Se encontraban solos en la sala de prácticas de la universidad, quedándose un par de horas extras después de salir para poder prácticar más la coreografía que les habían asignado.

Hace una semana el profesor de baile anunció como proyecto realizar una coreografía ya sea propia o imitada, en parejas. Las cuáles él mismo escogió. Y grande fue la sorpresa de Jungkook y Jimin cuando les tocó juntos, dando por sentado que el profesor quería ver al mundo arder.

"Ustedes dos hacen un gran equipo y pareja juntos, estoy seguro de que lo harán genial.", les dijo ese día con una sonrisa cómplice.

Jimin se negó al principio a bailar con Jungkook, pues sabía de antemano que era una muy mala idea ya que lo más seguro era que no iban a terminar haciendo nada. Debido a que en vez de bailar terminarían follando en la sala de prácticas. Y como el buen y aplicado estudiante que era, eso le preocupaba. Sin embargo su opinión era en vano pues ya estaba establecido y los grupos no podían ser cambiados.

Así terminamos en el presente, donde se encontraban perfeccionando ciertos pasos y practicando por tercera vez.

—¿Qué estás haciendo? ¡Así no es! —la voz de Jungkook regañando a Jimin sonó por medio de la música, deteniendo sus pasos.

—¿De qué hablas? —le miró, confundido— Así es.

—No, lo estás haciendo a la izquierda y es a la derecha.

—¿En serio? —frunció el ceño— Pensé que era a la izquierda...

—Yo te dije derecha desde un principio.

—Ahg —rodó sus ojos y se giró sin ganas para acercarse al parlante y ponerle pausa— ¿Entonces cómo es genio? —cuestionó, cruzándose de brazos.

—Así —Jungkook hizo el paso que consistía de un movimiento de torso con la piernas abiertas que iniciaba hacia la derecha y luego izquierda, sucesivamente. Sin embargo, Jimin lo había estado haciendo al revés.

El pelinegro soltó un largo suspiro de fastidio, provocando que los cabellos de su frente volaran suavemente.

—Joder, siempre me confundo con izquierda y derecha.

Jungkook se acercó a él, jadeante, mientras secaba su rostro sudado con un pañuelo.

—Es normal. Sólo debes de practicar más, vamos, yo te enseño.

Jimin sólo atinó a asentir con la cabeza, quitándole el pañuelo a Jeon para también secarse el rostro.

—Bien —comenzó el castaño, colocando nuevamente la música— Primero flexiona la rodilla de esta manera —demostró su explicación—Luego te mueves al ritmo, uno, dos, tres, cuatro y cinco...

Park sostuvo una pose despreocupada desde su lugar, observando sin pudor alguno al chico de pies a cabeza.

—Uhg —soltó, sonriendo coqueto— Me encanta cuando te pones en el papel de maestro...

Jeon detuvo sus movimientos y le dedicó una mirada seria.

—No me coquetees —advirtió— Ahora ven aquí e imita lo que hago.

Jimin bufó y obedeció, la música empezó de nuevo y guiado por las instrucciones de Jungkook comenzó a bailar al mismo ritmo junto a él.

—Cuidado al doblar mucho los pies en esa parte, te puedes lastimar —avisó el castaño una vez más.

—Qué estricto —se quejó el contrario.

En un momento Jimin dejó de bailar y se hizo a un lado para observar a Jungkook hacerlo, una sonrisa se asomó lentamente de sus labios.

—Adoro lo guapo que te ves cuando estás serio.

Jungkook se detuvo e inmediatamente se volteó hacia Jimin comenzando a acercarse.

—Te dije que no me coquetearas... —murmuró, tomando la camisa del contrario y empujándolo hasta la pared para estapamar sus labios.

Se besaron de manera exigente y ansiosa, el pelinegro de inmediato rodeó el cuello del castaño con sus brazos intensificando el contacto y sonriendo gustosamente puesto que había conseguido su objetivo. Y aunque anteriormente hallase dicho que le molestaba no poder prácticar por el hecho de que ambos se tenían ganas como la mierda, no le disgustaba de vez en cuando sacar un poco de provecho y pasar un muy buen rato juntos.

