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Capítulo 24: Pan

Pan despertó atontada. Le tomó un momento orientarse, pero entonces recordó que estaba en el hospital debido a que Bulma y Milk se estaban recuperando del accidente. Se llevó las manos a la cabeza y gimió, su cabeza se sentía como si estuviera abierta. Cuando se puso de pie lentamente, notó el canto que venía del cuarto de baño. Miró a su alrededor y se dio cuenta que Bulma no estaba en su cama, y luego recordó que Milk estaba muy enferma y en la UCI. Miró el reloj de la pared y vio que indicaba las 5: 00 am. Caminando hacia la puerta del baño, trató en vano de recordar lo que había sucedido la noche anterior. Se rindió y llamó a la puerta. Como el canto continuó y nadie le respondió, abrió de forma experimental para ver si estaba cerrada. Lo estaba. Presionó la oreja en la puerta y reconoció entonces que era Bulma la que cantaba. Presionando más de cerca, se esforzó para escucharla.

—Eres tan hipno-algo, podrías ser el diablo, podrías ser un ángel, tu tacto es algo bueno, se siente como ir flotando, deja mi cuerpo resplandeciente.

—¿Katy Perry? Está cantando Katy Perry en el cuarto de baño del hospital. Justo cuando crees que lo has visto todo —murmuró Pan. Llamó a la puerta de nuevo. Todavía sin respuesta, por lo que comenzó a golpear. Luego, estaba golpeando y gritando—: ¡BULMA! ¡ABRE LA MALDITA PUERTA! —No lo sabrías, pero empezó a cantar más fuerte. Por qué no me sorprende, pensó.

—Dicen que tengo miedo, no eres como los demás, hombres lobos futuristas con ADN diferente, les gusta comandarte —continúo Bulma.

—¡No puedes al menos usar las palabras correctas si vas a hacerlo tan apestosamente fuerte!

Justo cuando Pan iba a reanudar su, hasta ahora infructuoso, golpeteo, la puerta de la habitación del hospital se abrió de golpe.

Se volvió hacia el posible intruso.

—¿Por qué ustedes jodidos lobos nunca tocan? ¿Alguna vez se les ha ocurrido que podríamos estar desnudas aquí?

Vegeta al menos tuvo la decencia de parecer avergonzado.

—Pido disculpas. Oí golpes y gritos. ¿Está todo bien? —preguntó, mirando alrededor de la habitación. Antes de que Pan pudiera responder volvió a hablar—: ¿Dónde está Bulma?

Antes de que pudiera responder, ambos oyeron a Bulma.

—Bésame, bb-bbésame, inféctame con tu amor, y lléname con tu veneno, tómame, tt-ttómame, quiero ser tu víctima, lista para ser secuestrada chico, eres un hombre lobo, tu toque es tan peludo, sobrenatural, extra-hombre lobo —cantó Bulma tan fuerte como pudo.

Pan estaba sacudiendo la cabeza con incredulidad.

-—Esto va a ser bueno. Quiero decir, en realidad podría estar avergonzada cuando se entere de que has oído todo eso.

Vegeta ladeó la cabeza como si estuviera escuchando algo, entonces él olfateó el aire y tomó una respiración profunda.

—Huelo alcohol. ¿Han estado bebiendo? —preguntó Vegeta con incredulidad.

—¡Por supuesto que no! —dijo Pan, evidentemente ofendida.

Vegeta no reconoció su respuesta, pero continúo haciendo preguntas:

—¿Por qué estabas golpeando la puerta?

—Está cerrada y Bulma no me contesta. Es como si no me oyera.

—Así que, ¿podría estar borracha y tratando de tomar una ducha? —preguntó Vegeta con escepticismo.

—Eso. Podría ser. Algo muy malo, ¿no? —soltó Pan las palabras a mala gana.

Vegeta ya estaba en acción. Estaba golpeando la puerta con tanta fuerza que las bisagras temblaban. Fuerza de hombre lobo, debe ser agradable.

—¡BULMA, ABRE LA PUERTA! —gritó.

Hubo una pausa en el canto y todo lo que oyeron fue el agua de la ducha. Ambos contuvieron la respiración esperando su respuesta. Un golpe, dos golpes.

—¿Toc, toc? —la escucharon preguntar.

