La tarde había transcurrido demasiado lenta para Kijima, después de la llamada de Kanae, estaba muy preocupado por el estado de la pequeña Sakura, pero había algo en su interior que lo tenía inquieto, era como un mal presentimiento que no podía sacar de su corazón... Había apresurado la mayor parte de sus compromisos para poder llegar temprano a casa, pero incluso así no había podido irse rápido como hubiese querido, Kanae le llamó una vez más asegurándole que ahora estaba bien y bajo control, pero aún así el actor quería salir corriendo a ver su pequeña, sí su pequeña, porque el idiota que la abandonó no tenía el derecho jamás de reclamarla...

Kanae y los demás habían pasado el resto de la tarde en el apartamento de Kyoko, así que Kijima se dirigió hacia allí al final de la jornada laboral para encontrarse con las mujeres que amaba...

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Cuando conoció a la mejor amiga de la chica de la que estaba perdidamente enamorado, quedó fascinado por el frío y la distancia con la que trataba a todo el mundo, si no fuese por la intensidad de cierta chiquilla pelinaranja quizás la actriz estuviese siempre sola... Era cómico verlas juntas, en especial porque la más pequeña de ellas se lanzaba en abrazos mientras la otra la evadía fríamente, entonces la pelinaranja lloraba y la pelinegra terminaba cediendo y todo terminaba con un ¡Ya! ¡Ya! Y un par de suaves palmadas en la cabeza de la menor

Kijima era conocido por ser un Playboy, siempre que había una chica hermosa, intentaba conquistarla, era como si su misión en la vida era estar rodeado de mujeres preciosas... Le encantaba Kyoko, aunque al principio no lo había notado porque le había parecido una chica muy simple, pero después de una treta logró ver que con un poco de maquillaje se veía más que hermosa, era algo que ni él podía describir... Pero era demasiado inocente, y cada vez que pensaba tenerla en sus manos se iba como el agua por los dedos... Nada de lo que él le dijera lograba hacerla bajar a tierra y hacerla entender que estaba enamorado de ella...

Su corazón se rompió cuando se dió cuenta que el actor número de Japón le había ganado una vez más, se había adueñado de un dulce e inocente corazón, el de Kyoko Mogami, quiso hacerse amigo de la pelinegra con el fin de tener una aliada en su batalla romántica, pero esta no solo le negó su ayuda sino que también se rió en su cara... Nadie jamás había hecho eso y mientras pensaba en la retribución por la ofensa, empezó a notar a la talentosa y bella actriz que era la fría pelinegra

Cierto día, cuando intentaba conquistar a una nueva víctima, Kanae que hacía parte de la producción en la que él participaba, pasó a su lado con un actor mucho más joven, Hiou Uesugi, los dos hablaban amenamente y ella sonrió, una sonrisa tan hermosa que entendió porque el adolescente se había enamorado de ella... Se animó a interactuar con ella una vez más, pero esta vez lo hacía con el fin de conquistarla... Un día en el que le llevaba un ramo de rosas, ella le miró con sobriedad y le dijo

-Lo siento, no salgo con personas como tú, necesitan tanto amor que no pueden tenerlo de una sola persona, tú pareces un vampiro que con frenesí ansía verdadero amor pero están divagando entre los amoríos que en vez de satisfacerse quedan cada vez más vacíos...-

Después se marchó, mientras en la mente de Kijima sus palabras daban vueltas por su cabeza, nadie la había dicho la verdad frente a frente, nadie lo había tratado de esa manera, y aún así que le hiciera sentir respeto por esa persona, la admiró en secreto, e intento hacer amistad con ella e increíblemente lo logró con la ayuda de Kyoko, Dios puede jugar con el destino de la gente... Una vez había intentado acercarse a Kanae para llegar a Kyoko y ahora hacía al contrario...

Una tarde nevada el actor salió a la terraza a fumarse un cigarro, cuando vio a su pelinegra favorita, de pie en un apartado jardín,viendo fuera, se acercó un poco para no asustarla ya que podría caer y entonces notó como algunas lágrimas rodaban por sus mejillas, por alguna razón que no podía explicar se le rompió el corazón, le dolía fuertemente en el pecho verla tan triste y perdida en sus pensamientos que ni siquiera había notado su presencia, se acercó aún más y le ofreció un pañuelo

-Unos ojos tan hermosos no deberían derramar lágrimas... -Le dijo en baja voz

-Sí un actor no sufre ¿Cómo puede representar la tristeza ante un público experto?

-¿Lloras para ser mejor actriz? -Preguntó un poco confundido

-Lloro porque es inevitable, todos los humanos tenemos que llorar una vez en la vida... Es parte de tener sentimientos, como enamorarse y decepcionarse, solo que somos nosotros quiénes decidimos si será algo útil en nuestras vidas y en el caso de los actores... de nuestra profesión... Bueno, eso es lo que aprendí de alguien muy sabio...

-¡Hmmm! Imagino que esa persona sabía es cierta pelinaranja inquieta...

- ¡Ehhhhh! ¡Si! -No pudo evitar sonreír al pensar en su mejor amiga

-Que hermosa sonrisa Kotonami-San, si ella la hace sonreír así y por un momento la hace olvidar de eso que le lastima tanto, entonces iré a buscarla en este mismo instante aunque esa chiquilla esté al otro lado del mundo... Porque aunque se mienta así misma diciendo que lo hace por la actuación, la conozco lo suficiente como para saber que lo que sea que le hace sentir así es tan grave como para no poder llegar hasta casa... También lo aprendí de tu amiga favorita

-¡Wao! ¡Has aprendido mucho de tanto observarla! -Chasqueó la lengua con disgusto

-En realidad no era a ella a quien observaba cuando lo noté... Para todos, la vida de Ren-Kun y Kyoko-chan es una enigma, pero desde hace poco es más que notable que ya no pueden guardar tanto en su interior, Kyoko-chan ha cambiado mucho al punto de parecerse a Ren-Kun... En él no era muy notorio porque nadie le conoce de antes, pero en ella... Bueno, a bajado al terrible mundo de los humanos, y tú eres quien más lo ha notado... Ya no te persigue o grita cuando te ve...

-¿Estás diciendo que es a mi a quién veías? -Interrumpió curiosa

-¡Ehhhh! Bu-bu-bueno, no es como si te observara todo el tiempo -Se volteó para que Kanae no lo viera sonrojarse, pero ella estalló de risa al descubrirlo

-No puedo creer, el gran Playboy Kijima-San está sonrojado por admitir que acosaba a una chica...

-Y-yo ¡Yo no te acosaba! -Se defendió aunque no le sirvió de nada, porque la pelinegra no dejaba de reírse a carcajadas- Al menos te hice reír, así que ya no necesitas a Kyoko-Chan por el momento

-¡Gracias! -Le miró con ternura- Ha sido un día terrible...

-Si quieres puedo ser tu confidente, prometo ser un buen chico... -Puso su mano derecha en su corazón

-No es tan sencillo... Pero te dejaré que me invites un café un día cualquiera... Volvamos a dentro, empezarán a decir cosas raras si nos ven juntos...

-Un café... por mí está bien en quince minutos ¿Y usted Kotonami-San?

-Esta bien -Sonrió

En la cafetería, ya los dos juntos, hablaron de muchos temas referentes al trabajo, locaciones, personajes e historias favoritas, era la primera vez para ambos que se sentaban en un lugar público con alguien que apenas conocían a hablar de cosas personales... Aún así no tocaron el tema que los había unido esa tarde, pero el tiempo indolente pasó fugazmente recordándoles que tenían compromisos que no podían ser rotos y así cada uno volvió a su mundo

Las semanas pasaron, pero el actor tomó la determinación de no perder la amistad que había empezado a nacer entre ellos, así que de vez en cuando le invitaba un café y ella gustosa aceptaba en especial cuando estaban en el mismo lugar de trabajo... Cierto día, la pelinegra se veía mal, estaba muy pálida y cuando se encontraron ella se desmayó en sus brazos, se encontraban en un café-bar en el centro de la ciudad, pensó en llevarla al hospital más cercano pero seguramente su nombre se vería envuelto en rumores, así que la llevó a su departamento

La dejó descansar en su cama mientras se apañaba con su celular para encontrar múltiples maneras de cuidarla sin acudir a un médico al menos mientras despertaba... Por suerte ella había aceptado la cita porque no tenía más trabajo esa tarde, aunque él si tenía unos compromisos aunque eran para tarde en la noche... una entrevista en vivo... pero no la dejaría sola, así que llamó a Ren, si tenía ese horario disponible para que lo cubriera, después de todo Ren era mucho más famoso y los de la cadena televisiva no se enfadarían con él por su falla... Tuvo suerte, después de explicarle a todos que por una emergencia no podía ir a lugar todos dieron su granito de arena para apoyarlo aunque la condición de Ren fue que le contase cual era la emergencia... Ya que este no estaba muy convencido del todo de lo que Kijima-San podría llamar emergencia....

