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013.

Y como habían acordado, al día siguiente y finalizada la hora lectiva, Jungkook se encontraba al frente de la entrada principal esperando ansiosamente a Jimin.

Sacó su celular una vez más para observar su reflejo en la pantalla, arreglando ligeramente su cabello. Se había vestido simple para la ocasión, aunque se podría decir que estaba usando unos zapatos mucho más elegantes y una colonia bien exquisita.

Un silbido a lo lejos le hizo apartar rápidamente la vista del celular, topándose con la figura de Jimin caminar hacia él. Joder. No podía creer el hecho de que ese chico fuera sexy hasta para caminar. Era algo realmente increíble, y también, su vestuario lo hacía verse completamente... deseable.

Sí, Jungkook aún deseaba a Jimin con la misma intensidad, o más que antes.

Aquello no había cambiado.

—¿Terminaste tu escaneo? —preguntó Jimin cuando llegó a él, con una gran sonrisa de satisfacción.

Jungkook le dió una última mirada de pies a cabeza para después sonreír de oreja a oreja.

—Ahora sí.

El pelinegro rió, negando con la cabeza.

—Te ves muy bien —dijo el contrario, pues ninguno de los dos se habían visto hasta ahora.

—Gracias, tú también.

Jungkook escondió sus manos en su chaqueta de cuero negra y suspiró.

—¿Me sigues?

Jimin asintió con la cabeza. —Sí.

A continuación comenzaron a caminar juntos, uno al lado del otro en la acera. Dirigiéndose a quién sabe dónde mientras se encontraban en un extraño silencio.

—¿Por qué tan callado, Jeon? —Jimin decidió romper el silencio al ver que el castaño no lo haría.

—¿Ah? —le miró de reojo— Yo... sólo estaba pensando...

—¿Pensando? —levantó una ceja.

—Sí, eso... y-y bueno, también no sé que decir exactamente... —murmuró, tragando saliva.

—Un momento...

Park se detiene de golpe y por ende Jeon también, el primero se encontraba mirando impresionado al último.

—¿Qué pasa? —pregunta el castaño, confundido.

—¿Acaso el brillante Jeon Jungkook está nervioso?

El mencionado abrió ligeramente sus ojos y después frunció el ceño, haciéndose el desentendido.

—¿Qué? Por supuesto que no...

—O sí, estás nervioso. Wow, quién lo diría.

—¡Yo no-...! —bufó— Vale, sí. Estoy... algo nervioso —carraspeó.

—¿Por qué? —le miró aún más sorprendido al confirmar sus sospechas.

Jungkook suspiró, apartando la mirada.

—Bueno... es que es la primera vez que salgo con un chico.

Jimin alzó sus cejas, suavizando su expresión.

—Oh, ya veo... ¿Quieres decir que sólo habías salido con chicas?

—Exactamente.

—¿Y crees que soy diferente a una chica? En sentido figurado, claro.

—Pues... no lo sé.

—¿No lo sabes?

—¿Podrías dejar de hacerme tantas preguntas? Me pones más nervioso.

Jimin sonrió.

—¿Yo te pongo nervioso? —murmuró acercándose a él.

Jeon se alejó un poco.

—Jimin, porfavor basta —dijo con voz contenida.

—Está bien, ya paro —rió— Sólo relájate y sé tu mismo.

—Sí, seguro dentro de poco vuelvo a la normalidad, no te preocupes.

—¿Debería de sacar provecho de este Jungkook vulnerable? —le miró de forma traviesa.

El castaño le miró con derrota.

—No serías tan cruel.

—¿Me estas subestimando?

—No dije eso.

—Está bien —sonrió y extendió su mano a Jeon— Guíame.

Jungkook miró la mano de Jimin con interrogación y después a él, sucesivamente. Hasta que finalmente sonrió, comprendiendo la indirecta y aceptando su mano.

Entrelazándolas.

Con una estúpida sonrisa en su rostro, Park fue arrastrado por Jeon durante todo el camino y conforme fueron pasando los minutos el ambiente comenzó a disolverse de forma agradable, logrando que ambos chicos pudieran establecer una conversación más fluida.

—¿Ya vamos a llegar? Tengo hambre. —protestó el pelinegro, zarandeando infantilmente la mano de Jeon de un lado a otro.