—Bulma, abre la puerta. Esto no es gracioso —intentó Pan.

—Bulma, abre la puerta, esto no es gracioso, ¿quién? —repitió Bulma y se rió.

—Está bien —dijo Pan a Vegeta—. Tienes razón. Está borracha.

—Bulma, quiero que te alejes de la puerta —le dijo Vegeta.

—¿Qué vas a hacer, Vegeta? —le preguntó Pan con aprensión.

Vegeta no le respondió, en cambio, apoyó las manos a cada lado de la puerta, impulsó la pierna hacia atrás y pateó duro. La puerta no se resistió en absoluto, se astilló cuando su pie la golpeó y luego se abrió. Vapor salió del baño como un ser vivo, deslizándose alrededor de Vegeta, pareciendo empujarlo hacia Bulma. Él empezó a entrar, pero antes de que pudiera poner un pie sobre la jamba de la puerta, Pan le agarró del brazo.

—Oye, amigo, ella podría estar desnuda allí dentro, así que espera aquí. Si te necesito, te llamaré.

—Tienes razón, voy a esperar aquí. Pero date prisa —cedió Vegeta.

Pan entró al vapor. Bulma estaba de pie en la ducha, bailando con la música que Pan no podía oír hasta que Bulma decidió compartirla, claro está.

—Hay un decibel, en otro nivel, chico, eres mi hombre lobo de la suerte, quiero caminar en tu misma onda, y estar ahí cuando vibres, por ti arriesgaría todo. Pero tú no eres una opción, quiero ser una víctima, lista para la objeción, y no me acuerdo de las palabras, algo sobre veneno. Eres un alien, espera me refiero a un hombre lobo, déjame ver tus patas peludas, no sé lo que rima con patas. —Todo esto iba con la canción de Katy Perry, E.T. Caramba, va a estar tan malditamente avergonzada cuando le diga que cantó sobre Vegeta y sus patas. Pan se echó a reír a carcajadas solo con pensarlo. Vegeta se volvió al oír la voz de Pan. Ella vio más de Bulma de lo que necesitaba en toda su vida.

—¡PAN! —Que en realidad salió más como "PAM"—. Hola nena, ¿qué te pareció mi canto?, bastante bien, ¿verdad? Tú serás mi respaldo, el Sonny de mi "Chair", o como el, um. —Bulma sacudió la cabeza, tratando de llegar a una combinación adecuada, cosa que no hizo—. Como el ojo negro a mis guisantes. —Bulma se rió y casi se cayó.

Pan saltó hacia adelante para atrapar a su amiga y evitar que se rompa el cráneo.

—¡Mierda! Bulma, quédate quieta.

—¿Está todo bien? ¿Tengo que entrar ahí dentro? —La voz elevada de Vegeta llamó la atención de Bulma.

Genial, justo lo que necesitaba Pan, una chica borracha, caliente y desnuda persiguiendo a un hombre lobo.

—¡No!

—Oooh, ¿trajiste un chico a casa, Pan? —Pan y Bulma hablaron al mismo tiempo.

Por supuesto, ahora Bulma estaba ansiosa por salir de la ducha, ahora que Pan estaba completamente empapada. Bulma se soltó de Pan y se dirigió hacia la puerta del baño rota... desnuda... como si no estuviera vestida. Pan estaba resbalándose, tratando de alcanzarla. No iba a lograrlo.

—¡VEGETA! ¡Entrando chica loca, borracha, y desnuda! —gritó Pan tan fuerte como pudo.

Al segundo después oyó a Vegeta decir algo que sonaba curiosamente como maldiciones rumanas y a Bulma decir:

—Oooh, eres jodidamente caliente, como en c-a-l... —Bulma estaba tratando de deletrear caliente, es obvio que no iba a suceder.

Pan finalmente logró salir del cuarto de baño, el agua goteaba de ella. Imaginó que se parecía a un enojado gato mojado. Vegeta había envuelto una de las sábanas de la cama alrededor de Bulma, quien estaba en ese momento tratando de tantearlo.

—¿Nos conocemos? —preguntó ella—. Porque si no lo hacemos, entonces deberíamos, y por conocernos me refiero a besarnos. —Vegeta estaba valientemente tratando de mantener las manos de Bulma en áreas apropiadas. Pan supuso que debería ayudar, pero esto era demasiado bueno para dejarlo pasar. Se acercó a su mochila y sacó su teléfono.

