Narra Elysia

Después de unas horas de espera, Bex pasó a recogerme en un taxi. En todo el camino no hice más que pensar en Roy.

»Rayos, no quiero pensar en él esta noche«

Me decía a mí misma.

Ya en la fiesta, bajé del auto con una sonrisa. Algunas de mis fans me pidieron autógrafos y otras fotos.

Después de pasar un rato corto con ellas, decidí entrar a la discoteca.

La pista de baile es amplia, rodeada de cómodos sofás y mesas con velas. La música es una mezcla de house y pop, con un DJ que sabe cómo leer la energía del público. La gente se mueve al ritmo de la música, algunos bailando con pasión mientras otros disfrutan de las bebidas en la barra.

Hacia un lado, hay una zona VIP con cabinas privadas donde los grupos pueden disfrutar de su propia experiencia. Los camareros sirven champán y cócteles exclusivos. En el aire hay una mezcla de risas y conversaciones animadas, mientras que las luces brillantes crean un espectáculo visual que hipnotiza.

-Esto es increíble - digo, mirando a mi alrededor.

-Y qué lo digas - expresó ella, señalando un grupo de chicas -. Oh, mira, ahí están mis amigas. Vamos, anda, a pasar un rato con ellas.

-De acuerdo, Bex - digo, mientras nos acercamos.

Las chicas están consumiendo bebidas alcohólicas.

-Hola, Elysia - dicen.

Me sorprendió cómo me saludaron, porque yo a ellas no las conocía.

-Hola... - expresé -. Disculpen mi pregunta, pero ¿de dónde me conocen?

-No es obvio, trabajas en la empresa de Roy, eres súper famosa y, además, su novia. Aparte, que cantas muy bonito - dice una de ellas, pidiendo otro trago.

Todo esto me parecía un sueño. Todos me conocían; o sea, ¡soy famosa! Desde pequeña este fue mi gran sueño, pero de alguna extraña manera me sentía incómoda...

Narra Roy

Al parecer las chicas están dentro de la discoteca. Mientras estacionábamos el auto, Enzo me preguntaba:

-¿Y ahora qué hacemos? - expresó él.

-Actuemos de manera natural. Entraremos en la discoteca y nos mantendremos lejos. Si nos ven, diremos que, pues, nosotros también tenemos derecho a divertirnos - digo, bajándome del auto.

-Hecho, tío - dice Enzo.

Caminé hacia la puerta...

Narra Elysia

Uff, ya me estaba aburriendo...

-Tía, ¿no te quieres tomar un cóctel? - dice Tatiana, una de las chicas del grupo.

-Uf, no, yo no tomo, y no me quisieras ver borracha - digo, riendo...

De un momento a otro miré hacia la puerta y vi la figura de...

-Tía, ¿estás bien? - dice Bex.

-Sí - señalo hacia la puerta. Ella miró y vio a Leandro, el chico del café.

Se acercó hacia nosotras y nos saludó cortésmente.

-Wow, qué sorpresa encontrarme con dos damas hermosas, en especial tú, Elysia - él tomó mi mano y la besó.

Me sentí incómoda de inmediato...

Narra Roy

Justo cuando iba a entrar, me tropecé con alguien... Le observé el rostro y no me lo podía creer. Esto ya me parecía algo increíble.

-Aitana, ¿qué puñetas haces aquí? - le digo.

-Ay, mi love, yo soy una figura pública al igual que tú y no pienso perderme ninguna fiesta de estas. ¡Genial que te encontré! Ahora andaremos juntitos - dice ella. Su manera de hablar me dio repugnancia.

Enzo me miró con cara de aburrido, rodó los ojos en blanco y decidió entrar a la discoteca.

Sin que me diera cuenta, Aitana me agarró del brazo y no me soltó.

Lo primero que vi al entrar fue a Elysia y a Bex, pero había un chico besándole la mano a Ely. Un escalofrío recorrió mi cuerpo; la ira se apoderaba de mí. ¿Quién se cree ese tipo? Apreté los puños con fuerza.

-¿Quién puñetas es ese tipo que le está besando la mano? - digo, tratando de mantener la calma, pero a la mierda.

-Roy, tranquilo. Solo le está besando la mano - dice Enzo.

-A ver, ponte en mi lugar, tío. Si ese tipo estuviera agarrando la mano de tu novia... ¿qué harías? - expresé.

-Le partiría la cara - dice Enzo.

Di unos pasos hacia ellos. Al parecer, Elysia se dio cuenta de mi presencia.

Dice Aitana:

-Ya basta, Roy. Al final, ella es una cualquiera - expresó ella, aún sujetándome del brazo.

-¿Quieres soltarme? - digo, girando los ojos.

-Haber, Roy, sentémonos en esta mesa - dice Enzo.