La enferma por fin despertó cerca de la madrugada, Kijima había estado revisando que no tuviese fiebre y que estuviera descansando cómodamente...

-¿Dónde estoy? -Kanae se sentía desorientada y un poco asustada al no saber qué había pasado

-Te desmayaste y no supe que hacer así que te traje a mi apartamento...

-Que vergüenza, no puedo creerlo, además estoy en tu cama... -Kanae intento levantarse rápidamente de la cama, pero se mareó al instante, así que el actor la hizo recostar de nuevo

-No te levantes, no creo que estés muy bien... No te llevé a un hospital porque no sé mucho de ti, además no me pareció apropiado...

-Gracias, en serio has sido más que amable conmigo, no quiero molestarte

-Lo importante es que estés bien... ¿Quieres comer algo? Preparé gachas de arroz, no creo que estés resfriada porque te medí la temperatura varias veces, ha estado normal... Pero no sé qué te gusta...

-Me gusta toda la comida... Aunque no coma en grandes cantidades... Ya sabes me cuido de las calorías...

-Es decir que te puedo preparar alguna otra cosa.... ¿Como un omelet?

-No tienes que molestarte... -Kanae no pudo terminar de hablar cuando el actor ya había desaparecido de la habitación...

Minutos después Kijima apareció con una bandeja llena de platos humeantes que desbordaban el delicioso aroma de la comida puesta en ellos... Kanae sintió rugir su estómago hasta que le llegó el olor del omelet, lo cual le rebotó el estómago y tuvo que pararse para vomitar lo poco que le quedaba en su sistema gástrico...

Kijima dejó la bandeja en la mesilla de noche y luego siguió a la chica, la cual parecía debilitarse aún más de lo que estaba... Cuando vació todo el contenido de su estómago, Kijima le dió enjuague bucal para pasar el mal sabor y luego la llevó en brazos hasta su cama para no se cayera y lastimara

-No creo que estés bien, así que lo mejor será que te quedes esta noche... Te traeré algo de té, lo mejor será que te quedes recostada... -La pelinegra solo asintió

Minutos después volvió...

-Kotonami-San yo... estaba muy preocupado por tí, así que llamé a mi hermana, ella es médico... Le expliqué tus síntomas y ella cree que... bueno... que tú estás embarazada...

-¿Qué? No, no puede ser posible... Yo no... -Kanae se llevó la mano a la boca

-Mi hermana preguntó donde estábamos... Le respondí que aquí, pero fue un accidente... Así que cree que eres mi novia...

-¡Oh! Perdona te he metido en problemas...

-Eso no importa, me preocupas y no me importa que digan que somos pareja, lo único es que mi hermana dijo que vendría... Independientemente de lo que pase ella no dirá nada y de paso podrás saber por qué tú salud está tan delicada...

-No quiero seguir siendo una molestia para ti y tu familia... Lo mejor es que me vaya... -Tomó el teléfono de su cartera y envió un mensaje- Si lo que dijo tu hermana es cierto, vas a tener aún más problemas... Y no es justo...

-Es decir, que si hay posibilidades.... -Suspiró- de que mi hermana tenga razón ¿Verdad?

-Creo que si -Agachó la mirada

-Entonces creo que tengo que dejarte ir... Es tu novio quien querrá hacerse cargo de ti, en estos momentos... -Por alguna razón se le hacía un nudo en la garganta

-Yo no tengo novio- La pelinegra empezó a llorar desconsoladamente- Soy una vergüenza para mi familia...