—¿Qué estás haciendo? —La voz de Vegeta sonaba incrédula.

—Estoy filmando esto. Es demasiado bueno para dejarlo pasar. Bulma va a tener un ataque al maldito corazón cuando esté sobria y voy a tenerlo todo en video. Será como un regalo de Navidad que solo seguirá entregándose. Cada vez que necesite que me recoja, solo voy a encender el video de Bulma borracha y chiflada, ¡tanteando a un hombre lobo que no tiene ni idea de cómo manejar una adolescente cachonda y borracha! Esto es como el mejor regalo de mi vida, alguien en la galaxia me ama. —Pan se estaba riendo en el momento en que había terminado de hablar.

Vegeta, sin embargo, no lo estaba.

Bulma se volvió para mirar a Pan como si acabara de darse cuenta por primera vez que estaba en la habitación.

—¡Pan! Mira. —Bulma intentó susurrar como si Vegeta no pudiera escucharla, pero salió más como un grito ronco—. ¿Cómo se llama? ¡Es tan delicioso!

—Bulma, ése es Vegeta, ¿recuerdas? ¿Miembro de la manada de hombres lobo de Goku? —Pan miró a Bulma por cualquier reconocimiento.

Bulma estaba estudiando a Vegeta de cerca, tenía sus manos sobre su cara. Luego le pasó los dedos por el cabello, muy de cerca, sin dejar de mirarle a la cara.

—Hmm, como que parece familiar, ahora que lo dices... —Siguió estudiándolo, girando la cabeza de lado a lado.

Vegeta miró a Pan como buscando instrucciones.

La inspiración la golpeó.

—Dile algo mandón a ella. —Pan sonrió ingeniosa.

Vegeta le gruñó, ella se encogió de hombros.

—Está bien, sé el primer hombre lobo violado por una adolecente borracha. Lo que quieras, colega, es tu reputación.

Vegeta agarró las manos de Bulma y la miró directamente a los ojos.

—Bulma, ve y vístete. Ahora. —Su voz era tan fría y firme como siempre.

Bulma se congeló y luego se rió cuando dijo:

—Vegeta. Oh sí, te conozco. Eres tan caliente cuando eres mandón. —Genial, pensó Pan mientras ponía los ojos en blanco, la Bulma ebria piensa que Vegeta es sexy cuando es mandón, que agradable.

Para sorpresa de Pan y Vegeta, Bulma finalmente cedió.

—Está bien, voy a ponerme algo de ropa. Pero solo porque lo solicitaste tan amablemente. —Bulma comenzó a desenvolverse de la sábana y estaba casi desnuda de nuevo cuando Vegeta se dio cuenta que tenía la intención de vestirse allí mismo, delante de él. Se movió más rápido de lo que nunca lo había hecho antes y fue directamente hacia el baño.

—Dime cuando esté vestida —le dijo a Pan.

—Entendido, amiguito —dijo Pan sarcásticamente.

—¿Crees que le gusto? Creo que me gusta, pero no debería... —La voz de Bulma sonó como una niña herida. Oh no, Bulma estaba yendo de borracha tonta a borracha triste. Los borrachos tristes son los del peor tipo.

—Bulma, mírame —dijo Pan en la voz más severa que pudo reunir—. ¿Por qué crees que te gusta Vegeta?

La cara de Bulma quedó en blanco, luego sonrió.

—¿Por qué crees que me gustaría Vegeta, tontita? Es mandón, frío, insoportable, gruñón, prepotente, delicioso, sexy, fuerte y alto.

—Um, Bulma. —Ella chasqueó los dedos en la cara de Bulma, la cual se había desconectado completamente mientras continuaba con su descripción de Vegeta. Esto era malo, demasiado, malditamente malo. Bulma tenía un enamoramiento por un hombre lobo que nunca podría tener. Maldición, pensó Pan, ¿por qué no puede ser como las otras chicas y gustarle el capitán del equipo de fútbol, o incluso un mugriento rebelde de la secundaria? Pero no, ella tenía que enamorarse de un hombre lobo.

La voz de Bulma fue suave.

