«Capítulo 10»
Keith solo hizo casó para en un comienzo lamer el miembro desde las bolas hasta la punta, cuando tuvo suficiente saliva, besó la punta sintiendo como su cuerpo actuó por si solo empezando a chupar el miembro hasta la mitad.
— Jeh, parece que necesitas mi ayuda — Dijo el demonio jadeando de placer.
Keith sintió como le empujaban detrás de su cabeza haciendo un vaiven que en un principio era lento hasta que de apoco fue aumentando la velocidad, el demonio no paraba de jadear por la excitación del momento. Hasta que finalmente llegará al clímax en la garganta del menor, Keith no tuvo de otra más que tragar el caliente y lechoso líquido, cuando sintió que el miembro del mayor salió de su boca pensó que había terminado, pero no, eso era el comienzo.
Sintió como le quitaba el pantalón y boxer dejando el miembro recto del menor la descubierto, el mayor lo acorralo colocando su miembro junto al del menor, para luego con su mano libre empezar a masturbar a ambos, Keith se tuvo que tapar la boca por obra de los gemidos y jadeos.
— ¿P- Puedes ir m- más rápido? — Pidió aguantando los jadeos y gemidos.
— Parece que lo empiezas a disfrutar — Respondió de forma coqueta el demonio haciendo su petición.
Keith sentía que le dolía por la acción de la masturbación, aún que no quería parar por qué se sentía muy bien, hasta que sintió un escalofrío correr por su espalda.
— Creo que... ¡¡¡Me corro!!! — Casi grita sintiendo su líquido caliente.
El demonio aprovecho eso, empezando a quitarle los pantalones dejando expuesta las piernas de Keith, quién las cerró nervioso.
— Abre las piernas... — Le ordenó el demonio de forma suave.
— E- Esta bien — Soltó nervioso Keith abriendo las piernas.
El demonio usando el semen como lubricante, empezó a preparar a Keith para lo siguiente, comenzando con el primer dedo.
— Hay~ — Se quejó Keith por el dolor que estaba sintiendo.
Logró sentir como el demonio movía su dedo en círculos en su interior, hasta que ya dejó de sentir el dolor, el demonio metió el segundo dedo para hacer el movimiento de tijeras escuchando unas quejas de su contrario y uno que otro gemido. Cuando sintió que Keith ya se estaba acostumbrando, metió el tercer dedo simulando las embestidas, obviamente Keith empezó a gemir, se notaba que hacía el intento de ser silencioso, aún que no lo lograba.
— Me duele... Para — Pedía con ganas de que el demonio parará pero ese no se detuvo.
Solo tuvo que continuar por unos minutos hasta que el menor empezó a moverse para sentirlo más profundo.
— Muy bien... — Dijo el demonio para luego tomar las piernas de Keith manteniendo a estás abiertas.
- ¿Puedes ir con cuidado? - Pidió nervioso Keith.
El demonio por la razón de que estaba de buen humor, accedió a ser gentil con su víctima, entrando lentamente, con cuidado de no lastimarlo pudo oír los quejidos de dolor provenientes del menor.
— P- Pará, es doloroso — Pidió con lágrimas el menor, esa imagen exitaba al demonio.
— Perdón, pero... — Empezó a entrar más rápido en el interior, hasta sentir el punto dulce — Tu interior es muy suave y caliente — Agregó.
— Ah~ — Dejó salir el menor, hasta logró sentir unas embestidas lentas e profundas.
La velocidad comenzó a subir, el demonio se volvía loco con ese punto tan sensible de su víctima, que empezó a llorar por el dolor, soltando gemidos, el demonio sintio algo liquido pero no le importo, era la sangre del menor. Mientras más tiempo pasaban, la cordura del menor empezaba a disminuir, se podría decir que le empezó a gustar el dolor, sintiéndose algo masoquista.
— Al demonio, se siente bien — Soltó Keith mientras abrazaba la cintura del demonio con sus piernas, eso sorprendido al demonio.
Continuaron con las embestidas, el menor quería que el demonio lo besara pero este cambio la posición evitando éso, Keith ahora estaba pegado en la pared sintiendo como las embestías cada vez se volvían más fuerte, hasta llegar el climax.
— Mi- Mierda, quiero más — Pedía el menor, el demonio aún no se veía pero como su víctima le empezó a disminuir la cordura, decidió cambiar nuevamente la posición.
— Así sin duda te daré más — Dijo mientras miraba al menor sobre él.
Keith empezó a hacer unos saltones con ayuda del demonio, al igual que sentía unas pequeñas embestidas, eso hizo que el menor perdiera más la cordura, empezando a moverse más rápido. Hasta que simplemente llegó el momento, el demonio llegó al clímax dentro del menor, quién al sentir ese líquido en su interior recuperó la cordura.
Ambos se separaron, Keith estaba acostado en el suelo dejando que los fluidos salieran de él, mientras que el demonio cayó dormido dentro del cuerpo de Pico que despertó confundido, no sabía que pasaba y miró hacía un lado preguntándose que había pasado, ya que solo recordada ir a clases y salir detras de Keith. Recordó lo que pasó la noche anterior, pero cuando iba a hacer más memoria, escuchó un gemido suave y cansado.
— ¿Eh? — Soltó para ver una escena que hizo que se pusiera nervioso.
Miraba a Keith, con solo una camisa cubriéndolo, con un charco de semen salir de su entrada además de que estaba sudado y agotado. Pico solo lo miró tragando saliva, hasta que decidió simplemente hacerlo, le tomó las piernas a Keith mientras le sonreía, Keith obviamente se puso rojo al verlo.
Una segunda ronda empezó, Pico entró de una escotada para escuchar un gemido, sintio cómo Keith le abrazo la cintura para sentirlo más profundo, Pico no pudo evitar sentirse en el paraíso.
* ·•· * ·•· * ·•· * ·•· * ·•· *
Luego de unas horas, Pico se encargó de limpiar e vestir a Keith que solo estaba completamente sorprendido por lo que había sucedido, el y Pico lo habían hecho en la escuela en la sala de limpieza, ni se lo podía creer, lo único que lo sacó de sus pensamientos fue un beso en la frente.
— ¿Te ayudo a caminar? — Pregunto Pico con una sonrisa.
Keith quería negarse, sin embargo, le dolía mucho la cintura y sus piernas no habían dejado de temblar.
— Eh, si — Dicho esto, Pico lo ayudó a levantarse y lo guío hasta la salida.
Pico sabía que los profesores de la última clase y el conserje no habían dió, pues la profesora de la clase se los había avisado.
No puedo creerlo, lo hice con Pico. ¿Eso significa que quiere algo más serío conmigo? ¿O simplemente fue el momento? Díos, esto es confuso, ¿Que somos ahora? Pensaba muy rojo Keith con la cara bastante roja.
Joder, quiero repetirlo Gritaba mentalmente Pico demasiado emocionado. Luego de salir de la escuela, Pico notó que tenía 7 llamadas perdidas junto a 13 mensajes de texto de Piconjo, supongo que por lo que hacían no pudo notar las llamadas junto a los mensajes. Los dos estuvieron en silencio por todo el rato, pues ninguno de los dos podía creer lo que habían hecho, uno de ellos estaba feliz y otro estaba haciendo una biblia de preguntas.
Tanto fue el silencio que no se dieron cuenta de que llegaron a casa de Pico, allí Keith decidió romper el hielo.
— ¿Entonces, que somos? — Pregunto nervioso.
— ¿No es obvio? — Le pregunto de forma burlona para acercar a Keith hacía él — ¿Te gustaría ser mi novio?
Keith sintió tantas emociones que decidió besar a Pico, quién correspondió, ningúno de los dos se daba cuenta como la sombra de Pico se iba por la sombra de otras cosas, mientras el símbolo detras de su cuello desaparecía, los chicos se separaron para recuperar aire.
— ¿Entonces, eso es un si? — Le pregunto Pico con una sonrisa embobada.
Keith solo asintió con una sonrisa. Eso sin duda dejó más alegre a Pico que solo volvió a besar a su contrario con mucha felicidad.
* ·•· * ·•· * ·•· * ·•· * ·•· *
En la casa de Piconjo, este notó un comportamiento decaído de Evil, solo que decidió no entrometerse, mientras que Evil, no paraba de pensar en su jefe y sus otros compañeros demonios, el pensamiento de irse dejando solo a Piconjo lo entristecía cada vez más. Ahora estaban durmiendo juntos solo que Evil sintió mucho frío, se acercó a Piconjo quién estaba despierto, ya que tampoco podía dormir.
— Piconjo — Lo llamó.
— Dime... — Dijo mirando al demonio de su lado.
— ¿Puedo abrazarte mientras duermo? — Le preguntó.
— Que gay — Le respondió.
Evil solo le dió la espalda e intento dormir, pero sentía mucho frío, al rendirse a encontrar una posición cálida, sintió como Piconjo lo abrazaba por la espalda.
— Gracias... — Le dijo Evil, la primera vez que lo decía con cariño, Piconjo lo miró y después cuando iba cerrando sus ojos se dijo mentalmente.
Creo que yo, soy el gay Pensó con admitiendo burlonamente para luego cerrar los ojos y dormir.
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