamente iban a terminar cogiendo JAJA. Dehecho son de los personajes más tremendos que he hecho. And I love it.

Bye.

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