—No es importante, él no es una opción. —Ella volvió al otro extremo del espectro de los borrachos y estaba girando en círculos con los brazos extendidos, cantando—: Él no es una opción. —Una y otra vez en la misma canción que había estado cantando antes. Pan sujetó a Bulma y la ayudó a vestirse y luego gritó para que Vegeta se uniera a ellas nuevamente. Cuando él volvió a entrar a la habitación, Bulma inmediatamente se acercó e inclinó sobre él, mirándolo pensativa. Él se acercó a la cama mientras Bulma continuaba pegada a él. Cuando ambos se sentaron, él miró a Pan.

—Entonces, ¿qué sucedió exactamente anoche?

Pan cerró los ojos y se frotó la cara con fuerza con ambas manos, intentando en vano de recordar lo que pasó pero había un espacio en blanco en su mente.

—No lo recuerdo, Vegeta —respondió honestamente.

—Bien, ¿qué es lo último que recuerdas?

—Bulma y yo habíamos decidido colarnos a la UCI para ver a Milk. Vagamos por todo el hospital hasta que casi fuimos atrapadas por un sujeto en bata. Bulma hizo que me fuera sin ella y dijo que se quedaría y distraería al sujeto.

Vegeta gruñó.

—¿A qué te refieres con que ella estaba con un sujeto? —Bajó la mirada hacia Bulma para preguntarle sobre ello, pero ella estaba dormida, su cabeza apoyada contra el brazo de él. Vegeta la acostó suavemente y subió sus piernas sobre la cama, luego la cubrió con las mantas. Volvió a darse la vuelta hacia Pan y la inmovilizó con su mirada—. ¿Qué demonios estaban pensando? ¿No dije específicamente que no hicieran nada estúpido?

A Pan le quedó claro que nada que pudiera decir calmaría al hombre lobo enfadado frente a ella, por lo que ni siquiera lo intentó.

—Mira, Milk es nuestra mejor amiga, está sola en una habitación con tubos y mierdas pegadas a ella, está sufriendo, y tiene miedo. No íbamos a dejarla allí sola.

—Entiendo eso, pero pudieron haber pedido ayuda en vez de intentarlo ustedes solas —le dijo Vegeta.

La mandíbula de Pan se abrió, desconcertada por lo que acababa de escuchar.

—¿Estás diciendo que nos habrías ayudado?

—No voy a decir que no las habría intentado convencer de lo contrario, pero conociendo a ésta —señaló con su cabeza en dirección a Bulma—, no habría cedido. Por lo tanto sí, las habría ayudado.

—Vaya. Bueno, la próxima vez que queramos romper algunas reglas definitivamente reclutaremos tu pericia.

—Bien, ¿ahora recuerdas algo más? ¿Lograste entrar a la UCI? ¿Recuerdas regresar a tu habitación? —Vegeta lanzó pregunta tras pregunta a Pan.

—Espera, Vegeta. Déjame pensar —le dijo Pan, levantando ambas manos en un esfuerzo por detenerlo—. Recuerdo estar parada frente a las puertas de la UCI y estaba intentando descubrir cómo abrirlas y luego... —Pan frunció el ceño, esforzándose por recordar lo que había sucedido.

—Espera, ustedes se escaparon de Ten Shin Han, ¿cierto?

Pan asintió y observó como Vegeta se levantaba y caminaba hacia la puerta. Asomó la cabeza y le escuchó pedirle a Ten que entrara. Ten Shin Han entró, sus hombros caídos, y Pan pudo decir que estaba preparándose para ser masticado por el Beta de su manada.

—Ten Shin Han. —La voz de Vegeta fue baja y exigía la verdad—. ¿Podrías explicarme cómo dos adolescentes fueron capaces de escaparse de ti?

Ten Shin Han miró a Pan y luego a Vegeta.

—Debe haber sido cuando fui al baño. No me fui mucho tiempo, y la habitación estaba tan silenciosa que pensé que se habían quedado dormidas. —Ten se tropezó con sus palabras mientras el miedo emanaba de él.

—¿Por qué no me llamaste y pediste que viniera y te relevara?

—No lo sé, Vegeta. No pensé que intentarían hacer algo.

Vegeta resopló.

—¿No has estado cerca de estas chicas durante el mes pasado? Seguramente has notado que son un imán para los problemas.

—Oye, no hay necesidad de estar odiándonos. —Pan frunció el ceño.

