XLV: Código Magenta
Los últimos días caminar se había vuelto un reto, le costaba respirar y su pecho dolía como nunca, de cuando en vez las lágrimas hidrataban sus pupilas, miedo y ansiedad ahora hacían parte de su vida diaria y puso todo su esfuerzo por ocultarlo pero ahora era demasiado evidente incluso para sus compañeros, por fin era feliz y probablemente eran los últimos días de su vida, apenas había subido tres escalones y sintió como se le iba el aliento
—¿Estás bien?— Preguntó Hannah una de las chicas que hacían de extra en la película
—Si, es sólo un pequeño resfrío y me cuesta un poco respirar— Mintió, no era un resfrío pero todo su cuerpo dolía como si lo fuese, además de un pequeño dolor punzante en su abdomen inferior
—Ok, si quieres voy a tu paso, igual no tenemos que apresurarnos y en el siguiente piso mejor utilizamos el ascensor— Esa hermosa sonrisa amable le hizo darse cuenta que lo más probable es que ya no podía ocultarlo más, su semblante pálido cada vez era más notorio
A corto pasó llegaron al set, empezaban las escenas más importantes, los suicidios, y no podía concentrarse, llegó al espacio que habían colocado para maquillaje, las chicas estaban listas y empezaron a rumorear entre ellas, la petición era hacer que los artistas se vieran pálidos y ojerosos, una escena donde ellos se perdían a si mismos y se veía en su físico, pero su rostro parecía estar ya en el papel, le pusieron un maquillaje especial uno que se cayera con el agua, con eso cuando llorase, el rímel cayera dejando sus rastro por las mejillas dando este la cuenta regresiva del final marcado
Habían dejado que las dos escenas se hicieran el mismo día y era porque solo tendrían el set en esa ocasión, no habría permiso para más, así que harían todo cuanto se pudiera en esta ocasión, mientras la actriz se cambiaba a la ropa escogida la modista le habló con un poco de timidez
—Señorita Kyoko, creo que tenemos un problema
—Dime...
—Es que no me cierra su vestido, quizás lo redujeron mucho la vez pasada, yo lo siento muchísimo
—¡No puede ser! Seguramente subí demasiado de peso, y no me di cuenta, que vergüenza con todos... Ya estoy arruinando este día
—No, no... Así está bien señorita, incluso así se ve muy hermosa y escuché que el director quería que usted subiera de peso y le sienta de maravilla, fue mi error por encogerle demasiado
—¿Por qué no usa una faja? Igual será solo por un par de horas— Propuso una de las asistentes y a todos les pareció una excelente idea pero cuando Kyoko se puso la faja no pudo respirar
—Kyoko ven, ponte mi vestido —Dijo Hannah al ver que la actriz asiática se veía azul —Jamás combines un resfriado y una faja, los pulmones se contraen y se respira muy mal en especial si tú nariz ya está tapada, en este momento somos como de la misma talla pero yo solo utilizaré la faja por unos minutos....
—Demonios Kyoko ¿Cómo ibas a entrar en este vestido? Es demasiado pequeño —Hannah también sufría por haber intercambiado sus trajes —Linda si adelgazabas un gramo más probablemente hubieras desaparecido ¿Es porque eres modelo? Jamás haré eso en mi carrera— Todos los demás rieron ante el comentario, después de todo la actriz japonesa apenas y llegaba a los cincuenta kilos
Kyoko había hecho todo lo posible por escabullirse de Kuon los últimos dos días, si él se daba cuenta de que no se sentía bien haría parar la grabación y no se podían dar ese lujo, la conocía lo suficiente para saber que ella llegaría incluso hasta desmayarse por eso él le impediría a ella hacer su trabajo, o al menos eso le había advertido la última vez que ella se había descuidado, ya había pasado un poco más de un año en la que habían actuado como padres del pequeño Inaho-Chan, sonrió al pensar en ese tiempo ya, pronto completaría siete meses de estar en Canadá y unos más de haber terminado como Setsu Heel
Cuando llegó al escenario, vio al joven Ahn muerto, la cámara grababa el cuerpo sin vida del soldado mientras la sangre manchaba su bello rostro y sus ojos abiertos perdían su luz, aunque esto lo harían con la magia del cine, Kyoko tuvo que taparse la boca para no sollozar y ejercer mucha de su concentración para no llorar, ver a Kuon parecer un cadáver era demasiado impactante su corazón se encogió y sintió que todo su ser se revolvía así que salió corriendo a los baños a vaciar su estómago fue lo único que no pudo controlar, quería llorar a gritos enteros, era una escena terrible y verlo así, respiro para tomar esas escenas y usarlas para cuando ella hiciera la escena
Respiró con dificultad nuevamente, por la carrera había olvidado su problema y el esfuerzo por no sacar una lágrima le había costado tanto que se sentía mareada, ya casi podía estar en el escenario y podía llorar como se sentía
Cuando llegó de nuevo, todos hablaban sobre ella y el actor, Kuon sonreía con tristeza y emoción a la vez, mientras él y el director revisaban la pantalla con la escena, él vió cuando Kyoko llegó así que se detuvo a saludarla pero al ver que quería llorar se abstuvo, probablemente estaba tan metida en su papel que era doloroso como persona
—¿Pensé que el vestido que usarías era gris?— Interrumpió el director
—Lo siento mucho— Kyoko hizo una dogeza —Es que cuando me fui a probar el vestido ya no entré en el y además, el tono negro podría ir más afín con la decisión de la protagonista
—Tienes razón, y gracias por darle una solución corta, después de todo no hay mucho tiempo ¿Quieres empezar?
