Una vez que el avión hubo aterrizado en una pequeña pista de aterrizaje privada que Kron había encontrado, ellos tenían un auto de alquiler esperando. Ox se encontró preguntándose, no por primera vez, lo que haría sin Kron, el parecía pensarlo todo.

Raditz conocía la ubicación del hospital así que él condujo mientras Ox encontraba el número de Bardock en el directorio de Alfas. Sí, tenían un libro con todos los números de los Alfas en él. Ox no podía sino pensar que alguien más tenía un Kron también que había sugerido la idea. Ox marcó el número y mientras escuchaba el timbre todo en lo que pudo pensar fue como esto iba a ser interesante. Bardock contestó en el cuarto timbre.

-Bardock- contestó con su nombre en lugar de un hola.

-Bardock, soy Ox Jacobs, Alfa de la manada de Denver. Quiero informarte que estoy en Coldspring ¿Hay algún otro Alfa al que necesite llamar?

Bardock permaneció en silencio durante muchos latidos antes de que respondiera:

-No, la manada aquí en Coldspring aún no es oficial. Notificaré al Alfa que estas aquí- Ox escuchó a Bardock tomar una respiración sonora y luego soltarla lentamente -¿Quiero saber por qué estás aquí Jacobs?- preguntó Bardock, usando su apellido.

-Tengo el presentimiento de que lo sabes. Quiero hablar con Lily y quiero conocer a mi hija. Tengo entendido que ella ha tenido un accidente- hubo un leve gruñido en la voz de Ox mientras le contestaba a Bardock.

-Puedo preguntar, ¿cómo te enteraste de Milk, o del accidente a decir verdad? -preguntó Bardock, su voz estaba mezclada con escepticismo.

Ox decidió dejar a Bardock sacar su propia conclusión al darle medias verdades a sus preguntas.

-Los miembros de la manada hablan, Bardock. Tú sabes cómo es esto. Un grupo de lobos reunidos es peor que un salón de belleza cuando se trata de chisme. Así que naturalmente, cuando escuché que había habido un desafío dado al cachorro del Alfa más poderoso, y este fue en la ciudad natal de Lily, comprobé las cosas.

Ox no mencionó que el había tenido a Raditz siguiendo a Milk, o que había estado en la escena del accidente. No pensó que Bardock necesitara esos detalles.

-Estamos ahora en camino al hospital. ¿Podrías por favor pedirle a Lily que me encuentre en la entrada? Y voy a pedirte, Bardock, que aún no dejes que Milk sepa de que estoy aquí.

-Le haré saber a Lily, sin embargo, no te garantizo que ella valla a verte- Ox empezó a interrumpir pero Bardock lo cortó- Milk ha estado inconsciente un mes. Lily ha pasado por un infierno durante ese mes, ella está lo suficientemente estresada ahora. No obstante, le haré saber. Si llegas aquí y ella no está esperándote en el vestíbulo, entonces llámame mañana, iremos desde ahí. Sin embargo, debo saber, como tu compañera va a sentirse cuando Lily te envié a casa en una caja de pino, porque tienes que saber que esto no va a ir bien- le dijo el Alfa.

-Lidiaré con Lily. Tengo a cinco de mis lobos conmigo, mi Beta y mis primeros cuatro. No estamos aquí como un desafío a ti o a los tuyos. Simplemente deseo conocer a mi hija- le dijo Ox, su voz nunca traicionando su sutil mentira. No solo quería conocer a su hija, planeaba llevársela a casa con él.

-Entiendo- contestó Bardock- te voy a pedir a ti y a tus lobos mantener un perfil bajo, y tratar esto como si fuera mi territorio permanente. En otras palabras, no me des una razón para lamentar el haberte dejado permanecer aquí. Mi Beta, Vegeta, estará esperando con ella ya que él es el más neutral en la fiesta cuando se trata de Milk y creo que necesitaras algo neutral mientras tu estés, como dijiste, lidiando con Lily. Tendrás que hacerme saber cómo va eso- dijo Bardock con divertido sarcasmo- ¿Cuál es tu tiempo de llegada?

-Mi Beta dice que llegaremos en 10 minutos.

-Diez minutos, que cortés de tu parte darme una amplia noticia de tu llegada- Bardock había colgado antes de que Ox pudiera responder al pinchazo.

-¿Ha ido como lo esperabas? -preguntó Raditz.

-Bastante bien, aunque Bardock parece muy tranquilo para un Alfa tan dominante. Esos a menudo son los más mortales. Ellos nunca traicionan sus emociones, así uno nunca sabe cuál es su siguiente movimiento.

-Suena como que podría ser un buen jugador de póker -dijo Raditz secamente.

Ox no reconoció las palabras de su Beta, en su lugar se puso a pensar en la mejor manera de mantener a Lily lo suficientemente calmada para que le dejase ver a Milk antes de que dejara caer toda esa basura de: "Estoy aquí para llevarme a mi hija lejos".

Desafortunadamente no hubo ninguna brillante idea que le cayera del cielo, tampoco se había encontrado con un libro para idiotas que se llamara: "Como apaciguar a la amante que menospreciaste". 

Se detuvieron en el estacionamiento del hospital. Estaba lleno, así que Raditz se tuvo que estacionar el auto de alquiler lejos de la entrada principal.

-Voy a entrar y hablar con Lily. Quiero que todos ustedes se queden aquí. Ella ya está muy preocupada con Milk estando inconsciente durante tanto tiempo y tenerme aquí es agregarle sal a la herida, así que no quiero asustarla más por tener una manada de lobos desconocidos descendiendo sobre ella.

Ox sabía que hablar con Lily sería probablemente más difícil que hablar con Milk. Él tenía una historia con Lily. La clase de historia que deja una herida en tu corazón que nunca sanará. La costra lo cubre, a menudo repetidamente, pero cuando la costra sale es tan cruda y dolorosa como el día en que fue infringida la herida. Ox tuvo suerte, él tenía a su compañera, cuya presencia a menudo mantenía la costra en su lugar. ¿A quién tuvo Lily?, se preguntó.

Ox fue sacado de sus pensamientos con el sonido de la voz de Raditz.

-¿En qué punto planea reclamar los derechos de un Alfa con respecto a un menor?

-Lo decidiré después de encontrarme con Lily -le dijo.

Sin otra palabra Ox abrió su puerta y caminó bajo el cálido calor de Texas, y aunque hacía calor, no era eso lo que lo tenía sudando. Cerró la puerta del auto y se giró para caminar a la entrada del hospital. En ese momento, realmente no podía decir que podría ser peor, enfrentar a una amante que le hizo daño, o masticar un bocado de tachuelas de tres centímetros. Cuando Ox alcanzó la entrada y abrió la puerta la primera cosa que vio fue el hermoso rostro de Lily. Él supo entonces que sería mejor masticar tachuelas cualquier día que enfrentar la traición en los ojos de ella.