22
Septiembre. Inicio de clases.
Un largo verano, sesenta y dos días en la cuales se había divertido con sus amigas, y como no, Minatozaki Sana había irrumpido en sus pensamientos cada vez que podía.
Tzuyu había planeado olvidarla pero, ¿cómo hacerlo? Solo podía pensar en su beso, la atormentaba todo los días y en las noches soñaba con el sabor de sus labios.
Sus labios, su sabor, su tacto, todo seguía en su memoria y lo añoraba aun más, pero sus amigas siempre le recordaban que Sana tenía novio y que en todo caso, estaba jugando con ella.
Tzuyu sabía que tenían razón pero, la forma en que Sana la había besado, era diferente. Igual le alegraba que ahora su amiga Dahyun no pudiese reñirla, ya que ella también estaba colada por la capitana del grupo de las plásticas, Momo.
Cuando alguna de las dos caía en depresión siempre se consolaban entre ellas. Dahyun durante el verano lloró varias veces y pasó la noche en casa de Tzuyu, las dos juntas mirando películas románticas y comiendo helado mientras se abrazaban.
Tzuyu amaba a Dahyun y Dahyun a ella, sufrir de amor por unas idiotas había fortalecido aún más su amistad. Chaeyoung lamentaba el momento en que sus tres amigas cayeron rendidas por unos idiotas, Somi no podía parar de hablar de Jinyoung tampoco.
Estaban en el carro de Daniel, hablando tranquilamente, y listas para su primer día de clases.
Dahyun estaba nerviosa, pero tenía en claro que iba a ignorar rotundamente a Chaeyoung.
—Te apuesto que al final del día, está hablando con ella. —le dijo Somi a Chaeyoung y las dos apostaron.
—Pues perderán, no le voy a hablar. Está decidido, la superaré a como dé lugar. —dijo muy decidida desde el asiento trasero, junto a Tzuyu, Somi estaba de copiloto con su hermano.
—Descuida, chica. Cuando tú superes a Hirai, será el mismo día que Tzuyu deje de babear por Minatozaki. —dijo alegremente Daniel, causando las risas de su hermana y Chaeyoung, las otras dos no estaban muy felices.
Tzuyu bufó, frustrada. Ella también tenía su lucha interna, ya que después de dos meses del beso compartido con Sana, la iba a volver a ver.
Llegaron hasta el estacionamiento y se bajaron del coche. Dahyun dio un portazo, aún furiosa, mientras sus amigas se reían de su reacción.
—Vamos, Dubu. No te enojes. —le decía Chaeyoung colgándose de su cuello y Dahyun la ignoró.
—Chewy, ¿vamos entrando?—preguntó Dahyun a su amiga con una cálida sonrisa, ignorando por completo a Chaeyoung, quien chillaba.
—Claro. — respondió Tzuyu y los cinco comenzaron a caminar hasta la puerta.
Ahora, Tzuyu tenía dieciséis años y estaba lista para superar este año escolar, pero para lo que aún no estaba preparada, era para Sana. Y allí estaban.
—Mierda. —murmuró antes de detenerse a unos pasos de la entrada, Somi siguió sus ojos y también la vio.
—Tendrás que pasar a su lado todos modos. —le dijo en un susurro mientras los cinco veían a la rubia.
Junto a los mesones de piedra estaba el grupo de Sana, allí estaba ella, hablando con la chica de nombre Mina y se veía increíble.
Su cabello suelto y corto con algunos mechones oscuros, la piel un poco más oscura, unos jeans ajustados a los tobillos de color blanco y una blusa color turquesa manga larga que dejaba ver su abdomen. Sana sonreía alegremente y la cabeza de Tzuyu estuvo a segundos de sufrir un cortocircuito.
Estaba hermosa y sentía las piernas temblarle, la rubia hablaba con una amiga sentada en la mesa y parecía no haberla visto aún.
—Cierra la boca, que estas babeando. —se burló Chaeyoung mientras Somi y Daniel se reían.
—Cállense. —les dijo, molesta, viendo como Dahyun buscaba a alguien en el grupo, fue hasta donde ella y la tomó del brazo—No la busques, Dahyun. Es mejor evitarla.
—Aún no ha llegado. —suspiró un poco triste, para luego asentir— Vámonos, antes de que nos vean.
—¿Quién diría que las chicas estúpidas estuvieran tan buenas?—comentó Daniel y las cuatro lo miraron con reproche—Yo sólo decía.
Unos amigos llamaron al rubio y él se despidió antes de irse con ellos, volvieron a quedar las cuatro solas contra el mundo.
Tzuyu creyó que tendría una buena racha, si lograban entrar sin que las vieran, todo cambió cuando sintió un golpe en la cabeza. No fue un gran impacto, pero sí que le había dolido.
—¡Ouch!—dijo sobándose y en el piso había un balón de;fútbol americano, frunció el ceño.
—¿Estás bien, Tzuyu?—le preguntaron sus amigas un poco preocupadas, Tzuyu escuchó una voz familiar e irritante. No era una buena forma de iniciar el día.
—¡Oye, rarita, pásame el balón!—le gritó la asquerosa voz de Mark. Estaba riéndose con sus amigos y vestía su chaqueta de fútbol, mostraba una mueca burlona mientras que hacía señas para recibir el balón, Tzuyu lo miró con unos ojos asesinos.
—¡Vamos, no es para todo el día!—le gritó.
—Tzuyu, no tienes que hacerlo—dijo Chaeyoung preocupada, pero esta negó.