—¡Qué casualidad! Pues justamente iremos a comer.

—Genial. ¿Cuánto falta?

—Por Dios, Jimin. ¿Alguna vez te dijeron que eres completamente irritante? —le encaró.

—Toda mi vida —sonrió.

Jungkook volteó los ojos y finalmente se detuvo, mirando algo a lo lejos.

—Bien, chico irritante. Hemos llegado.

Inmediatamente Jimin siguió su mirada, encontrándose con un local grande y luminoso.

—¿Donde estamos?

—Es The 80's. Y como su nombre lo dice, es un restaurante adaptado a la época de los 80.

—¿Existen? —le miró sorprendido.

—Bueno, tienes uno al frente ahora mismo.

Jimin bufó, dándole un pequeño golpe.

—¿Entramos? —preguntó Jeon.

—¡Claro que sí! —respondió Park.

Se encaminaron al susodicho restaurante para entrar en él. La música de Elvis Presley resonaba por todo el lugar, las paredes eran de un azul pastel y las mesas tenían una particular forma antigua. Era demasiado genial y a la vez un ambiente súper roquero.

—¿Acaso te vestiste para la ocasión? —interrogó el pelinegro al contrario, refiriéndose a su chaqueta de cuero negra.

—Talvéz... —dijo, imitando a los badboys de esos tiempos al cepillar su cabello con un peine imaginario.

Jimin estalló en risas.

—Eres un idiota.

—Ven —Jungkook tomó nuevamente su mano y los guió hasta sentarse en una mesa.

En cuestión de segundos llegó una mesera a tomar sus órdenes. En el menú había sólo comida rápida junto a batidos y postres de esa época. Así que ambos pidieron una hamburguesa con papas y gaseosas para tomar.

—¿Qué opinas? —preguntó el castaño cuando la mesera se retiró.

—Me encanta, es un lugar muy único.

—Me alegra que te gustara, quería... algo diferente, ¿sabes?

—Sí, y esto es muy diferente.

Se callaron cuando la mesera volvió para dejar sus bebidas y después retirarse.

—Es la primera vez que estamos así, solos, en una cita... me cuesta creerlo —dijo Jimin, dándole un sorbo a su gaseosa.

—¿Por qué? ¿Tan imposible lo veías?
—también bebió de la suya.

—Algo así.

—Bueno, pero está pasando ahora así que debemos aprovecharlo, ¿no? —sonrió suavemente.

—Claro, ¿puedo preguntarte algo?

—Dime —le miró atentamente mientras bebía de su bebida, viéndose muy adorable.

—¿Entonces nunca haz tenido novio?

Poco a poco dejó de beber, concentrándose en la persona que tenía al frente y pensando en la respuesta hacia esa pregunta.

—No.

—¿Y novia?

—Sí.

—¿Cuántas?

—Sólo tres, pero con la última terminé mal, muy mal y de ahí, nunca más.

—¿Por qué? ¿Qué pasó? —de pronto se vió muy interesado en la conversación.

—Generalmente no me gusta hablar sobre esto, pero ya que preguntas... —suspiró— Básicamente... ella me engañó con quién en el momento era mi mejor amigo.

—¡Qué zorra! —soltó el pelinegro sin pensar y después se percató de lo que dijo— Oh, lo siento.

Jungkook se encogió de hombros.

—Nah, tranquilo. Ya ella me da igual. Y sinceramente tienes razón, esa tipa era una cualquiera. No me imagino con cuáles más se acostó estando conmigo, ahg. Pero yo sólo era un niñato en ese entonces y estaba perdidamente enamorado de ella. Bah, tremendo idiota era... No me cabe en la cabeza como es que me pude enamorar de alguien así.

—Así es la vida, no tenemos control de quién nos enamoramos...

—Sí —suspiró— ¿Y que hay de ti?

—Bueno... creo que te gano en cantidad. He tenido varias novias como novios... algunos más idiotas que otros y así.

—Interesante... —asintió lentamente con la cabeza— Y, cambiando de tema, ¿por qué estás estudiando artes escénicas?

