La semana había pasado, quizás demasiado lenta para algunos pero para otros era demasiado rápido

Kyoko no volvió a salir de su habitación, asegurando que por estar en sus "días" no se encontraba muy bien, solo por momentos dejaba que la pequeña Adry entrara en su habitación para compartir tiempo juntas, pero alegaba que debía aprovechar más ese tiempo para conocer a su padre, sin importar que sucediera de ahora en adelante no separaría a la niña de él, después de todo ambos tenían el derecho a estar juntos

Aprovechó de la ayuda que ahora le proporcionaba la chica morena, al parecer rápidamente se hizo cargo de todo lo que necesitarían en la casa, supo que Shõ todas las noches le visitó pero se excusó en no poder verlo, también sabía que era Juliana quien lo atendía después de todo Kuon tenía que esconderse, aunque Shõ traía al pequeño Inaho todas las noches para que jugara con Adry y ahora también con Benjamín, no pudo ver a su prometida y esto le hizo dudar si estaba haciendo lo correcto

La situación parecía complicarse cada vez más, Kuon sabía que Kyoko estaba muy deprimida pero no sabía a ciencia cierta el porque, y el no poder ayudarla le frustraba un poco, también entendía que la morena había sido muy eficiente esa semana y a la vez muy respetuosa y prudente, porque a pesar se sentir curiosidad de porqué él se escondía al llegar cualquier tipo de visita, nunca preguntó aunque sus ojos brillantes y curiosos si lo hicieran, también agradeció que a pesar del estado de la pelinaranja, esta siempre le convencía a su pequeña de pasar el tiempo con él, algo que lo hacia feliz

Pronto fue el último día que tenían de descanso, así que esa mañana se el rubio se levantó muy temprano e hizo el desayuno para todos, por suerte era fin de semana y Benjamín no tenía que ir a la escuela y por supuesto aprovechaba para despertar tarde, no era muy bueno en la cocina pero al menos sabía hacer un desayuno decente... Panqueques, huevos revueltos y tocino, con un fresco jugo de naranja

Después de terminar y limpiar el desastre, tapó todo y aprovechando que aún era temprano, llevó consigo un par de pequeñas porciones de maui omu, más dos platos de desayuno...

Cuando llegó a la habitación, colocó las bandejas de comida en el suelo y tocó a la puerta, una somnolienta Kyoko respondió

—¿Sí?

—Te traje el desayuno ¿Puedo abrir?

—¡Ehhh! Gracias... Si quieres por favor déjalo ahí— Contestó igual que en los últimos días

—No puedo hacerlo... Quiero desayunar contigo— Con voz de suplica

—Aún no salgo de la cama... ¿Si quieres esperar? —Sabía que no se iría, así que no le quedaba de otra

La chica se apresuró a levantarse y ponerse decente, lavó sus dientes cambió su pijama por un short azul de algodón un poco más largo y una camisa sencilla de color beige, de peinado utilizó una liga que que amarró en un bollo arriba de su cabello, también acomodó su cama y un poco el desorden que tenía... Y cuando terminó dejó entrar al rubio que le esperaba sentado frente a su puerta

Ese chico era un crimen para sus cansados ojos, aún vestía su pijama de pantalón largo y estampado de panditas, una camisa blanca de algodón egipcio, sin mencionar que tenía algo de harina en el cabello y algunas benditas en las manos para disimular algunas cortadas, pero las banditas eran de Hello Kitty así que seguramente eran robadas

—Gracias... ¿Cómo estás?— Preguntó al ver el despojo de la tristeza, pero aún así le parecía lo más hermoso sobre la tierra

—Ya estoy mejor... —La verdad era que así lo era, ella lo sabía, en el instante en que lo viera, todo su dolor se iría... Por eso se había recluido, tenía que aprender a vivir sin él

Cuándo el rubio entró con las bandejas de comida y las dejó en el suelo para poder los dos comer allí, la pelinaranja sonrió, vio los platos de maui omu y eso la hizo reír

Se sentó frente al chico, y no dijo nada, solo veía todo lo que había traído, seguramente le había costado varios viajes en traerlo todo... Pero ahí estaba, siendo su fuerza

—¡Itadakimasu!— Dijeron ambos al tiempo, y tomaron el horrible plato... Iban a enfrentar al monstruo... Por suerte este era mucho más pequeño que él que habían enfrentado ya

Terminaron la faena, lo que les tomó algo de tiempo, y uno más para asimilar lo que habían digerido, luego empezaron por el rico desayuno,seguro ambos vomitarían después por toda la comida en sus estómagos y porque quizás no todo su contenido fuese saludable pero ahora solo desayunaban tranquilos

—Estuvo delicioso muchas gracias— Comentó Kyoko empezando a recoger los platos

—Ya aprendí a cocinar... — Frunció los hombros restándole importancia al comentario

—Ren— El rubio volteó a verla, le extraño que le llamara por ese nombre- Tengo que decirte algo...

—Dime...

—Yo estoy agradecida por todo lo que ha hecho por mí y no hay manera en que yo pueda pagarlo, pero creo que es hora de dividir nuestros caminos— La pelinaranja hizo una reverencia y luego se levantó de nuevo —Me voy a casar

—Lo sé... Pero también sé que no lo haces por amor

—Si no lo hago, si no nos casamos, se llevarán a Inaho y yo no puedo permitirlo...

—Lo sé... Kyoko ¿Me amas?

La pelinaranja se quedó callada, no esperaba que él con esa imagen y tan seriamente le preguntara eso... Pero una lágrima traicionera se escapó y rodó por su mejilla, Kuon la limpió

—Has tomado una decisión, y lo respeto, ya tomaré las mías, espero no llores tanto después de ello— Era una clara amenaza, lo cuál dejó desconcertada a la pelinaranja, pero la oscuridad que rodeaba al rubio la hizo entender y a la vez suspirar

—No quiero hablar de eso en el momento... Disfrutemos de lo que queda del día... —Volvió a hablar Kuon pero esta vez, ya no había oscuridad, solo esa brillante e hipócrita sonrisa

—Esta bien​— Sonrió con maldad la pelinaranja —Pero ya es hora que te cambies, seguramente hoy también recibiremos visitas

Ambos se dirigieron a la cocina, cómo dos personas amables y llenas de amor, aún cuando ambos sabían que era la calma antes de la gran tormenta que se avecinaba

Al llegar se encontraron con Juliana que preparaba un aromático café, al verlos los saludo

—Buenos días Kyoko-San, Kuon-San, es un lindo día hoy

—Buenos días— Contestaron ambos al tiempo lo que sacó una sonrisa a la morena

—¿Amaneció mejor de salud?

—Si, hoy ya me siento mejor— Después de unos minutos ambos se sentaron frente a la barra de desayuno y la conversación siguió

Después de un rato Juliana preguntó sobre cómo había sido Adry de más pequeña, la morena tenía curiosidad de como había llegado la pequeña a sus vidas, sabía que Kyoko no era su madre biológica, pero no estaba segura del rubio, además no sólo había escuchado rumores sobre los actores sino que también había presenciado su beso en Guam, así que sentía mucha curiosidad al respecto

—No creo que Kyoko haya pasado mucho tiempo con ella... Así que no creo que te pueda responder— La respuesta de Kuon sorprendió a las dos mujeres

—¿Por qué lo dices? Lo haces sonar como si no tuviera tiempo para mi propia hija— Refuto la pelinaranja

—Porque no eres muy buena con los niños... Cuando nació Inaho, lo dejaste conmigo dos semanas, ni siquiera lo querías alzar por miedo a que se rompiera o algo así

—¿Qué? ¿Cuándo?— La pelinaranja abrió sus ojos como si le fueran a aplicar gotas

—Y también tienes mala memoria, el tonto de tu prometido estaba tan deprimido que no quiso ver al bebé en los primeros meses, así que tú como siempre te hiciste a cargo, pero apenas llegué... Tú parecías que te volverías loca, por suerte mi madre nos ayudó...

—Eso es cierto... Estabas despelucada y a punto de llorar, porque el bebé no dejaba de llorar y tú no sabias que hacer fue tan hermoso, mi bebé me llamó preocupado porque tampoco sabía que hacer... Y bueno como habíamos oído la noticia, fuimos a visitarte

La despampanante rubia hizo su entrada triunfal, acompañada de su esposo, quien sonreía ante el recuerdo

—Aunque yo no sabía que era hijo de BakaShõ—Agrego Kuon— sólo me dijiste que era el hijo de una amiga y que ella había muerto, supuse que no era Kotonami-San porque no estabas hecha un mar de lágrimas

—¡Oh por Dios! No lo puedo creer ¿Cómo pude olvidar eso?—La pelinaranja cubría su rostro con sus manos, había olvidado eso y no sabía el porqué

