▎Roy

Después de unas horas de camino, me pude dar cuenta de varias cosas. Por ejemplo, que Elysia no era un capricho; lo que sentía por ella es real. Es el tipo de chica que nunca me hubiera imaginado tener en mi vida...

Muchas mujeres me buscan por mi físico, por mi fama o simplemente por mi dinero, pero eso para Elysia es un mundo desconocido. Con ella sí siento cosas reales, algo que jamás pensé ni por un segundo que pasaría.

Estacioné el auto en una esquina de la gran carrera y miré a Elysia a los ojos:

- Ya llegamos - le digo mientras salgo del coche, dando la vuelta y abriendo la puerta para que baje con facilidad.

- Roy, esto en otras palabras es un secuestro - me decía Ely, aferrándose a mi mano para salir del coche.

- Pues si es así, pagaría mi condena - digo llevándola fuera del auto - por tal de verte todas las noches y que la luna sea testigo de nuestro amor.

Ella desvió la mirada, observando el manto de estrellas que cubre y adorna la noche.

Yo la imito y miro al cielo estrellado.

- Mira cuántas bellezas ocultan esos pequeños puntos en el cielo... - expresé, devolviendo la mirada a Elysia.

- Se llaman estrellas y sí, son realmente fascinantes. Cada una lleva consigo un susurro de sueños y secretos del universo.

Con cada palabra que sale de su boca, adorna la noche...

Ella se sentó en el capó del auto mirando hacia Riva.

- Tus ojos brillan como dos estrellas fugaces - expresé, mirando con atención sus grandes y poderosos ojos.

- Te cuento una historia - decía ella.

Yo asentí con la cabeza.

- Cuenta la leyenda que la luna y el sol siempre estuvieron enamorados, pero nunca podían estar juntos, pues la luna siempre salía cuando el sol se iba. Siento así. Dios, en su infinita bondad, creó el eclipse como prueba de que no existe en el mundo un amor imposible. - Y finalizó la última palabra mirando a la luna y mirándome a los ojos con ese brillo que solo yo sé lo que me causa.

- Nosotros podríamos seguir su ejemplo, ¿no crees? - digo alzando mi mano y acariciando su mejilla con mi dedo pulgar - Eres como una flor, dulce pero delicada, bella pero peligrosa.

- Roy, creo que nosotros deberíamos... - dice Elysia tratando de mantener la distancia entre nosotros.

- Elysia, ya basta. Puedo notar que tú me quieres. ¿Por qué eres tan obstinada? Sabes que ya estoy cansado de rogarte. Estoy cansado de pedirte y suplicarte un beso. Estoy cansado de ser yo quien te busca. Estoy cansado de ser yo quien saque tema de conversación para sacarte una sonrisa. A veces sonríes, pero otras me ignoras.

Nos quedamos en silencio...

- Lo siento, Roy. Todo es muy confuso. Tú y yo no podemos estar juntos... Llévame a mi casa.

- Pero ¿por qué? Solo quiero una simple respuesta.

- No lo entenderías. A veces uno se tiene que sacrificar a sí mismo aunque eso les duela en el alma. - Ella da unos pasos hacia el auto cuando yo digo las siguientes palabras.

- No te equivoques, Elysia. No puedes sacrificar tu felicidad por sacarle una sonrisa a otra persona. - expresé mientras ella se metió en el coche.

Yo respiré hondo y le di una patada a una piedra... Susurré para mí mismo: "Maldición"...

Subí a mi auto y me fui del lugar.

Por todo el camino no nos dirigimos la palabra; ella solo miraba a través de la ventanilla del auto. No sé qué estará pensando, qué me oculta que puede ser tan grave como para rechazarme.

---

Después de una hora dejé a Elysia en su casa, pero justo cuando se iba a bajar del auto...

- Aunque la noche empezó de maravilla y no terminó como tú querías, me gustó mucho pasar tiempo contigo, Roy... - dijo ella mirándome y saliendo del coche. Ely tiró la puerta del auto y entró a su casa...

Me quedé en silencio y arranqué el auto. Llamé a Bex...

- Dime, jefe Roy - expresó ella.

- Mañana a las 8:30 a.m. tenemos que vernos. Es urgente, Bex. - digo.

- De acuerdo, en la empresa te parece bien - dice ella desde la otra línea.

- No, en una cafetería o restaurante. Yo te mandaré la ubicación - comuniqué.

- De acuerdo, Roy. Ahí estaré. - Después de eso colgué el teléfono.

"Descubriré qué me ocultas, Elysia."

Me alisté, me duché, me cepillé los dientes y preparé mi desayuno, ya que hoy era el día libre de mi empleada.

Me dirigí al armario y empecé a elegir mi ropa. Saqué una camisa blanca y un pantalón oscuro. Me puse la camisa, abrochando los botones con precisión; luego, los pantalones. Me ajusté el cinturón y me aseguré de que todo estaba perfecto. Finalmente, me puse los zapatos de cuero como siempre.

Antes de salir, revisé mi teléfono, asegurándome de no dejar nada...

Llamé a Enzo...

-Dime, chaval -expresó él.

-Me veré con Bex -le digo.

-¿Le sacarás información? -expresó él.

-No solo conversaré con ella sobre varios temas. Ya te digo yo, chaval, cuando termine la charla -le digo, colgándole el teléfono.

Me dirigí al coche, que estaba estacionado a pocos pasos de mí. Subí las ventanillas y encendí el motor. Le mandé la ubicación a Bex del sitio donde nos reuniríamos y me dirigí hacia el restaurante.

8:58 a.m.

Bex venía un poco retrasada, pero no tenía más opción que esperarla... A pocos minutos pude observarla llegar al lugar. Alcé la mano para que me identificara entre la gente; Bex se dirigió hacia mí.

-Toma asiento -digo...

Ella aceptó y se sentó.

-¿De qué tema quieres hablar conmigo, Roy? -decía ella...

-Quiero hablar sobre Elysia -digo, mientras que el camarero nos interrumpe para tomar nuestra orden...

-¿Desean algo en especial? -decía el camarero.

-No, gracias, solo agua -digo.

-Y usted, señorita -dice el camarero.

-No estoy bien así -dice Bex. El chaval se retiró y pudimos retomar la plática.

-De Elysia, ¿qué quieres hablar sobre ella? -expresó ella, un poco nerviosa.

-Sé que tú sabes por qué Elysia me rechaza y quiero una respuesta... -digo, mientras acepto el agua que el camarero me trajo.

-¿Desean alguna otra cosa? -nosotros decimos que no, a lo que él se retira.

-Mírame bien, Roy. Yo no sé nada sobre ese tema. Enzo también habló de algo parecido, pero no sé de qué me hablan -ella finalizó sus palabras y se levantó de la silla para marcharse.

-Bex, siéntate -digo, enojado.

Ella se vuelve a sentar, cruzada de brazos.

-Si de verdad quieres a Elysia, sabrás que es lo mejor para ella. Bex, mírame. ¿Crees que enamorarse es un castigo? -digo, tratando de que Bex se ponga en mi lugar.

-Claro que no, enamorarse no es un castigo, Roy.

-Entonces cuéntame. Yo amo a Elysia por encima de cualquier cosa -comunico.

-Está bien, te lo diré, pero no le digas que yo te lo dije. Roy, prométemelo. Quiero lo mejor para mi amiga.

-Te lo prometo, Bex...

-Anahí, la hermana de Ely, está enamorada de ti; por eso Elysia te rechaza. Tiene miedo de hacerle daño a su hermana menor -dice ella- porque dice que su hermana ha sufrido mucho para que ella le cause más dolor aún.

-Oh, vaya -digo, pensando en muchas cosas...

-Roy, ahora es tu turno de ponerte en su lugar. Ella cada día pelea con sus propios pensamientos -dice ella, parándose de la silla y marchándose...

En realidad, desde el principio Elysia me tuvo que decir la verdad y yo la entendería; juntos hubiéramos buscado una solución a nuestros problemas. No se hubiera refugiado en el silencio...

El silencio nunca es un arma...

-----------------------------------------------------------

Hasta aquí el capítulo de hoy. Díganme qué les pareció. Perdón por la enorme demora; en fin, espero que lo hayan disfrutado....

Beso 💋