—Hillary —chequeo los dedos
Minsy—. Me estás escuchando o no.

Miré por un momento como Minsy se acomodaba su cabello para llevar sus dos manos a sus caderas poniéndome mala cara.

—¡Hillary! —Exclamó cruzandose de brazos—.

—Qué —le dije—. No ves que estoy copiando la pizarra ya que este profesor dejó mucho que copiar —la miré mientras desviaba la mirada para mirar el
pizarrón—.

Minsy asistió con  la cabeza mordiéndose los labios para luego salir del salón corriendo.

«Ay no la cagué de nuevo, bravo Hillary por no escuchar a tu mejor amiga»

—Minsy —Exclamé corriendo detrás de ella pero la perdí de vista por la multitud de gente que caminaba por los pasillos.

Regresé al salón para tomar mis cosas e irme, mientras buscaba con la mirada a Minsy, noté que alguien sobresaltó sobre mis hombros.

—Ey

Era Nash Breckey, mí mejor amigo,  él tenía su cabello desordenado pero algo rubio, sus ojos verdes brillantes como el tono de una manzana verde, y su piel bronceada al igual sus labios carnosos.

Pero era uno más como todos los varones Inmaduros e inútiles.

—Dime Nash, estoy algo ocupada —le dije sin quitar la mirada y pasar entre la multitud de estudiantes—. No tengo mucho tiempo.

—Si busca a Minsy, la vi en la biblioteca—me dijo susurrando. A parte... Me enteré que se pelearon o algo así —me dijo en un tono burlón.

Me destuve por un segundo, para girarme dónde estaba Nash, para no quedar como una tonta.

—Y tú que sabes eres un idiota  —lo
desafíe—. Mientras me fulminó la mirada en tono burlesca.

—Ay ya sabes cómo es aquí medios chismosos y me dejó llevar por los comentarios —me dijo secamente—.

Corrí hasta hasta el final del pasillo ignorando lo que me dijo Nash.