39
Después de haber perdido a Sana por los pasillos, cabe aclarar que duraron unos minutos corriendo una atrás de la otra mientras Sana la perseguía para darle un golpe, cuando finalmente había escapado.
Ahora estaba de camino a las duchas ¿Para que la quería ver Momo?
Esperaba que no fuera algo malo, aunque ya hacía tiempo desde que ella y su grupito la habían fastidiado, seguro se debía a Dahyun.
Al llegar no había muchas chicas, pero en una pared estaba recostada Momo, llevaba su uniforme de animadora y parecía nerviosa.
Al ver a Tzuyu no sonrió, pero tampoco hizo una mueca de disgusto, como estaba acostumbrada.
—¿Me buscabas? —preguntó extrañada y la porrista asintió.
—Si, si lo hacía. —dijo con las manos en la cadera y ahora mostraba la seguridad de siempre.
—Bueno, ya me tienes aquí ¿Qué quieres? —preguntó arqueando una ceja y observó con fascinación como Momo parecía volver a estar nerviosa.
—Bueno, yo quería, en realidad, es complicado. —suspiró, la otra ceja se unió en la frente de la ojimarron.
—¿Es sobre Dahyun? —preguntó, ya sabiendo la respuesta al ver el rubor en la chica— ¿Qué sucedió con ella?
Momo pareció pensárselo un segundo, comenzó a rascar su cuello mientras intentaba pensar que palabras utilizar.
—Bueno, si. Ella, tu sabes que yo, no me digas que no porque conociéndola seguro ya les dijo, estoy... bueno... estoy —le costaba mucho hablar y sus mejillas estaban mucho más rojas.
—¿Enamorada de ella? —preguntó divertida, para su sorpresa la porrista asintió con la cabeza y bajó el rostro, avergonzada.
Tzuyu no esperaba aquello, pensaba que le iba a gritar negando rotundamente sus palabras.
—¿Así que...? —dijo Tzuyu para animarla a continuar, le agradaba el rumbo de esta conversación.
Momo alzó el rostro y ahora parecía más decidida, avergonzada, pero segura de lo que iba a hacer.
—Yo quería pedirte ayuda para invitarla a una cita... —soltó y pronto respiró como si soltara un peso de encima, ladeó la cabeza y pareció derrotada— No sé cómo hacerlo y no tengo ni idea de adonde llevarla.
Tzuyu la miró y le pareció divertido, aquella chica que le había hecho la vida imposible desde primer año le estaba pidiendo ayuda. Le sonrió dulcemente mientras colocaba una mano en su hombro.
—¿Sólo es por eso? Es muy dulce de tu parte. —dijo y Momo le sonrió, pero luego su rostro se tornó serio.
—Le hablas de esto a alguien y te asesino Chou. —dijo mientras Tzuyu reía y alzaba las manos, en señal de rendición.
—Descuida, yo no digo nada.
—Perdona, sólo que estoy muy nerviosa. —dijo pasando los dedos por su cabello.
—¿Nerviosa? ¿Por qué? Tienes a Dahyun loquita por ti. —dijo dándole ánimos y Momo se sonrojó.
—Eso ya lo se, por eso es que estoy nerviosa. Tengo miedo de arruinarlo. —colocó el rostro entre sus manos— Si me dejara de amar, yo no podría vivir.
—Pudo aguantar tres años con tus insultos y amarte como idiota, estoy segura de que no hay forma de que lo arruines. —dijo sonriendo mientras Momo la fulminaba con los ojos— Oye, fuiste una idiota, no me mires así.
Las dos chicas salieron al pasillo y comenzaron a hablar mientras caminaban, algunos las miraban con asombro al verlas charlar tan tranquilas.
—A ella le encantan las ferias, las adora. —dijo estirando su brazo bueno.
Momo pareció pensárselo.
—¿Tu crees? Yo tengo miedo de las montañas rusas... —dijo observando la sonrisa burlona en el rostro de la ojimarron.
—Ella las adora. —de inmediato la chica palideció y Tzuyu prefiero quitarle la presión— Pero podrían ir a otra parte...
—Bueno, si a ella le gustan pienso que podría llevarla... —dijo un poco nerviosa, pero sonrió al pensar en lo feliz que estaría Dahyun— Le gustaría mucho ¿Verdad?
—¿Estas dispuesta a ir a un lugar que te da pánico sólo por ella? —preguntó sorprendida, Momo la miró como si fuera obvio.
—Por supuesto, quiero que siempre esté alegre.— Respondió, observando otra vez la sonrisa en Tzuyu— ¿Ahora qué?
—Estas muy enamorada, ya está lo tengo claro. —río al ver como Momo rodaba los ojos— ¿Cómo es posible que la reina de las enanas sea tan tierna con una chica?
Momo le dio un golpe en el hombro, molesta, aunque no fue tan fuerte como lo habría hecho anteriormente, fue más bien amistoso.
—No me digas así, Chou. —dijo aunque formó una sonrisa— Entonces, ¿La feria?
—Es una magnífica idea. —le guiñó y luego se percató de las miradas poco disimuladas de sus compañeros— ¿Tendré algo en los dientes o algún letrero en la espalda? Seguro fue Mark
—No ¿Por qué dices eso? —preguntó Momo confundida, ahora que no le estaba gritando Tzuyu se dio cuenta de que podría ser agradable.
—Todos nos están mirando, será que eres famosa. —dijo a la animadora quien ladeó la cabeza.
—No creo, pienso que te miran a ti ya que ahora eres conocida. —dijo palmeando su hombro— Las de primero suspiran por ti.
—¿Cómo así? —preguntó torciendo el cuello.
¿Las de primero? ¿Por qué? ¿La acosaban?
—Dios, Sana tiene razón, eres muy lenta. —dijo frotando su rostro y al ver la expresión sorprendida de la ojimarron, se apresuró a agregar— No le digas que dije aquello, me mataría.
—¿Ella... ella te ha hablado sobre mi?
—No puedo responderte eso, solo no lo arruines, rarita. —dijo Momo sonriendo burlona antes de palmearle la espalda otra vez e irse —¡Cuando necesite ayuda te digo!
—¡Más te vale! —respondió Tzuyu sonriendo igual y luego volvió a ver a un grupo de chicos que la miraban sorprendidos, suspiró irritada— ¿Necesitan algo?
Un chico moreno asintió, pero luego pareció darse cuenta y avanzó, parecía avergonzando, pero igual habló representando a todo el grupo.
—¿Desde cuándo tu y Hirai Momo son amigas? —preguntó inseguro y Tzuyu alzó las cejas.
«Era por eso, ahora se supone que somos amigas. Nada mal» pensó maliciosa.
—Somos socias. —dijo antes de darse la vuelta a irse con paso feliz.
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