—¿Vas a regañarme? —preguntó con voz inocente, bajando sus manos traviesas hasta los jeans de Jeon para desabrocharlos.

Este le sonrió, sin detenerle.

—Por supuesto que sí.

No pasó mucho tiempo cuando ya se encontraba follándolo contra el espejo, los gemidos y jadeos del pelinegro provocando que el vidrio se empañara y el sonido de sus pieles chocando era lo único que se escuchaba. Las gotas de sudor caían como cascadas sobre sus frentes y cabello, el calor de la sala había aumentado al cien por ciento en pocos minutos. Jimin intentaba aferrarse inútilmente al espejo conforme las embestidas de Jungkook se hacían más fuertes, las manos del castaño rodeaban todo su cabello y cintura, teniendo acceso a doblar su cabeza y besar su cuello con vehemencia mientras le follaba.

No importa cuántas veces lo hicieran, siempre se sentía como la primera vez.

Con la misma intensidad y deseo insaciable por el otro.

[🖤]

Era viernes por la mañana, los alumnos ingresaban a la universidad con sus rostros decaídos pero ansiosos a la vez pues era el comienzo del fin de semana. Jimin era uno de ellos, sentándose algo somnoliento en una banca en silencio mientras escribía en su celular y escuchaba música con sus audífonos puestos, esperando a que llegara el profesor. Poco a poco el lugar se fue llenando de estudiantes y se vió saludando a varios de sus compañeros.

—¡Hey, Jimin! —le habló animadamente uno de ellos— ¿Vendrás a la fiesta de Halloween de Taeyong?

—¡Claro! —respondió con una sonrisa—Es el próximo viernes, ¿verdad?

—¡Sí! Taeyong se encargará de enviarles la dirección de su casa a todos los que irán. Es más, ¿por qué no traes a Jeon contigo?

Jimin alzó sus cejas, sorprendido.

—Pensé que iría.

—No confirmó asistencia ya que lo había negado antes, pero talvéz si tú le dices pueda cambiar de opinión.

—Bien, sé lo haré saber —aceptó.

En ese momento el profesor llegó y les indicó que podían entrar al aula donde finalmente recibieron clases por una hora y media, después de eso Jimin se dirigió a la cafetería para comprarse algo de desayuno pues no había tenido tiempo para hacerlo antes. Con un café caliente y una deliciosa repostería, se sentó en una de las mesas del lugar y se dispuso a revisar sus redes sociales mientras comenzaba a comer. Desgraciadamente ese día se encontraba solo ya que Jungkook no tenía clases y la que se había convertido en su mejor amiga, Lisa, le había llegado el período y no sé vió capacitada para ir ese día debido a los fuertes cólicos.

A pesar de sus ausencias, no le molestaba estar solo, al contrario, le sentaba bien tener sus momentos de soledad de vez en cuando. Le ayudaba para reflexionar o simplemente pasar tiempo consigo mismo.

Aunque su momento de paz no duró ni cinco minutos, cuando escuchó un fuerte sonido en la cafetería de varias cosas cayéndose, inmediatamente giró su rostro para observar a lo lejos como una chica estaba en el suelo con comida encima de ella y maldiciendo al chico que la había tirado accidentalmente sin siquiera detenerse a ayudarle.

Entonces Jimin no lo pensó dos veces y se levantó para ayudar a la pobre chica.

—¿Estás bien? —preguntó cuando estuvo a su alcance, tomándole del brazo para ayudarle a levantarse.

—¡Ahg! —soltó la chica de cabellos negros, quitándose restos de comida encima— Sí... joder, hay gente que no sabe caminar con decencia.

—Es cierto, la hay —concordó Jimin pasándole la bandeja con la comida que anteriormente estaba en el suelo y él recogió— De igual forma, intenta tener más cuidado para la próxima.

La chica alzó por primera vez la mirada para verlo a los ojos e inmediatamente su expresión cambió a una sorprendida.

—Oh... eres Park Jimin —dijo con un eje de ilusión en sus ojos.

El mencionado se sintió algo confuso.