—Porque amo estar en el escenario —confesó con un peculiar brillo en sus ojos— Amo bailar y expresar con mi cuerpo todo lo que la música me trasmite. La sensación de adrenalina que se siente y el hecho de entretener al público, es mágico.

—Wow. Al parecer compartimos casi los mismos gustos pues yo como estudiante de artes visuales, puedo entenderlo. También amo bailar, pero especialmente amo cantar, dibujar, pintar, grabar...

—Vaya, puedes hacer muchísimas cosas, ¿no?

—Sí, y no es por presumir pero en todas soy muy bueno —sonrió de forma arrogante.

Jimin se acomodó en su asiento mientras sonreía por lo bajo.

—Sí, eres bueno en muchas cosas, en una puedo confirmarlo perfectamente...

Jungkook frunció el ceño.

—¿De qué-...? Oh... —alzó sus cejas al captarlo y también sonrió, bajando la mirada— Hablas de eso...

—¿Sabes? Todo esto es tan irónico... esta es la forma en la que debimos de haber empezado desde un principio. Saliendo y conociéndonos mutuamente como dos personas civilizadas, —suspiró— a veces me cuesta creer que tú y yo...

—¿Follamos?

Jimin abrió sus ojos como platos.

—¡Jeon! No lo digas en voz alta, idiota.

El nombrado soltó una risa.

—¡Pero sí es la verdad!

—Estamos en un lugar público, cierra el hocico —sentenció.

—Yo no fui el que empezó a hablar sobre el tema.

Jimin se cruzó de brazos, dedicándole una mirada molesta.

—Cómo sea... —continúo Jeon, aclarando su garganta— Lo entiendo, pues muchas cosas han cambiado ahora y quizás estemos actuando de una forma más madura que antes.

—Concuerdo en eso.

—Aunque no significa que haya olvidado esa noche, digo, ¿cómo podría olvidarlo? Si cada vez que te veo me acuerdo de todo...

Jimin se quedó estático en su lugar y más porque Jungkook le estaba dedicando una de sus famosas miradas intimidantes que tanto adoraba que hiciera. Joder. Tragó saliva, comenzando a juguetear con su vaso para distraer los nervios que arremetieron repentinamente contra él.

—Tú siempre tan directo en tus palabras... —bebió al instante de su bebida intentando romper la tensión que se había creado.

Aunque no fue necesario, ya que la mesera llegó en ese momento con la comida ambos.

—Gracias —dijo el pelinegro a la mujer antes de que se retirara, observando con ansias la comida— Joder, se ve delicioso.

—Mhm, y sabe delicioso... —agregó Jeon quién ya le había dado un gran mordisco a su hamburguesa.

Jimin rió ante la imagen del castaño con las mejillas rellenas, parecía una ardilla. Finalmente se dispuso a comer, ignorando ambos la conversación que habían tenido hace unos minutos y concentrándose en llenar sus estómagos mientras comenzaban a hablar.

Pasaron los minutos, en los cuáles la pareja se dispuso a seguir conociéndose mejor, hablando de temas triviales y controversiales del mundo. Contándose anécdotas y traumas desde la infancia, riéndose tan fuerte de ellos mismos que lograban captar la atención de vez en cuando. El ambiente entre ellos dos se fue soltando de a pocos, a un punto en el que se sentían como si se conocieran de toda la vida.

—Dios, quedé lleno —dijo Jungkook cuando ambos habían terminado de comer y reposar la comida.

—Si, estaba deliciosa —concordó Jimin, limpiando su boca con una servilleta— Tanto que hasta me da cosa dejarte pagar todo, déjame poner de mi parte también.

En ese momento, Jeon le dedicó una sonrisa ladina.

—Oh... podríamos hacer algo diferente.

—¿A qué te refieres? —frunció el ceño.

—¿Quieres hacer algo loco? —continuó el castaño sin quitar aquella sonrisa de su rostro.

—Talvéz... depende de qué sea.

—Salgamos del restaurante sin pagar.

Jimin abrió sus ojos de par en par.

—¿Qué? Eso es una locura... —sonrió, negando con la cabeza— No, definitivamente no. ¿Acaso no tienes dinero?

—Claro que lo tengo, pero mira a tu alrededor, el lugar está repleto y sólo hay una mesera. Estará tan distraída atendiendo y trayendo órdenes que ni siquiera notará que nos fuimos.

Jimin observó a su alrededor, notando que era cierto. Hasta habían clientes que aún no habían sido atendidos y le comenzaban a exigir a la mesera, estresándola más.

—Eres malvado... —le miró con una sonrisa pícara.

—¿Lo hacemos? —preguntó con ojos insistentes— Vamos, será fácil. Ya he hecho esto antes.

—¿En serio?

—Sí, y nunca se dan cuenta.

Park mordió su labio inferior unos segundos, indeciso, hasta que finalmente asintió con la cabeza.

—Bueno, ¿pero cómo lo hacemos?

—Primero tenemos que esperar hasta que la mesera vuelva a entrar a la cocina y entonces salimos rápidamente hasta la salida. Claro, intentando lucir normales a la vez.

—Joder, esto es una locura... creo que mejor no-

—¡Ya se fue, vamos! —susurró Jungkook antes de tomar su muñeca y levantarlo de la mesa para empezar a caminar juntos a pasos rápidos pero disimulados hasta la salida. Y justamente cuando iban a llegar, la mesera salió de la cocina e inmediatamente comenzaron a correr hasta la puerta.

Finalmente lograron salir y continuaron corriendo, tomados de las manos mientras no podían parar de reír. Deteniéndose cuando estuvieron a una distancia considerable del restaurante.

—¡Oh, por dios! ¿No nos vió, verdad? —dijo Jimin con la respiración agitada.

—¡No, ni siquiera se dió cuenta! —le siguió Jungkook.

Rompieron nuevamente en carcajadas, intentando recuperar ambos la respiración de la carrera que se pegaron hace unos segundos.

Entonces Jeon toma la mano de Park y lo jala hasta pegarlo contra su pecho, tomándole después de la cintura. El pelinegro por instinto coloca sus manos en su cuello y ambos se miran fijamente a los ojos aún con las respiraciones aceleradas, perdiéndose completamente en la cercanía del otro al estar prácticamente a centímetros de sus rostros.

Permanecieron mirándose con evidente deseo hasta que Jungkook es quién se impulsa para besar a Jimin, uniendo sus labios de forma rápida y desesperada. Este último le correspondió inmediatamente, ajustando el agarre en su cuello y atrayéndole más a su boca. A pesar del inicio, prosiguieron a besarse con lentitud mezclado con algo de insistencia. Las traviesas manos del castaño bajaron poco a poco hasta tocar levemente el trasero del pelinegro y una de las piernas de este se entrelazó con las suyas, casi llegando a rozar sus entrepiernas.

—Mhm... —se quejó suavemente Jimin en medio del beso, queriendo acercarse más al cuerpo de Jeon para sentirlo mejor.

Sin embargo, el más alto fue quién comenzó a alejarse poco a poco hasta romper el beso y juntar sus frentes con las respiraciones agitadas.

—L-Lo siento... —se disculpó.

—¿Por qué? —se relamió sus labios.

—Por besarte, no sabía si realmente lo querías pero joder, ya no me pude resistir más... —mordió su labio.

Prosiguieron a verse a los ojos.

—¿Crees que si no lo hubiera querido te hubiese aceptado el beso? —dijo Jimin, sonriendo— Obviamente lo quería...

Jungkook volvió a unir sus labios, esta vez de forma más ansiosa y exigente, tanto que Jimin tuvo que detenerlo.

—Ven a mi casa —susurró rápidamente y sin pensar sobre sus labios.

—¿Qué? No te oí... —murmuró ido.

—¿Po-podrías llevarme a mi casa? —reiteró, cambiando las palabras.

Jungkook asintió con la cabeza, sin apartarse aún.

—Claro.

(1/2)

El siguiente lo publicó ahorita, uwu.

Otra cosa, no se tomen nada en serio de lo que ocurre en el fic uwu porque al final del día es un fanfic y sólo se agregan situaciones x para darle más "emoción". Obviamente hay muchísimas cosas que no se pueden hacer en la vida real y están mal. Pero así son las cosas ficticias, suceden cosas imposibles y sin sentido jsjs.

Gracias por las felicitaciones de cumpleaños, les tkm x1000 ❤️

See u.

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