La primera vez que Jimin vió a Jeon Jungkook, chocó contra un poste.

Literalmente, pues se quedó tan asombrado que no se fijó por donde iba y golpeó su frente, saliéndose de sus pensamientos y enfocándose en el dolor. Segundos después una chica muy linda y de baja estatura llegó a su lado para preguntarle sobre su estado y si se había golpeado muy duro.

Así fue como conoció a Lisa.

Ella era demasiado dulce y de inmediato le llamó la atención, le gustó. A él le iban los dos lados, y siempre sentía una extraña debilidad por las chicas tiernas y amables. Eran las más bonitas a su parecer.

Terminó estableciendo conversación con ella, logrando intercambiar números. A pesar de eso, cuando se despidió de ella, inmediatamente la imagen de aquél chico que vió caminando por los pasillos de la universidad le llegó a la mente y su corazón bombeó alterado al recordarlo.

Alto, buen cuerpo, hermoso y atractivo rostro más un cabello castaño oscuro.

Jimin era bisexual, pero debía de admitir que le gustaban mucho más los hombres que las mujeres. Mierda, le encantaban. Y cuando vió a ese chico, supo desde ese momento que era su tipo. Sin embargo nada lo preparó para que ese mismo castaño lo amenazara de improvisto en los baños, al principio no lo reconoció y se sorprendió demasiado. Pero después, sólo pudo sentir una alegría crecer desde su pecho al tener una excusa para acercarsele.

Y casi muere cuando el chico se le insinuó indirectamente.

Eso quería decir que podía tener una oportunidad con él.

Desde ese momento Jimin decidió utilizar a Lisa para llamar la atención de Jungkook.

No lo malinterpreten, a él le gustaba mucho ella. Y realmente disfrutó salir el viernes, aunque no pasó nada más de risas y contarse anécdotas. Pues el interés que había tenido Park en ella se había ido casi por completo, enfocándose solamente en Jeon Jungkook.

Joder, Jimin lo deseaba muy mal. Tanto que hasta le daba miedo como se comportaba alrededor de él. No se consideraba una persona fácil, para nada. Pero cuando Jungkook estaba cerca sólo podía decirle sí a todo. Aunque descubrió también que adoraba molestarlo y especialmente provocarlo. Pensaba que se veía realmente atractivo enojado.

Sin embargo, habían varias ocasiones en las que el castaño lo sacaba de quicio por insistirle tanto que se alejara de Lisa. Así que no respondía a sus acciones en el momento.

También, Jimin podía ver el deseo en los ojos de Jungkook cada vez que le veía. Podía sentir su mirada lujuriosa encima suyo a lo lejos, sabía que le tenía ganas aunque no lo quisiera admitir. Y no podía sentirse más orgulloso y contento de eso, pues eso significaba únicamente una cosa.

En algún momento lo tendría entre sus piernas.

Con sólo pensarlo podía sentir como una corriente eléctrica recorría todo su cuerpo hasta terminar en su entrepierna.

Aunque claro está, que en el fondo no sólo quería a Jungkook para follar. Le gustaría poder conocerlo mejor para en algún momento... quién sabe, ¿tener algo? Sin embargo no podía hacerse muchas ilusiones cuando él estaba enamorado de Lisa, lastimosamente.

Habían pasado unos días desde la ultima vez que le vió en el ensayo, y podía decir perfectamente que el chico era una bomba sexual cuando bailaba, trasmitía tanta pasión y sus movimientos eran tan poderosos y precisos que dejó a Jimin con las piernas temblándole ligeramente.

Realmente quería a ese chico en su vida. Era perfecto.

Y para ello, necesitaba un plan para acercase a él más y más...

Comenzando por su mejor amigo: Taehyung.

Para Jimin, Kim Taehyung era demasiado atractivo y poseía una mirada que le podía dejar congelado en su sitio. Era realmente guapo, sin embargo no su tipo. Su tipo era Jungkook, exclusivamente él. Pensó talvéz que... si se hacía amigo de Taehyung, estaría más cerca de Jungkook, ¿no?

Así que, ahí estaba, caminando tranquilamente hacia la mesa del comedor donde se encontraba el pelirrojo sentando y bebiendo de un batido mientras observaba su celular.

Finalmente se armó de valor y se sentó de forma improvista en el asiento vacío del frente.

—Hola —le saludó con una amable sonrisa— Soy Jimin —le tendió una mano.

Taehyung alejó la vista de su celular y contempló a Jimin casi asombrado, pues el pelinegro era más hermoso de cerca.

—Hola, soy Taehyung —le siguió estrechando su mano— Mucho gusto.

Jimin rió.

—¿Te importa si me quedo contigo un rato? Estoy solo el día de hoy y quería compañía...

Taehyung asintió varias veces con la cabeza.

—Claro, tranquilo. ¿Eres nuevo, verdad? ¿Qué tal te haz adaptado a la universidad?

—Uhm, bien. Me gusta mucho —sonrió— He notado que hacen muchas fiestas.

—Sí, todos somos muy fiesteros, bueno, no todos... Normalmente hay fiesta los fin de semana, en días festivos y demás. La mejor en la de Halloween, dios, estoy anticipando demasiado la de este año. Tienes que ir.

Jimin rió un poco ante la emoción que demostraba el pelirrojo y se encogió de hombros.

—Supongo que lo haré, y... hablando de fiestas... —mordió su labio inferior— Estaba pensando en hacer una en mi casa el próximo viernes...

—¿Enserio? —le miró sorprendido— ¡Oye, eso es genial!

—Sí, lo es. Y dehecho... —le miró— Estaba pensando en invitarte...

Taehyung amplió su vista en sorpresa, dejando de tomar de su batido. Iba a responder pero se detuvo él mismo, frunciendo levemente el ceño confundido. Cambiando drásticamente su expresión en cuestión de segundos.

—¿Acaso estás... coqueteando conmigo...? —insinuó mirando sospechosamente al pelinegro.

Jimin levantó sus cejas, asombrado.

—No, no, claro que no —sonrió tímido, pensando en que talvéz se vió muy atrevido— Sólo estaba siendo amable... Quería hacer una fiesta para conocer a más personas y no sé, hacer más amigos.

Taehyung parpadeó varias veces, entendiendo de a pocos.

—Oh, ya veo... —sonrió de forma adorable— Lo siento por pensarlo.

—Tranquilo —le restó importancia— Y bien, ¿qué dices? —preguntó dando su mejor sonrisa.

El pelirrojo rió.

—Sí, claro que voy.

—¡Genial! —exclamó, sacando su celular— ¿Qué te parece si intercambiamos números? Para enviarte la dirección y todo eso...

—Vale.

En cuestión de segundos, Jimin había logrado obtener el número de Kim Taehyung y conseguir que fuera a su fiesta. Paso uno: completado.

—Oye —le llamó Taehyung, captando su atención y alejando su vista de la pantalla.

—¿Sí?

Kim hizo una mueca, con expresión algo apenada.

—¿Te importa si traigo compañía?

—Uhm. Depende de quién sea, digo, si le conozco y así...

—Bueno, se trata de mi mejor amigo, Jeon Jungkook. ¿Lo cono-...?

—¡Sí! —interrumpió en voz alta el pelinegro, obteniendo una mirada sorprendida de Taehyung. Al instante tragó saliva, sintiéndose avergonzado—A-ahm, quiero decir... Está bien, dehecho... pensaba invitarlo también.

—¿Enserio? Pensaba que ustedes no se llevaban bien...

Jimin soltó una pequeña risa.

—Jungkook no me cae mal, a excepción de él a mí pues me detesta —hizo un mohín— Por eso... Pensaba invitarlo también, talvéz así... no sé, ¿podríamos llevarnos mejor?

Taehyung se mantuvo pensativo, hasta que después de unos segundos sonrió pícaramente.

—Hecho, yo acepto por él.

Jimin sonrió.

—Perfecto, ¿puedo preguntarte otra cosa?

—Dime.

—¿Desde hace cuánto tiempo a Jungkook le gusta Lisa?

—Oh —apoyó su mejilla en su mano, pensando— Desde hace un año, creo. O menos, no lo recuerdo. Pero siempre a tenido como un crush hacia ella.

—Entiendo, es muy bonita.

—Sí, lo es. ¿También te gusta, cierto?

El pelinegro sonrió y asintió con la cabeza.

—Es verdad.

—Uhm, lamento decirte que tienes un fuerte rival.

Jimin suspiró.

—Lo sé... Es muy fuerte... —murmuró, perdiéndose en sus pensamientos al pensar en los músculos del chico.

—¿Jimin? ¡Jimin!

Taehyung le hizo salir abruptamente de estos y cuándo lo miró, no pudo evitar sorprenderse al ver a Jungkook estaba sentado al lado del pelirrojo, observándole con cara de pocos amigos.

Abrió su boca para hablar, pero nada salió debido a la impresión.

—Qué bueno que llegaste, Kookie —dijo Taehyung al castaño— Con Jimin estábamos hablando de que asistiremos a la fiesta que realizará este viernes.

Jungkook frunció el ceño.

—¿Fiesta? ¿Cuál fiesta? Tú no me dijiste nada.

—Haré una fiesta este viernes en mi casa —le repitió Jimin, mirándole detenidamente— Y los invité a ambos.

—¿Ambos? —parpadeó, sorprendido.

—Sí, y ya acepté por los dos así que no te puedes negar ahora —respondió Taehyung con una sonrisa de satisfacción.

Jungkook le fulminó con la mirada.

—¡Genial! —exclamó el pelinegro, levantándose de la mesa y mirando con una sonrisa a ambos chicos— ¿Entonces los veo allí?

—Por supuesto —habló nuevamente el pelirrojo y el castaño llevó una mano a su frente.

Jimin guío sus ojos a Jungkook.

—Espero verte a ti también, Jeon —sonrió coqueto para después darse media vuelta y alejarse.

Jungkook tragó saliva, presionando sus labios y apartando la mirada.

—Uuuh, te gustaaaa~ —habló Taehyung al lado suyo con voz irritante.

Jeon inmediatamente le tomó de la camisa, con expresión furiosa.

—¡Tú, grandísimo idiota! ¿Porqué aceptaste ir sabiendo que me caga Park Jimin?

Kim rodó sus ojos.

—Porfavor, Jeon. Todos sabemos que babeas por ese chico —sonrió travieso—Te hice un favor.

Jungkook bufó y lo soltó de golpe.

—Eres un imbécil.

—Me lo agradecerás.

—Cállate.

Taehyung reprimió una risa mientras que Jungkook intentaba alejar aquél pequeño sentimiento de emoción que sintió en su pecho.

¿Qué tal les va pareciendo? Cómo que hay demasiada tensión, uhm?

Nos vemos, chau.