—¿Me conoces? —preguntó, aunque extrañamente sentía que ya había visto ese rostro en algún lado pero no lograba recordar dónde ni cuándo.

—Por supuesto, todo el mundo te conoce. Eres muy popular.

—Popular no es un término que me agrade demasiado, talvéz solamente llamo mucho la atención de la gente... —explicó, encogiéndose de hombros—¿Cuál es tu nombre?

—Soy Kang Seulgi, mucho gusto —se presentó la mujer extendiendo una mano a su dirección junto a una sonrisa.

Jimin inmediatamente palideció.

Ahora lo recordaba. Ella era la ex de Jungkook.

Mierda.

—E-El gusto es mío —murmuró algo inquieto, aceptando la mano de la chica— Fue un placer, tengo que volver a mi mesa. Ten buen día.

—Espera —le detuvo— ¿Puedo hacerte compañía? Todas las mesas ya están ocupadas y veo que estás solo... supongo que no sería de mucha molestia, ¿o sí?

Park hizo una pequeña mueca, su mente le decía que la rechazara pero su corazón amable le exigía que aceptara a pesar de todo.

—Claro que no, ven —sonrió.

Demonios. ¿Por qué era así?

—Gracias.

Seulgi sonrió y se sentó en el otro lado de la mesa, quedando al frente de Jimin.

—Entonces... ¿eres nuevo, también? —preguntó, mirándole atentamente.

—Algo así, desde hace dos meses o más. Ya no recuerdo.

—Oh. Es bastante tiempo, supongo que ya haz hecho algunos amigos, ¿no?

—Sí.

—¿Y por qué no estás con ellos? Es más, ¿por qué estabas solo desde un principio?

Park frunció levemente el ceño.

—¿Siempre eres así de curiosa?

—¡Uy! Lo siento si te incomodé... —se disculpó— Efectivamente, soy muy curiosa.

—Lo noté... —asintió, dándole un sorbo a su café— Estaba solo porque ninguno vino hoy.

Seulgi asintió con la cabeza y se dispuso a observar a Jimin mientras comía y revisaba su celular.

—Oye... no sé si alguna vez te lo habían dicho pero realmente eres muy guapo.

El pelinegro casi se atraganta con su bebida al detenerse de golpe.

—¿Te encuentras bien? —cuestionó sorprendida.

—¿Qué acabas de decir? —le miró interrogante conforme se limpiaba sus labios con una servilleta.

Seulgi reprimió una risa.

—Sólo dije que eres guapo y ya... —respondió, dedicándole una mirada coqueta.

Jimin tragó saliva.

—Ahm... —relamió sus labios, incómodo— Bien, creo que ya debo de irme —avisó, levantándose inmediatamente de su asiento.

—¿Por qué? —ella también lo hizo.

Jimin finalmente le encaró, dedicándole una mirada seria.

—Mira, no sé si lo sabes pero sé que eres la ex novia de Jungkook y creo que nuestra conversación debe de terminar aquí por razones obvias.

—Oh, vamos. ¿Qué tiene de malo? —hizo una expresión intentando parecer inocente— Él y yo ahora somos amigos y ya estamos bien. Entonces no hay problema que hablemos, ¿o sí?

Jimin frunció el ceño.

—¿A qué te refieres con que son amigos?

—¿No te lo dijo? —le miró sorprendida— Quedamos en un acuerdo de amistad.

—¿Acuerdo de amistad? —repitió, más confundido.

—Sí, ya sabes... ser amigos, hablar, quedar en salir. Cosas así que hacen los amigos... Me sorprende que no te lo haya dicho...

—A mi también —respondió, apartando la mirada mientras se hundía en sus pensamientos.

—Debería de preocuparte.

La voz de la chica sonó más cerca que antes y levantó su rostro para encontrársela al lado suyo.

—¿De qué hablas? —retrocedió instintivamente, mirándole extrañado.

Seulgi sonrió con insuficiencia, casi de forma arrogante.

—Si no te lo ha dicho es por una razón, ¿no?

Jimin frunció el ceño, sin apartar la mirada de ella y sin decir nada.

