Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capitulo 11

Como este capítulo es muy corto subiré otro más tarde solo si votan y comentan.





El primer mes de clases tenía a Yena vuelta un ocho. Le iba muy mal en Ingles y pensaba que suspendería el próximo examen.

Sus días en el colegio ya tenían una rutina:

Llegaba saludando a sus amigas, veía a Yuri y a su novio besuquearse toda la mañana, y agarraba el mal humor. Sus amigas la hacían reír y por un momento lo olvidaba, volvía a ver a la parejita besándose en la tarde y el enojo aumentaba. Finalmente terminaba o en la biblioteca, o mirando a Ryujin entrenar. Casualmente, estas eran las cosas que ocurrían exactamente todos los días, lo que menos disfrutaba era el besuqueo de idiotas, pero creyó que ya debería de haberse acostumbrado.

Llevaba días viéndolos hacer lo mismo e ir agarrados de la mano, aun no comprendía por qué seguía molestándole. Ya debería de haberlo superado, pero cada vez que los veía, sentía unas terribles ganas de golpear a Hyunjin en el rostro. Decidió ignorarlo, no era su problema.

En estos momentos se encontraba mirando a Ryujin entrenar mientras estudiaba Biología

Pero en verdad no estaba del todo concentrada. ¿Cómo podría? Si Yuri lucía deslumbrante, dando vueltas en el aire y alzando los pompones, era increíble cómo en tan solo un mes el equipo había mejorado tanto.

Jo Yuri. Aquel era un nombre que seguramente la atormentaría, los dos años que quedaban de escuela. La observaba, su piel era hermosa, su cabello brillaba y su sonrisa radiante le alegraba el día. Sin quererlo, el pulso de la rubia se disparó. Era un fastidio cuando le sucedía. Desde el primer año que le ocurría aquello, pero parecía que cada día empeoraba más y más ¿Por qué? ¿Qué tiene ella que me haga sentirme así?, se preguntó, pero no quiso responder con miedo a la respuesta, era absolutamente imposible.

Suerte que era el último día de la semana y no tendría que verla durante tres días, aunque sabía que era una mentira, ya que Yena se sentiría ansiosa todos los lunes sabiendo que la iba a volver a ver. Después de un rato, el grupo de chicas se fueron hasta los vestidores, Yuri lucia muy atractiva con las mejillas rojas y el cabello sudado revuelto. Esperó a Ryujin, ellas habían acordado con las chicas que, al terminar el entrenamiento, irían a la pizzería cerca del instituto.

-¿A quién esperas?- Preguntó la voz de Ryujin a su espalda y la chica de cabello rubio soltó una risa.

-A una amiga no más atractiva que yo- Le dio una sonrisa y Ryujin hizo una mueca.

-Yo soy más atractiva que tu- Dijo ofreciéndole la mano, para ayudarla a levantarse.

Mientras conversaban y salían del campo, observó cómo Ryujin quedó distraída, mirando a Yuna. Que babeaba por ella. Sólo esperaba que fuera atracción física, ya que si era algo más fuerte sabía que su amiga sufriría, y no quería que ella sintiera dolor.

Bajaron varias cuadras y al llegar a la pizzería vieron que en el aparcamiento había varios coches, hubo un convertible azul que se le hizo muy familiar, pero igual Yena entró con su amiga. 

El local tenía una pinta exacta a las cafeterías de los años setenta, fueron a las mesas rojas mientras sus amigas le hacían señas para que se sentaran.

-¡Yena, aquí!- Gritó Chaeyeon y ella le sonrió, tomaron asiento y Yena quedó junto a Minju. Ryujin estaba al lado de Chaeyeon y las cuatro comenzaron a hablar. Minju bebía de su merengada y Yena no dudó en robarle unos cuantos sorbos.

-¿Cómo fue la práctica?- Preguntó Minju, un poco interesada en el tema.

-Bien, bien ¿Por qué, Minju?- Preguntó Ryujin, cruzándose de brazos, y observando a su amiga de forma acusadora. Pillada

-Por... Por nada- Abrió los ojos cafés y comenzó a jugar con sus dedos.

-El punto, es que Ryujin estaba babeando por Shin- Soltó Yena para fastidiar a su amiga, Ryujin se puso colorada.