Acepté, cruzado de brazos. Aitana se sentó a mi lado. Esta mujer me traería problemas. Miré a Elysia y ella ya me estaba mirando; esa mirada... ya la conocía."Estaba al borde de hacer una locura digna de una peli de acción."

Narra Elysia

Aún miraba a Roy. Me sentía tan mal, enfadada y... "la mosca muerta", ¡qué! Yo he dicho eso, ya que... a su lado, uf, es como si ella disfrutara de hacerme enfadar... Le arrebaté la botella de vodka que Bex tenía en la mano y me di un trago:

-Mierda, esto ara que celebro explota - digo, haciendo muecas al saborear la bebida.

-No, Elysia, tú no sabes tomar. Te emborracharás - dice Bex.

-Mira quién está en aquella mesa - les miré y ella siguió mi vista.

-En realidad, sí sabía que vendrían - ella caminó hacia ellos -. Pero no sabía que vendrían con Aitana.

Me di otro trago de la botella.

-¡Joder! ¡No pronuncies ese nombre! - digo, rodando los ojos.

Ella fue a saludar a su novio y, de paso, a comerle la boca. Se despidieron y se fueron a una esquina del bar.

Seguí mirando a Roy cuando Leandro se acercó a mí. Pude notar la mirada de Roy puesta en nosotros.

-Un pajarito me ha dicho que eres cantante - me dijo, mirándome de arriba abajo.

-Sí - digo, dudando un poco.

-¿Quieres cantar? - Dice Leandro todo el grupo de chicas se acercaron a mí y me empezaron a animar para cantar.

-No sé - expresé.

-Anda, Ely - dice Leandro, alcanzándome el micrófono.

-Está bien - digo con una sonrisa.

Me subí a la pequeña tarima y comencé a cantar una melodía.

-Hola, gente. Esta canción es nueva, está dedicada al hombre del cual me enamoré, pero como todo termina en esta vida... - hago una pequeña pausa -. Bueno, sin más que hablar, ahí les va. Le compuse anoche y se llama así: "Mi sonrisa".

Hago un movimiento de cadera y todos los hombres quedan hipnotizados... Roy me miró con una sonrisa de medio lado que se le desapareció al instante; apretó los puños.

Verso 1
Él dice que le encanta mi sonrisa,
que soy su estrella, su dulce brisa.
Me promete el mundo, me llena de ilusión,
pero al final, solo es una traición.

Verso 2
Cuento las estrellas, buscando tu luz,
pero en esta noche solo hay un vacío en cruz.
Vertiste tu luna en un mar de mentiras,
y yo me quedé con mis sueños y heridas.

Estribillo
Celosa de sombras que se llevan tu ser,
cada rayo de sol me recuerda a tu piel.
Te miro distante, y duele saber,
que hay otra en tu vida que no sabe querer.

Verso 3
Las risas perdidas flotan en el aire,
mientras mi corazón se ahoga en un desaire.
Tus palabras dulces se vuelven amargas,
y el amor que creímos se esconde en las cargas.

Verso 4
Te perdí en la noche, buscando tu luz,
mientras contabas estrellas, yo guardaba mi cruz.
Te ofrecí mi mundo, pero no lo entendiste,
y ahora en el silencio, mi corazón se viste.

Estribillo
Por estar contando estrellas, perdiste a tu luna llena, mi amor se fue volando, y ahora es solo pena. Las noches son vacías, sin tu brillo aquí, y aunque duela aceptarlo, ya no estás para mí.

Verso 5
Recuerdos flotan en un mar de dolor,
las promesas susurradas se ahogan en temor. Busqué en cada estrella un rayo de esperanza, pero solo encontré sombras que ahogan la confianza.

Frase Final
Por estar contando estrellas, perdiste a la más bella...

En el instante en que alejé el micrófono de mi boca, todos empezaron a aplaudir. Sonreí ante sus aplausos... Miré dónde se sentaba Roy y no estaba solo; se encontraba Aitana sentada, cruzada de brazos.

Empezó a sonar una música lenta y Leandro se acercó a mí...

-¿Me harías el honor de bailar conmigo? - dice él. En realidad, no tenía deseos de bailar, pero bueno, quiero ver a Roy enfurecer.

Miré una vez más hacia la mesa donde se encontraban Aitana y Roy, ninguno de los dos estaba allí.

Fuimos a bailar una canción lenta, súper bonita. Nos empezamos a mover al ritmo de la música, y Leandro me susurró:

-Estás muy bonita hoy. En realidad, siempre eres tan linda - expresó él.

Sonreí ante su comentario, pero a la vez me sentía incómoda; solo había un hombre en mi vida que ponía mi mundo de cabeza y tiene nombre y apellido: "Roy Arias".

