Roy

No sabía qué hacer, así que recurrí a mi amigo Enzo. Tenía tantas preguntas: ¿por qué Elysia me rechazaba? ¿Por qué decía que estaba mal? Pero en sus ojos veo lo contrario; sus preciosos ojos me dicen tantas cosas: "quédate conmigo, no te vayas", pero también veo tristeza en su mirada.

-Y bien, Roy, ¿te quedarás callado todo el maldito rato de mierda? No has dicho una palabra desde que llegué... -expresó Enzo, enojado.

-Tío, me pasa algo que jamás logré imaginar... -dije, dándome un trago de sidra.

-Anda, Roy Aries, ¿y esa monada de curita que traes en la mano? -dijo, levantando mi mano.

Es verdad, Elysia me puso una curita en el pequeño rasguño que me hizo en el coche. Miré la venda y no pude evitar sonreír al recordar que le teme a la velocidad, aunque diga lo contrario.

-Ay, ¿y esa sonrisa que te cargas? -dijo Enzo.

-Aunque no lo creas, me la puso Elysia... -dije con pocas palabras.

-Mmm... ¿Y qué...? Tío... -dijo, confundido.

-Enzo, me he enamorado de Elysia lentamente... -dije, con pocas palabras.

-Tío, ¿estás de coña, verdad? Bromeas. De todas las mujeres que te aman en el mundo, ¿te has enamorado de la imposible? -expresó Enzo.

-¿Por qué dices que lo mío y de Elysia es imposible, Enzo?

-Esa chica solo te traerá problemas. Deberías concentrarte en tu plan: robarle las letras y nada más. Al final, sabes que es necesario que lo hagas y Elysia te odiará de por vida. Eso no tiene caso discutirlo.

-Yo hago con mi música, carrera y vida lo que quiera... -dije, enojado.

-Sé que no te gusta que te digan lo que tienes que hacer, pero Roy, tus canciones ya no son las mismas de antes. Y Elysia tiene esa magia perfecta para componer...

-¡Basta, Enzo! ¿Por qué estás tan insistente en el tema? -dije.

-Solo quiero lo mejor para mi gran amigo. Después del concierto, esta tía no se podrá negar a ti, chaval, y ¡pumm!, la tendrás en bandeja de plata. Piénsalo, amigo. Eso es lo mejor.

No respondí y guardé silencio. Mi música, mi carrera se verían arruinadas si no compongo y la única solución era buscar una chica para fingir amor y robarle sus letras. Después de eso, mandarla lo más lejos posible. Pero me enamoré de Elysia, cosa que no estaba en mis planes. Ahora estoy contra la espada y la pared: por un lado, mi carrera por la que tanto he luchado; por el otro, Elysia, que me ha hecho experimentar por primera vez lo que es dar un beso con amor. A lo que llamamos miradas de amor sincero...

-¿Tío, estás bien? -expresó Enzo tras unos minutos de silencio.
-Quizás eso que sientes por Elysia es un amor pasajero, algo que pasa rápido. No puedes, Roy, tirar tantos años a la basura solo por un capricho de darte las de enamorado -dijo Enzo.

Y si lo que Enzo dice es verdad... ¿y si solo es un capricho y ya?

-Tienes razón, chaval. No puedo tirar tantos años de trabajo a la basura solo por darme las de enamorado. ¿Cómo pude ser tan idiota e iluso al pensar que algo podría pasar entre Elysia y yo...? -exprese.

-Así es. Por fin el Roy que conozco está de vuelta... -dice mientras sonríe.

-Continuaré así como voy: enamorándola. Y cuando esté lo suficientemente enamorada de mí, ¡pumm!, le quito sus preciosas letras -digo sonriendo.

Al final, Elysia no hace más que rechazarme, pues yo no le ruego a nadie y menos a ella. Retomaré mi plan... "Por dónde lo dejé es una promesa".

Una semana después

Mi secretaria está como loca arreglando todo para el concierto; aunque todo lo tengo bajo control...

-Muy buenos días, señor Roy -expresó Elysia.

-¿Preparada para el concierto, nena? -digo sonriendo.

-Mmm... eso creo... -expresa, queriéndome decir algo...

-¿Pasa algo, Elysia?

-Sí, es que siento que saldrá mal. Roy, creo que no soy lo suficientemente buena para algo así -expresó con la mirada baja.

-Elysia, no eres buena; eres espectacular. Te he oído cantar; saca esa diosa que llevas dentro, reina -digo sonriendo.

-Gracias, Roy, por todo lo que haces por mí... -dice mediante un suspiro.

-Lo hago con gusto, nena...

Fui al camerino a alistarme...

Comencé seleccionando una camiseta estampada con un diseño llamativo. Me deslizé en unos jeans ajustados de corte moderno. Para completar mi look, elegí una chaqueta de cuero negro que le da un toque de estilo rockero y sofisticado. Me calzo un par de zapatillas deportivas de diseño elegante que me permiten moverme con facilidad sobre el escenario...

Mientras me preparaba en el camerino, las palabras de Enzo resonaban en mi mente. La lucha interna entre mi carrera y mis sentimientos por Elysia se intensificaba. Miré mi reflejo en el espejo, ajustando mi cabello y tratando de despejarme de cualquier duda. Sabía que tenía que mantenerme enfocado en el concierto, pero la idea de perder a Elysia me atormentaba.

De repente, escuché un suave golpe en la puerta.

-¿Roy? -Era Elysia, su voz era una mezcla de nervios y determinación.

-Adelante, entra -respondí, intentando sonar relajado.

Ella abrió la puerta lentamente y se asomó con una expresión preocupada. Su cabello caía en suaves ondas sobre sus hombros, y sus ojos brillaban con una mezcla de emoción y ansiedad.

-¿Estás listo? -preguntó, cruzando los brazos como si intentara protegerse de la incertidumbre.

-Casi. Solo necesito un momento más -dije mientras tomaba un trago de agua para calmarme.

Elysia se acercó un poco más, su mirada fija en mí. Era difícil no notar la conexión que había entre nosotros, un hilo invisible que nos unía a pesar de las dudas que ambos teníamos.

-Roy, sobre lo que hablamos... -comenzó, pero la interrumpí.

-No hablemos de eso ahora. Hoy es un día importante para ti -dije, tratando de desviar la conversación hacia el concierto.

Ella asintió, pero podía ver que aún había algo en su mente. La tensión entre nosotros era palpable, como si las palabras no dichas flotaran en el aire.

Ella sonrió tímidamente, y por un momento, todo parecía perfecto. Pero luego recordé lo que tenía que hacer. La promesa que había hecho a mí mismo: usarla para conseguir lo que necesitaba. Esa idea me llenó de angustia.

-Ya es hora, Roy -dice Enzo entrando al camerino.

-Genial... -expreso con pocas palabras.

-Elysia, alístate, en la segunda canción vas tú... -digo.

-De acuerdo -dice tímidamente.

Me dirijo al escenario con una sonrisa que ilumina mi rostro; los gritos de la gente desquiciada por mí resuenan en el lugar...

Los saludo con la mano.

-¡¡Dímelo, Madrid!! -grito mientras camino por toda la tarima...

La gente grita mi nombre...

-Eyyy, gente linda, los amo. Quiero que quede claro que les tendré una sorpresa al final. Por ahora, vamos con mi nueva rola "Hombre de promesa, nena"...

La multitud grita desaforada. Alzo mi micrófono y empiezo a cantar...

Estrofa 1:
En la noche oscura, busco tu voz,
un susurro suave que calma mi adiós.
Soy un hombre de promesa, nena, lo ves,
te traigo el mundo entero, solo a tus pies.

Coro:
Soy el hombre de promesa, nena, sin temor,
con cada latido, te entrego mi amor.
Bajo el cielo estrellado, no hay más tristeza,
contigo a mi lado, todo es belleza.

Estrofa 2:
Las olas del mar cuentan nuestra historia,
cada beso robado, pura memoria.
Eres mi razón, mi luz y mi sol,
en este viaje juntos, eres mi farol.

Coro:
Soy el hombre de promesa, nena, sin temor,
con cada latido, te entrego mi amor.
Bajo el cielo estrellado, no hay más tristeza,
contigo a mi lado, todo es belleza.

Puente:
Y si el viento sopla y nos quiere separar,
mi corazón firme siempre te va a amar.
Eres la estrella que brilla en mi ser,
hombre de promesa, contigo quiero crecer.

Coro:
Soy el hombre de promesa, nena, sin temor,
con cada latido, te entrego mi amor.
Bajo el cielo estrellado, no hay más tristeza,
contigo a mi lado, todo es belleza...

Al terminar de cantar, alzo mi micrófono con una sonrisa.

-¡Ahora un grito que se escuche!...

Levantan la bandera de Madrid y muchos carteles con mi nombre...

-Bien bien... gente, ahora les traigo la sorpresa tan esperada por muchos. Los dejo con Lian, que con su música los envolverá...

Lian es otro chico de la disquera; él cantará una nueva rola mientras Elysia se alista.

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Hasta aquí el capítulo de hoy. No olviden comentar qué les pareció. ¡Besos! 😘