
36
—¿Me lo juras?—preguntó por cuarta vez Chaeyoung mientras las cuatro iban al auto de Daniel, estaban de camino a la escuela.
Ayer su madre, después de aquella visita de Sana, había decidido que Tzuyu ya podía asistir a la escuela. Pero la ojimarron no era tonta. Sus padres querían que ella pasara el día con la rubia.
Ya su mamá le había dicho que aprobaba a Sana.
Eso la había hecho enrojecer, y más aún cuando pasaron toda la cena hablando sobre el buen gusto de Tzuyu y sobre como Minatozaki Sana era un encanto.
Pero en estos momentos ella les estaba contando a las chicas sobre la visita inesperada y el beso que habían compartido en la puerta.
—No bromeo. Ella, con sus propias piernas, vino ayer a mi casa. —aseguró sonriendo, llevaba una camiseta blanca y holgada, para que su yeso estuviera cómodo.
—¿Y luego se besaron? —preguntó Dahyun sonriente, estaba feliz por su amiga.
—Ella misma fue la que me pidió el beso. —dijo muy orgullosa y alzando la barbilla, casi se echó a reír al ver el rostro escandalizado de Chaeyoung.
—Dios mío, esto no es normal. —dijo Chaeyoung aún con las manos en el volante, sus ojos estaban bien abiertos— Ahora nos dicen ustedes que las dos chicas más divas y crueles del colegio están amables y cursis. —dijo refiriéndose a Sana y a Momo.
—Lo que hace el amor... —tarareó Somi mientras se recostaba del asiento.
—Espera, habla por Momo... Sana, ella aun no me ha dicho nada. Puede que sólo esté jugando—dijo Tzuyu un poco dudosa, aunque algo en su pecho le decía que no era así.
—No pienses eso, Chewy—Dijo Dahyun, intentando animar a su amiga— Ella no parece...
—¡Pero saben como es ella, podría solo estar pasando por una etapa!—exclamó, ahora un poco alterada.
—Tzuyu, ella... no creo que sea una etapa—sugirió Dahyun, intentando ver como decirle a su amiga lo obvio, pero con tacto.
—¿Y ustedes cómo lo saben?
—¿Estás de joda, verdad? —preguntó Somi, mirando a sus amigas como si fueran idiotas— Es muy obvio lo que le sucede a Sana.
—Pues venga, explica tú porque yo no sé. —pidió Tzuyu y Chaeyoung asintió con ella.
—Ella está igual o más enamorada que tú, Chou ¿No te das cuenta?—preguntó, logrado que la ojimarron abriera los ojos.
—¿Por qué dices eso? ¿Enamorada de quien?—preguntó Tzuyu con la voz cortada.
Somi y Dahyun se golpearon la frente por tanta lentitud de su amiga.
—Tzuyu ¿Eres idiota? —insinuó Dahyun, intentando no darle una bofetada.
—Está enamorada de ti, idiota. Ella muere por ti ¡Es muy obvia al igual que tú!—dijo Somi, soltando un suspiro y Dahyun asintió.
Tzuyu parpadeó y sintió mariposas por todo el estómago ¿Era cierto? Esperaba que fuera así, porque ya se había emocionado.
—¿En... en verdad?—preguntó, balbuceando.
—Por supuesto. Yo me di cuenta hace poco, pero está muy claro que esta igual de boba por ti que tú por ella—dijo Dahyun, un poco feliz por la cara de asombro que tenía su amiga.
—¡¿No es broma?! —preguntó Dahyun también sorprendida, intentaba no quitar la vista del camino, pero la tentación era grande.
—Para nada. —respondió Somi.
—¿Cuándo te diste cuenta? —preguntó Tzuyu, debía saberlo.
—Desde hace dos años, aquel día en el cine. —dijo divertida, recordando la cara de celos que había mostrado Sana al verla con Tzuyu.
Las tres amigas saltaron, sorprendidas.
—¡¿Dos años?!
—¡¿Tanto tiempo?!
—¡Es prácticamente desde que nos conocimos!—terminó diciendo Tzuyu, recordando como ella creía odiar a Sana en primer año.