—Decir la verdad no es odiar, como lo llamas, es solo declarar un hecho —le informó Vegeta.

—Bien, así que sabemos cómo se fueron, ahora tenemos que saber cómo regresaron. —Vegeta fulminó con la mirada a Ten Shin Han—. ¿Por casualidad estabas en tu puesto cuando las chicas regresaron?

—Sí, estuve aquí ambas veces —respondió él, no menos nervioso que antes.

—¿A qué te refieres con ambas veces?

—Me refiero a ambas veces. No llegaron juntas a la vez —explicó Ten—, llegaron por separado. Pan fue la primera en volver.

—No recuerdo volver —le dijo Pan.

—Bueno, no esperaría que lo recordaras. Estabas desmayada en el ascensor.

Pan jadeó y se cubrió la boca. Vegeta no dijo nada, solo esperó a que el lobo siguiera.

—Las puertas del ascensor se abrieron y nadie salió, por lo que me acerqué corriendo antes de que pudieran cerrarse para ver si alguien estaba dentro, y ahí estaba en el suelo del elevador. Así que te recogí y puse de nuevo en la cama. Ahí es cuando me di cuenta que Bulma también se había ido. —Ten se estremeció ante el bajo retumbo proveniente de Vegeta.

—Dime, ¿por qué no me llamaste en este punto, Ten Shin Han? ¿No crees que fue algo relevante que encontraras inconsciente a Pan en el ascensor y Bulma perdida? —Para cuando Vegeta terminó de hablar, estaba paseándose por la habitación, pareciendo estar a punto de estrangular al pobre lobo.

—Debería haberte llamado ahí mismo, pero decidí esperar y ver si Bulma volvía por si sola. Si no regresaba pronto iba a llamarte. Ahora veo en retrospectiva que no fue la mejor idea.

—¿Eso crees? —preguntó Vegeta—. ¿Cuándo regresó Bulma? —gruñó.

—Regresó hace una hora en compañía de un sujeto en bata que ella dijo se llamaba Matty. Estaba bastante borracha cuando le pregunté por el hombre. Él se asustó y apresuró a irse. Entonces ayudé a Bulma a regresar a su habitación y he estado sentado allí afuera desde entonces —terminó Ten.

Pan estaba convencida de que si él estuviera en su forma de lobo estaría escondiendo el rabo entre las patas. Por otra parte, cuando miró a Vegeta y la obvia ira contra la que luchaba, Pan tuvo que admitir que se sentía con ganas de esconderse también.

Vegeta miró fijamente a Ten Shin Han.

—Puedes irte.

Ten soltó un suspiro que Pan no pensó ni por un instante que él se hubiera dado cuenta que estaba conteniendo. Se dio la vuelta para irse pero antes de lograr salir por la puerta Vegeta le dijo:

—Ten Shin Han, no olvidaré esto, y lo resolveremos una vez que todo lo demás se haya solucionado. ¿Entendiste?

—Sí, Beta. —Y luego cerró apresuradamente la puerta.

Pan podía sentir el enojo saliendo de Vegeta, era casi tangible.

—¿Estás bien? —le preguntó ella.

—No estoy realmente seguro en este momento —contestó honestamente.

—Bueno, tal vez deberías tomarte un descanso. Bulma no está despierta para que le gruñas y no tiene sentido gruñirme ahora cuando vas a volver a hacerlo cuando ella despierte.

—Esa probablemente es una buena idea. Sin embargo, te lo aviso Pan, un descanso no enfriará mi temperamento. Bien podría ser peor mientras tengo tiempo de pensar en todas las posibilidades de la pequeña aventura de Bulma.

—Bueno, bien, no te preocupes por eso ahora. Quiero decir, ella obviamente apareció completamente vestida. Ten no mencionó que apareciera despeinada o algo así, así que puedes asumir que ella no dejó que este sujeto Matt la desflorara.

—Pan, no estás ayudando. —Vegeta se giró lejos de ambas chicas, respirando hondo y exhalando lentamente—. Mira, voy a comprobar a Goku y ver si ha escuchado algo desde que me fui. Por favor, no dejes esta habitación hasta que regrese. ¿Crees que puedes manejar eso?

—Seguro, Vegeta, dado que lo has pedido tan amablemente —respondió Pan, su voz llena de sarcasmo.

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