▲ 𝐑 𝐈 𝐑 𝐈 ▲

— ¿Estás lista, mami? — Me pregunta la peliblanca entrando a la habitación.

— Estoy full nerviosa, Vic — Digo cuando terminó de ponerme mis zapatos.

Iríamos a cenar a la casa de su familia y yo llegaría de sorpresa.

Yo siempre me lleve de maravilla con la familia Ramírez, era como mi segunda familia, pero han pasado 10 años de ese momento.

— Babe, my family te ama más que a mí — Siento las manos de Victoria en mi cintura.

— No puedo creer que nos volvimos a ver ayer y estamos como hace 10 años — Digo acariciando sus brazos.

— A eso se le llama estar muy enchulao' — Dice riendo — Nuestro amor tuvo mucho impacto.

— Espero que esté si sea el momento correcto — Digo mirándola — O me doy de baja de la vida — Bromeó.

Es broma, pero si quieren no es broma.

— Rina — Me mira con el ceño fruncido.

— Solo era una broma — Hago un puchero.

— No me gustan esas bromas — Dice con seriedad — No puedo perderte otra vez, y mucho menos así — Dice ahora con miedo.

— Ojitos, solo estaba bromeando, no debes tomarlo enserio — Tomó sus mejillas y beso la punta de su nariz — ¿Vamos ya?

— Aja, pero primero dame un beso — Dice estirando sus labios.

— ¿Besos antes de una relación? Eso no está bien — Bromeó.

— Lo que no se puede es tener relaciones antes del matrimonio y te aseguro que no nos casamos a los 16 — Dice con picardía.

— ¡Victoria! — Grito avergonzada.

— Así me decías cuando tenía mis ded... — Tapo su boca ante de que pueda seguir hablando.

— Te juro que si sigues hablando te vo... VICTORIA — Aparto mi mano cuando siento sus dientes en ella.

— ¿Si sigo hablando que? — Dice con una ceja alzada y me arrincona en el escritorio de su habitación.

Trago saliva y casi tiemblo por tener su mirada tan penetrante sobre mi.

Había olvidado lo dominante que era Victoria.

Y lo tanto que me encantaba.

— Vamos a llegar tarde — Digo en un susurro y desvío la mirada.

— Podemos decirle a mai que había mucho tráfico — Una de sus manos toma mi mentón y me obliga a verla.

Mis rodillas tiemblan al ver sus ojos y casi me siento en el escritorio para no caerme.

— Te hice una pregunta — Sus labios se posan en mi cuello, el cual empieza a besar.

— Vic — Jadeo cuando muerde mi garganta.

Antes de que alguna de las dos pudiera volver a hablar, el teléfono de la puertorriqueña sonó y solté un suspiro.

— Salvada por la campana, pero esto no se queda así — Dice contra mi oreja, donde deja un beso allí.

Se separa de mi y se aleja para contestar su teléfono, quedó con la respiración agitada y me siento un poco mareada.

Maldita Victoria, sabe cómo tenerme alrededor de su dedo.

— ¿Tas bien, babe? — Dice con burla mientras se acerca a mi.

— Vete a la verga — Digo pasando mi ensoñamiento.

— Esa boquita — Se burla — Debemo' irnos, mis hermanos están jodiendo ya.

— Te lo dije — Ruedo los ojos y agarró mi bolso.

Salimos de la casa, con bromas subidas de tono por parte de Victoria y regaños por mi parte.

— Olvide lo calenturienta que eras — Digo cuando ya estábamos en el auto.

— ¿Si te haz escuchao' mis song? — Dice riendo — Te puedes hacer una idea.

— Mmm, unas dos he escuchado — Le resto importancia con diversión — ¿Tan buena eres?

— Babe, esta mañana vi tu historial de Spotify — Se burla.

— Pinche chismosa — Ruedo los ojos.

Cuando nos paramos en un semáforo, Victoria posa su mano en mi muslo y la otra la deja en el volante.

Que sexy.

— ¿Puedo poner música? — Le pregunto.

— Obviously, baby — Contesta — Pero nada mío.

— ¿Por qué? — Digo con un puchero mientras conecto mi teléfono.

— No me gusta — Se encoge de hombros.

— Déjame al menos poner una — Le pido.

— No — Niega concentrada en la carretera.

Me inclino hacia ella y beso su mejilla, provocando que sonrisa.

— Por favor — Uso mi mejor voz suplicante.

— Solo una — Dice rodando los ojos.

Vuelvo a besar su mejilla con alegría y busco la canción de Amandita, la cual era mi favorita por el momento.

