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—¿Una semana? —preguntó Dahyun mientras tomaba asiento junto a Momo.
Estaban en la pizzería y colocó una malteada frente a ella y a la porrista. Las dos se sonrieron antes de que Tzuyu asintiera.
—Una jodida semana ¿Puedes creerlo? —preguntó Tzuyu irritada mientras hacía una mueca, tenía un moretón y varios cortes en su cara.
Ayer el director las había llevado a la dirección, a los tres, y los expulsó durante una semana a ellas, debido a la circunstancias y antecedentes de Mark el estaba de manera indefinida.
Al llamar a sus padres habían estado furiosos, pero al explicar entre las dos que fue por defensa propia parecieron calmarse. Incluso los padres de las dos chicas se habían caído bien, muy bien, esta noche Momo y sus padres iban a una cena en casa de Tzuyu.
A ellas les pareció perfecto ya que así podrían hablar acerca de la cita del viernes. Hoy Dahyun había faltado a la escuela con la excusa de estar enferma, era de mañana y allí estaban las tres reunidas, hablando sobre ayer.
—Al menos Mark salió perdiendo también —dijo Momo sonriendo y estiró los brazos, llevaba un labio roto aunque le habían aplicado ungüento.
—Ese chico es un idiota ¿Cómo pudo siquiera hacerles daño? —preguntó Dahyun sorbiendo enojada de su malteada, volteó a ver a su chica y llevó sus dedos a los labios de esta— ¿Duele mucho?
—No tanto, pero podrías curarlos —dijo Momo pícaramente mientras capturaba su mano y la besaba, Dahyun se sonrojó, pero igual entrelazó sus dedos con los de ella.
—Dios, ustedes me dan caries. —dijo Tzuyu un poco abatida, aun recordaba su confesión de ayer.
—Cómo digas rarita ¿Has hablado con Sana? —preguntó aun con la mano unida a la de Dahyun.
—No. —respondió simplemente.
—Lo de ayer no fue la mejor forma de decirle que estabas enamorada de ella, pero al menos el mensaje le llegó claro y directo.— dijo Dahyun intentado animarla, pero la ojimarron seguía suspirando.
—¿Tu has logrado hablar con ella? —preguntó Tzuyu a la porrista y Momo pareció dudar un rato si responder o no pero terminó asintiendo— ¿Te...dijo algo sobre...
—Alto, rarita. Verás, no puedo hablarte sobre ese tema. Sana me mataría, pero debes saber que esta muuy enojada con Mark. —dijo mientras bebía de su malteada, tomó un respiro y le guiñó un ojo— Creo que esta vez es grave.
—Puede que terminen... —dijo Dahyun mirando a su amiga, quería que sonriera.
Pudo lograr algo ya que Tzuyu levantó la comisura de los labios y dio una débil sonrisa, era mejor que nada.
—¿Te esperabas aquello? —preguntó mirando a Momo, la porrista había quedado entretenida con el cabello de Dahyun pero luego volvió a verla.
—¿Qué cosa? ¿Qué estuvieras enamorada de mi mejor amiga? ... Algo así, siempre la mirabas de una forma.... diferente. —ladeó la cabeza pero terminó sonriendo, Tzuyu no terminaba a acostumbrase de que la chica que odiaba en primer año la tratara tan bien. Ahora sólo faltaba Mina o Jihyo, dentro de poco volarían los cerdos también.
—Te dije que eras muy obvia —le reprochó su mejor amiga, Tzuyu rodó los ojos.
—No importa, igual tal vez ahora le de asco o algo por el estilo. —se desánimo mientras recostaba su cabeza en sus brazos
Dahyun observó con preocupación a su amiga, con su mano libre acarició su cabello y le otorgó una mirada a Momo. La porrista negó con la cabeza como diciendo "no puedo hablar de eso", la chica de ojos marrón la miró con reproche pero al ver la alarmada cara de la chica prefirió no presionar.
—Bueno ¿Qué haremos hoy? Es un día hermoso y aun falta mucho para la cena. —intentó cambiar de tema Momo y Tzuyu solo encogió de hombros.
—¿Una película?
—¿Mi casa o la tuya? —preguntó Dahyun ahora sonriente.
—La tuya. —respondió Tzuyu más animada y para fastidiar a su amiga agregó—Pero no se queden toda la tarde besuqueándose, si no las dejo solas.
—Entonces tendrás que ir yendo de una vez a tu casa...¡Auch! —dijo la porrista mirando con reproche a Dahyun, le había dado un golpe en el hombro—Sólo le aviso de una vez.
—Descuida, vamos a ir a ver la película, Tzuyu. —le sonrió a su amiga ignorando a Momo, la ojimarron río.
—Lo bueno es que no fuimos expulsadas del baile de invierno. —comentó Momo casualmente y Tzuyu la miró confundida.
—¿Qué baile?
—El de invierno, es dentro de dos semanas Tzuyu ¿No recuerdas? —preguntó Dahyun y la aludida negó.
—Nunca me entero de estas cosas. —se encogió de hombros.
—¿Pero vas a ir? —la animadora alzó las cejas de forma sugerente.
Tzuyu ladeó la cabeza.
—No tengo pareja. —se encogió de hombros— ¿Tu ya tienes con quien ir?
Momo se quedó quieta mientras a su lado Dahyun fingía jugar con la pajilla, pero en realidad le daba miradas de reojo tímidamente, logrando que la animadora se sonrojara.
—Eh... bueno, en realidad aún no. —río un poco nerviosa y con el cuerpo tieso, se volvió hacia Dahyun, que de inmediato dio toda su atención— Mmm Dahyun... ya se que aun no hemos tenido nuestra primera cita pero.... mmmm tu.... Mmm... quisieras....
Dahyun parecía desesperada con la vacilación de Momo, extendió la mano y capturó la de la animadora, acariciandola, para darle ánimos.
—¿Quieres... quieres ser.... quieres ir al baile de invierno conmigo?—acompletó Momo la propuesta con las mejillas rojas, soltó un suspiro cuando dijo lo último y Tzuyu empezó a reír— No veo lo divertido, rarita.
—Yo si, ya la has besado muchas veces pero, te da vergüenza pedirle que sea tu pareja, es gracioso. —le contó mientras observaba ahora con mas diversión el rostro rojo y enojado de la animadora.
Dahyun también lucía un lindo rubor y le sonría con adoración a la chica de ojos miel, se acercó a ella tomando su rostro, para que Momo la mirara a los ojos.
—Claro que quiero ser tu cita. Te amo, Momo. —le dijo con los ojos brillantes y Momo formó una tonta sonrisa en sus labios.
—Yo... yo también te amo. —le dijo colocando sus manos sobre las de ella en su rostro, se acercaron y se dieron un dulce y casto beso en los labios.
—Ewwww —se quejó Tzuyu mientras las dos chicas se separaban, riendo.
Ya no se estaban besando, pero sobre la mesa estaban sus manos entrelazadas, mientras las dos sonreían. El amor era bello, pero claro, no para la ojimarron.
—Descuida, también te puedo dar un beso a ti —dijo Momo, dándole un guiño, y Tzuyu hizo una mueca.
—No, gracias, prefiero a las rubias bajitas. —dijo sonriendo, logrando que su mejor amiga empezara a reír.
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