Era verdad, cuando el bebé Inaho salió del hospital, Kyoko había  llevado el pequeño a casa, al principio la acompañó la enfermera, pero horas después de haberse ido la pelinaranja entró en pánico y llamó a su sempai quién siempre la rescataba

Además la pelinaranja tenía que cumplir el horario por el que principalmente había ido a Londres, así que por ese par de semanas dejó al pequeño en manos de Ren, quien a su vez trajo a sus padres... Los cuales al parecer estaban en la ciudad ante el terrible acontecimiento

-Es porque no eres muy buena con los niños... Seguramente le dejaste toda la tarea de cuidar a Adry a su madre biológica, porque cuando entras en un papel es muy difícil sacarte y además no pareces una persona con mucho tiempo disponible... -Agregó Kuon, palabras que al parecer tenían doble intención

—Bueno, pero seguramente Kyoko-Chan se ha esforzado mucho por cuidarla ¿Cierto?

—Quizás... Pero ahora que se va a casar quizás tenga menos tiempo

—Pensé que no hablaríamos hoy al respecto...

—Oh si, verdad— Una sonrisa deslumbrante brotó del rubio —Lo siento querida—Se puso de pie y le besó la frente

—De todas maneras Juliana-Chan es una linda chica y no dirá nada ¿Verdad? -Todos voltearon a ver a la morena, la cuál se sonrojo y asintió con la cabeza, así que el rubio le hizo un guiño y luego se alejó con sus padres que se encontraban muy confundidos por la situación

—Me alegra verte Kuon -Julie estaba emocionada, no había visto a Kuon desde hacía mucho tiempo, su Kuon... A pesar de lo que estaba pasando, que no entendía del todo, por fin había visto a su bebé

Se dirigían al patio de la casa, cuando escucharon la voz de la pequeña Adry, la rubia se puso algo ansiosa quería saludar a su nieta pero no quería dejar a su hijo

—Mamá, ve con ella... ¿Quieres saludarla cierto?— El inocente Kuon aparecía por momentos y este era uno de ellos

-Está bien... No tardaré— Le dio un beso a su hijo y se fue corriendo tras la pequeña pelinegra

—Ya se fue tu madre ¿Quieres decirme que está pasando?

—No lo sé, papá— Suspiró, sin notar que le hablaba con naturalidad, como si nunca se hubieran separado —Cuándo empezó la mañana trate lo posible para ser su apoyo, pero cuando me dijo que se iba a casar, quise molestarla, que sepa que yo la amo y no la quiero dejar ir con otro, además... Por alguna razón he estado pensado en pedir la custodia de Adry, quiero atacarla y que ella sólo sienta que sólo es feliz conmigo

—Es normal ser un poco posesivos con las personas que amamos, el amor esta atado a la locura, pero de pensar a hacer hay cierta distancia, madurez y amor real que lo diferencia... Cuando se ama de verdad, no queremos que esa persona se lastime porque nos sentiremos muy culpables...

—Lo sé papá... Es solo que... Aún no entiendo porque hace todo esto

—¿Nunca has pensado que lo hace por ti? ¿Que lo hace para que te reconcilies contigo mismo? Mira... Ha logrado lo que ninguno de nosotros ha hecho —Le señalo todo— Hace unos cuantos años apenas te vimos por minutos y ella siempre logra que vuelvas a ser Kuon...

—Me siento como un niño inmaduro a su lado... —Un suspiro pesado salió de Kuon—

El rubio desde hacía un tiempo había tenido la misma pesadilla... Ella salvándole y al final dando su vida por él, como si la oscuridad que él sentía tener, la pelinaranja la absorbiera y consumiera el último aliento de vida de la joven... En su último sueño, una lágrima mostraba ciertos ojos ambarinos sin ninguna fuente de luz... Sin vida, marcando el final de su existencia

Estaba sumido en sus pensamientos, cuando una tierna voz lo hizo salir del profundo hoyo en el que estaba cayendo...