— ¿Amandita? — Pregunta con el ceño fruncido y me da una rápida mirada — Pensé que pondrías riri.

— Mi favorita es Amandita — Me encojo de hombros — Riri está en el número dos.

— Es lindo que te guste mi música — Dice un poco avergonzada.

— Me gusta todo de ti — Digo con una sonrisa, aunque luego hice una mueca — Que cursi ando, las chancludas se burlarían de mi.

— A mi también me gusta todo de ti — Dice riendo — Siempre fuiste cursi.

— Puede ser, pero luego de irme todo cambio — Hago una mueca — Y me volví más distante con las personas.

El resto del camino fue lleno de sus canciones y hablar de algunos temas, pero a veces el ambiente quedaba solo con sus canciones y yo iba mirando por la ventana, disfrutando las calles de Añasco.

— Llegamo' — Avisa estacionando el auto.

Suelto un suspiro nerviosa mientras me desabrochó el cinturón.

— Créeme, les va a encantar volver a velte — Me dice antes de bajar del auto.

Caminamos hasta la casa y Vic abre con su propia llave, cuando entramos, me pongo detrás de ella.

— Mai, llego tu hija impuntual — Escucho la voz de un hombre y me aguanto la risa.

— Stup ut, Juan — Dice la peliblanca.

— ¿Quién está detrás tuyo? — Dice otra voz.

— Espérate que venga mai, es una surprise — Dice Vic.

— ¿Qué sorpresa me traes, nena?

Mi corazón se acelera y me dan ganas de salir corriendo, aunque no sé si a la calle o a los brazos de mai Evelyn.

— ¿Tas lista? — Puedo escuchar el tono burlón con el que lo dice.

Le doy un golpe en el brazo mientras está se ríe.

— ¿Y pai? — Dice Vic agarrando mi brazo.

— Está terminando de cambiarse — Contesta al que deduzco que es Carlos — Pero ya, a ver la sorpresa.

Suelto una risita y apoyo mi frente en la espalda de Victoria.

— La sorpresa es para mai, no pa' ti — Dice Vic con recelo.

— Nena, vas a hacer que la chica se canse — Dice mai Evelyn.

— Buenooo — Mi corazón se acelera — Te traje a tu otra hija no biológica.

Victoria se quita de delante mío y quedo a la vista de los tres integrantes de la familia.

— Hola mai Evelyn — Digo en voz baja.

— Oh por dios — Dice mientras se lleva su mano a su boca sorprendida — Riri, mi niña.

Me acerco unos pasitos a la matriarca de la familia y está me envuelve en sus brazos con fuerza, puedo sentir las lagrimas bajar por mis mejillas mientas correspondo el abrazo.

— Mírate, ya eres toda una mujer — Dice apretándome en sus brazos.

— Mai, le quitas el aire — Dice Vic.

— Lo siento — Dice Evelyn separándose — Es que no puedo creer que estés aquí.

Siento como acaricia mis mejillas y limpia mis lagrimas, le sonrió levemente.

— Te extrañe, mami Eve — Digo con la voz un poquito temblorosa.

— Y yo a ti mi niña — Deja un beso en mi frente y sonrió alegremente — Voy a buscar a Carli, se emocionará mucho al verte.

La vemos subir las escaleras con emoción y me giro a ver a los hermanos Ramírez.

— Con razón mi hermana estaba tan contenta cuando nos dijo para cenar — Dice el mayor acercándose — Hola Ri.

— Hola Carlos — Digo abrazándolo.

— Te extrañamos, enana — Me dice separándose.

— Y yo a ustedes — Le sonrió y miro al menor de la familia, que me mira con cierta timidez — ¿No me vas a saludar, niño?

— E' un tímido — Se burla Victoria de su hermano.

— Idiot — Murmura el chico — Hola Riri.

Le doy un abrazo al chico y me sorprendo de lo alto que está, aunque bueno, cualquiera es más alto que yo.

— Que alto estás — Revuelvo su cabello.

— Cualquiera al lado tuyo es alto — Se burla Victoria.

— ¿Apoco si, pendeja? — Le digo con el ceño fruncido — Ahora le voy a decir a Mari que me de una habitación aparte.

— Oye — Se queja quitando su expresión burlona — Solo era a joke.

— Mírate, sigues igual de mandilona —Se burla Carlos — ¿Ya se dieron sus besitos?

Aparto la mirada sonrojada mientras los hermanos se ríen y Vic los regaña.

— ¿Dónde esta? — Escucho la voz del señor Ramírez — Mi niña.

Siento unos brazos rodearme y suelto una risita, correspondiendo el abrazo.

— Hola Carli, cuanto tiempo.

— Mírate mi niña, ya estas hecha toda una mujer — Me mira con una amplia sonrisa — ¿Cuándo llegaste?

— Ayer, quería sorprender a Vicky y hoy a ustedes — Contesto.

— Mi pai me hecho la ignorada de la vida — Se queja Vic.

— Si quieres me voy — Digo con burla.

Guanto las ganas de reír cuando abre los ojos ampliamente y niega con la cabeza.

— Te los regalo si quieres — Dice.

— Gracias hija — Dice con sarcasmo Evelyn — Pero con tal de que sea a mi niña bella — Dice acariciando mi mejilla.

— ¿Podemo' comer ya? I'm hungry — Dice Vic acercándose a mi.

— Cuando no — Se burla Juan.

— Debí darte en adopción cuando mai taba' distraída.

— Niños, dejen de pelear — Regaña mami Evelyn — Vamos al comedor.

— Si, mamá — Murmuran los dos.

Vic entrelaza nuestras manos y me lleva hasta el comedor, donde abre mi silla y me sonríe.

— Gracias ojitos  — Le agradezco besando su mejilla.

Me siento y levanto la mirada, donde Evelyn nos mira con una amplia sonrisa, la cual yo le correspondo.

Conversamos entre todos mientras comíamos, aunque la mayoría de las preguntas iban dirigidas a mi.

— ¿Y tus padres que tal están? ¿Siguen en España? — Pregunta Carli cuando ya estábamos en el postre.

La puta madre.

— Pues.. — Juego un poco con la cuchara en mi helado — Mamá sigue en España, tiene una pastelería, ya saben que siempre fue su sueño, a veces voy a visitarla, sobre todo cuando tengo algún evento en España.

— Que bonito que tu madre haya logrado su sueño  — Dice Evelyn con una sonrisa.

— ¿Y tu padre? ¿Qué tal esta el viejo? — Bromea Carli.

Revuelvo el helado con mi cuchara mientras hago una mueca.

 — ¿Babe, todo bien? — Pregunta Vicky con preocupación.

— Si — Aclaro mi garganta y le doy una media sonrisa — Papá lamentable murió dos años después de irnos de PR.

La mesa queda en silencio mientras yo sigo cuchareando mi helado.

— ¿Que?  — Murmura el mayor de los hermanos en shock.

— ¿Qué le paso? — Pregunta Evelyn sorprendida.

— ¿Por que no me habías dicho na'? — Pregunta Victoria un poco alterada por la noticia.

Me encojo de hombros — No preguntaste, aparte es un tema del cual no me gusta hablar — Meto una cuchara de helado a mi boca — Tenia problemas en los pulmones, la verdad no se de que estaba enfermo, pero un mes antes de morir me terminaron diciendo la verdad, por eso fue que nos fuimos de acá, ya que en España había una terapia para ello, pero no sirvió — Digo con sarcasmo — Y me dijeron, porque note que algo iba mal y los presione, pero si hubiera sido por ellos, papá se moría y yo nunca me enteraría de la razón.

— ¿Pero porque no te dijeron? — Pregunta Juan.

— Dad siempre fue muy sobreprotector conmigo, no quería que sufriera por nada — Contesto encogiéndome de hombros — Pero eso provoco que nuestra relaciona se rompiera, principalmente cuando nos fuimos de Puerto Rico sin una razón entendible. Aunque en ese mes logre recuperar un poco nuestra relación, pero no puedo decir lo mismo con mamá, nuestra relación no es la mejor desde entonces, por esa misma razón ya no vivo en España y preferí mudarme cerca de mis amigos en México.

— Lamento lo de tu padre, mi niña — Dice Carli con tristeza — Gregory nunca me dijo nada, lo hubiera apoyado de algún modo.

— Papá siempre prefería quedarse callado con sus problemas — Digo con una mueca y termino mi ultima cucharada de helado — Antes de morir dijo que quería pedirles perdón por irnos así, en especial a ti — Digo mirando a Vic, la cual tenia los ojos ligeramente cristalizados.

— No tenia porque disculparse — Dice con la voz un poco temblorosa.

— Sabes que mis padres te querían como los tuyos a mi, también le dolió lastimarte así — Digo con una pequeña sonrisa — Pero bueno, mucha charla de mi familia, mejor hablemos de una tal Young Miko.

— Mejor no — Se queja Victoria con las mejillas sonrojadas.

Todos nos reímos de la peliblanca y siento como entrelaza nuestras manos por debajo de la mesa.

Esto es como volver a casa.