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Final

Tzuyu estaba muy nerviosa, por fin estaban acabando clases, este mismo día se graduarían de secundaria.

Este año, en la opinión de la ojimarron, había sido el mejor de todos.

Después del baile de invierno las cosas habían funcionado de maravilla, su primera cita con Sana, a pesar de que fue un desastre cuando la rubia en la playa se cayó al agua, fue perfecta ya que al final las dos terminaron riéndose.

Eran una pareja muy peculiar, siempre se peleaban por tonterías o discutían por celos, era lo mejor ya que al final las reconciliaciones eran muy intensas: alguna de las dos siempre terminaba en la cama de la otra.

Tzuyu nunca hubiera imaginado lo cursi y tierna que podía llegar a ser una Sana enamorada, la rubia siempre andaba pendiente de ella, cuidándola, haciéndole cariño y sonriéndole tontamente enamorando aún más a la chica de ojos marrones.

Pero después de tantos meses se graduarían, no se preocupaba en no volver a ver a su novia ya que ellas ya lo habían discutido.

Las universidades a las que asistían, por mera casualidad, estaban muy cerca (como a una hora y media de la otra) así que podrían verse prácticamente todo el tiempo.

El problema era Somi, ella volvería a canada a estudiar medicina, eso a Tzuyu le dolía mucho ya que sería como despedir a una hermana.

—Chewy, cariño, ¿Estas bien? —escuchó la voz de su novia tras ella, estaba sentada en una de las mesas de la biblioteca.

—Satang... —planeaba decirle que todo estaba bien, pero al ver los ojos marrones de su novia se derrumbó por completo— Me encuentro un poco triste....por todo el tema de Somi.

Sana la miró con ojos dulces, ella sabía lo mortificada que Tzuyu estaba por la partida de una de sus mejores amigas. Las dos vestían togas azules para ir a la ceremonia de graduación.

—Tzuyu... —murmuró suavemente mientras cubría la mano de su novia con la suya, comenzó a trazar tiernos círculos en sus nudillos— Ya hemos hablado de esto, descuida, podrán hablar por skype y cuando puedas la visitaremos a Canadá.

Tzuyu disfrutaba las caricias de Sana, su piel hormigueaba con su tacto.

—Pero ¿Y si dejo de importarle? A veces las distancias rompen relaciones..—dijo recordando todas esas historias de película que había visto.

Sana negó varias veces con la cabeza divertida por el drama de su novia.

—Estás paranoica, amor —después se acercó a Tzuyu para sentarse en sus piernas y rodear su cuello con los brazos, la miro fijamente a los ojos— No hay manera de que alguien se pueda olvidar de la maravillosa persona que eres, Chou Tzuyu.

—¿Lo dices enserio? —indagó Tzuyu sonriendo a Sana.

—Tan enserio como que Momo casi reprueba Biología.

Las dos rieron recordando como Momo había llegado un día a su casa pidiendo ayuda a la ojimarron, había interrumpido una gran sesión de besos en el sofá de la chica con su novia.

Tzuyu aun sentía rencor, pero se ofreció a ayudarla.

—¿Ya estas lista para crecer? —la rubia estaba peinando el cabello de Tzuyu con sus dedos.

—Un poco, preferiría volver en el tiempo y empezar de nuevo la secundaria, ¿Sabes? —sacudió la cabeza mientras reía un poco— Pero también recuerdo que ir a la universidad será una etapa nueva y gratificante de nuestras vidas.

Sana río cubriendo sus labios con una mano.

—Y si volviéramos al principio tendrías que volver soportar las peleas matutinas conmigo, Tzuyu—se le quedó mirando, marrón perdiéndose entre si.

—No me importaría, eras muy sexy cuando me gritabas y me humillabas frente a toda la escuela — dijo Tzuyu y le mostró la lengua al ver a su novia rodar los ojos.

Después de charlar un rato mas salieron de la Biblioteca tomadas de las manos, ya nadie las miraba cuando iban por el pasillo.

Antes, cuando habían empezado a salir, todos las observaban boquiabiertos, las dos enemigas juradas de la escuela estaban enamoradas. Los rumores no tardaron en correr y para al final del día ya todos sabían sobre la aparente nueva pareja. Ellas, al igual que Momo y Dahyun, simplemente ignoraron las miradas curiosas.

Lo difícil fue cuando Mark se enteró, había acorralado a Sana gritándole barbaridades sobre haberlo utilizado.

Tzuyu de inmediato había ido en su rescate, junto con Momo, Chaeyoung y Daniel.

El chico al verlos intentó hacerles frente, pero al ver que sus amigos lo habían dejado solo, no le quedo de otra que dejar en paz a Sana, todos sabían que en el fondo Mark sentía un ligero temor por repetir la paliza que le habían dado Tzuyu y Momo.

Llegaron hasta el gimnasio, donde sería la asamblea, estaba repleto de sillas y tomaron asiento junto a sus amigas.

Durante los últimos meses todos habían formado un grupo muy sólido, Tzuyu y sus amigas ahora se llevaban de maravilla con Mina y Jihyo.

Después de algunas circunstancias Chaeyoung y Mina habían encontrado algo en común, su pasión por bailar, a estas alturas nadie lograría adivinar que en un pasado fueron rivales. Incluso se podía decir que había una buena amistad, o algo más, pero Tzuyu no tenía pruebas para demostrarlo. Que desgracia, tal vez algún día lo compartieran con el grupo.

—¿Trajiste pantalones de repuesto, Tzuyu? —le susurró Somi, ella estaba sentada junto a Momo y Dahyun.

—No, ¿Por qué? —preguntó Tzuyu alzando una ceja.

—Por si te haces en los pantalones de tanto miedo —río entre dientes y sus otras amigas, Mina, Chaeyoung y Jihyo, sentadas al frente también lo hicieron.

—Cállate, idiota —dijo Tzuyu y resopló.

Mientras el director daba un gran y profundo discurso, Sana sostenía su mano mientras realizaba pequeños trazos en su dorso con una de sus uñas.

—¡Por eso hoy vamos a honrar a los graduados con sus diplomas! —terminó y el gimnasio se llenó de aplausos.

Sus padres debían estar entre el público, aun recordaba la primera cena familiar entre los Minatozaki y los Chou. Se habían llevado de maravilla tanto que incluso sus madres salían todos los sábados al salón de belleza o a cualquier parte. Ya habían fastidiado a las dos chicas con sus fantasías del futuro cuando las dos contrajeran matrimonio, como serian los vestidos y la ceremonia.

A Tzuyu le causaba risa y a su chica bochorno, pero no parecía nada disgustada por la idea como lo estaban sus papás. Eran muy sobre protectores, pero con tal de que fuera entre ellas y ni un solo chico suponía que estaba bien.

En la lista comenzaron a llamar a los graduados por los apellidos, Sana fue llamada y mientras caminaba, con su bata azul y su cabello en una coleta, con gracia y coquetería todos se la comían con los ojos.

«Pueden disfrutar la vista pero la que tiene a Minatozaki Sana soy yo, chicos.»

Pensaba con burla la ojimarron.

Sana agradeció en el estrado mientras recibía su diploma con una gran sonrisa, el director la miro serio pero hizo un leve asentimiento al entregar el documento.

Los padres de Sana, junto a los de Tzuyu, tomaban fotos desde todos los ángulos y Ame montada en los hombros de Azumi victoreaba.

Sus amigas fueron pasando hasta que escuchó su nombre.

—Chou Tzuyu—anunció el director.

La nombrada se levantó y con piernas temblorosas fue hasta la tarima a recibir su certificado, la gente aplaudía y veía a algunos chicos de primero mirarla con admiración.

Todos sabían las grandes locuras que había cometido la ojimarron a lo largo de su vida estudiantil.

—Felicidades, Chou—dijo el director mirándola a los ojos, extendió el diploma.

—Gracias. —sonrío un poco y lo sostuvo, le extrañó que el director pareció no soltarlo.

El hombre canoso colocó una mano sobre la de Tzuyu y levantó la comisura de los labios, casi en una sonrisa.

—Procura no meterte en tantos problemas en la universidad, Chou. —asintió mientras estrechaba la mano de Tzuyu, la ojimarron sonrió mientras escuchaba los aplausos.

Bajó las escaleras, ligeramente mareada, vio a sus padres y levantó el diploma, agitándolo felizmente, mientras su madre lloraba por la emoción.

Fue a un lugar junto a Sana en la fila, que la rubia le había apartado.

—Creída... —murmuró Sana por lo de antes, Tzuyu volteó su rostro para ver a la rubia mientras sonreía.

En honor a ellos Daniel fue el encargado de dar el discurso, cabe decir que sacó más de una lágrima, fue recompensado con abrazos y silbidos.

Por una pantalla colgado en la pared trasmitieron un vídeo con los mejores momentos de todos los años, la gente se sentía extrañamente nostálgica y todos compartían un abrazo grupal.

Al final cuando se escuchó el último timbre del año todos salieron corriendo hacia el aparcamiento mientras lanzaban los gorros al aire.

Sana se dio un fuerte abrazo con Jihyo y Mina mientras la ojimarron abrazada a sus otras amigas.

—¡Al fin, Chou—Lenta—Tzuyu, nos graduamos! —gritaba Chaeyoung rodeando el cuello de Tzuyu con un brazo y la cintura de Somi con el otro.

Dahyun y Momo también estaban muy juntas diciéndose palabras dulces, sus manos estaban entrelazadas y Tzuyu pensó que eran adorables.

—¡Somi! —todos se lanzaron a un abrazo grupal sobre a canadiense que estaba llorando.

—Los voy a extrañar tanto, idiotas —dijo llorando, aunque a pesar de las lágrimas en sus mejillas sonreía abiertamente— Por cierto, tu discurso fue fantástico, hermanito.

Daniel sonrió con orgullo mientras dejaba un beso en la frente de su hermana, los demás lo felicitaron.

—Tiene razón bebé, estuviste estupendo. —dijo Jihyo y le dio una tímida sonrisa antes de alzarse en puntillas y darle un dulce beso en los labios.

Tzuyu estaba agradecida de que todos estuvieran felices, cada uno con las personas que amaba y rodeados de sus mejores amigos. Sintió unos brazos rodearla por atrás descansado las manos en su vientre, un aliento cálido le acaricio la oreja y reconoció el perfume de su chica causándole mariposas en el estómago.

—Ya estamos graduadas, ¿Como te sientes? — Tzuyu sonrió y giró entre sus brazos para quedar de cara con Sana.

—Me siento de maravilla, mas sabiendo que vas a seguir en mi vida. —volvió a mirar esos ojos chocolate que tanto amaba.

Sana se sonrojó, aunque le dio una sonrisa.

—Claro, no podrás liberarte tan fácil de mi, fenómeno —dijo y Tzuyu río por el apodo y apoyó su frente sobre la de Sana —Te dije que te iba a volver loca, siempre cumplo mis promesas.

—Y como me alegro que lo hayas hecho, Cariño...—sostuvo el rostro de Sana entre sus manos, dándole un pequeño y suave beso en los labios— Te amo.

Sana respiró hondo antes de reír nerviosamente y volver a besarla, esta vez fue más largo y lleno de amor y pasión. La rubia volvió a hablar cuando se separaron.

—Yo también te amo, Chou.

Se quedaron mirándose fijamente pensando en todo lo que habían pasado juntas, el dolor, el llanto, las peleas y los celos.

Pero también habían cosas buenas y Tzuyu estaba segura que si le dijeran para volver en el tiempo, ella aceptaría solo para poder volver a vivir estos años con Sana nuevamente.


Fin.

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