—Bueno, si. Aquel día en el cine lo sospeché, pero el año pasado quedó claro. —confesó Somi para la sorpresa de las otras.
—Yo no creía que tanto... yo me di cuenta este año. —susurró Dahyun, igual de sorprendida.
—¡¿Y por que no me dijiste?! —preguntó Tzuyu, enojada— Sufrí mucho para que me vengas con esto.
—Ella debía decírtelo. Seguro ni fue consciente de sus sentimientos hasta este año o el anterior, tal vez se asustó. — explicó Somi, apenada.
—Pero... pero...
—Tzuyu, ella era una chica normal y enamorarse de otra chica hubiera asustado a cualquiera... pero, ahora parece más tranquila. —dijo Dahyun, intentando calmarla.
Tzuyu se mordía las uñas.
—Entonces... si me ama ¿Por qué no me lo dice? —preguntó Tzuyu, enojada ahora con la rubia.
—Debes darle tiempo, cuando ella esté lista, te lo va a decir. —dijo Somi y las otras dos chicas estuvieron de acuerdo.
Tzuyu, cuando llegaron, duró dos horas sin hablarle a sus dos amigas. Solo fingía que no existían y conversaba con Chaeyoung.
Estaba muy dolida porque no le hubieran dicho aquello tan importante.
Las chicas intentaron hablarle, pero se rindieron a la hora del almuerzo.
Entraron a la cafetería y aunque Tzuyu estaba enojada con ellas, comieron en la misma mesa.
La ojimarron tomó asiento junto a Somi, quien sonrió al ver aquel gesto.
—Mira, Tzuyu dicen que tienes novia y no nos avisaste—dijo Somi en broma y sus amigas comenzaron a reírse.
—Si, es una linda rubia un poco mayor que yo y es hermana de Sana. —dijo mordiendo su emparedado y les dio un guiño— Es muy sexy.
—Ya nos dimos cuenta ¿Es buena en la cama?
Sorprendentemente la del comentario fue de Somi.
—¡Somi! ¡Por Dios! —exclamó Dahyun, riéndose e interrumpiéndola, antes de que dijera lo que estaba pensando.
Las cuatro empezaron a reírse y Somi rodeó el cuello de Tzuyu con su brazo mientras se apoyaba en ella para evitar caerse.
Dahyun estaba con el rostro contra el hombro de Chaeyoung, riéndose también.
Escucharon un carraspeo a su izquierda y todas voltearon a ver de dónde provenía.
—Buenas, Kim. Veo que se divierten ¿Uh? —preguntó una Momo irritada, cruzándose de brazos mientras que Sana junto a ella también parecía un poco molesta.
De inmediato Dahyun se alejó un poco de Chaeyoung y miró a Momo con una sonrisa de adoración.
Tzuyu hizo lo propio y se separó de un salto de Somi, arrimándose lejos de ella en la silla y haciendo que sus amigas contuvieran una carcajada por su reacción.
Los ojos de Tzuyu estaban clavados en la pequeña rubia frente a ellas.
—¿Todo bien, Tzuyu? —preguntó Somi, burlona, observando como Sana parecía más relajada ahora.
—Yo... si ¡Claro! —respondió la rubia con la voz un poco aguda y cerró los ojos al ver como hasta Momo empezaba a reírse.
Sana se mordía el labio, intentando aguantar la sonrisa.
—La rarita haciendo cosas de raras ¿Cómo sigues de tu brazo?—preguntó Momo amablemente por primera vez en la vida de Tzuyu, la ojimarron la miró divertida.
«Con que intentaba ser amable por Dahyun ¿Ah?»
—Está perfecto. Gracias por preguntar, Momo— Dijo Tzuyu dándose cuenta que era la primera vez que la llamaba por su nombre.
La chica de ojos miel rodó los ojos ante la sonrisa burlona de las amigas de Dahyun.
Chaeyoung estaba ya roja de tanto reírse.
—¿Y que se les ofrece? —preguntó Somi, volviendo la vista de Momo a Dahyun.
La pelinegra se sonrojó.
—Bueno... —miraba a Dahyun, quien sonreía dulcemente a la animadora.
—¿Te encuentras bien? Pareces tener fiebre Momo. —apuntó Chaeyoung, todas hacían un gran esfuerzo por no reír cuando Momo enrojeció aun más.
—Estás roja, Momo—agregó Tzuyu y se mordió el labio, iba a explotar a carcajada limpia.
—¿No será que quieres hablar con Dahyun?—preguntó Somi alegremente, logrando que ahora su amiga también se sonrojara.
—Qué bueno que ahora se lleven taaaan bien. —enfatizó Tzuyu guiñándole a la pelinegra y Sana rodó los ojos.
—Ya bueno, Dahyun ¿Si podrías hablar un momento con Momo?—dijo la rubia, llegando al rescate de su amiga que parecía morir de vergüenza.
Momo asintió y miró a Sana como si fuera un ángel.
—Claro que si. Por supuesto, Momo-ah.... —respondió la rubia, feliz, levantándose, pero se encontró con los ojos divertidos de sus amigas. Se sentía nerviosa— ¿Qué... ?
—Nada, nada... —dijo Chaeyoung haciendo un gesto con la mano, pero seguía sonriendo.
—Vayan, nosotras estaremos bien. —dijo Somi, dandole un guiño nada disimulado a su amiga.
—Hasta luego....Momo-ah—suspiró falsamente Tzuyu, imitando la voz de Dahyun hace unos segundos y las dos chicas enrojecieron.
Empezaron a reírse todas y Momo no pudo más.
—Son unas inmaduras. —siseó completamente roja mientras tomaba a Dahyun de la mano y se la llevaba hasta la salida.
Tzuyu seguía riéndose cuando notó unos ojos marrones mirarla con reproche. Se calló de golpe, viendo a Sana con las manos en la cadera y el ceño fruncido.
—¿Qué sucede? —preguntó Tzuyu, tragándose un nudo en la garganta.
Sus amigas se callaron para ahora ver a esta pareja.
—No fue divertido, para nada. —dijo Sana retándola, y Somi soltó una risita, por lo que Sana llevó sus ojos a la canadiense.
—Descuida, Minatozaki. Ellas al menos están claras. —dijo dándole una mirada intencional, logrando hacer a la rubia sonrojarse.
—Su-supongo... —dijo un poco nerviosa y observó a Tzuyu, era turno de la canadiense para fastidiarla.
—Así que, Tzuyu ¿Cuándo nos ibas a contar que tenías novia? —preguntó Somi fingiendo normalidad y Tzuyu se coloró de pies a cabeza.
Tzuyu miró a Sana y los ojos chocolates la miraban con fuego.
Todas veían muy divertidas lo obvia que era Sana con sus celos.
—Ah ¿Si? —preguntó la rubia, intentando sonar desinteresada.
—Yo... No... Es... Mentira... Se refieren... Se refieren a Azumi... No es verdad. Fue para quitarme a Mark de encima —dijo aterrada mientras observaba a Sana.
La rubia parecía muy enojada, pero al ir escuchando a Tzuyu comenzó a recordar.
—¿Te refieres a aquella vez que mi hermana me fue a buscar? —preguntó y vio a Tzuyu asentir frenéticamente, y una pequeña sonrisa se posó en sus labios, pero al ver como las otras chicas la miraban con sonrisas cómplices se puso seria y se sonrojó— Bueno, no es que me importe. Puedes hacer lo que quieras con tu vida, Tzu... Chou.
—Si... igual no es mi novia —aseguró Tzuyu, rascándose la nuca.
—Yo... bueno, yo me voy. —dijo Sana, sin poder aguantar un segundo más los ojos burlones de las amigas de la ojimarron. Se dio la vuelta y se fue hasta su mesa.
—Eso... fue muy intenso. —comentó Somi cuando todas empezaron a reírse.
Tzuyu se hundió en su asiento, roja y molesta con sus amigas.
—Son en verdad unas inmaduras.
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