-¡Claro que no!

-Asistiré a la boda- Dijo Minju, sonriendo.

-Seré la madrina- Le siguió el juego Yena mientras se burlaban de su amiga.

-No entiendo por qué todas mis amigas se fijan en las imbéciles- Se quejo Chaeyeon, dándose una palmada en la frente.

-¡Hey!- Reclamaron las tres y la mesera llegó a pedir su orden, pidieron tres pizzas ya que, si. Ellas comían mucho.

-Oh, no puede ser- Se quejó Ryujin, observando la puerta con desagrado, en esos momentos Yuri y los chicos estaban entrando al local, riendo.

-¿Es que ellos están en todas partes o qué?

-Por suerte, no en mi casa- Dijo Yena antes de voltear a ver al grupo. Y por ver la grupo, significa solo mirar a Yuri.

Agh, penso Yena.

La chica vestía unos short blancos y una camiseta negra de tiras muy corta, llevaba puesta una chaqueta de color azul con las mangas blancas y las iniciales del colegio en dorado en el pecho. Era la chaqueta oficial del equipo, que tenían todos los jugadores, quiere decir que debía de ser de Hyunjin y eso molestó mucho a Yena. Aún no lograba captar por que le molestaba tanto que Yuri utilizara la ropa de ese idiota, era su novio, para algo eran los novios ¿No? Lo más impresionante, fue que Chaewon entró de la mano con Félix. Minju junto a ella se atragantó con el pedazo de pizza y observó con cierto ¿Enojo? A la aparente nueva pareja del colegio.

-¿Por qué señor? ¿Por qué?- Preguntó Chaeyeon, mirando hacia el techo con un rostro de súplica.

-Deberíamos ir... Quedarnos- Había comenzado a decir la pelicorta, pero al ver a la guapísima Shin Yuna entrando con su chaqueta del porrista, prefirió volver a sentarse.

Minju y Yena tampoco parecían muy dispuestas a irse y observaban a los dos chicos con rabia. Ryujin parecía estar a punto de lanzarse a besar a la porrista y por un segundo, Chaeyeon quiso golpearse contra la mesa. ¿Todas sus amigas eran idiotas? Debían de serlo, ya que ellas son las únicas que se fijan en los imbéciles de ese grupo.

El grupito del colegio fue hasta unas dos mesas que tuvieron que juntar y comenzaron a charlar, por suerte no las habían visto y esperaban que siguiera así.

-Así que ¿Ahora las dos perras tienen a un perro?- Preguntó Ryujin, refiriéndose a Yuri y a Chaewon.

-Al parecer- Respondió de forma muy cortante Minju, había estado mordiendo la pajilla durante todo el rato.

-¿Qué vamos hacer, al fin?- Preguntó Yena, intentando cambiar de tema, prefirió ignorar a la pelinaranja y morder un gran trozo de pizza.

-No sé ¿Quieren ir al nuevo parque de diversiones?- Preguntó Ryujin con una chispa en los ojos, las otras chicas parecieron animarse con la idea.

-¡Yo quiero!- Dijeron Minju y Yena muy animadas.

Chaeyeon estuvo de acuerdo, aunque después Ryujin suspiró y dijo el resto de la noticia.

-Aunque, terminan la remodelación en un mes.

-¡¿Qué?!- Reclamó Chaeyeon y las chicas intentaron no reír.- Me emocioné para nada, chica. Eso es jugar sucio.

-Podremos ir cuando lo terminen, Chae- Le dijo Yena, agitando el borde de su rebanada de pizza y dándole un mordisco.

Duraron un buen rato hablando y por un momento, olvidaron la presencia de los chicos de su escuela, eso hasta que el cocinero las llamó. Ellas eran clientes muy habituales en la Pizzería y la mamá de Ryujin era amiga de la dueña, era lo normal que todos los empleados las conocieran y en verdad, se habían hecho muy amigos de todos.

El cocinero, Suho. Llamaba a sus chicas, para que le ayudarán con un favor, mostrando una enorme sonrisa paternal como siempre, ellas no se pudieron negar. Yena y Minju se levantaron y fueron hasta la barra, Suho les saludó.

-Mis amores, necesito un favor- Dijo mirando con cariño a las niñas que había aprendido a querer.

-¿Qué sucede, jefe?- Preguntó una juguetona Yena y recibió un apretón en mejilla del cocinero.

-Son un encanto, necesito que vean si pueden hacer que la licuadora encienda, saben que no soy muy buena con esos aparatos modernos, así que me preguntaba...

-Vamos a ir a dar un vistazo- Afirma Minju y el les sonrío.

La licuadora metálica estaba justo encima de la barra, era más abierta al público para que cualquiera pudiese mezclar las frutas que servían, en un rico batido. Al abrir la tapa, dentro había una mezcla pegajosa de color rosa, pero, debía de ser muy espesa.

-¿Cuál crees que sea el botón?- Preguntó Yena, toqueteando los botones pero, había uno que parecía roto.

-Puede que sea este, intenta girarlo- Le ordenó la castaña y Yena lo hizo, dio una pequeña sacudida, pero, de inmediato se apagó.

-Debe ser algún cable.

-Podría ser... Espera- Siguió el cable del conector y vio que había una parte cortada, intentó amarrarla en un nudo para que las fibras de cobre volvieran a unirse y justo en ese momento, Yena recibió un choque eléctrico.

-¡Auch!

-¿Ya?- Preguntó la menor, dispuesta a volver a apretar el botón.

-¡Minju, espera, tienes que cerrarla!- Dijo intentando llegar pero, era muy tarde, giró el botón.

La licuadora comenzó a sacudirse y el líquido rosado se alzó, chapoteando hasta empaparlas por completo. Salpicaba a todas partes y algunos chicos comenzaron a alarmarse.

-¡APAGALA!

-¡ESO HAGO!- Dijo Minju tanteando pero, el botón no quería funcionar.

-¡No sirve! ¡Está poseído!

Siguieron así, Yena cubrió su rostro, aunque ahora tenía mezcla rosada hasta en la nariz, pero, pronto Suho se adelantó y desconectó el aparato.

-Yo sabía que esa máquina se había dañado- Dijo sacudiendo la cabeza y entregándoles unos trapos a las chicas.- Descuiden, esa chatarra ya es muy anticuada.

-Perdón... Nosotras- Comenzó a decir Minju mientras limpiaba su rostro, se volvió con la cara roja al ver que todos en el local las miraban.

-Mierda- Murmuró Yena también intentando limpiarse, sin poder ver, ya sabía que los ojos marrones de seguro estaban clavados en su espalda.

-¿Problemas en el paraíso?- Preguntó Chaewon divertida y todos comenzaron a reír, Minju apretó los puños.

-Ignóralos- Le dijo su amiga, volteando para fulminar a Yuri, la pelinaranja reía muy fuerte por el color rosa que pintaba a la rubia que parecía ser pelirosa ahora.

-¿Tienes sed, Choi?- Preguntó con burla y las risas siguieron, Yena volteó hasta donde sus amigas y ellas entendieron, se levantaron para irse.

Fuera, lejos de las risas de sus compañeros, las dos chicas estaban enojadas, inclusive Minju.

-¡Son idiotas!- Gritó al aire y Chaeyeon asintió.

-Te juro... Que si hubiera un concurso por la más perra del mundo, lo gana sin preámbulos Jo- Dijo muy enojada la chica de cabello rubio. Minju soltó una risa sarcástica.

-No, cariño. Esa se lo lleva Chaewon- Dijo dando un pisotón, Ryujin prefirió intervenir.

-Sería un empate- Comentó, pero las dos chicas la miraron con ira y ella prefirió callar.

-¿Y si por una vez en nuestra vida, devolvemos la broma?- Preguntó Chaeyeon con una sonrisa maligna, observaba el convertible azul de Hyunjin.

Yena también sonrió y Minju parecía no mostrar pánico por una vez en su vida, las cuatro fueron hasta el carro y con un destornillador -que sabrá dios y la virgen María, que hacia Chaeyeon con eso en su cartera- Pincharon los dos neumáticos frontales y se fueron riendo todo el camino, al imaginar la reacción del chico cuando no pudiera moverse.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro