Al llegar al estacionamiento Kyoko se dio cuenta de que había salido sin más y llevar a un pequeño en un auto sin adaptarlo no era lo más apropiado, así que se devolvió, con la ayuda de Shoko cambió de auto por el de Shō, además de recoger la maleta y juguetes que al parecer el pequeño siempre llevaba consigo, eso de ser madre aún no estaba claro para Kyoko apenas si sabía lo poco que había aprendido en las clases con Kanae, la verdad hacía todo lo posible para no pensar en ello, técnicamente había hecho las “paces” con su madre, pero su relación no había mejorado mucho desde entonces, así que la referencias más cercanas eran la jefe del Darumaya y Fuwa-San, como niñera podía aprender pero no dejaba de darle miedo, que se equivocara, hacía pocos minutos había regañado al pequeño Inaho solo porque Ren la ponía más que nerviosa ¡Que tonta! ¿Cómo se había metido en esto? No tenía ni la menor idea de que hacer o como cuidar a un niño, además de los cuentos de hadas ya no era su fuerte…

Estaba metida en sus pensamientos que no se dio cuenta que alguien la esperaba en el estacionamiento, más fue su sorpresa cuando el pequeño de un chillido la sacó de su ensoñación

- ¡Goblin-San!

- ¿Goblin? ¿Qué pasó con Ren? Te recuerdo que ese es mi nombre –dijo mientras le revolvía el cabello al pequeño, era lindo, de cabello y ojos negros azabaches, en contraste con una piel blanca perlada ¿Cómo serían los hijos de Kyoko? No pudo evitar preguntárselo

- Es que mi papá me dijo que es de mala educación llamar a las personas por su nombre, eso es abuso en Japón

- Tú papá tiene razón, a algunas personas les ofende que las llame por su nombre y no por su apellido, más cuando las personas son mayores, pero como soy muy conocido las personas con quien tengo relación me pueden llamar por el nombre, pero solo mis amigos pueden llamarme sin sufijo, en ese caso no es abuso de confianza

- Pero me gusta más Goblin-San –el pequeño hizo un puchero

-Está bien –sonrió el actor- pero utilice mi magia para llegar aquí, así que ¿Puedes guardarme el secreto? Además quiero hablar con tu amiga ¿Me la prestas?

-Ok, adiós Goblin-San-dicho esto el pequeño se subió al auto y cerró la puerta

-¿Qué haces aquí? –Preguntó un poco intrigada pero muy ansiosa la pelinaranja

-¿Qué estás haciendo tú? –La miró nostálgico, después de todo renunciar no es tan fácil como parece

-Llevando a Inaho a casa ¿Qué parece que hago? –eludió la verdadera pregunta, mientras tanto sacó las llaves del bolso y se dirigió al auto, pero justo cuando tomo la puerta para abrirla sintió como la tomaban de un brazo y la hacía girar para quedar frente a frente

- Sabes de que hablo ¿Por qué haces todo esto? ¿Por qué te fuiste? ¿Por qué? Sé que soy un idiota pero al menos tengo el derecho de saber que hice ¿No crees?

- No hay nada que decir… -Antes de terminar de hablar, el actor se acercó, tomó su mentón y se acercó aún más, ella no se inmutó, la besó suavemente

Un pequeño beso casto que en cuestión de segundos se convirtió en una necesidad, definitivamente ese hombre hacía puré su cerebro, inconscientemente ella rodeó con sus brazos el cuello del actor y este la rodeó con los suyos en su cintura, se comían a besos, besos hambrientos de amor, durante dos años esos labios no se tocaron y extrañaban su ausencia, su cercanía, estaban diseñados para estar juntos, pero cierta terca y obstinada pelinaranja había decidido separarlos

Estaban fundidos el uno en el otro, hasta que un golpe suavecito en la ventana los hizo separar, el pequeño se había aburrido de esperar a los adultos así que golpeó la ventana con el fin de llamar su atención, aunque desde su posición no podía ver que estaba pasando y aunque lo viera quizás no hubiese entendido… quizás

-¿Qué pasa cariño? –Preguntó Kyoko, después de indicarle que bajara la ventana, mientras mentalmente maldecía y bendecía la interrupción

-¡Tengo hambre!

-Ya nos vamos, Goblin-San ya terminó de hablar, así que ya nos podemos ir en un ratito –La pelinaranja miraba de reojo al actor

-Los invito a cenar ¿Qué les parece? –El actor iba a luchar con todo lo que tenía y esta era una muy buena oportunidad para pasar con la chica de sus sueños…

-No, gracias pero no, ya tenemos cena en casa –Mintió, algo que se había vuelto común en la chica, abrió la puerta para entrar en el auto, pero el actor la haló del brazo

-¿Qué pasa contigo?

- No pasa nada, solo que digamos que no ha pasado nada

-¿En serio? –El actor estaba anonadado, eso beso confirmaba que se necesitaban ¿Por qué insistía en huir? Además ¿De qué estaba huyendo?

-Estoy saliendo con Shotaro, esto no puedo volver a pasar

-Aún estas enamorada de mí…

-Eso nunca importó o ¿Si? Tu pasado es más importante que las personas que te rodean, que tus padres, que tus amigos… Que yo-su voz fue bajando, mientras forzaba una sonrisa –No se trata de lo que ocultas, sino el porque lo ocultas

Ren se quedó en silencio, mientras ella subía el auto y lo encendía para marcharse, después de todo ella tenía razón, había dejado que sus pesadillas se interpusieran entre él y su relación con las demás personas

-El problema es que cuando ocultas demasiado, es que demuestras la confianza que tienes en los que te rodean –fueron las últimas palabras antes de Kyoko se marchara dejando un indeciso Ren

Tratando de darle sentido a esas palabras el actor buscó en su mente los recuerdos de ese último día, buscando las palabras o las acciones que le rompieron el corazón a la mujer que amaba, la chica dulce y tierna no era la misma que se había marchado apenas unos minutos, no había dolor en su mirada solo enojo, esa mirada solo le recordaba a la odiosa Natsu, la posesiva Setsu, la celosa Kyoko, al fin al cabo todas son la misma, pero no las había visto a todas en la misma

El final de la noche fue más calmado y sencillo para Kyoko, al llegar a casa se ocupó todo el tiempo de Inaho, eso después de todo era más fácil que ponerse a pensar en lo sucedido, después de la cena, jugaron un rato y después un rico baño, los dos se habían ido a la cama, Kyoko había pensado en estudiar la sección del libreto del gran proyecto que estaba por venir, era lo que estaba esperando por mucho tiempo, el problema es que el papel era para Setsu, después del éxito Tragic Market los hermanos Hell se había vuelto famosos en la tierra nipona, tanto Ren como Kyoko habían decidido seguir siendo los personajes en vez de tomar el crédito por ellos, decidieron seguir jugando, le ponía más dificultad además como Setsu, Kyoko podía darse el lujo de actuar en papeles fuertes, ya que como ella misma siendo menor de edad se había restringido a ciertos papeles, había pasado de personajes villanescos a protagónicos dulces y sencillos, demasiado fáciles, él único personaje protagónico con un nivel medio lo había filmado en USA, pero las mejores escenas solo eran partes de los flaskback de la película, el personaje se quedaba corto, fuera de su país de origen había participado en varias producciones interesantes, pero lo que más deseaba era hacer un papel trascendental como Mio, un personaje fuerte que siendo malo o bueno lograra su propósito y no la clásica princesa que el héroe siempre terminaba rescatando, fastidiada de los mismos papeles, aunque no le iba nada mal, la gente la amaba por ello cada vez se volvía más famosa, pero la actriz se sentía cada más estancada

Había incursionado en el mundo del modelaje después de que hubiese sido invitada a una campaña de Ralph Lauren de ropa deportiva y juvenil, luego para varias marcas reconocidas a nivel mundial, pero siempre lejos del país del sol naciente, algo que era diferente como Setsu, su personalidad quedaba impregnada en sus personajes, habían sido pocos, pero habían marcado la industria, tan fuertes como los papeles de Caín, ya que siempre formaban equipo, la combinación de los hermanos era impactante, ella era la mánager de los dos y se encargaba de todo, lo mejor de todo era el tiempo a solas que podían pasar los dos, pero desde hacía tiempo no recibía un papel para los icónicos personajes y después de la ruptura con Ren, no sabía si era del todo buena idea, esta vez le tomaría más tiempo para prepararse y más después de lo que había pasado horas antes en el estacionamiento de TBM, pero el papel era demasiado atractivo para dejarlo

Un detective novato (aún no habían dicho quien haría el papel) arrestaba a una estudiante universitaria, aunque tenía buen historial, fue incriminada para que se infiltrara e investigara la corrupción en la universidad, sin saber que era ella la persona que buscaba, su hermano mayor era “Ghost” un popular mafioso y hacker  que nadie conocía, todo lo manejaban con pocas personas de confianza y sin embargo nunca les habían visto, la pequeña universitaria también era hacker y aprovechaba su buena reputación para traficar, aunque al igual que su hermano nadie sabía de ella, el detective queda atraído por sensual gótica sin saber lo que implicaba ello -Era la única parte del guión que tenía y estaba ilusionada era su primer protagónico como Setsu, por fin tendría algo más de drama, con eso mente se quedó dormida al lado del pequeño

Al otro lado de la ciudad Ren terminaba de cenar, aún no le gustaba mucho, pero en los tres años de relación con Kyoko, comer era parte de su rutina, tenía la esperanza de que ella volviera algún día y si lo hacía que al menos se diera cuenta que siempre pensó en ella…

Cuando vio a la pelinaranja con Fuwa, no podía creerlo pero luego pensó que quizás él ya no podría hacerle tanto daño como él se lo había hecho, pero dejarla ir así sin decir nada, sin hacer nada era imposible, después de todo ella era el amor de su vida, cuando la tenía tan cerca sentía la necesidad de tomarla consigo y salir huyendo, sin pasado, sin presente, sin nadie que los molestara al estilo los hermanos Hell y ahora se presentaría la oportunidad, la pregunta era si la pelinaranja estaría dispuesta a volver ser su hermana pequeña, faltaban dos meses para ello, mientras tanto planearía que hacer mientras llegaba el día, ahora el peor de los escenarios empezaría, después de leer la parte del guión que le correspondía, el personaje que actuaría su pequeña hermanita se enamoraría del protagonista, los celos empezaron a apoderarse de su imaginación, no la querría ver besando a otro en frente suyo sin poder decir nada… Caín no compartiría a su hermana, Ren no quería verlo, Kuon menos… Después de todo no sería tan fácil para el hermano mayor, decidió no pensar más en ello y se fue a la cama, donde tuvo un extraño y a la vez hermoso sueño

Kyoko con un pequeño rubio de ojos verdes estaban en un arroyo, dónde jugaban en el agua y reían, ella era muy cariñosa con él, le contaba cuentos y se refugiaban en la sombra de un frondoso árbol, al final el pequeño se quedaba dormido en el regazo de la actriz, se veía mayor, ahora tenía el cabello negro, largo, lacio, bailaba con el viento, con sus delicadas manos revolvía el cabello rubio del ahora no tan pequeño chico, se hacía cada vez más grande, de un momento a otro las manos del chicos estaban llenas de sangre, pero la chica alza las manos teñidas de sangre hasta sus labios, les besa hasta que quedan limpias, él se ha hecho un hombre, ella aún se ve igual de joven que cuando empezó pero se veía cansada… -Kuon te amo…-Dijo la chica antes de besar al chico, segundos después ella cayó sobre él, él se levantó para tomarla en sus brazos, la chica pálida no despierta pero su ropa blanca se había manchado de sangre, la llevó hacia el arroyo… Ren despertó, el bonito sueño se empezaba a convertir en pesadilla… Miró el reloj eran apenas las tres de la mañana, quiso llamarla pero no quería molestarla, lo más probable es que estuviera durmiendo plácidamente después de un agotador día… Así que intentó nuevamente dormir

El fin de semana terminó mucho más tranquilo de lo que empezó, mientras tanto en un restaurante familiar, cinco personas disfrutaban de una deliciosa cena, Kyoko como siempre estaba muy entretenida con Inaho, mientras que Shō estaba perdido en su celular, las dos mánager que los acompañaban miraban la escena con cautela, después de esperar un rato por un momento oportuno Itzuka-San empezó a hablar

-Me ha llegado una propuesta interesante, por eso los cité aquí con motivo de reunión, pero como no solo es para Kyoko quiero saber su opinión –A este punto de la conversación todos miraban y prestaban atención a Itzuka Reine

-Hace poco invitaron a Kyoko a un proyecto para que mostrara su nivel maternal, después de que la vieran jugando con Inaho-Chan –continuó la mánager pelinegra- cuando supieron de ello, Nike se interesó no solo en Kyoko sino también en Inaho-Chan –señaló al pequeño- los quieren para su nueva campaña de madres deportistas y por supuesto de su línea infantil

-Eso sería fantástico, pero Kyoko no es madre y aunque se lleven bien con Ina-Chan no sé qué tan bueno pueda ser el resultado –Contestó un poco preocupada Shouko, ya que quizás Shō no quería que su hijo conociera tan pronto las cámaras
-No lo sé ¿Qué piensas Kyoko? –Preguntó Shō

-Yo no tengo ningún problema, además me agrada la idea de trabajar con Ina-Chan, sé por experiencia que este tipo de campañas no son muy extenuantes al menos no para los niños, pero no sé si quieras… bueno que actúe en el mismo mundo... -La pelinaranja se dirigió al cantante de manera pausada

-¿Qué ella? Ella era una súper modelo, seguramente lo hubiera hecho actuar en una campaña para Fisher-Price desde su primer día, así que si quiere hacerlo que lo haga, solo he estado retrasando este momento hasta que él crea estar listo… -Al chico rubio se le empezaban llorosear los ojos, así que bajo la mirada y se puso de pie- Lo siento… Eh… Tengo que ir al tocador

Shō se marchó lo más rápido que pudo, no iba a dejar que sus sentimientos salieran a flote y menos en público no había llorado nunca la muerte de su esposa y no iba a empezar ahora, la actriz pelinaranja al verlo, se levantó de prisa y casi corrió detrás de él, espero unos minutos fuera del baño, como no salía decidió entrar

El cantante estaba frente al espejo, mientras dejaba regar el agua del lavamanos, la pelinaranja se acercó con cuidado para no alertarlo, cuando él se dio cuenta de su llegada ocultó su cara hacia un lado, ella aprovechando su pequeña estatura se metió en medio del cantante y el lavado, lo tomó con sus manos en sus mejillas y lo obligó a verla

-¿Estás bien? –Preguntó tanteando el terreno

-Sí, estoy bien –Contestó secamente

-Lo lamento…

-¿Por qué? Estoy perfectamente –Mintió, pero ella ya lo sabía

-¡…!

-Es en serio, estoy bien… Es solo que la extraño -Las lágrimas nuevamente amenazaron con salir de esos ojos cafés oscuros

-¿Y eso que tiene de malo?

-Tengo que ser fuerte…

-¿Por qué?

-Por Inaho ¡Tengo que ser fuerte por los dos!

-Él ya es fuerte por sí solo, tú eras un idiota a su edad, créeme él también es fuerte –Shō sonrió ante las palabras de su mejor amiga, cerró el grifo del lavado y tomó a Kyoko de la cintura y la sentó en el

-¿Por qué no puedo olvidarla? –Metió su rostro en el pecho de ella, mientras la pelinaranja revolvía su cabello- No puedo perdonarla, nos dejó, se fue sin mirar atrás, me abandonó…

-¡…! –Ella se quedó en silencio mientras sentía la humedad en su blusa, no dejó de revolver el cabello rubio del cantante

-¡Maldito idiota! ¿Cómo la dejó morir? ¿Cómo dejaron que un residente la atendiera? ¿Cómo pudo ser tan estúpido que le cortó esa vena y ya no pudo remendarla? Ella no despertó, no tuvo la oportunidad de ver a nuestro hijo…

La modelo había tenido que pasar por una cesárea de emergencia cuando descubrieron que el bebé venía con el cordón umbilical en el cuello, el ginecólogo a cargo hacía la residencia para obtener su último título, el doctor que estaría en el parto estaba de vacaciones y la atendió el novato, por un error humano cortó la arteria iliaca, provocando una hemorragia masiva, haciendo que cayera en coma en apenas unos minutos, intentaron mantenerla con vida al transfundir hasta 10 litros de sangre diarios, porque al saturar la arteria se estallaba en un nuevo lugar, murió tres días después de muchos intentos por salvar a la súper modelo, pero como declaró el cantante ella no pudo despertar, nunca vio a su hijo, a su tan esperado hijo, Shō estaba en el final de la gira europea cuando se enteró que su esposa entró en labor de parto, sus compañeros y asistentes estaban obligados a interrumpir cuando eso pasara, así que el acontecimiento se hizo público a nivel mundial cuando él lo declaro a la mitad de una canción, esa noche cantó con la mayor felicidad en su corazón, apenas terminó el concierto voló para encontrarse con la peor de las noticias existentes, ella moría y él no podía hacer nada para salvarla, no se pudo despedir, no pudo decirle que todo estaría bien, pensó en no ver a ese niño, pero su mejor amiga había llegado desde el primer día ni siquiera la había notado por estar siempre en la habitación de su esposa, la pelinaranja  cargaba al pequeño y lo miraba con ternura, entonces el final llegó y solo le quedó ese niño, era de los dos, lo esperaban con todo su amor… Por eso no lloró, no podía ser débil, no podía dejarlo solo… Pero había pasado tiempo aguantando y esta vez ya no pudo más, por suerte su mejor amiga estaba allí como siempre que él la necesitó, aunque él nunca había podido estar para ella

Pasaron los minutos, entonces alguien más entró, él cantante aún se encontraba abrazado a la actriz, ella al notar la presencia de alguien más escondió su rostro en el cabello de él, y le advirtió de la presencia ajena, la persona pasó de largo a los sanitarios y se encerró en el cubículo, dándole el espacio a los “amantes” para que salieran del lugar, el cantante se puso unos lentes y ambos se dirigieron a la mesa VIP en la que los demás los esperaban un poco impacientes, en especial un pequeño al que no le habían traído el postre

-¡Papá! ¡Quiero postre! ¿Puedo pedir? –preguntó el pequeño al verlo llegar

-Claro cariño –contestó Kyoko en lugar del Shō –Por cierto Reine-San, hemos estado discutiendo con Shō y si Ina-Chan quiere entonces podemos aceptar la oferta, por supuesto Ina-Chan es mi responsabilidad así que me encargaré de todo –Lo dijo más como excusa por su tardanza

-¡Claro! Si es tu responsabilidad también será mí representado –Sonrió Itzuka-San- Yo me encargaría que solo esté contigo o con Fuwa-San en cualquier propuesta ¿Les parece?

-Por mi está bien –contestó Shouko, Shō solo afirmó con la cabeza- Ahora solo falta que este modelo quiera ir… -revolvió al chico que hacía pucheros porque aún no llegaba su postre

Terminaron de cenar, al salir se dividieron Shouko se fue con Reine, ya que Kyoko decidió manejar el auto de Shō para ir a casa, el pequeño se había quedado dormido, Shō lo cargó hasta su asiento especial, desde que volvieron del baño Shō no había dicho ni una sola palabra, y así se mantuvo hasta que llegó a casa, entraron tranquilos, minutos después de llegar el timbre sonó algo que no hubieran esperado y menos a esa hora de la madrugada

Kyoko fue acomodar al pequeño en su cama, mientras Shō recibía a lo que parecía una visita inesperada

-¿Qué haces aquí? –fueron las primeras palabras del cantante al ver la figura femenina del otro lado de la puerta

-¡Vine por Inaho! ¡Me lo llevaré! Tu vida desordenada causó la muerte de Sam y ahora tienes a su hijo por el mismo camino, no lo permitiré

-¡No te llevarás a mi hijo! ¿Estás loca? Han pasado cuatro años y es la primera vez que apareces, él ni siquiera te conoce

-No tienes a nadie Shō, estás solo, no puedes con un niño de cuatro años y tu carrera, además yo estaba de duelo, mi hermana menor murió por tu culpa, además te fuiste de Inglaterra, no nos permitiste cuidar de él…Sam tenía una familia ¿Sabes?

-Sam no tenía a nadie, ninguno de ustedes fue al hospital y ninguno de ustedes preguntó por Inaho mientras estuve allá…

-Cariño ¿Pasa algo? –Kyoko interrumpió a propósito, había estado escuchando la conversación y sabía que Shō no podría solo –Hola Anneth-San, por favor pasa, Cariño no seas grosero, invítala a pasar

Ambos entraron y siguieron a Kyoko al comedor, la pelinaranja les ofreció té y en vista de que seguían callados, ella continuó hablando

-Anneth, gracias por venir ¿Pero no crees que viniste muy tarde? En Japón es muy mal visto que una persona que no ha sido invitada llegue tan tarde en la noche, a menos que traiga noticias muy importantes, que no se puedan decir por teléfono

-Mira Kyoko, no sé qué está pasando entre ustedes, y no me importa, pero vine por Inaho, Shō no puede llevárselo así porque sí, él tiene una familia, además este vago está demasiado ocupado en su trabajo y no puede cuidarlo solo

-Anneth, no entiendo muy bien, creo que aún tengo sueño, pero Shō es el padre de Inaho, tú solo eres su tía, la que no lo ha visto crecer, en ese orden de ideas yo tengo más derecho que tú en cualquier decisión, ya que soy la prometida de Shō, futura madre de Inaho, y mi madre quien es abogada, te hará pedazos a ti y a tu “familia” si decides acercarte a la mía… Ah por cierto, el esposo de mi madre también es abogado y por pertenecer a LME Entertaiment también cuento con la protección de Lory Takarada… ¡Ups! Olvidé decirte, Inaho también pertenece a LME bajo mi responsabilidad…