—Si por favor
—¿Quieres ver la escena para que te inspire?— La actriz negó con su cabeza, no quería volver a ver a su esposo muerto
—Ok... Creo que ya estás lista— El director sonrió al ver el esfuerzo de la pelinegra por no llorar desde ya
La escena se limpió y Kyoko se puso en su lugar, Sun Hee tendría en su mano izquierda una fotografía y en la derecha la misma arma, cuando el director dió la orden la escena comenzó
Sun Hee veía la fotografía de su boda con su amado esposo, cayó sobre sus rodillas y el peso de su cuerpo dió contra el piso —La actriz no había podido controlar la caída así que se había golpeado fuerte pero no paró la escena—
Sun Hee soltó el arma y la fotografía mientras miraba a la nada unos segundos después gritó con tanto dolor y angustia que no había quien no pudiese sentir lo mismo que ella —Esto no era parte del guión, pero al golpearse Kyoko sintió que su dolor en la zona baja de su vientre había incrementado un mil por ciento, y sin querer había soltado lo que tenía en sus manos, pero tenía que volver a su papel y lo consiguio recordando la escena de su esposo muerto, Ahn, Kuon ambos eran el mismo y de una u otra manera eran el hombre que amaba y las lágrimas que había retenido los últimos minutos las dejó salir con todo lo que sentía
La chica lloraba desconsolada en su habitación, sin cambiar de posición porque a la actriz le parecía imposible moverse, tomó una botella del cajón y bebió —Era agua con color, para que pareciera whiskey, un favor que el director había accedido hacer por la actriz— Sun Hee seguía llorando desconsolada y empezó a cantar una canción de cuna —Por fin volvía al libreto— mientras lo hacía, tomó de nuevo la foto y mientras la sostenía con una mano con la otra la acariciaba, el dolor en su rostro era cada vez más notorio, así que tomó el arma y la puso en su sien y miró con arrepentimiento hacia la cámara
—Bueno en realidad miraba a quien estaba detrás de la cámara, Kuon se había quedado a observar la grabación, y ahora era él quien se tapaba la boca para no emitir ningún sonido, verla así le hizo creer que era real y no pudo evitar llorar—
Sun Hee besó la foto y luego haló el gatillo mientras caía hacia el suelo con ahora manchado su rostro de sangre, ella cerró los ojos para siempre
—Corte— El director gritó, estaba muy feliz de agregar una pequeña bala de pintura roja para que los actores se disparan y dieran una escena muy realista
Al escuchar al director Kuon se dirigió al escenario, pero al ver a Kyoko corrió, la chica no se levantó, más bien se cubrió el rostro llorando, el nuevo golpe hizo que sintiera tanto dolor físico que ya no se pudo poner en pie, solo se encogió mientras gemía dolorosamente
Trató de levantarla pero de la pelinegra salió un grito angustioso, que hizo que todos se detuvieran en ese instante, Kuon sintió que el alma se le iba al verla así, jamás había pasado, una cosa era verla agotada pero ahora sufría y lloraba cómo cuando era pequeña, esto era distinto y era serio como para que ella no pudiese contenerse, sin pensarlo dos veces la levantó en sus brazos
—Voy a llamar una ambulancia— Dijo el asistente del director
—No, yo los llevo— Gritó él mientras corría detrás del actor, una ambulancia hubiera tardado demasiado y él actor no iba a esperar
Llegaron al auto en poco tiempo y el director condujo como loco, tardaron menos de diez minutos en llegar al hospital más cercano, al ver a los actores cubiertos de sangre, el personal les recibió espantados ya que no es muy común que hayan crímenes de esa clase en la ciudad, Kyoko se desesperaba más y más al sentir tanto dolor y no saber la razón
—¿Fue un accidente de auto?— Preguntó confundida la enfermera que les recibió y les asignaría una camilla
—No, no, somos actores, y es sangre falsa, pero le duele y no sabemos que le pasa
—Esta bien, tendrán que llenar los formularios antes de ingresar a la sala
—Yo lo hago, ustedes entren, llamaré a Reine Yashiro para que me suministre la información que necesite— El director se quedó en la recepción mientras Kuon agradecía con la mirada
Kuon entró con Kyoko en sus brazos y la enfermera prácticamente tenía que correr para ir al paso del actor
—Por favor, déjala aquí— Kuon obedeció Kyoko se veía más calmada ahora pero le costaba demasiado respirar por la posición en la que había estado todo este tiempo— ¿Puede describirme lo que siente?
—Tengo mucho dolor— Y como si sus palabras hubieran llamado una nueva oleada de dolor la dejó sin palabras, así que tomó la mano de Kuon y ya no la vivió a soltar, estaba realmente asustada
—¿Ha tenido algún accidente?— Ella negó con la cabeza y él contestó —¿Ha tenido alguna cirugía?— Repitieron la escena anterior —Bueno, eso significa que tienes aún tu apéndice, cuando se inflama el dolor es insoportable así que te llevaremos por una ecografía
Mientras la enfermera aún estaba hablando, llegó la médico encargada de la zona
—¿Qué tenemos aquí?
—La paciente entró aquí por un fuerte dolor, lo que ves es sangre falsa al parecer filmaban una película, así que aún no sé la causa, voy a llevarla a la sala de radiología
—Ok, mientras la sala está libre le haré unas preguntas— La enfermera se retiró
—¿Su nombre es?
—Kyoko Hizuri— Contestó Kuon
—Y ¿Quién eres?
—Soy su esposo, y no me diga que me vaya porque no lo haré
—Esta bien— Suspiró la médica, los había reconocido desde que les vio así que sabía que eran pacientes vip —Pero por favor deje que ella conteste
—¿Desde hace cuánto siente dolor?
—Desde hace un par de días, pero hoy en una escena caí muy fuerte y sentí que me partía por dentro y...— El dolor apareció nuevamente y la médico revisó el reloj
—¿Dos días? ¿Kyoko estás loca? Dime qué no te esforzaste tanto solo por las escenas de hoy, teníamos un trato... ¿Qué hago si te pasa algo?
—Es que solo tenía problemas de respiración y un poco de dolor nada más... Tú deberías entender...— La actriz se mordió la boca para no quejarse, pero no pasó desapercibido para los dos y la médico volvió a ver el reloj, la médico suspiró
—¿Por qué ciertas las piernas cuando sientes dolor?
De repente Kyoko empezó a llorar y se tapó el rostro muy avergonzada
—Lo siento... Creo que mojé mi ropa
—Tranquila, eso es normal en ir condición— La médico suspiró con fuerza, tomó su radio y habló por él— ¡Tenemos un código Magenta! ¡Repito tenemos un código Magenta de carácter V.I.P! Alisten la sala 5D, quiero a todo el personal disponible en quince minutos
—¿Qué pasa?— Preguntaron los dos al tiempo asustados y confundidos
—No se alarmen, por ahora voy a llevar a la señora Hizuri a una sala especializada para su condición
—Quiero ir con ustedes, por favor— Suplicó
—Está bien acompañeme, pero debe hacer todo lo que le pida
Parecía que el tiempo pasaba lentamente, el ascensor parecía tardar horas luego llegaron a la dichosa sala donde al menos una docena de especialistas les esperaban Kuon le ayudó a Kyoko a cambiarse por una bata esterilizada y así dejar su ropa sucia fuera de la sala, luego Kuon hizo lo mismo, tardó un poco menos de cinco minutos pero para él había sido como una hora, cuando entró con la enfermera ya la mayoría de los profesionales se habían ido, y otra enfermera le limpiaba el vientre a Kyoko que estaba pasmada, completamente sin habla, él solo se agachó para besar su frente fría y sudorosa, ella temblaba
Cuando Kuon se dió cuenta nuevamente, la médico gritó...
—Ya es hora linda, tienes que pujar
Kyoko parecía estar ida, pero el dolor de una nueva contracción la sacó de sus pensamientos, apenas si habían llegado a tiempo, la médica y la enfermera pusieron las piernas de la actriz en el potro dándole la posición que necesitaba, la artista empezó a llorar nuevamente, la confusión y el dolor era todo lo que veía, pero Kuon que aún no entendía lo que estaba pasando solo hizo lo único que podía hacer, tomar fuertemente su mano, y el instinto tomó el control, la pelinegra pujo con todas sus fuerzas por una única vez, después de unos segundos el llanto de un bebé llenó la sala
—¿Quiere cortar el cordón de su hijo señor Hizuri?— Kuon no se quería mover, no quería soltar la mano de su amada, pero ella lo hizo por él, y el se dejó llevar como si fuese guiado por el viento, vio ese pequeño niño que lloraba, la enfermera le pasó unas tijeras y él obedeció las instrucciones que le iban dando
Segundos después un médico tomó el bebé y se lo llevó consigo donde le esperaban más personas, Kuon no supo en que momento entraron los demás pero no estaba seguro de si quería preguntar o más bien si podía hacerlo
Los profesionales sacaron el bebé de la sala, y Kuon volvió a su anterior posición, al pie de Kyoko con sus manos juntas, la médica siguió en su lugar y dijo algunas cosas que él ya no pudo entender, la enfermera con una risita le pasó una silla para que el estuviera allí, ninguno de los dos dijo nada, ni supieron cuanto tiempo pasó
—Lo primero que les puedo decir es que me han hecho muy feliz, gracias a ustedes el día de hoy he ganado cerca de diez mil dólares, pues yo le aposté a todos en este hospital a que ustedes eran pareja y la mayoría dijo que no... Así que soy muy feliz, en especial porque ahora sé que están casados... ¿Al final me pueden firmar un autógrafo?— Por fin habló la médica después de terminar todo el procedimiento
—¿Esto es real?— Fue lo único que acertó a decir Kyoko
—Si señora, le aposté a todos
—No me refería a eso...
—Por supuesto que es real, si todo está bien con el bebé lo traerán pronto, como ustedes obviamente no sabían de él, pues nació sin ninguna clase de control prenatal, por eso le está revisando que todo esté normal
—¿Kyoko dió a luz?— Como si apenas empezara a entender lo que pasó Kuon solo hizo esa pregunta mientras la médica y la enfermera se reían, después de todo era normal que ellos se comportarán por el acontecimiento
Llevaron a Kyoko a una hermosa habitación y de parte de algunos profesionales el pequeño Hizuri tuvo su primera muda de ropa, unos cuantos pañales y toallitas húmedas, Kuon se quedó con ella hasta que los dejaron a solas
—¿Qué es lo que no estás diciendo?— Preguntó Kyoko
—Si digo lo que pienso, siento que seré ofensivo y no quiero serlo, y no te estoy juzgando ni nada... Es que... Yo...
—Dilo... Solo dilo porque no sé a dónde quieres llegar
—¿Es mi hijo?— Kuon le temía más a la pregunta que a la respuesta, no es que fuese abandonar a Kyoko si le decía que no, pero la duda era demasiado para él y además si la respuesta era no, bueno... Ella quizás no querría quedarse con él
—Nunca he estado con algún otro hombre... Yo sé que la relación con Shõ parecía llegar a ese punto pero yo nunca me he enamorado de nadie más que tú... Es incluso cuando lo intenté, siempre fuiste tú...
—¿Aún me amas?
—Te amo desde que interpretaste a Katsuki, y aunque he luchado por negarmelo a mi misma, te amo con todo mi ser... Dios, sueno tan ridícula
—Kyoko, me hiciste padre por segunda vez... ¡Soy papá de tu hijo! ¡Eres mi esposa! No le puedo pedir algo mejor a Dios, lo tengo todo— Entonces le dió un casto beso en los labios el cual fue interrumpido por la médica quién ahora traía al pequeño
—Bueno chicos, aquí traigo a este hermoso niño, todo al parecer está bien, está un poco pequeño pero bueno, la mamá no es muy grande así que eso fue bueno, sus órganos en están en perfecto estado, todo está bien con este ángel ¿Quiere alzarlo papá?
—Pero es muy pequeñito, no quiero que se me caiga
—Tranquilo papá
—¡Oh Dios! Kuon tenemos otro hijo ¿Qué vamos a hacer?— Como si apenas se diera cuenta Kyoko gritó alertada su agenda laboral, su familia todo... ¿Cómo iba a explicar que su bebé lo hizo mientras aún era Setsu Heel? ¿Dónde estaba su profesionalismo?
—No sé tú, pero yo planeo verlo crecer— Sonrió como el papá más orgulloso en el mundo porque esa pequeña criatura le había hecho pasar las mejores y peores últimas dos horas —A los dos, quiero verlos crecer
Kyoko estiró los brazos para recibir a su pequeño, el cual abrió los ojos cuando sintió a su mamá, unos preciosos ojos verdes oscuros, que cerró al sentir la seguridad de estar rodeado de las fuertes murallas que son los brazos de su madre
—Si aún no saben que nombre ponerle, bueno el dueño de hospital es japonés también, su nombre es Kurosaki, y estoy seguro de que cuando sepa que su hijo nació aquí, se sentirá orgulloso aunque no lo publicará en las redes, aquí todos respetamos su privacidad, Kurosaki Mogami-San, así se llama él...— Después de haberlo dicho la médica de retiró y dejó la familia a solas
Cuando se sintió segura la médica tomó el teléfono...
—Te tengo una noticia, tienes un nieto Kurosaki, y es precioso, ojalá puedas verlo antes de que ellos se lo lleven... Claro...
Después de un rato Kuon recordó que no había llegado solo, y decidió buscar al director, pero cuando llegó a la recepción encontró a Yukihito y a Reine también en la sala de espera y un par de actores que venían a ver cómo estaba la actriz, Kuon aún estaba con la ropa de hospital, así que todos al verlo se levantaron preocupados, de la nada escucharon los gritos de una voz muy conocida
—No dejaré a los niños afuera, él entra conmigo— Shõ le gritaba a una pobre enfermera que intentaba que él no pasará con los pequeños a la sala de estar
Cuando Kuon los vió perdió la fuerza de sus piernas y cayó al suelo, Shõ y los niños corrieron hacia él preocupados, Shõ estaba de visita en Canadá y por supuesto Inaho había querido estar donde estaba su querida amiga, cuando estaban en su casa se enteraron de que Kyoko había sido internada en el hospital
—¿Ella está bien?— Preguntó con temor Shõ
—Si, lo está... Está perfectamente— Sonrió Kuon, una sonrisa perfecta, aún no podía creer todo lo que había pasado ese día
—¿Te golpeaste la cabeza al caer?
—No— Kuon no podía borrar la sonrisa de su rostro
Para entonces ya todos se habían acercado para ayudar al actor, nadie decía nada y cuando Kuon trataba de decir algo las palabras no salían, hasta que al fin pudo dar la noticia
—Adry tiene un hermanito
—Espera ¿Qué?— Shõ quedó estupefacto con la noticia, bueno los que habían entendido
—¡Oh! ¡Felicitaciones!— Dijo el director, el supo que ya no había nada que le acercara a ella, pero estaba feliz de que estuviera bien y eso era suficiente
Después de que explicara todo por lo que había pasado, Shõ y Yukihito acompañados de Kuon fueron a la sala cuna para conocer al recién llegado, un hombre vestido de negro de pies a cabeza en un traje impecable de tres piezas, veía a través del cristal a Kyoko quien cuidaba de su pequeño hijo
Cuándo el hombre se dio cuenta de la compañía decidió alejarse
—¡Felcitaciones! Tiene un hermoso bebé— Aunque se podían ver todos los bebés que habían nacido allí, él hombre sabía a lo que se refería
Kuon y Shõ, detallaron al hombre, se veía mayor, las arrugas en su rostro le daban los años que sus bonitos ojos ambarinos ocultaban
—¿Quiere abrazarlo?— El instinto de Kuon le dijo quién era y además se parecía tanto a ella
—No puedo robarle eso a sus padres
—Quizás usted nunca pudo hacerlo con ella, pero es una manera de saber lo que siente— Shõ habló con madurez
—¿Puedo?— Habían lágrimas en esa suplica
Kuon entró con el a la sala cuna y mientras Shõ distraía a Kyoko con un abrazo, el actor le dió el bebé para que el hombre mayor lo tomara en sus brazos, era tan perfecto, después de unos minutos lo regreso a su padre
—Si no le molesta, le llamaremos Kurosaki Rick, como usted y su hermano— Dijo Kuon antes de que que el hombre sonriera y se marchara
Kuon entendió porque Saena siempre odió a Kyoko, eran iguales, exactamente iguales... Kuon volvió con su esposa y amigos, Shõ salió para despedirse del hombre
—¡Señor!— Gritó cuando no le alcanzó —Gracias
Luego hizo una dogeza y volvió con los demás, Yukihito estaba confundido, no entendía nada, mientras Kuon y Shõ chocaban un puño a las espaldas de Kyoko, quién ni se había dado por enterada de lo sucedido
Pronto tuvieron que dar la noticia a sus familiares y amigos, quienes sin dudar tomaron el primer vuelo a Toronto, para conocer a Kuro-Chan, la familia pronto se hizo más grande
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