Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

treinta y ocho

Bueno, actualización ahora que me tocó la imaginación. ¿Que tal les cae JiMin?

El siguiente personaje es NaYeon, y ella es ISFP.

Capítulo dedicado a: Minarmykookv y a wxllshs12 .

──────────────────────────

JiMin seguía revisando algunos contratos. No era muy fan de trabajar en una oficina encerrado 24/7 pero no tenía de otra.

Lamentablemente, siempre supo que esto era lo que le esperaba. Desde que nació, empezó a estudiar duro para ser lo que su madre necesitaba.

Muchas veces tuvo que dejar cosas que le gustaban para hacer feliz a su madre. Pero había valido la pena según él.

Su madre estaba más que contenta y orgullosa del hijo que tenía. Incluso en vacaciones, llamaba para asegurarse de que todo estuviera bien.

Jimin siempre se considero una persona sumamente creativa, siendo cierto cuando mostraba bastantes destrezas en ámbitos como el baile o el canto. No era novedad el saber que JiMin bailaba como un profesional incluso sin tener mucha experiencia.

Suspiró agitado cuando por fin la fila de papeles desapareció, ahora sí podía relajarse.

Sin embargo, vino esa voz que podía sumarle otro estrés a su pobre sistema.

─ ¡Asistente! ─ Se escuchó, y el rubio tuvo que evitar gritar de frustración.

Recién se había quitado un dolor de cabeza y venía el otro.

Se levantó con pesadez, yendo fuera de la oficina en dónde estaba YoonGi.

Había pasado otra semana y era consciente de que YoonGi ya tenía su tobillo mejor. Pero se aprovechaba de su culpabilidad.

─ ¿Si? ─ Se acercó a YoonGi, con su típica sonrisa que siempre portaba para tratar de que todos se sientan cómodos.

Todo lo contrario a su madre, Park JiMin era un chico muy amable y extrovertido, siempre tratando bien a la gente y la mayor parte del tiempo sonriendo. Su madre por otro lado era una mujer que mostraba respeto, siendo una mujer respetada y temida por ambas partes.

Siendo directa y muy estricta en varios ámbitos.

Casi ni parecían madre e hijo de no ser por el parecido físicamente.

─ Me aburro, que trabajo tan monótono tienes, ¿ya nos vamos? ─ Se quejo, cruzando sus piernas y haciendo su cabeza hacia atrás.

─ Nos falta unas cuantas horas todavía, pero puedes ir a la cafetería a traerme algo. Por favor. ─ Pidió, y el peli-gris alzó una ceja.

─ ¿Disculpa? No soy tu sirviente, no asistente eh. ─ Dijo rápidamente, cruzándose de brazos.

─ Bueno tienes razón, lo siento, vigila que nadie entre a mi oficina en lo que vengo, ¿te parece? ─ YoonGi asintió, y JiMin se dió la vuelta para ir a la cafetería cerca de aquí.

─ Ah si, me traes un frappé por favor.

JiMin levanto su pulgar, dándole una afirmación a la par que salía de la empresa.

Hace unos días le había hecho probar a YoonGi el frappé y ni que hablar, quedó sumamente enamorado.

Saludo a todo el personal con una sonrisa. El personal lo quería demasiado, incluso escuchaba de vez en cuando a espaldas suyas como decían que era un amor de jefe.

Se sentía bien al saber que se había ganado el respeto de la mayoría de ahí.

Cuando llegó a la cafetería pidió la orden, sentándose en una mesa al lado de la ventana para esperar su orden.

─ Un café sin azúcar por favor. ─ JiMin reconoció rápidamente esa voz, volteando y encontrándose con Jennie.

"Oh no, Park JiMin no te metas, no es asunto tuyo." Se repitió, pero era innegable, ¿que pasaba esa semana que se paraba encontrando con ella?

Quizás la vida quería decirle algo.

─ Buenas tardes señor, me da por favor un té helado.

El rubio volteó rápidamente la mirada, y su corazón sufrió tres ataques cardíacos en un segundo.

Ese día debía llamarse "encontrándose con la promoción" sin duda.

A unos metros de él, estaba su ex compañero de clase, Kim NamJoon. Y vaya, a simple vista se veía demasiado bien para decir verdad.

Aún recuerda cuando fueron pareja.

No se dió cuenta del tiempo que se quedó mirándolo, pues el contrario sintió su mirada y volteó. Inmediatamente JiMin se sobresaltó.

En momentos como esos, lo lógico sería saludar e irse, sin embargo, mantuvo la mirada en el contrario, saludando con la mano.

NamJoon se acercó a él con pasos seguros, sentándose frente a él.

─ Park JiMin, cuánto tiempo. ─ Sonrió, y JiMin se sintió derretir cuando vio aquellos oyuelos bonitos.

─ Digo lo mismo, no pensé encontrarte aquí.

─ Yo tampoco, primera vez que vengo aquí y me encuentro con la promoción, que casualidad.

Sí, sin duda que casualidad la de ese día.

A unos metros tenía a Kim Jennie, y frente a él a Kim NamJoon, ¿que faltaba? ¿Que Lalisa aparezca por esa puerta?

Justo en ese momento la campanita sonó y entro la pelinegra.

Sí, lo manifestó.

─ Bueno, ¿Y que fue de tu vida? ¿Te casaste como siempre lo has querido?

NamJoon negó, juntando sus manos, esbozando una sonrisa penosa.