Recogió el balón y observó a Mark, le estaba haciendo señas para que se acercara y Tzuyu fue hasta el pequeño grupo, seguida de sus amigas. Estaba nerviosa ya que todos la miraban, vestía unos pequeños shorts de jean color negro y una blusa blanca que dejaba expuestos sus pálidos hombros, no estaba nada mal. A diferencia de los años anteriores, en vacaciones había decidido dar un cambio a su forma de vestir y arreglarse. Por ello ahora se había tomado un poco más de tiempo frente al espejo para aplicarse algo de mascara de pestañas resaltado su mirada color chocolate y adornando sus labios con labial rojo. Se sentía segura.
Al llegar, Mark se cruzó de brazos y la repasó de pies a cabeza.
—Parece que las vacaciones no te cayeron nada mal Chou, pero sigues siendo una rarita. —dijo despectivamente y Tzuyu gruñó, lanzándole el balón a su estómago. Él la recibió un poco sorpresivo, pero la agarró a tiempo— Buen lanzamiento.
Tzuyu lo observó frunciendo el ceño y Mark se río de ella.
—Mientras más hagas eso, más arrugada te pondrás. —se mofó Mark e intentó rodear la cintura de Sana con su brazo, pero la rubia ni se percató de aquella acción, sus ojos chocolate estaban clavados en Tzuyu observándola a detalle.
Tzuyu al fin la observó y casi se río ante la escena. Mark le hablaba al oído a su novia y ella lo ignoraba por completo mientras veía a Tzuyu fijamente.
El rostro de Sana se veía completamente ruborizado y sus labios estaban entreabiertos, Tzuyu duró un buen rato devolviéndole la mirada y le sorprendió ver que, en realidad, Sana parecía nerviosa.
—¿Qué miras tanto, rarita?—le preguntó un Mark molesto, percatándose del rostro colorado de su novia, intentó cubrirla.
—¿Yo? Nada. —dijo Tzuyu sarcásticamente, mientras una sonrisa se le formaba lentamente en sus labios.
Fue increíble, incluso más para Chaeyoung, pero las tres amigas de Tzuyu miraron fascinadas como Sana soltaba un profundo suspiro y seguidamente se le formaba una sonrisa estúpida en sus labios, mientras veía a la ojimarron.
No era la misma sonrisa hipócrita de siempre, parecía una risueña de esas que sólo se ven en las niñitas enamoradas de su cantante favorito.
Tzuyu también se sorprendió al ver a Sana sonriéndole de ese modo, Mark se dio cuenta de ese detalle y tomó el rostro de Sana, acercándolo al suyo y murmurando unas cosas que la rubia sólo lograba asentir con la cabeza, ya que parecía estar en las nubes.
—Joder. —murmuró Somi, aún más contenta de lo que debería y tomó a Tzuyu de la mano, antes de arrastrarla junto con las otras chicas al edificio.
Las cuatro entraron al pasillo aun muy aceleradas, el corazón de Tzuyu latía felizmente en su pecho y sentía que la sonrisa le iba a partir el rostro.
—Por Dios, ¿vieron lo mismo que yo vi?—preguntó Somi, observando a sus tres amigas y más a Tzuyu, quien mostraba una cara embobada de amor.
—Yo creo, ¿tal vez fue una alucinación?—preguntó Chaeyoung, un poco dudosa, pero Dahyun abrió los ojos y levantó los brazos, agitándolos.
—¡Yo si lo vi! Sana miraba a Tzuyu, con la misma cara tonta con la que Tzuyu la mira a ella. —dijo muy ansiosa, tomando a la ojimarron de los hombros—¿Qué crees que signifique eso, Chewy? ¿Está en sus días? ¿Tomará drogas?
Tzuyu miró a su amiga y quiso verbalizar lo que pensaba, pero en realidad ella no sabía que creer, así que se encogió de hombros. —No sé, tal vez le pareció graciosa mi cara. —dijo con una sonrisa y Somi también le sonrió.
—¡Algo está tramando! Debe ser eso, esa perra... —comenzó Chaeyoung pero Tzuyu frunció el ceño.
—No le digas así. —la retó Tzuyu y Chaeyoung apretó los labios, rodando los ojos.
—Esa niñita nunca te ha visto de esa manera y de un momento a otro actúa así ¿Tendrá fiebre?—preguntó, un poco horrorizada.
—¿O estará enamorada de Tzuyu, también?—propuso Somi levemente divertida y las tres la miraron como si fuera de color azul— ¿Qué?¿Acaso no puede?
—Estás loca.
—Nunca en su vida.
—Es la reina de la heterosexualidad. —finalizó Tzuyu, soltando un suspiro—¿O no ves cómo se come a su novio?
—Pero, por algo te besó ¿verdad? —preguntó la rubia, haciendo dudar a las tres chicas, y Tzuyu fue la primera en ser sensata.
—Todas las chicas en algún momento quieren experimentar, y ahora ella podrá decir que besó a una chica, alguna vez en su vida. —dijo Tzuyu muy convencida de su teoría y sus amigas la miraron con tristeza Descuiden, no me importa.
—Aww, te amo Chewy —le dijo Dahyun abrazándola y sus otras dos amigas también lo hicieron.
—Nosotras también te amamos. —dijeron sus dos amigas y Tzuyu sonrió.
—Yo también las amo, chicas. Ahora, vamos a clases. —dijo aun sin soltarse del abrazo mientras las cuatro caminaban juntas, tropezando torpemente, y se reían.
Somi aún no podía creer que sus amigas fueran tan ciegas. Sana, aunque fuera mucho mejor enmascarando sus sentimientos, era muy obvia para ella y desde el año pasado.
Pero era mejor no decir nada y dejar las cosas avanzar a su paso.
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