—¡Abuelo!— Gritó la pequeña emocionada

—Hola mi niña hermosa... —El abuelo un poco asustado miró hacia todos lados... Temía que su esposa hubiera visto la escena y le reclamara, pero contó con suerte la mujer de ojos esmeralda no se encontraba ni cerca... Estaba con Kyoko mientras le regañaba por su futura boda

La mañana continuó y como tendrían más invitados, Ren volvió, después de que su mamá le ayudara con el cambio, no porque no pudiera traer a la diosa, como al principio, sino por darle la confianza de ser parte de la vida del moreno* actor

Juliana se sorprendió al verlo, era su fan y jamás se le había ocurrido que el rubio y el moreno podrían ser la misma persona y eso que era muy buena encontrando gente por su habilidad de reconocimiento, aunque la sorpresa que iba a tener ni siendo detective la hubiera esperado

Los invitados fueron llegando, primero la familia Yashiro, seguido de la familia Kijima, al rato llegó Shõ y su hijo, y por último llego la familia Takarada, algunos se les hizo extraña la presencia de Shõ y a otros la de los Hizuri, pero como Kyoko parecía ser el centro de todo, nadie preguntó al respecto

A pesar de la promesa hecha a Shõ, la pelinaranja ocultó el anillo en la reunión, aún no era hora de anunciar el compromiso, en su mente estaba lista para el nuevo proyecto y no necesitaba ninguna distracción innecesaria, el almuerzo fue muy ameno, aunque al final el tema terminó siendo laboral...

El único cambio es que Juliana fue invitada a la mesa, algo que le pareció extraño, pues la servidumbre no se sienta con los amos, pero cuando dijo eso, la mitad de los asistentes la miraron terrible ¿Cómo era posible que en pleno siglo XXI alguien se refiera a sus empleadores como amos? Además Kyoko le explicó que tenían razones de peso para saber que era una chica de confianza, algo que en verdad alegró su corazón

Reine le informó que Mía y Saena habían viajado a Estados Unidos por ciertos documentos que al parecer eran urgentes y que además, la adolescente había sido llevada por la estricta abogada no la volvería a dejar estar sola hasta que no fuese capaz de no meterse en problemas... Algo que al parecer parecía imposible, así que estarían juntas durante mucho tiempo

—¿Qué sería tan importante para que mi mamá viajara sólo por un documento?— Dijo en voz alta la pelinaranja mientras jugaba con su medallita de LoveMe y divagaba en sus pensamientos

—Kyoko por favor no te distraigas, necesito que estés preparada para este papel...

—Ya prepare lo poco del guión que nos dieron, tengo una idea de cómo crear este personaje— La pelinaranja fingió seriedad... La verdad estaba distraída

—Está bien, me preocupas un poco, así que prométeme que no te esforzarás más de lo que tu cuerpo da mientras yo no estoy allí ¿Quieres?

—Está bien, está bien... Por cierto ¿Ya anunciaron quienes serán los otros actores?

—Oh si— Contestó Reine —Taiga Murasame será el protagonista y Tina Miller la villana principal, la que destruirá el papel representado por Caín...

—Esto no puede ser cierto— Suspiró la actriz —¡Maldición!

—¿Qué pasa con esa chica? No sabía que te disgustara alguien

—Esa mujer es nadie, sólo que estoy segura va a intentar arruinar mi trabajo, es del tipo de persona que puede caer muy bajo para obtener lo que quiere, lo que no sabe es que yo consigo lo que quiero por el valor de mi esfuerzo

—Oh... Bueno seguro la podrás en su sitio— La mánager de cabellos azabaches se refería al talento, poco se podría imaginar a lo que su representada se refería

—Si... Seguramente

—Kyoko tengo una pregunta ¿Cómo harás con Adry-Chan en esos días? Ya que ambos estarán inmersos en el papel y Mia-San no estará ¿Quién la cuidará?

—Sus abuelos... Se la llevarán de vacaciones...

—¿Abuelos?

—Si, Julie y Kuu, sabes que se autodeclararon mis padres y por ende los abuelos de Adry... Sólo déjalos ser— Por poco la pelinaranja olvida guardar el secreto de Kuon

La tarde llegó, y todos volviendo al ciclo de sus vidas, los abuelos Hizuri se llevaron consigo a la pequeña, porque pronto los hermanos Heel anunciarían su triunfal llegada a Japón, los excéntricos, lujuriosos y incestuosos hermanos estarían de vuelta en la capital nipona para formar nuevos escándalos, mientras hacían una maravillosa película...

Después de todo ya algunos esperaban a los actores

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*Morenos: cuando yo hablo de morenos me refiero al color oscuro del cabello, específicamente del castaño al negro, y los rubios me refiero tanto a los amarillos como los rojos, así que rubio: claro
Moreno: Oscuro...

Espero les haya gustado el cap, perdón por la demora... Pero estaba terriblemente ocupada viendo el caos en fb xD

Besos y perdonen a su ingrata escritora los amo

😋😘😘😘 Jhio Butterfly