Perdón por no actualizar, de verdad lo siento. 😞 Pero hey, aquí viene el capítulo.

Tengo bloqueo, perdón.

Cada vez menos, el final para mí está... tan cerca y a la vez tan lejos.

PD: avísenme errores ortográficos por favor. ♡

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─ Abuelo. ─ Murmuro JungKook, y Lisa soltó a su amigo, haciendo una reverencia al hombre que se acercó a ellos.

─ ¿Que hace ella aquí?

─ Estar. ─ Respondió directo JungKook, y su abuelo frunció el ceño.

─ Sabes a lo que me refiero JungKook.

JungKook hizo una mueca, volteando a ver a su amiga quien simplemente se alzó de hombros.

─ ¿Pero tú qué haces aquí? ─ Interrumpió JungKook, cambiando de tema. ─ En todo el tiempo que estuve aquí no me viniste a ver hasta ahora.

Pareció haber dando en el clavo, porque justo en el momento su abuelo tensó sus hombros, apretando su mandíbula.

JungKook sonrió internamente, recostándose en la camilla.

─ Liz, podrías salir, mi abuelo y yo tenemos que hablar.

La pelinegra asintió, tomando sus cosas y despidiéndose de ambos, saliendo de la habitación en silencio.

─ Bueno, ahora sí abuelo, dime a qué debo el honor de tu visita. ─ Ironizó JungKook, divertido con la situación.

─ Solo quería saber cómo estabas. ─ Suspiro su abuelo, dejando sus cosas a un lado. ─ La noticia fue como un balde de agua fría, y cuando despertaste fue un alivio.

JungKook siguió con la mirada a su abuelo, quien se sentó al lado de él, manteniendo un rostro sereno.

─ JungKook, yo-

─ ¿Aceptas que esté enamorado de un chico? ─  Interrumpió, dejando a su abuelo callado.

JungKook dió una sonrisa irónica, lo tenía en cuenta. Y en cierta manera, le dolía, claro que lo hacia. Su abuelo era una figura a seguir para él, era más que un familiar.

Su abuelo, por mucho tiempo (y hasta el momento) había sido un fiel acompañante de él. Incluso este mismo consideraba a su nieto su mayor adoración.

No solo por ser su único nieto sanguíneo, sino también por la similitud entre ambos. Posiblemente esto se deba a que la mayor crianza de Jungkook haya sido su abuelo materno.

El señor Jeon, era un hombre solitario, su esposa había fallecido hace mucho tiempo, y por esa razón considero a su única hija su mayor tesoro. Y por ende, su nieto le quitó el puesto de honor a su hija.

Eran como dos gotas de agua. O eso pensaba SeoHa, pues al descubrir un gusto de su nieto del que él por obvias razones no estaba consciente, fue muy... inesperado, por así decirlo.

Y es que, para una mente ambigua y retrograda, esto fue como la broma del siglo.

¿Que le veía a un hombre que no podía encontrar en una mujer?

─ Ya veo que todavía no, puedes retirarte.

Pero SeoHa no se movió.

─ Solo no lo entiendo JungKook. ─ Respondió, y el pelinegro alzó una ceja, esperando más. ─ La gente habitualmente le tiene miedo a lo que no conoce o no entiende. Prefiere ignorarlo o estar en contra de él.

─ ¿Me tienes asco?

Su abuelo negó, mirando el suelo.

─ No, por supuesto que no, eres mi nieto a pesar de todo, solo no logro entenderlo JungKook, no logro entender como puedes amar a un hombre.

─ No lo amo por el hecho de ser hombre, abuelo, lo amo por ser como él es. ─ Susurro.

─ JungKook, esto es nuevo para mí, la relación de dos hombres no es algo que veas todos los días sinceramente, me he tomado el tiempo de pensar en vuestra relación. Incluso he investigado para entender

JungKook alzó sus cejas sorprendido.

─ ¿Te tomaste el tiempo de investigar?

SeoHa asintió.

─ Esto es nuevo también para mí, solo te pido tiempo para entenderlo. No te pido que termines con ese chico, veo que vuelves a tener esos ojos que tonto enamorado que tenías en tu juventud. ─ JungKook sonrió levemente, y con cuidado abrazo a su abuelo.

Su abuelo solo correspondió su abrazo, feliz de hacer las pases con su nieto.

─ Ahora, ¿qué hace esa chica aquí?

Se separaron, y Jungkook hizo un patito con sus labios.

─ Ella y yo hicimos las pases abuelo, se disculpo por lo que hizo, y ella no es mala, solo se dejó influenciar por las figuras más importantes para una niña, sus padres.

Su abuelo lo miro fijamente, suspirando pesadamente luego de unos minutos.

─ No confío del todo en ella, pero al final de cuentas, es tu desición. Yo no puedo interferir en tu vida JungKook.

─ Gracias por tu comprensión.