─ La bisexualidad me duró poco cuando me enteré de que ya no me atraían las mujeres, al final si resulte ser completamente gay.

JiMin fingió que aquello no le sorprendió, pues en la secundaria Nam juraba y volvía a jurar ser completamente bisexual. Quien diría que ahora le atraía más el género masculino que el femenino.

─ Ya veo.

─ Y como haz de saber, este país es tristemente, bastante homofóbico cómo para que dos hombres puedan casarse.

─ Bueno, este país si lo es. De igual forma, hay varios países en dónde el matrimonio igualitario se puede realizar, si en algún momento consideras que ya es hora, podrías ir a esos países.

El castaño asintió entre risas.

─ Si, veo que sigues tan informado como siempre.

─ Park JiMin, su orden ya está lista. ─ JiMin volteó, asintiendo y levantándose.

─ Supongo que aquí nos despedimos, pero podemos volver a reunirnos, mi empresa está a solo dos cuadras.

─ Por supuesto, con razón este lugar se me hacía conocido, de igual forma, aquí tienes mi número. ─ JiMin tomo la tarjeta que el moreno le extendía.

Pudo leer su nombre, y al lado la carrera que decía "psiquiatra".

─ Claro. Nos vemos Nam hyung.

Se dió la vuelta, con una sonrisa que difícilmente se le iría del rostro.

Oh, esto tenía que contárselo a JungKook.

[ . . . ]

JungKook por su parte se negaba a ir a la empresa, eran ya las 3 de la tarde y seguía negándose siquiera salir de su habitación.

La puerta de su habitación fue tocada, y frustrado se echó en la cama, entrando a su fase actoral.

─ Papá, no pienso ir, me siento mal. ─ Mintió, cerrando sus ojos para poder dormir si en caso su padre entraba.

Escucho la puerta abrirse, y su cuerpo se tenso. Los pasos eran claros, y pronto sintió un peso a su lado, una mano se poso en su cabello, acariciando.

─ ¿Así que enfermo no? ─ JungKook abrió los ojos al escuchar la voz de TaeHyung, quien lo veía con una sonrisa divertida.

JungKook le devolvió la sonrisa, poniendo su mano encima de la de TaeHyung.

─ Muy enfermo.

─ Si veo, ¿y que medicina debería traerte?

Jungkook se encogió de hombros, acomodándose y jalando del castaño para que se acueste a su lado. La acción involuntaria provocó un pequeño chillido en TaeHyung.

─ Con que estés a mi lado es más que suficiente. ─ Susurró, y el castaño se sonrojo fuertemente.

JungKook abrazó posesivamente a TaeHyung por la cintura, apegandolo a él.

─ No quiero ir a la empresa, ¿me ayudas a quedarme y procrastinar? ─ Susurro, y Tae rodó los ojos ante eso.

─ Creí que eras alguien activo y trabajador.

─ Activo sí, trabajador, aún se debate.

A TaeHyung le costó entender, pero después le dió un pequeño golpe.

─ Ay, ¿Y en qué pensaste?

─ Noté tus dobles intenciones. ─ JungKook rió, acomodándose de nuevo y colocando una de sus piernas encima de TaeHyung.

─ Tonterías.

TaeHyung infló sus mejillas, acercándose más a JungKook, inhalando su colonia.

─ Hueles bien.

─ Gracias lindo, tu hueles exquisito. ─ TaeHyung no pudo evitar sonrojarse otra vez, ocultándose en el pecho del mayor.

─ Oww, tan bonito mi niño. ─ TaeHyung sintió una mano en su cintura apegandolo más al cuerpo del pelinegro.

─ Calla. ─ Murmuró, alejándose un poco para verlo a los ojos.

JungKook le guiño un ojo, acercándose más y plantando un casto beso en los labios del menor.

─ Oye. ─ Regañó, dejando que Jeon lo apegara mucho más a él si eso era posible.

─ Shsh.

TaeHyung rodó los ojos, dejándose caer en la cama, totalmente rendido.

─ ¿Por qué no quieres ir a la empresa?

Jungkook arrugo su nariz involuntariamente, acomodándose mejor para poder pensar en una respuesta certera.

─ Bueno, no es que no quiera ir, pero tampoco es que sea mi sueño y mi voluntad ir día a día. Menos en una empresa de cosméticos. No me mal entiendas, valoro el trabajo duro que hicieron mis padres por esa agencia, pero sinceramente, no es como que yo viva para estar en esa empresa.

TaeHyung asintió.

─ ¿Y por qué no se los dices? Es mejor que lo sepan y que te dediques a lo que realmente quieres. Ellos deben entender que tú no quieres estar en esa empresa.

─ Lo sé, pero aún así, ¿con quién quedará la empresa? No soportaría el hecho de que se echara a perder. Así que prefiero estar yo al mando de esa empresa a dejar que caiga en cualquier mano.

TaeHyung iba a hablar, sin embargo, el teléfono de Jungkook sonó.

El pelinegro muy a su pesar tuvo que contestar, llevando su teléfono a la oreja.

─ Que quieres JiMin.

─ Tenemos que hablar, ¡JungKook me encontré con Kim NamJoon! ─ JungKook alejó el teléfono de su oído al sentir el grito de JiMin.

─ ¿Cómo así?

─ No lo sé, ya te explico, pero ven rápido a la agencia de mi madre.

JungKook chasqueo la lengua, volteando a ver a TaeHyung quien lo miraba curioso.

─ Voy para allá.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro