Narrador Omnisciente.

En el espacio, en medio de todo el basto cosmos, se encontraba un planeta, del cual centraremos nuestra atención.

[Planeta Sadala]

Una nave espacial se estaría dirigiendo hacía aquel planeta, donde en el interior de este transporte, se podían ver a 2 hombres dirigiendola, ambos de pelo negro y ojos negros, y lo que más sorprendía, tenían colas de mono, donde el primero tenía un peinado alocado en forma de palmera, con una cicatriz en la parte izquierda de su cara.

El otro era casi igual, solo que con otro estilo de pelo y sin una cicatriz.

Ambos hombres se encontraban tensos, con miradas serias, y un ambiente pesado, donde el pelo de palmera decidió romper la tensión con sus palabras.

???: Rugon, no estoy seguro de esto -hablo el peli palmera mientras bajaba un poco la mirada, siendo notado por el antes mencionado Rugon.

Rugon: Bardak, no tenemos opción, tarde o temprano el vendrá hacía nuestro planeta para consumirlo, esto lo hacemos por nuestros hijos, recuérdalo.

Bardak: lo sé, pero lo digo por Kabi, apenas tiene unos meses de nacido, y tu hijo apenas tiene un año, ¿Que nos puede asegurar que sobrevivirán en ese planeta?

Rugon: en el mejor de los casos iremos con ellos, también debemos advertirle a los demás sobre esto, la raza Saiyajin ya sufrió la extinción una vez, no volverá a pasar.

Bardak se quedaría callado, mientras la nave descendía al planeta, donde después ambos se bajan de la nave, encontrándose con muchas personas similares a ellos con colas de mono.

Bardak: tu dales el mensaje, yo iré con Melara para discutir sobre mandar a Kabi.

Rugon: de acuerdo, mucha suerte -extendiendole el puño, donde Bardak lo choca con una sonrisa- anda, no pierda el tiempo.

Bardak empezaría a flotar en el aire, para luego emprender vuelo hacia una dirección en específico, mientras Rugon aclaraba su garganta.

Rugon: ¡Escúchenme todos!, ¡Tengo algo que decir!, ¡Y eso involucra a todo el planeta Sadala y a toda la raza Saiyajin!

Mientras con Bardak, llegaría a un terreno alejado de toda la civilización del planeta, divisando una casa algo primitivo, ya que se trataba de una cúpula de tierra con una entrada y algunas ventanas, y a las afueras de esta casa se encontraba alguien dando golpes al aire, tratándose de una mujer Saiyajin.

Bardak: ¡Mela! -llamo a la mujer Saiyajin, mientras descendía al suelo.

Melara: oh, hola Bardak, ¿Cómo has estado? -viendo a su esposo con felicidad- ¿Cómo les fue a ti y a Rugon con la exploración? -abrazando a Bardak, pero este la aparta con delicadeza, confundiendola- ¿Sucede algo?

Bardak: -serio- ¿Cómo están los niños?

Melara: -aun confundida, pero de igual manera responde- pues, Madara fue a su primera misión de exploración, no regresará en unos 2 días, aunque está siendo cuidado por su mentor, y en cuento a Kabi, está aún durmiendo en su cuna.

Bardak: vamos a verlo -sin quitar su actitud sería, preocupando a su esposa- luego te lo explico, por el momento, vamos a ver a nuestro hijo, ¿Ok? -recibiendo una afirmativa de Melara.

La pareja de Saiyajines se adentran a la casa, donde al entrar, verían en medio de todo una cuna, donde se escuchaba la respiración de alguien, donde ambos adultos se acercan, viendo que en al cuna estaba durmiendo un pequeño bebé Saiyajin, cuyo pelo era casi similar al de su madre.

Melara: ¿No es hermoso?, tiene casi mí mismo pelo, aunque también tiene algo de tu estilo peculiar -viendo con una sonrisa a su esposo, el cual seguía con su semblante serio, incomodandola un poco.

Bardak: voy a preparar una nave para mandar a Kabi otro planeta, y aprovechando de que Madara está en otro planeta, le mandare un mensaje de lo que pasa.

Tal declaración dejó sorprendida a Melara, quien no entendía el por qué su esposo tomo esa decisión tan precipitada.

Melara: -molesta- ¿Que te pasa?, nuestro hijo apenas tiene unos meses de nacido y ya lo quieres mandar a otro planeta, explícame de una vez lo que está pasando.

Bardak: Valkhor viene para acá -soltando la bomba.

Melara: -impactada- ¿E-el devastador eterno?

En otro lado, se puede ver a Rugon caminando entre una multitud de Saiyajines, los cuales parecían apurados, cargando a varios niños Saiyajin a distintos lugares, mientras que Rugon llevaba a un bebé dormido en brazos, de apenas un año.

???: ¿A dónde crees que vas con Torin? -hablo una mujer Saiyajin a Rugon, en un tono molesto.

Rugon: Caivra, tu ya sabes lo que está pasando, es por la seguridad de nuestro hijo -hablo en un tono serio a su esposa.