—Sólo te diré que vigiles muy bien a tu novio —continuó diciendo la chica—Quizás no está siendo tan honesto contigo como debería...

—¿Me estás amenazando? —cuestionó con un semblante molesto.

—¿Tú que crees, cariño? —sonrió— No regresé a esta ciudad solamente por extrañarla, también porque extrañaba ciertas cositas que tenía antes... —hizo un mohín.

Jimin gruñó, dando un paso hacia adelante y cortando la distancia que les separaba.

—Sí, como acabas de decir, antes, querida. Pero por andar de zorra lo perdiste así que no se te ocurra intentarlo otra vez porque no tendrás ninguna oportunidad y lo sabes.

Seulgi relajó su expresión por un segundo a una sorprendida para después fruncir el ceño.

—Eso crees tú, Jimin. Pero, ¿cómo estás tan seguro de que él no me ha dado otra oportunidad?

—Claro que lo sé, él jamás volvería contigo.

—No hay peor ciego que el que no quiere ver, ¿sabes?

—¿Qué? ¿De qué mierda hablas? —retrocedió, confundido— Estás loca, sólo aléjate de mí y de Jeon —se dió media vuelta, dispuesto a irse de allí.

—¡Pregúntale y verás! —le dijo desde lejos la chica.

A lo que Park respondió enseñándole su dedo del medio mientras se alejaba.

Seulgi gruñó, cruzándose de brazos mientras observaba al pelinegro irse, muy indignada. Absteniéndose de decirle todas las groserías del mundo. Era obvio que nada ocurría entre ella y Jungkook pero lo dijo para hacer a Jimin dudar, y por la mirada que le dió, puede que exista la posibilidad de que le haya creído. Pero las opciones e ideas se le estaban acabando. Demonios. Esto sería más difícil de lo que pensó, si quería volver a obtener a Jeon Jungkook tendría que deshacerse primero de Park Jimin. Sin embargo ambos eran tan tercos y obstinados que no caerían tan fácil en su trampa.

Tenía que encontrar una forma de separarlos.

—Es un chico difícil, ¿no?

Giró su cabeza hacia aquella voz al lado suyo, encontrándose con un chico también de cabellos negros y nariz perfilada.

—¿Quién eres? —preguntó confundida.

—Soy Hoseok —sonrió.

—Me llamo Seulgi.

—Ya sé quién eres —dijo— Jungkook me contó sobre ti cuando éramos amigos.

—¿Amigos? —repitió, sorprendida.

El azabache ladeó su cabeza, haciendo una mueca.

—Sí, pero ya no, debido a que al parecer tenemos un mismo gusto en común...

Seulgi frunció el ceño por unos segundos, sin captar lo que decía hasta que uniendo puntos, su mirada se suavizó.

—¿Jimin?

Hoseok asintió con la cabeza.

—Ven —susurró, tomándola del brazo y llevándola hasta una esquina solitaria donde nadie podría escucharles— Quieres volver con Jeon, ¿no es cierto?

—¿Cómo lo sabes? —preguntó a la defensiva.

—Sólo saqué mis propias conclusiones basadas en mis observaciones, ¿o me equivoco?

Seulgi presionó sus labios.

—Sí, es cierto.

El chico sonrió con orgullo al haber acertado.

—Bueno, pues yo quiero estar con Jimin... ¿Entiendes como todo coincide?

—¿No? —alzó una ceja, confundida— Explícate bien.

Hoseok suspiró pesadamente, acordando la distancia con la chica para que le escuchara mejor.

—Tengo un plan en mente para lograr separar a Jimin y Jungkook, ¿no es eso lo que quieres? —sonrió ante la mirada cómplice que le dedicó la chica— ¿Me ayudarías? Ambos saldremos ganando de una forma u otra...

—¿En qué consiste?

—Primero debes de aceptar.

Seulgi entornó sus ojos.

—Está bien.

Hoseok sonrió y se inclinó hasta la oreja de la chica para comenzar a contar su plan:

—Bien, esto es lo que haremos...

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GENTE YA VOLVÍ, AHUEVO!

Hay otro cap después de este también subido. Nos vemos ❤️😏