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veintitrés

─ ¡Jungkook ya! ─ Se quejo el castaño entre risas, tratando de cubrirse lo mayor posible de las gotas de agua que el mayor le tiraba.

─ Ajá, no, debes relajarte un poco, vamos. ─ Jungkook seguía tirándole agua al castaño, quien se alejaba considerablemente para no recibir las gotas o se hundía en el agua para esquivarlas.

El pelinegro había llevado a TaeHyung a la piscina de su casa, que había estado en reparación por accidentes anteriores, y que tampoco había estado muy en uso que digamos.

─ Ya estoy relajado, ¡Ya estoy relajado! ─ Gritaba el castaño entre risas, esta vez tomando la iniciativa de defenderse ante el pelinegro, salpicandole también agua.

Las risas eran tan fuertes que hasta dentro de la mansión se pudieron escuchar, algunas empleadas viéndolos en silencio por los tiernos que se veían.

─ Dios, hacen un lindo duo, hace tiempo que no veía al joven Jeon tan relajado, estaba muy estresado por la empresa, ¿Verdad?

A su lado, su compañera asintió, aún sosteniendo el cesto con la ropa sucia que había para lavar.

─ Si, desde que los señores Jeon se fueron, el joven Jeon ha estado muy estresado y de malas, es bueno saber que ahora está mucho más feliz gracias al joven TaeHyung.

Más allá, NaYeon y MinJae terminaban sus labores diarias y pesadas, alcanzado a escuchar parte de la conversación.

─ Aver señoritas, ¿Ustedes no tienen tareas que cumplir? ─ Expreso NaYeon en un tono no tan intimidante, solo de broma.

Las dos jóvenes dieron un pequeño salto del susto, volteando a ver a los dos amigos, y ambas asintieron rápidamente, corriendo hacia el cuarto de lavado. MinJae y NaYeon se acercaron a la ventana, y ahí vieron a los dos chicos jugando entre risas y bromas.

─ Oh vaya. ─ La castaña abrió ligeramente su boca, pareciendo sorprendida por la sonrisa de Jungkook ─, que lindos.

MinJae viendo también la escena, hizo una pequeña mueca cuando TaeHyung se subió a la espalda del pelinegro, empezando una pequeña pelea.

─ No hacen tan linda pareja.

─ Que tus celos no hablen aquí MinJae, casi pierdes el trabajo por tu lengua sucia, así que shh.

MinJae apretó los labios, pues la castaña tenía razón, incluso su madre lo había regañado, y MinJae no es de las personas que adoran precisamente ser regañados cuál niños pequeños.

─ Mejor vámonos, quiero descansar.

NaYeon observó bien como MinJae avanzaba, suspirando y viendo por última vez a los dos jóvenes que seguían jugando. Se dió media vuelta, siguiendo a MinJae.

Por la parte de nuestros protagonistas.

TaeHyung había retado a JungKook a una carrera de natación, muy confiado de sus habilidades.

─ Uno, dos, ¡Ya! ─ Grito TaeHyung, sumergiéndose en el agua y empezando a nadar hacia el otro extremo.

Jungkook sonrió de lado, empezando a nadar perfectamente gracias a sus clases de natación, estaban empatados por el momento, pero por unos segundos, el pelinegro ganó.

─ ¡Ala, toma eso!

Festejo Jungkook, haciendo su cabello para atrás, pudiendo apreciar a TaeHyung con el ceño fruncido y rodando los ojos, de seguro enfadado por perder.

─ Uy si, gana la primera vez y se cree el mejor.

Jungkook soltó una carcajada, negando con la cabeza totalmente divertido.

─ Yaya, sin reproches oiga.

Era una tarde muy cálida sin duda.

─ . . . ─

─ Hola JiMin, ya llegaste, yo quería decirte que ouh. ─ Roseanne se calló al momento de ver cómo el rubio ayudaba a otro chico a entrar a la casa ─, ¿Quien es el?

─ Buenas tardes para ti también. ─ Sonrió irónico YoonGi, haciendo que la chica se sonrojara de la vergüenza.

─ Rose, tuve un pequeño inconveniente, perdón por no poder ayudarte ahora, prometo recompensarte.

La chica asintió, presenciando como ambos jóvenes se dirigían al comedor.

─ Bueno, no me meto ahí.

JiMin ayudo a Yoongi a sentarse, yendo rápidamente despues a servir la comida para aquel invitado.

─ Sigo lamentando mucho la situación, ten, por favor come. ─ El rubio le dió su plato al chico, quien ni bien oler la comida, empezó a devorarla.

─ Sin problemas, esto lo recompensa. ─ Menciono de manera sincera, disfrutando cada mordisco que le daba a la comida.

El rubio se tambaleó un poco en su silla, algo incómodo con el silencio que los invadió después de eso.

─ Dijiste que buscabas a alguien, ¿Puedo saber quién es?

─ Que te importa.

JiMin se sintió un poco ofendido, manifestandolo en su rostro casi de inmediato.

─ Bueno, me importa mucho, por algo te pregunto, ¿No?

YoonGi lo miro con una ceja alzada, teniendo un debate interno si debía o no contarle, podría ayudarlo y saber algo, pero, ¿que tanto podría saber? El mundo era grande, posiblemente no sabía nada.

─ Busco a mi amigo, se llama TaeHyung, Kim TaeHyung, desde hace días lo estoy buscando, desapareció un día de la nada, y en la comisaría no quieren aceptar la denuncia.

JiMin palideció por un rato, ¿TaeHyung? ¿Hablaba de su TaeHyung? Oh dios, si el estaba en lo cierto y no confundía a las personas ni el nombre.

─ ¿Un chico castaño como de metro setenta, contextura delgada, piel acanelada y ojos marrones? ─ Dijo de manera rápida JiMin, describiendo lo mejor que pudo al castaño.

YoonGi frunció el ceño, extrañado por la buena y detallada descripción de su amigo.

─ Si, exacto, así es, ¿Sabes dónde está?

─ Yoo, emm, ¡Tengo que irme, vuelvo en un rato!

Y sin más, el rubio corrió escaleras arriba buscando desesperadamente su teléfono para llamar a su amigo pelinegro, buscándolo con apuro.

Una timbrada, dos timbradas...

─ Hola, soy Jungkook, solo deja tu mensaje y te llamo si es que lo llegó a escuchar.

JiMin bufo desesperado, cortando la llamada y volviendo a timbrar, podría hacer eso todo el día, para él no había problemas en llamarlo hasta que cogiera el maldito teléfono.

Dos llamadas, tres llamadas, seis llamadas.

Y JiMin perdió la cuenta, y estuvo a punto de rendirse cuando el teléfono por fin fue contestado.

─ Maldición JiMin, tengo como treinta y cinco llamadas perdidas tuyas, ¿Que mierda te pasa?

El rubio pudo respirar más tranquilo cuando escucho su voz, pasando por alto aquellos insultos.

─ Pásame con TaeHyung.

─ ¿Que?

─ Maldita sea, solo pásame con él Jeon.

Y de seguro Jungkook entendió la gravedad o importancia del asunto al haber usado una maldición, escuchando unos murmuros y después como alguien cogía el teléfono.

─ ¿Si?

─ Hola TaeHyung, cariño mío, tú, Umm, ¿Conoces a un tal YoonGi?

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