"Y en otras noticias, la intensa búsqueda sobre la desaparición del universitario Kim Taehyung, sigue en pie. Los oficiales han aunmentado la cantidad de agentes y el rango de kilómetros. Las sospechas de que una secta lo haya raptado aún no se ha descartado, luego de que su amigo y compañero haya testificado que encontró cera de velas rojas en su ho..."

Jimin apagó la televisión mientras se agarraba la cabeza, el mareo que lo había atacado se volvió más intenso y se refugió en los brazos de su novio que lo miraba con preocupación. Hacía días que no dormía bien y estaba haciendo todo lo posible en participar en los grupos de búsqueda que se habían formado, pero luego de tantas semanas, nada se sabía. Los oficiales habían encontrado una máscara blanca a veinte calles de su hogar y unos metros más allá un extraño disfraz de color marrón. La preocupación de qué algo había sucedido fue grande cuando notaron manchas de sangre seca esparcidas por el asfalto en dirección hacia el bosque, pero nuevamente en el rastrillaje no habían encontrado absolutamente nada.

—No sé si esto está funcionando, Nam—Murmuró Jimin mientras miraba a su novio, sintiendo la calidez que le brindaba cada vez que acariciaba su brazo de arriba abajo—. Yo... creo que realmente a él le sucedió algo, pero no tiene nada que ver con asesinos en serie o esas mierdas. Las cosas que él hacía cuando estaba solo, nunca eran buenas.

Se mordió el labio inferior. Cuando había llegado luego del viaje que había hecho con su novio, no sospechó absolutamente nada. La puerta se encontraba con llave y los perros en el patio, había gritado el nombre de Taehyung, pero cuando no respondió él creyó que había salido de fiesta. Entonces, lo notó de inmediato, la densa energía que había en su hogar le hizo tener un horrible dolor de cabeza de inmediato y cuanto más se acercaba a la sala de estar, el dolor parecía aumentar. Encontró la velas rojas derretidas y supo que su amigo la noche del 31 de octubre, no le había prestado ni un poco de atención. Las mascotas lo recibieron con mucha alegría a pesar de que parecían estar atentos a algo en el segundo piso. Esa madrugada no pudo dormir y a pesar de que intentaba comunicarse con Taehyung, no obtuvo ninguna respuesta. Hizo la denuncia a la mañana siguiente y como ya llevaba varios días desaparecido, la policía no dudó en comenzar a buscar información sobre el muchacho.

Y todo lo llevaba a ese lugar nuevamente, no habían encontrado nada más que pistas incoherentes que parecían simplemente despitarlos.

— ¿Crees que él se ha metido en algo raro?—Preguntó Namjoon, lo miró a los ojos unos segundos antes de suspirar. Estaba un poco escéptico desde que había pasado todo y lo que Jimin le decía, no lo llegaba a convencer del todo, pero él no negaba que su novio llegaba a tener una especie de sexto sentido algo extraño—. No puedo entenderlo—Murmuró.

—Yo... desde que ha pasado, cada vez que vienes ¿no te sientes cansado, con dolor de cabeza o incluso molesto?

—Bueno, sí. Desde que pasó mi cabeza duele apenas pongo un pie aquí adentro y me causa mucho sueño estar menos de 5 minutos.

—Aún sigue habiendo mala energía en este lugar y se concentra más en el segundo piso. Jaws y Rocky ni siquiera pueden subir porque gruñen hacia la puerta de la habitación vacía. Entré, miles de veces, pero el lugar sigue estando vacío, pero en verdad no puedo pasar mucho tiempo ahí dentro.

— ¿Debemos... de llamar a alguien?

—No lo sé, siento que si paso un día más aquí me volveré loco—Se agarró la cabeza porque nuevamente había comenzado a doler, los pensamientos parecían correr a una velocidad que lo tenía apretando sus puños. Dormir, se había vuelto imposible y no solo por la preocupación que lo corría sino que, las pesadillas eran insoportables y siempre lo despertaban a las 3 de la mañana bañado en sudor y con la respiración errática, el miedo colándose debajo de su piel y la mirada de alguien sobre su persona.