Caivra: eso no responde a mí pregunta, ¿A dónde lo vas a mandar?

Rugon: a un planeta lejos de Valkhor, uno donde ni valdrá la pena consumir, debemos apurarnos, quien sabe cuándo llegará aquí.

Mientras con Bardak y Melara, el padre Saiyajin estaba con una gran cápsula redonda en sus manos, mientras apretaba varios botones en el interior de esta misma, como si la estuviera programando, mientras que la mujer estaba con su hijo en brazos, aún durmiendo.

Melara: apenas tuviste tiempo para preparar una nave para nuestro hijo, me gustaría poder escapar juntos -con una expresión triste.

Bardak: si Valkhor se tarda más de lo esperado, tendré tiempo como para preparar una nave para los 2 e ir a buscar a Kabi, ya le mandé un mensaje a Madara, pero en el planeta donde está, tardará algunos meses o años en llegar desde ese punto hasta allá.

Volviendo con Rugon y Caivra, estos estaban programando una misma nave para mandar a su hijo a otro planeta.

Caivra: ¿A que planeta lo mandaras?

Rugon: lo mandare a un planeta llamado tierra, donde vive la raza humana, su tecnología es algo anticuada, y las mujeres ahí son algo hostiles en su mayoría, pero fuera de eso llega a ser un buen lugar para vivir, aparte de que Valkhor no le interesa ese planeta, ya que no tiene la suficiente energía como para alimentarlo, aparte de eso, el hijo de Bardak también será mandado a ese planeta.

Caivra: jamás te vi así de preocupado, desde aquel día en el que te juntaste con Bardak, te volviste más.......como un humano.

Rugon: se podría decir que el me enseñó muchas cosas, entre esas, la importancia de una familia, pero sobre todo de un hijo.

Bardak: los 2 nos la hemos pasado toda la vida en el campo de batalla, formando una familia contigo y Caivra, en si, no me importa morir si es proteger lo que más me importa, lo que yo busco preservar, me refiero a mí familia -con una sonrisa.

Rugon: si hay algo que llegamos a aprender de nuestros ancestros, es que proteger lo que más precisamos nos hace unos guerreros honrados, mientras el legado Saiyajin se mantenga, no me importa nada más.

Rugon terminaría de programar la nave, para luego agarrar a Tori, y meterlo en la nave, simultáneamente, Bardak metería a su hijo Kabi a la nave, donde ambas naves se cierran, pero provocaría que los 2 niños se despierten, comenzando a llorar.

Melara: -poniendo su mano en el cristal de la nave- si todo sale bien, iremos a buscarte bebe -con lágrimas en los ojos.

Bardak: te queremos mucho hijo, si tu hermano te viene a buscar, traten de cuidarse -poniendo su mano, mientras veía con frustración como lloraba su hijo menor.

Rugon: escúchame Tori, pase lo que pase, tienes que sobrevivir -poniendo su mano sobre el cristal de la nave, viendo cómo la pequeña mano de su hijo también se posiciona, siendo separados por el cristal.

Caivra: mocoso, que sepas que siempre te voy a amar, ni se te ocurra olvidarlo, ¿Entiendes? -llorando, mientras también ponía su mano.

Simultáneamente, las naves con los 2 niños comienzan a volar, seguido de otras naves que comenzarían a volar hacía distintas partes del universo, donde el planeta Sadala, ahora estaba deshabitado, no habiendo niños o mujeres Saiyajin embarazadas, quedando varios Saiyajines.

Bardak: bien, aún hay tiempo, creo que puedo programar una nave para..... -viendo al cielo- oh no...... -con temor- llego antes de lo esperado.

El cielo estaba siendo iluminado por el fuego de lo que parecía ser una súper Nova, donde todo el planeta comenzaría a ser iluminado, donde todo comenzaría a ser consumido, mientras que Bardak y Rugon abrazaban a sus esposas, mientras cerraban sus ojos, esperando su final.

El planeta Sadala fue consumido por un ser hecho de magma y rocas, un ser mucho más grande que un planeta, como si de una canica y una persona se tratase.

Aquel titán cósmico tras consumir aquel planeta lleno de guerreros, sin contar a los niños y mujeres que escaparon, sus llamas comenzarían a apagarse, hasta ser una simple roca con forma aterradora.

Y asi, el planeta de los Saiyajins fue destruido, pero no la raza, donde en este momento, nos centramos en 2 naves, las cuales iban en la misma dirección, aunque estaban muy lejos de uno al otro, donde en su interior estaban unos niños durmiendo mientras lloraban, se trataban de los niños Saiyajin, Tori y Kabi.

Fueron unas horas agobiantes de viaje, hasta que por fin llegarían a un planeta, uno que era mayormente azul con una capa de nubes encima, y varios continentes de tierra verde cubriendo el agua.

Las 2 naves caen en lugares separados del planeta, terminando en continentes diferentes.

Y así comenzó la historia de unos guerreros que cambiaron al mundo.

Intro.

Fin del capítulo.