Miré hacia el lado donde había muchas otras personas bailando y observé justo a Roy y Aitana bailar.

«Pensé que se habían ido».

Roy dijo mientras bailaba con Aitana:

- Cambiamos de pareja -expresó él.

- Amm -pensó Leandro-. Está bien -dijo él con un tono de voz medio fuerte y pensativo.

Roy tomó mi mano y con una de sus manos me empujó hacia él; nuestros cuerpos ahora mismo eran dos llamas consumiéndose entre sí, sus ojos fijos en los míos.

- Rosita, al final del día, ¿quién gana? -dice él.

Rodé los ojos.

- Mírame, Elysia -expresó él, a lo que yo no le hice caso.

- ¡Que me mires! -dijo una vez más, pero lo ignoré.

Él empujó su cuerpo un poco más cerca del mío; sentí su aliento cálido en mi cara. Pensarán que es mentira, pero a pesar de la música sentía los latidos de su corazón rebotar en su pecho.

- ¿Pero qué carajos haces? -digo.

- Cállate y déjate llevar -exigió él.

Apoyé mi cabeza contra su pecho, pero cuando me di cuenta, la separé inmediatamente.

La música paró de sonar y me aparté bruscamente de él.

- No te vuelvas a acercar a mí -le digo.

Aitana se acerca a la conversación y dice:

- Mamita, que yo sepa tú eres la única que confundes a Roy, aléjate de el ; es lo que tienes que hacer de una vez por todas -dice ella tomándole el brazo a Roy.

- Ya me di cuenta, ¿sabes? -digo haciendo una pausa.

- ¿De qué? -dice ella confundida.

- De que tienes una astilla en el cerebro -le digo para volverme y ir a la mesa de las chicas. Tomé la botella de vodka y me la tomé casi toda.

...

- Elysia, para; te has tomado una botella entera -dice Leandro.

- Cállate mejor y bésame -le digo a Leandro.

- ¿Qué? ¿En serio quieres que te bese? -dice él.

- Que si Roy... -expresé. No sé si es una alucinación por el alcohol, pero pensaba que era Roy...

Él me besó. Inmediatamente cerré los ojos; cuando los abrí vi la cara de Leandro. Lo empujé...

- ¡Joder! -limpié mis labios con mis manos-. ¡Eres un estúpido!

Roy, al verme besar a otro hombre, estalló en furia. Sin pensarlo, me tomó del brazo con fuerza, su agarre era casi doloroso. Con un empujón violento, lanzó a Leandro hacia atrás, quien perdió el equilibrio y cayó sobre una mesa con un estruendo. La tensión en el aire era palpable; las emociones desbordaban, y la situación se tornó explosiva en un instante.

- ¿Qué puta cosa haces, animal? Ella es mía, absolutamente mía... -dice Roy, aún aguantando mi brazo.

- Suéltame, no jodas; que te follen. No iré contigo para ninguna parte. Dile a tu amiguita que se vaya contigo -digo con la voz entrecortada y ahogada.

- Te vas conmigo a las buenas o a las malas -dice él, pero Leandro se levantó de la mesa y le fue a dar un puñetazo a Roy...

Pero él es más listo. Con un rápido movimiento, le dio varios golpes en la cara y lo agarró por la camisa. Sin pensarlo, golpeó su cabeza contra la de él, sintiendo cómo el impacto resonaba en el aire tenso. En ese instante, la rabia y la adrenalina lo invadieron, sabiendo que había cruzado una línea peligrosa.

- Ahora sí dime: ¿buenas o malas? -dice volviéndose hacia mí...

- Estás completamente loco; ¿cómo vas a golpearlo? -me dirijo hacia Leandro-. ¿Estás bien? -me vuelvo hacia Roy-. Te repito: no me iré contigo.

- Vale, está bien entonces: a las malas. -dice él.

- ¿Qué? -digo confundida.

Él me cargó de un momento a otro; le di golpes en la cara pero era en vano; no me soltaba.

- ¡¡¡Suéltame!!! -digo. Vi a Bex besuqueándose con Enzo y le grité: - ¡Bex, ayúdame!

- Sí, está bien; pásala bien -dice ella riendo. ¡Joder! ¿Cómo no me va a ayudar?

Él me bajó justo al lado del auto de Enzo; un carro se acercó a nosotros: claramente era su auto negro. El chófer bajó y le dio las llaves.

- Gracias Luis por traerme mi carro -dice él.

Él nuevamente tomó mi brazo:

- Suéltame; yo sé caminar sola por si no lo has notado.

Me subí al auto y él hizo lo mismo...

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Gracias a todos los que leen mi historia. ¡Muchos besos y pendientes a la próxima actualización! 👁️👄👁️ Sin duda un capítulo para recordar.