[ . . . ]

YoonGi no estaba feliz, por supuesto que no lo estaba.

Después de hablar con Kim NamJoon estaba más pensativo que nada. Cómo él podría notar cosas que ni él mismo se daba cuenta.

¿Él enamorado de JiMin? No, enamorado es algo muy grande, mejor dicho, ¿él gustaba de JiMin?

No, por supuesto que no.

Volteó a ver al peli-naranja, quien veía por la ventana del auto que los llevaba hacia el hospital.

Miro su perfil. No era feo, por supuesto que no, más bien, era muy atractivo. Sus fracciones eran delicadas, sus mejillas suaves y regordetas.

¿Le era atractivo? Sí, ¿lo suficiente para gustarle? No lo sabe.

JiMin pareció sentir su mirada, pues volteó a verlo, y su ceño se frunció en confusión.

─ ¿Pasa algo? ─ La voz de JiMin lo sacó de sus pensamientos.

─ No, nada. ─ Murmuro bajo, pero el contrario no pareció convencido.

─ ¿Estás seguro? Pareces pensativo.

YoonGi movió ligeramente su cabeza, sí, la facilidad con que JiMin parecía leerlo era increíble.

─ No es nada, en serio.

─ Estás así desde que terminó la salida con Nam hyung, ¿es que te cayó mal? ─ El azabache frunció el ceño, pero antes de negar JiMin siguió hablando. ─ Mira, sé que el que no le guste el helado de chocomenta es decepcionante, pero fuera de eso es muy bueno... Claro, cuestiono el hecho de que piense que el pan debe tener pasas cuando no es así, y también es raro que no pueda freír bien una carne pero en su defensa a veces es difi-

─ JiMin, no es eso, en serio. ─ Interrumpió, agarrándolo por los hombros, haciendo que el chico se quedará callado.

No fue siquiera consciente de la cercanos repentina entre ambos, solo se dejó guiar por el momento. A veces el peli-naranja podía ser muy paranoico, y eso le estresaba en cierta manera.

También se había dado cuenta de su ingenuidad. Pero, ahora mismo quería saber más de él, y quería saber que era lo que de verdad quería hacer JiMin.

─ Wow, ¿acaso piensas besarme? ─ YoonGi volvió a la realidad al escuchar la voz burlona de JiMin. De inmediato noto la cercanía entre ambos.

La distancia se había acortado de manera involuntaria. Tanto así que podía oler el perfume de JiMin.

Ese maldito perfume que siempre se echaba y que le gustaba mucho.

También noto cierto nerviosismo en él, puesto que estaba literalmente acorralado y con YoonGi a unos centímetros de distancia.

─ ¿O es que acaso vas a confesarte? ─ Dijo de nuevo, otra vez en un tono gracioso.

Carraspeando, se alejo lentamente, tratando de ignorar aquella situación. Miro a su alrededor en busca de algo para salir del ambiente incómodo.

Y recién se dió cuenta de que ya habían llegado.

─ Pero mira, ya llegamos. ─ Dijo, abriendo la puerta del auto y saliendo sin siquiera permitirle hablar a JiMin.

Cuando salió pudo ver a TaeHyung caminando junto a Dahyun hacia la entrada del hospital. Que gran telepatía.

─ ¡TaeHyung! ─ Grito, haciendo que ambos hermanos volteasen a verlo, y sonriendo en su dirección.

De reojo vio a JiMin salir también del auto, con las mejillas ligeramente sonrojadas.

Ambos se acercaron a ambos hermanos, quienes llevaban una bolsa en sus manos.

─ Ah, hola YoonGi, y JiMin. ─ Saludo TaeHyung, mientras Dahyun solo saludaba con su mano.

─ ¡Hola a los dos! ─ Dijo JiMin, pareciendo tan amigable como siempre, acercándose a la hermana de TaeHyung y pasando un brazo por los hombros de la menor.

YoonGi sintió un malestar en su pecho, mas no dijo nada.

Dahyun solo rio, no pareciendo incómoda con el peli-naranja. Conocía a Dahyun, y sabía bien lo mucho que odiaba el contacto físico si no es que uno de sus familiares se lo diera.

Y es que también sabía que ella muy pocas veces dejaba que hombres se le acercaran.

Pero por algo, ella se veía más que cómoda con JiMin rodeando su hombro con su brazo.

─ Oye, ¿estás ahí? ─ Desvío su vista de la de Dahyun y JiMin y la puso en TaeHyung, quien lo miraba confundido. ─ Vamos adentro, ¿te parece?

Él solo asintió, viendo de lejos como JiMin y Dahyun entraban al hospital, charlando entre risas.

Este sentimiento, o tal vez emoción... nunca, nunca lo había sentido, y ni siquiera sabía que era. No, no le gustaba en absoluto.

Odiaba ese sentimiento que le producía estar cerca de Park JiMin.