014.
Les sugeriría que vean la canción para darse una mejor experiencia y explicación del capítulo. Para no decir spoiler, jsjs.
Bye.
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Jungkook se detuvo al frente de una casa la cuál anteriormente ya había visitado para una fiesta, a los segundos Jimin se colocó a su lado y soltó un largo suspiro.
—Pues... aquí estamos —murmuró el pelinegro.
—No estaba tan largo del restaurante, ¿cómo es que nunca lo viste o visitaste?
—¿Será porque soy nuevo en la ciudad y no he tenido tiempo de conocerla completamente? —se cruzó de brazos, mirándole.
El más alto entornó sus lindos ojos.
—Ay, cómo sea.
—Aunque... ¿No crees que necesitaría a un guía para que me enseñase toda la ciudad?
Jungkook frunció el ceño.
—¿Es una indirecta?
—¿Tú que crees?
—¿Quieres que sea tu guía?
—¡Dios! Qué lento eres para captar las cosas... —bufó— Sí, a eso me refería.
—Oh... —murmuró pensativo— Entonces... ¿Significa que tendremos una segunda cita?
Jimin se congeló en su sitio, parpadeando varias veces mientras sus mejillas se sonrojaban un poco.
—S-Supongo...
—¿Te gustaría? —preguntó, acercándose lentamente hasta el contrario.
Y este no retrocedió, quedando ambos a centímetros de sus cuerpos. El espacio personal siendo roto nuevamente y las respiraciones agitadas volviendo a gobernar su entorno.
—Sí... —respondió Jimin, tragando saliva conforme miró de reojo los labios de Jungkook.
—Entonces lo haremos un día de estos, yo seré tu guía —sonrió, imitando la misma acción.
—Sería genial.
Se miraron fijamente, permaneciendo así por unos segundos más.
—¿Tienes que tocar el timbre o tienes llaves? —cuestionó el castaño.
—Tengo llaves, mi hermana está en una piyamada y mis padres están fuera del país... Así que estoy solo.
—Oh, ya veo —hizo ademán de acercarse más pero esta vez el pelinegro retrocedió, mirándole con nerviosismo.
—Debo irme, adiós.
Entonces Jungkook se alejó de Jimin, y este inmediatamente caminó hasta la entrada de su casa, subiendo las escaleras del pórtico y sacando sus llaves. Sin embargo se quedó quieto cuando percibió que aún estaba cierta personita detrás suyo, girando un poco su cuerpo, lo vió apoyado en el muro de la entrada junto a una pose despreocupada.
—¿Qué haces allí parado?
—¿No me vas a invitar a pasar?
Jimin le miró ligeramente sorprendido, sintiendo al instante una extraña emoción crecer dentro de él. Entonces lo pensó unos segundos, mordiendo inconscientemente su labio inferior. Hasta que finalmente sonrió, asintiendo con la cabeza y se dió vuelta para continuar abriendo la cerradura.
Fue cuestión de tiempo cuando sintió la presencia de Jungkook detrás suyo y no pudo evitar sentir una corriente eléctrica recorrer todo su cuerpo, y más al oler mejor la deliciosa colonia que traía.
A continuación abrió la cerradura y de paso la puerta, dejando que Jeon entrase primero antes que él. Después prosiguió a entrar también y cerrar la puerta con seguro.
Sin embargo no se esperaba que al girarse, Jungkook estampara de golpe sus labios y lo pegara a la puerta.
Las llaves cayeron al suelo en un golpe seco de sus manos y no dudó en corresponderle de inmediato, moviendo sus labios e intentando seguir su ritmo. Se besaron con rapidez y necesidad, como si tuvieran hambre del otro.
Y así era.
Jeon no pudo más e inmediatamente tomó sus muslos y lo alzó del suelo, apegándolo nuevamente a la puerta mientras le besaba con más ansias. Jimin rodeó la cintura del castaño con sus piernas y llevó sus manos a su rostro, jadeando en medio del beso.
Entonces Jungkook, sin dejar de besarlo giró sobre sus talones y aún cargándolo avanzó rápidamente por la casa, la cuál anteriormente había visitado, chocando ambos contra las paredes y muebles sin despegarse el uno del otro, los jadeos y las respiraciones aceleradas siendo lo único que se escuchaba en los pasillos y la evidente desesperación por llegar a la habitación como el principal objetivo.
Mientras que en el proceso se iban deshaciendo de sus camisas.
Llegado a las escaleras el castaño comenzó a subirlas con rapidez, mientras Park repartía suaves besos sobre su cuello y permanecía abrazado como un koala a él.
—A la izquierda —le indicó en un susurro e inmediatamente le obedeció, pues en el momento no había reconocido la habitación.
Jeon abrió la puerta y se introdujo al cuarto con Jimin en brazos, de una patada trasera la cerró de golpe y rápidamente avanzó hasta la cama para finalmente caer ambos bruscamente en ella, reencontrando con desesperación sus bocas.
Las manos comenzaron a formar parte del juego y recorrieron firmemente el cuerpo del contrario, los dedos de Jimin se enterraban en el cabello de Jungkook mientras que este deslizaba una de sus manos lentamente por su pierna.
Cada movimiento, cada jadeo y cada acción les traía recuerdos a ambos de su primera vez en esa habitación, con ansias de repetirlo de nuevo.
Park bajó sus manos hasta el cinturón de Jeon para comenzar a quitárselo, sin embargo este le detuvo y dejó de besar, uniendo sus frentes mientras mantenían sus respiraciones descontroladas.
-N-No quiero follar... -dijo Jungkook, entrecortado- Quiero hacer el amor.