Sus pesadillas se trataban de solo una persona y esa era Kim Taehyung, su mejor amigo, su alma gemela. Taehyung corriendo en un lugar lleno de neblina y oscuridad infinita, llorando y pidiendo ayuda. Taehyung caminando por un lugar lleno de tierra con montañas rocosas que olían a azufre y muerte, alguien lo esperaba al final del camino, pero Jimin nunca había podido verle el rostro, se mantenía tapado con una túnica marrón que llegaba hasta el suelo y tenía una capucha lo suficientemente ancha como para tapar lo necesario. La peor pesadilla que había tenido hasta ahora, era la de la policía llamando a su puerta para que fuera a reconocer un cuerpo que habían encontrado en el centro del bosque al lado de un arroyo, con el rostro irreconocible y múltiples heridas en el cuerpo, Jimin podía reconocerlo gracias al tatuaje que Taehyung tenía en su cadera.

El aroma en el lugar se hizo denso y mientras que Namjoon hacía todo lo posible para no removerse incómodo en su lugar, toda la sala se lleno de olor a azufre. Jimin se alarmó porque su corazón comenzó a latir con fuerza en su pecho y los perros desde el patio ladraban a nada en particular.

—Agarra unas pocas cosas, Minie. Les pondré la correa a Jaws y Rocky, iremos a mi casa. Pasaremos un tiempo ahí, hasta que las cosas aquí se tranquilicen un poco—Su novio asintió y corrió hacia la habitación de abajo, en donde se había mudado temporalmente porque no podía estar en el piso de arriba.

Namjoon abrió el ventanal para que ingresaran los perros, pero estos pasaron por su lado como un rayo demasiados alterados para pararse a ver que él tenía ambas correas en su mano. Jaws subió escaleras arriba con esa energía derrumbadora que siempre tenía, Rocky en cambio se quedó abajo, ladrando con fuerza y mostrando los dientes, gruñendo demencialmente mientras Nam por su parte hacía todo lo posible para no tenerle miedo. El quejo de Jaws retumbó en toda la casa mientras bajaba las escaleras con miedo.

—Jimin—Llamó cuando logró tranquilizar a Jaws y Rocky. Su novio lo miró notando como el miedo brillaba en sus ojos—, creo que Taehyung no fue secuestrado por ninguna secta, él ha contactado algo más allá de nuestros conocimientos.

Porque Namjoon no era idiota y sabía muy bien lo que significaba comenzar a sentir el aroma del azufre.

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La penumbra opacaba las paredes del lugar, habían velas encendidas, pero no eran un buen elemento para alumbrar la estancia como se debía. Una alfombra de color rojo sangre adornaba el lugar hasta el centro, donde un trono hecho de oro y joyas se ubicaba. Taehyung estaba de rodillas con las manos detrás de su espalda, apresando sus muñecas con unos grilletes antiguos que le hacían doler la piel, su vista estaba pegada en el suelo porque aún su cerebro no podía decodificar la información que le era recibida con normalidad. Él sabía que algo malo estaba sucediendo y que todo había sido por su culpa más se mantenía demasiado...  neutro.

Con una pierna cruzada encima de la otra y sentado en el cómodo asiento del trono, estaba quien había obtenido su alma. Sus ojos rojos lo observaban aburridos, pero la sonrisa llena de burla que tenía en sus labios le decían todo lo contrario.

—Te equivocaste—Dijo, su fuerte voz retumbando en todo el lugar. Taehyung levantó la mirada y ahora parecía tan vacía—, y mucho. Me conocen como Balberith y soy uno de los más poderosos de este lugar—Llevaba puesto una camisa de seda color blanca, unos pantalones negros y una corona de oro.

—Y–Yo... no creí que fuera verdad—Murmuró, parecía como sino tuviera energía para nada. Se mantenía en esa posición desde que habían atravesado el portal y en ningún momento había luchado para sacarse los grilletes.

—Niño tonto—Dijo con la burla filtrándose en su tono de voz. Tae no supo en qué momento llegó hasta él, pero estaba en su costado derecho, susurrandole al oído. Podía sentir el aroma a sangre, pero debajo de eso había otro aroma más delicioso que parecía deleitar sus fosas nasales—. Fuiste un espectáculo por muchos meses aquí abajo—Murmuró caminando a su alrededor, sus ojos brillando con ese escarlata tan atrayente—, hacer todas las cosas que haz hecho, ningún humano tuvo el atrevimiento de hacerlo, nunca. Pero tú... siempre querías llevarlo a más, entonces manipulé algunas cosas para que tu alma fuera mía y mira dónde estás. Mira tu dedo y sabrás lo que te deparará el futuro porque cuando eché un vistazo al tuyo... solo vi oscuridad, ciervo.

Los grilletes desaparecieron como si hubieran hecho puff, cuando pudo ver sus muñecas noto la sangre seca y como dolían, lo hinchada que habían dejado su piel por estar tan apretadas. Observó la parte superior de sus manos, observandolas con atención hasta que su mirada se ubicó en su dedo anular y se tragó el grito de sorpresa que quiso escapar de su boca. Una pequeña serpiente de color negro y orbes verdes parecía enroscarse en su dedo, pero no se movía y tampoco era un anillo en sí, parecía un tatuaje que sobresalía e incluso si lo tocaba podía sentir el relieve y la textura que tenía.

—Lindo, ¿no?—Nuevamente le susurró en el oído, una voz suave y calma, ronca y seductora—. Tu alma es mía. Tú eres mío.

Escuchó un aullido venir de alguna parte y el sudor frío comenzó a caer por su columna vertebral. Fuera, se escuchaban como cientos de galopeos venían en esa dirección, gritos de desesperación y risas malévolas lo congelaron en su lugar. Las manos comenzaron a temblar y hasta ese momento no había caído en la realidad que su vida a partir de ahora se convertiría. El dueño de su alma seguía caminando a su alrededor, murmurando algunas cosas que no podía entender, pero en ningún momento se detuvo a mirarlo. Las grandes puertas fueron empujadas con fuerza y un joven las atravesó.

—Lord Berith—Dijo él, colocó una de sus rodillas en el suelo mientras le demostraba el respeto que tenía hacía él. Agachó la cabeza, su cabello rubio cayendo y tapando gran parte de su rostro—, le traigo noticias de los contratos que se han hecho hoy. El rey lo necesita en su palacio—Cuando levantó su cabeza, su mirada se encontró con la de Taehyung y él no supo por qué sus ojos brillaban de esa manera, de un color amarillo sumamente intenso—. ¿Este humano será su consorte?—Preguntó con interés.

—Así lo será. Tiene mi marca y nadie tiene permitido acercarse a él. Dile al rey que llegaré un poco tarde, pero estaré ahí.

—Bien, Lord Berith. Lamento haberlo interrumpido, me retiraré ahora.

El muchacho se fue y Taehyung no supo cómo sentirse. ¿No podría pedir ayuda nadie, no es así?

—No hay nadie en este maldito lugar que quiera ayudarte. Levántate—Pidió con una voz tan suave que Tae solo pudo mirarlo—. He dicho que te levantes—Él lo hizo, luego de ver como sus ojos refulgian y le hacían temblar todo el cuerpo.

Lo notó un tiempo después, dándose cuenta que el terror que había sentido volvía en grandes olas a su cuerpo. Aún podía escuchar con claridad como es que habían imitado a su madre, a su hermana, a su padre muerto e incluso la forma en la que se escuchaba huesos romperse, piel rasgarse y como masticaban algo con fiereza. Pero eso, no era diferente de acá, mientras lo guiaba por el extenso lugar que no podía denominar como una mansión o un palacio, fuera podía escuchar gritos de mujeres y niños, risas que parecían burlarse de los llantos y golpeteo incesante como si estuvieran clavando algo.

Los escalones negros le daban la sensación de que estaban hechos con obsidiana negra pulida mientras que los laterales de las escaleras estaban realizados con calaveras y huesos humanos que lograron que Taehyung cayera de rodillas en los primeros escalones. Las lágrimas comenzaron a acumularse en sus ojos mientras negaba con la cabeza.

—No puedo. No puedo hacerlo—Murmuraba en repetidas ocasiones y Balberith solo pudo observarlo con una mirada preocupada totalmente fingida. Se acercó a él y lo tomó del cuello, levantandolo por los aires mientras sus uñas en puntad parecían clavarse a los costados de su garganta.

— ¿No podrás hacerlo? ¿No podrás ser mi consorte? ¿Entonces qué debería de hacer? ¿Matarte? ¿Entregarte a una de mis legiones y que ellos hagan contigo lo que quieran?—Preguntó, mirándolo muy fijamente mientras esperaba una respuesta. Era sabido que Balberith contaba con más de doscientas legiones a su favor y que era uno de los príncipes más poderosos—. Si quieres, puedo entregarte a Lucifer y que decida qué hará con tu vida. No eres el único que llamó mi atención, Taehyung—Aflojó su agarre mientras lo bajaba nuevamente a los escalones.

Trató de respirar todo lo que el otro le permitió porque en ocasiones volvía a hacer su agarre más  fuerte, contándole la respiración por completo y logrando que sus ojos se llenaran de aún más lágrimas. Su cerebro atontado por culpa de la falta de oxígeno, le hacía ver cosas que tal vez no estaban ahí, pero por un momento juró ver ojos oscuros fijarse por todo su rostro.

—L–Lo haré—Dijo él y entonces Balberith lo soltó. Cayó al suelo golpeando sus rodillas contra el borde de uno de los escalones y cuando creyó que iba a caer de espaldas, una mano lo suficientemente fuerte lo tomó.

—Eres torpe, humano—Soltó cuando se incorporó—. Sígueme o podrías perderte y caer en manos de alguien más.

Cuando llegaron a la cima de las escaleras, lo condujo a un pasillo en donde habían cuadros terroríficos que parecían seguirlos con la mirada. Miradas asombradas, miradas envidiosas, miradas llenas de ira y una voz que susurró: "Cuando se aburra de ti, hará un cuadro con tu piel y te retratara de la forma que más le guste."

Llegaron a una habitación, no podía distinguir el color de la puerta por la oscuridad que había en esa parte del lugar. Balberith empujó las puertas y la iluminación dentro era mucho mejor que en la parte de abajo, podía distinguir muchas cosas y por lo que podía ver los colores rojos (en sus tonos más oscuros) hacían una combinación con el negro.

—Nosotros no necesitamos dormir, pero tú eres humano y a partir de ahora debo de acostumbrarme a tu presencia—Se acercó a un armario que se encontraba incrustado contra la pared sacando varias prendas y accesorios que Taehyung trató de ver a través de la cortina de lágrimas—. Serás mi consorte así que será mejor que te vistas como uno y obedezcas las veces que te dé una orden—Se acercó hasta el muchacho y acarició su rostro, desde su mejilla hasta su marcada mandíbula. Se inclinó y rozó sus fríos labios contra su mejilla antes de con voz seductora decir en su oído—: Obedecerás todo porque soy tu amo y señor. Debo salir a hablar con el rey, cuando vuelva quiero verte ya vestido.

—S–Sí—Susurró demasiado hastiado, las lágrimas seguían cayendo.

— ¿Sí qué?

—Sí, amo—Dijo más firme y el otro sonrió dejando a la vista los dientes afilado que tenía.

—Buen chico.

Las puertas se cerraron de golpe asustando a Taehyung quien solo pudo deslizarse por el lateral de la cama mientras el llanto comenzaba a hacerse insoportable. Solo quería volver el tiempo atrás y estar en ese momento abrazado a Jimin.

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El momento que Jimin había estado esperando, sucedió casi un mes después. Mientras preparaba los papeles para poner la casa en venta, la puerta se abrió y creyendo que era Namjoon se dio vuelta para recibirlo con una gran sonrisa, pero cuando notó quien era se borró por completo y las lágrimas comenzaron a caer con fuerza. Luego de no haber encontrado nada, el caso se había cerrado alegando que Tae había escapado de la ciudad y tal vez el país, pero Jimin nunca lo creyó de esa forma y siempre supo que había sucedido algo más.