-No tienes por qué decir eso... -El timbre sonó e interrumpió la conversación

Una joven y muy alterada pelinegra de ojos cafés vino a revisar la paciente a la cual no había dejado que saliera de la cama... Después de unos interminables minutos y unas cuantas preguntas, la médico tenía una respuesta, había notado que la chica había llorado hace poco, así que le acariciaba la cabeza como consuelo...

-Aún es muy pronto para determinar un embarazo sin una prueba, pero es muy seguro que si lo estés... -Se dirigía con ternura a Kanae- La sintomatología es bastante común pero es lo más probable... Te recomiendo que te hagas una prueba casera para salir de dudas, y así ya pensar en tomar una decisión al respecto... En especial porque este vago de mi hermano es un irresponsable...
Si ella decide tener el bebé tú tendrás que casarte con ella... -Esta vez se dirigía a Kijima quien le prestaba atención en silencio- La deshonrraste y ni siquiera te protegiste para cuidar de ella... Eres un irresponsable... Kotonami-San es una dulce e inocente niña ¿Cómo pudiste? -La mujer gritaba... Kijima sabía que su hermana menor era seguidora de la serie de novelas en las que Kotonami había participado como una dulce niñera... Así que sabía que era lo que pensaba su hermana

-Lo-lo.. Yo lo si-siento... -Trataba de explicar Kanae

-No te preocupes linda... No es tu culpa... Es culpa de este vago

-Sí está embarazada y quiere tener a nuestro hijo, si me lo permite yo me casaré con ella... Yo responderé por mis actos... -Respondió Kijima

Ante las palabras de Kijima, Kanae solo pudo ceder al llanto, eran demasiadas cosas, y no podía con tanto.... Necesitaba a su mejor amiga... pero está la había devuelto el mensaje de texto, llegaba en los siguientes dos días a Tokio, había viajado a una locación...

Kijima se sentó a su lado y la abrazó sabía que lloraba porqué su corazón se deshacía dentro... Amaba a alguien y le había entregado su cuerpo, pero su amor fue traicionado y ahora estaba ella allí con su corazón en pedazos a punto de tomar una de las decisiones más importantes de su vida... Al menos eso era lo que él pensaba

Mientras tanto Kanae pensaba en su futuro, mientras en su mente se colaban escenas de las veces que había estado con el padre de su bebé... Ya hacía tiempo se le había declarado pero ella había decidido no hacerle caso, pero al corazón no se le puede mentir y poco a poco fue cayendo entre sus redes... Pero después de un largo día él decidió terminar su relación... Pero días después se presentó en su casa y sin premeditarlo o planearlo las cosas terminaron en una apasionada y romántica despedida, esa noche había llorado como nunca lo había hecho, porque se había enamorado de aquel hombre pero no podía quedarse a su lado...

Sin saberlo ambos pensaban en ese complicado día, Kijima no dejaba de recordar lo triste que su esposa estaba cuando leyó la prueba casera que él mismo había comprado después de que su hermana se fuera... Su destino había sido decidido, él estaría con ella hasta al fin del mundo solo le gustaría que ella lo amara, que esa decisión no hubiera sido determinada por el error de otro hombre...

Mientras Kanae en el sofá pensaba en lo dulce que había sido Kijima, quien había tomado una responsabilidad que no era suya, aunque hubiese perdido su libertad y se había atado a ella solo porque la persona que él amaba le pertenecía a otro...

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Hola a todos, perdón por la tardanza pero es que cada vez que iba a escribir era seducida por las redes sociales... Lo sé soy una irresponsable... Aunque a la vez es bueno, porque me dió ideas... No sabía cómo avanzar en este punto, porque tengo mi mente en un par de capítulos que vendrán más adelante... Me muero por hacerlos y no me deja llegar a ellos... Estoy muy ansiosa...

Ya casi llegamos a la idea que me inspiró escribir este fic... De antemano les digo que no me pueden matar, por qué si lo hacen ¿Quien les seguirá escribiendo el fic? XD

Por cierto... He visto que algunos ficker dan sus redes sociales...
Pero yo no tengo muchos... Sólo Facebook y WhatsApp... ¿Quieren compartir más conmigo en las redes? Y ¿Cuál es la que más utilizan a la hora de hablar de fics!?

Eso es todo por ahora, besos... ¡Ah! No olviden votar
Jhio Butterfly