Jimin sólo asintió desesperadamente con la cabeza y volvió a unir sus labios, sintiendo de inmediato las manos del castaño deshacerse de su pantalón y después proseguir a quitárselo a él. Quedando ambos sin ninguna prenda encima, sólo ellos y nada más.
—T-Tengo lubricante y condones en mi gaveta... —avisó el pelinegro mientras era besado por el cuello.
Entonces Jungkook se alejó y rebuscó en la gaveta de la mesa de noche lo mencionado, encontrándolos y poco después poniéndolos en práctica. Preparó a Jimin con máxima delicadeza y paciencia, repartiendo pequeños besos en cada centímetro de su piel mientras le recalcaba lo muchísimo que le deseaba.
—Intentaré no ser tan duro como la primera vez... —murmuró, colocándose el condón— E intentaré ser suave, está vez, mirándote a los ojos.
Se volvió a acercar a Jimin y le dió un tierno beso en los labios antes de improvisto penetrarlo completamente.
—¡Ah! —gimió el pelinegro aferrándose al cuerpo de Jeon, sintiendo como empezaba a mecerse al instante sobre él— D-Dijiste que- ahg, ibas a ser- ah~, s-suave... dios mío... Jungkook...
En realidad Jungkook sí le estaba penetrando suave, pero la forma en la que sus caderas se movían con cierta firmeza y tortuosa lentitud, le estaba haciendo delirar. Mierda. Ese sí era un hombre que sabía moverse bien.
—Joder, Jimin. No sabes lo mucho que me encantas... —susurró Jeon sobre la piel de su cuello, continuando en dejar besos húmedos y mordidas.
Sus movimientos comenzaron a aumentar un poco más, Jimin rasguñó lentamente la espalda bronceada del castaño y sollozó de placer. Sin embargo, en el fondo no era el ritmo que él realmente quería.
Quería más fuerte, y no dudó en decírselo a su acompañante.
—J-Jungkook... v-ve más rápido... —pidió, tocando el trasero del contrario para motivarlo a ir más rápido— Hazlo más- ahg, mierda... duro.
—¿Estás seguro? —le miró entre lujurioso y sorprendido.
—Sí... porfavor, sólo hazlo...
Se besaron una vez más y en ese momento Jungkook obedeció a Jimin, acomodándose mejor para comenzar a embestirle a un ritmo duro y sin piedad. Inmediatamente el pelinegro comenzó a gritar como loco, enterrando sus uñas en la piel del chico y mordiendo fuertemente su labio para poder callarse.
—¡Ah, sí, sí, mierda, así! —gimió agudamente— Jungkook... ¡Oh, Dios!
—¿Así te gusta? —gruñó, tomando su mandíbula y obligándole a mirarlo a los ojos mientras le penetraba. Sus miradas estaban llenas de lujuria y muchísimo deseo. Jeon no podía encontrar algo más erótico que el rostro de Park viéndole seductoramente mientras gemía por él.
—Lo amo... —confesó sin rodeos.
—Y yo amo hacértelo.
El castaño estampó sus labios y le besó de una manera que literalmente lo dejó jadeando como un desquiciado, después se puso a hacerle un chupetón en el cuello.
—Juro que me voy a volver adicto a ti, Jimin... —susurró sobre su piel— Te juro que estoy por volverme adicto.
Aquello fue la cereza en el pastel para el pelinegro, sintiendo su límite acercarse.
—J-Jungkook... e-estoy cer- ah, mierda, mierda...
Los gemidos de Jimin se fueron intensificando y Jungkook se movió más rápido, sintiéndose igual, se miraron fijamente antes de finalmente llegar al orgasmo que los recibió con una estampida de placer máximo. La habitación se llenó de gritos por parte de ambos hasta que fueron lentamente disminuyendo, pasando a fuertes jadeos y cuerpos empapados de sudor. Sin haberse alejado uno del otro, volvieron a mirarse y al mismo tiempo se besaron con pasión. Un beso que duró minutos, acariciando el rostro del contrario con cariño hasta que rompieron el contacto y se separaron. Ambos dejándose caer sobre el colchón e intentando controlar sus agitadas respiraciones, mientras se recuperaban poco a poco del orgasmo.
Finalmente Jungkook rompió el silencio que habían tenido como por tres minutos.
—Eso... eso fue...
—Asombroso —completó Jimin, abriendo sus ojos y girando su rostro en dirección al castaño— Estuvo asombroso.
—Definitivamente.
Entonces Park se apegó lentamente a Jeon, hasta reposar su cabeza en su pecho y grande fue su sonrisa cuando este le rodeó la cintura con su brazo, depositando un suave beso en su cabello.
—Mierda —maldijo el castaño— Me propuse no tener sexo en la primera cita, pero no pude controlarme. Ahg, me detesto.
Jimin rió, abrazándolo de lado.
—Descuida, yo también pensé lo mismo y míranos ahora... somos un completo desastre.
Ambos rieron.
—Lo siento es que... joder, eres muy irresistible... —confesó el castaño.
—Y tu demasiado caliente... —se defendió.
Jimin alzó su cabeza para conectar miradas con Jungkook y permanecieron así por un buen rato, mirándose y contemplando el rostro del contrario, sonriéndose mutuamente.
Jimin arrugó tiernamente su nariz hacia Jungkook y este le imitó.
—¿Sabes qué? —dijo finalmente Park, acercándose a Jeon— Hay que hacerlo de nuevo —sentenció volviendo a juntar sus labios.
Y sepa Cristo cuántas veces lo hicieron esa noche...
(2/2)
Perdón por la tardanza. Tkm.
¿Qué les va pareciendo?
See u.
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