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cuarenta y tres

Ya sé que final le pondré, pero aún falta, posiblemente unos... ¿10 capítulos? Aún no estoy muy segura. Además, debo desarrollar bien el ym, si no nada. 🐣

Capítulo dedicado a: Wxhfiofio18 , Nam_Morado y a sofifaalx_.

Nos vemos en posiblemente dos días. (Avísenme cualquier error ortográfico para corregirlo de inmediato por favor (。•́︿•̀。) ).

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TaeHyung miraba como su madre y JungKook seguían jugando ajedrez. La sala estaba llena de un silencio absoluto, hasta que su madre movió una ficha y cambio el temporizador.

JungKook sonrió de lado, moviendo una última ficha, apagando el temporizador.

─ Jaque mate señora Chae. ─ La mencionada seguía mirando el tablero, sin entender como había ganado.

─ Dios, eres demasiado bueno para esto. ─ Suspiro rendida, bebiendo del café que TaeHyung había preparado.

JungKook sonrió orgulloso, con la cabeza en alto y completamente satisfecho de ganar.

─ Gracias.

A esto TaeHyung podría llamarlo tiempo de productividad en familia, un momento sano, tranquilo, lleno de risas bromas. Sin embargo, en aquella familia faltaba alguien.

Y ese era su padre. A quien no le faltaba mucho para llegar.

─ Veremos si me ganas a mi, practiqué mucho. ─ JungKook se encogió de hombros, acomodando de nuevo las fichas.

─ Te deseo buena suerte entonces.

TaeHyung recargo su mejilla en el hombro de JungKook, mientras su hermana y su novio jugaban.

Eran todavía un cuarto para las ocho, y sentía que caería dormido en cualquier momento.

─ ¡Chae, Dahyun! Ya llegué. ─ A TaeHyung se le quitó rápidamente el sueño nada más oír la voz de su padre.

Dahyun levanto la mirada, distrayendose del tablero.

─ Cariño, estamos en la sala.

Aviso Chae, mientras Dahyun movía una ficha para acabar el juego ya. JungKook movió su última ficha, haciendo jaque mate de inmediato.

─ Pero cómo. ─ Dahyun ni siquiera pudo quejarse o sorprenderse cuando su padre apareció por la puerta de la sala.

─ ¿Que hacen fami-? ─ El señor Kim se quedó callado cuando pudo ver a su hijo mayor frente a él. ─ TaeHyung.

El castaño rápidamente se acercó a su padre, quien lo recibió con los brazos abiertos. Estando muy contento de volver a ver a su hijo al fin y al cabo.

JungKook volvió a acomodar las fichas, mirando por el rabillo del ojo a TaeHyung. Le gustaba verlo feliz.

─ Cómo es que estás aquí hijo. ─ El señor Kim se separó un poco, dejando salir las lágrimas a la par que acariciaba el rostro de su hijo.

─ JungKook, fue gracias a él. Él contrato a un detective y pudimos dar con ustedes. ─ Todo lo contrario a su madre, su padre parecía no importarle el hecho de que TaeHyung se haya vendido tan descaradamente.

O tal vez si le importaba, pero el peso de tener a su hijo consigo de nuevo era mayor.

─ ¿Quien es JungKook?

El mencionado se levantó, acercándose a padre e hijo, y ahí JungKook pudo notar el bastante parecido que había en los dos.

─ Yo señor.

─ Gracias joven, en serio se lo agradezco. ─ JungKook negó despacio.

─ No señor, era lo mínimo que podía hacer por TaeHyung. El ansiaba poder encontrarlos de nuevo, y en lo que a mí concierne, su felicidad es la mía.

El señor Kim lo miro algo confuso. No comprendía el porque se refería a su hijo de esa manera tan cariñosa.

─ Papá. ─ JoHyun volteó a ver a su hijo, y TaeHyung se mordió ligeramente el labio, estando nervioso. Se acercó a JungKook, y al igual que antes, tomo su mano, entrelazando sus dedos. ─ JungKook y yo somos novios.

Inevitablemente el ceño del señor Kim se frunció, y TaeHyung temió por peor. Sin embargo, su madre se acercó a su padre, colocando una mano en su hombro y apretándolo, teniendo una sonrisa encantadora en el rostro.

─ Dí algo cariño.

El señor Kim solo suspiro, asintiendo rendido.

─ Si crees que le diré algo malo estás muy equivocada. Acabamos de recuperar a nuestro hijo, no voy a alejarlo por esta tontería. ─ TaeHyung pudo por fin respirar en paz.

Por muy mal que sonara, esperaba una reacción más fuerte de sus padres, sin embargo, eso no llego. En su lugar, sus padres parecían aceptarlo.

─ Entonces, ¿todo bien? ─ Sus padres asintieron.

─ Si cariño, todo bien. Pero, quisiéramos saber cuándo te mudas con nosotros. ─ JungKook volteó a mirar a TaeHyung, también queriendo saber aquella respuesta.

Mentiría si dijera que no le importaba que se fuera. Pero su opinión no podía ir por encima de la de TaeHyung, si TaeHyung quería irse a vivir con sus padres él no pondría impedimento.

─ Umm, yo no sé. ─ TaeHyung se sintió pequeño en cuanto todos lo miraron confundido. ─ Quiero decir, no es que no quiera vivir con ustedes, si quiero, pero...

TaeHyung volteó a ver a JungKook, quién negó rápidamente.

─ No me tomes en cuanta para una desición TaeHyung, si quieres quedarte, hazlo. Por favor, no pongas tu felicidad por debajo de la mía.

TaeHyung asintió, pensando bien las cosas. Inconscientemente llevo uno de sus dedos a su boca, mordiendo con nerviosismo sus uñas.

─ Aah, quiero pensarlo.

El ambiente se puso algo incómodo después de eso, JungKook ni siquiera sabía que decir. Por otro lado, Dahyun rápidamente se levantó, acercándose a los cuatro.

─ ¿Y si se quedan a dormir por hoy? ─ Dijo rápidamente, y TaeHyung lo vio como una buena idea. ─ Y podemos ver una película, ¿que les parece? Yo hago las palomitas.

─ ¡Que buena idea! Yo te ayudo.

Ambos hermanos corrieron a la cocina para salir de ese ambiente. Por otro lado JungKook se quedó con los padres de TaeHyung.

─ Y bueno, ¿cuáles son tus intenciones con mi hijo? ─ Pregunto el señor Kim. El pelinegro dió una sonrisa un poco incómoda, maquillando la bien para que parezca una confiada sin llegar a ser arrogante.

─ Mis intenciones solo son hacerlo feliz.

─ ¿En qué trabaja?

JungKook mordió su labio inferior, algo incómodo. Aceptaba todo tipo de preguntas, menos las de saber en donde trabajaba. No es que estuviera avergonzado, porque no lo estaba.

Pero que le preguntaran en donde trabajaba y tener que responder algo específico por una obligación.

─ Que pregunta es esa JoHyun. ─ Chae le dió un pequeño golpe a su esposo.

─ No, no se preocupe. Está bien, trabajo en una empresa en realidad. ─ No tenía pensado decir cuál, pero al menos no mentía.

─ ¿Cuál empresa hijo?

─ En Jeoncos company. ─ Los ojos de ambos señores rápidamente se abrieron.

─ Es una de las diez empresas más importantes.

─ Confirmando datos, el número cinco. ─ Murmuro JungKook, y ambos esposos voltearon a verse, aún sorprendidos.

─ ¿Que cargo ocupas? ─ Está vez intervino la señora Lee, ansiosa de saber la respuesta.

─ Ah, bueno.

─ Espera. ─ El señor Kim lo interrumpió, y con sus manos hizo un pequeño cuadro, cerrando su ojo derecho y poniendo a Jeon en el cuadro.

JungKook se sintió como si estuviera hablando con periodistas.

Después de un rato, el señor Kim abrió su boca con asombro al reconocerlo.

─ Eres Jeon JungKook, hijo de los dueños de la empresa, futuro heredero de la fortuna Jeon. ─ JungKook quiso que tal tierra lo tragarse completamente, pero solo asintió.

─ El mismo.