Las cosas que tenía en una de sus manos cayeron al suelo y él corrió al encuentro con su mejor amigo, su alma gemela. Abrazó a Tae y él correspondió a su abrazo, pero había algo distinto porque el cuerpo del muchacho estaba helado a pesar de que la temperada estaba arriba de los treinta y dos grados.

—Jimin—Murmuró él mientras era guiado por el nombrado hasta el sofá—, lamento mucho desaparecerme de esa forma. Conocí a alguien y bueno, estuvimos recorriendo el país—El más bajito frunció el ceño porque realmente no creía en esa excusa que le estaba ofreciendo. Si fue así como él decía, ¿no había visto las noticias? ¿No pudo ver su rostro pegado en distintas partes del país ofreciendo una recompensa por saber de su paradero?

Jimin lo dejó pasar mientras le ofrecía algo para tomar y comer. Había notado lo delgado que estaba y en como su rostro estaba pálido y ojeroso. Las sospechas se dispararon y las alarmas rojas se encendieron en su cerebro. ¿Tal vez había sido un secuestro? ¿Su captor lo había dejado libre? Porque eso de conocer a alguien e irse a recorrer el país sin nada más que la ropa que llevaba puesta realmente no lo creía. Hablaron un poco, informándose de todo lo sucedido y el como la ciudad se había vuelto un caos intentando encontrarlo.

Las semanas pasaron y todo parecía haber vuelto un poco a la normalidad, simplemente Namjoon había notado algo extraño en la casa y también, en Jimin. El aroma a azufre parecía hacerse cada vez más intenso y el comportamiento que su novio tenía era algo sumamente extraño, pero no había dicho nada por mucho tiempo. Rocky y Jaws tampoco estaban muy tranquilos, él había creído que habían encontrado un poco de paz, pero las cosas habían parecido retroceder con demasiada frecuencia e intensidad.

Estaba esperando a Jimin en la cocina mientras las mascotas deboraban la comida que les había puesto en sus platos y cuando su novio bajó con una linda sonrisa en su rostro, él lo cuestionó—: ¿Ya podemos irnos?

—Claro, solo espera a que baje Tae—Nam mordió su labio inferior y se dio cuenta de lo que sucedía. Tal vez algo en su cerebro se había roto.

—Jimin—Empezó con voz cautelosa.

— ¿Qué sucede, cariño?—Preguntó él mientras se servía un vaso con agua.

—No estoy seguro de que Tae baje.

Dentro de la misma casa, parados en la sala de estar y observando a la pareja, Taehyung se encontraba junto a Balberith. Siendo dos presencias que realmente no saltaban a la vista de nadie, pero quienes tenían sus sentidos más agudizados podían presenciarlas y diferenciarlas a la perfección. El aroma de Tae había calmado a ambos perros, por esa razón estaban tan tranquilos comiendo su alimento.

—La cabeza de los humanos es sorprendente—Murmuró Balberith detrás de Taehyung. Colocó su nariz en la parte superior del humano y olisqueó su cabello, ahora rubio. Llevaba una camisa de tela transparente y suave con mangas anchas al final y volados en la parte del pecho, un corte en v que llegaba hasta arriba de su ombligo, pantalones negros y joyerías que Balberith le había obsequiado—. Mira como todos estos meses le hice creer a tu amigo que en realidad estaba viéndote cuando nunca fue de esa forma. Estaba tan feliz de haberte encontrado que ni siquiera notó como su sensible sentido y el aroma a azufre, le indicaban que algo malo estaba sucediendo. Él no prestó atención a nada y siguió con su vida normalmente.

— ¿Podemos irnos, señor?

—Oh no, mi príncipe. Quedémonos unos minutos más.

Namjoon acarició el brazo de Jimin mientras lo observaba fijamente, demasiado asustado de su reacción.

— ¿Quieres que lo haga blasfemar y que lastime a su tierno novio?—Balberith era el único que podía hacer eso.

—No, mi señor. Por favor, se lo ruego.

—Lo que tú quieras, mi príncipe.

—Jimin—Nuevamente dijo—, Tae no está más entre nosotros—Soltó una risa, esperando que Namjoon riera con él.

— ¿Qué dices? Taehyung está en su habitación, en unos minutos él vendrá aquí y podremos irnos.

—No, Jimin.

— ¿No qué, Namjoon? ¡¿Qué estás queriéndome decir?!

—Jimin, a Tae lo encontraron hace tres meses muerto. Tú fuiste a reconocerlo, lo reconociste por el tatuaje que tenía en su cadera.

— ¿Qué?—Preguntó demasiado asustado.

Los recuerdos comenzaron a ser tortuosos y tal como en esa pesadilla, parecía haberse vuelto una realidad muy cruda. La policía había llegado a su hogar y el oficial con el rostro cansado, preocupado y triste, le pidió que fuera a reconocer el cadáver que habían encontrado a un lado del aroyo que se encontraba dentro del bosque. El cuerpo estaba muy descompuesto y el rostro irreconocible, los gusanos habían comenzado a hacer su trabajo y en donde antes había una mejilla ahora solo era un hueco, lo único que se mantenía completamente intacto era ese dichoso tatuaje. Pero Jimin no podía comprender nada, había visto a Taehyung, había hablado con él e incluso lo había tocado una cientos de veces mientras su novio le juraba que no era así. Los gritos y el llanto se volvieron insoportablemente dolorosos mientras Namjoon hacía todo lo posible para calmarlo.

Taehyung se dio la vuelta enfrentando a Balberith, mirándolo a los ojos y rogándole de esa forma silenciosa que volvieran. No podía ver a Jimin de esa forma aún le dolía en lo más profundo de su alma, el alma que ahora le pertenecía al demonio que lo miraba con una sonrisa llena de burla, sarcasmo y maldad. Pero Balberith no quería que se perdiera la escena de su amigo haciendo un berrinche en el suelo de la cocina, pidiendo a gritos que le devolvieran a su amigo, sin saber que Taehyung nunca había tenido un futuro y nunca lo iba a tener, la oscuridad era solo lo que esperaba para llegar a una velocidad inminente. La muerte lo estaba esperando para darle una mano en el momento que llegara su hora; Ese momento era ahora, en ese día, en ese horario y en el centro de la ciudad, a la salidad de la universidad en donde un tiroteo había comenzado con dos bandas enemigas y una bala perdida estaba a punto de arrebatarle la vida, pero no fue así porque Balberith había cambiado su destino.

Balberith colocó una de sus manos tapando los ojos del muchacho mientras acercaba sus fríos labios a la cálida mejilla, aspirando su aroma y llenando sus pulmones de eso. No necesitaba respirar, pero lo hacía solo para poder guardar ese aroma para él solo.

—Te dije que lo arreglaría—Murmuró sobre su oído.

—Pero no quería que fuera de esta forma, mi señor—Estaba en automático desde que había aceptado su destino.

—Lo sé, pero me gusta divertirme.

—También sé eso.

Y aunque no parecía normal, Taehyung se había acostumbrado a la vida que Balberith le estaba dando en el otro mundo. Había aprendido muchas cosas y había conocido a una de las entidades más grandes, tenebrosas y manipuladoras. Él no estaba feliz con lo que había hecho, pero después de que el oráculo le mostraba lo que en realidad iba a suceder, él lo aceptó y lo dejó ser. Sino era ahora, Jimin de igual forma sufriría y aunque no quería verlo así, debía aceptarlo y solo pedía que Namjoon lo ayudara a salir de esto como siempre lo había hecho.

—Mi príncipe—Balberith Murmuró—, ya está arreglado y no hay nada que puedas hacer al respecto.

Y como venía sucediendo, Taehyung lo aceptó.

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Holis, feliz halloween🎃

Primero que nada, no tenía pensado hacer un extra porque no sabía qué agregarle o como empezarlo, pero vi que mucha gente lo pedía y después contesté que en Octubre se venía un extra, no podía dejarles sin nada. Segundo, sinceramente no me termina de convencer, fuerom 4k de palabras, pero siento que no es realmente algo bueno lo que hice.

Nada, eso. Espero que les guste y no se decepcionen como me pasó a mí.

Muchas gracias por haberse pasado por el os.

Cuídense♡