─ Wow, nosotros, no sabíamos que hablábamos con alguien tan importante.

El pelinegro rápidamente negó, no estando de acuerdo con eso.

─ Por favor, no me traten diferente al saber quién soy, solo soy un chico flojo y perezoso. ─ Dijo apenado, y los señores Kim rieron.

─ ¡Madre, padre, pongan una película! ─ El grito de TaeHyung les hizo reaccionar, y su padre asintió.

El señor Kim prendió el televisor, buscando algún canal para ver la película.

Bueno, sería una noche larga para Jeon.

[ . . . ]

YoonGi recargo su cabeza en su mano, mirando a madre e hijo charlar.

─ Y entonces justo asaltaron la tienda de en frente. ─ Decía la señora Park, relatando todo con detalle. ─ Que bueno que justo en ese momento yo estaba ya en el apartamento, no sabría que hubiera pasado de no ser así.

JiMin la escuchaba atentamente, asintiendo a cada palabra dicha por su madre.

─ Pero ya, basta de esto mi niño. ¿Que tal tu? ¿Lidiaste bien con los asuntos y problemas de la empresa?

YoonGi alzó una ceja dudoso cuando JiMin empezó a jugar con el vaso que tenía en manos. Completamente nervioso.

─ Todo genial. Las ganancias suben y todo va sobre ruedas madre. ─ JiMin se mostró confiado, levantándose rápidamente. ─ ¿Quieres comer? Pediré delivery.

Hablo rápidamente, yendo hacia la cocina donde estaba YoonGi.

─ Que linda convivencia con tu madre eh.

El rubio volteó a verlo con los ojos entrecerrados.

─ Tu calla. ─ YoonGi rodó los ojos divertido, acomodando un mechón de pelo rebelde que tenía.

El peli-gris miro algo confundido al menor. En toda la casa no había ni una foto familiar.

─ Oye, JiMin. ─ El rubio volteó a verlo, con el teléfono en mano. ─ ¿Y tu padre?

─ No lo sé, en alguna parte del mundo. ─ Dijo, esperando ser atendido por la tienda.

YoonGi lo vio confundido, hasta que entendió que su padre no estaba ahí con ellos. De alguna u otra manera.

─ ¿Te gustaría hablar de ello?

JiMin frunció el ceño. No entendía el porqué YoonGi se mostraba tan interesado en ese tema.

─ No hay mucho de que hablar. ─ JiMin escucho la voz de la chica que atendía, y volteó la mirada. ─ Buenas noches... si por favor... ummm.

YoonGi se distrajo de la conversación. Él tampoco sabía quiénes eran sus padres, sus recuerdos iniciaban en aquel barrio de bajo recursos.

Posiblemente sus padres estuvieran muertos o por ahí teniendo otra vida. YoonGi lo había asimilado desde el momento número uno. Tal vez jamás conocería a sus padres, y no le importaba para ser sinceros.

Pero no sabía que tanto le importará a JiMin.

Por eso cuando el rubio colgó la llamada, YoonGi aún esperaba que le contará.

─ ¿De verdad quieres saber? ─ YoonGi asintió, y JiMin se sentó frente a él. ─ Sinceramente, no me molesta hablar del tema, pasó hace mucho así que no tiene tanta relevancia. Digamos que, ese señor cuando se enteró de mi llegada huyó cuál cobarde. Mi madre no se dejó caer en nada, salió adelante y me dió su apellido en lugar de el de mi padre. Y... yo le debo mucho, sin ella no sería el chico que soy ahora, le debo muchas cosas que espero poder devolverle.

YoonGi abrió sus brazos, esperando que JiMin lo abrazara, cosa que el rubio hizo de inmediato.

JiMin se escuchaba más afligido por no cumplir las expectativas de su madre que por el abandono de quien sería su padre (título que le quedaba demasiado grande a ese señor).

YoonGi sobó la espalda del contrario, sonriendo con un cálido sentimiento en el pecho.

Alzó levemente la mirada, encontrándose con la señora Park recargada en el marco de la puerta, mirándolos con una expresión que no supo distinguir.

Tal vez vivir en esa casa de ahora en adelante sería un desafío.

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