━ 010 : my first time at the fair ends in disgrace
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↯ CAPÍTULO DIEZ
▬ ❝ mi primera vez en la feria termina en desgracia ❞ ▬
Es un buen momento (creo yo) para decir que nunca, en mis cortos años de vida, había visitado una feria. O es lo que yo recuerdo, claro está: quizás mi madre y mis abuelos me llevaron a alguna cuando tenía uno o dos años, aunque lo dudo.
La sangre de los hijos de Ares era una peste enorme para los monstruos, por lo cual yo era una niña muy fácil para ellos de rastrear. Si les contara todos los problemas que tuve en mis años de niña callejera, no me creerían: todo se les haría surreal para una cría de seis años recién cumplidos.
El panorama a nuestro alrededor era de una típica película estadounidense donde hay un apocalipsis zombie y si me lo preguntan, se veía con una muy mala pinta (según lo solía ver en las imágenes publicitarias que ponían en las calles).
━Perdón que lo diga, pero este lugar da más miedo que el bosque de la otra noche ━hable, entrecerrando los ojos para ver del otro lado de las rejas que "protegían" la seguridad del parque.
Nos colocamos delante de la entrada, en donde podía leerse un gran letrero con el nombre del parque que no me moleste en intentar descifrar; siento que mi dislexia podría asesinarme si sigo así, pero no le doy mucha importancia tampoco.
Como mi padre me dice, "vivir la vida a lo máximo es mejor que aburrirte en el estúpido juego de seguir las reglas". Y bueno, mi papá es muy sabio.
━No veo películas de terror, ━mire a Percy apenas y lo escuché hablar. Sus ojos azules ya estaban puestos en mí━ pero este parece ser exactamente el tipo de lugar que sugieren evitar.
Me encogí de hombros, un tanto avergonzada con lo que estaba a punto de revelar━. Nunca vi una película ━comencé a caminar, siendo seguida por él casi al instante; su expresión solo demostraba curiosidad━. Así que tendré que creerte.
━¿Nunca? ━hice un sonido afirmativo ante su pregunta━. ¿Cómo que nunca? ¿Como "nunca jamás"?
Fruncí el ceño━. ¿Existe otro tipo?
Percy pareció darse cuenta de que yo no estaba bromeando con respecto al tema, pues lo vi asintiendo mientras dejaba de mirarme para enfocarse en sus pasos.
Atravesamos el arco de la entrada. El parque era grande a simple vista, era tan extenso que me sorprendería si no se hubiese perdido alguien aquí antes de que fuese cerrado. Yo, que era una persona que se orienta muy fácil, me hubiera perdido seguramente.
━Bueno, si ninguno de nosotros muere en los próximos días, deberíamos cambiar eso ━detuve mi andar apenas lo oí, guiando otra vez mis ojos hasta él, el cual me miraba de una forma extraña. Tan extraña que le provocó a mi estomago un revoltijo: no debí comer tantos nuggets━. Te lo estás perdiendo.
━Huí de casa siendo muy pequeña: si llegue a ver una, no voy a acordarme ahora.
Percy me sonrió, encogiéndose de hombros━. Yo cambiaré eso: por el momento, deberíamos acabar con esto.
El rubio se adelantó un par de pasos hasta donde yacía una puerta giratoria de metal, bastante... simple para mi gusto. Debía haber algo inusual para que mi padre no pudiese venir por su escudo él mismo, algo que no pudiese hacer él y por ende nosotros si.
Me quede quieta unos segundos, aún pensando: se veía fácil. Inofensivo. Y si algo caracterizaba las trampas que eran griegas era su simplicidad y sus modos de pasar desapercibidas para sus presas.
Pero yo no era tonta, al menos no por completo.
━Vico, ¿vienes...?
El sonido de metal chirriando me sacó de mis pensamientos. Lo primero que vi fue como Percy empujaba la puerta como si nada, arrancándome un grito que también lo terminó asustando a él a fin de cuentas.
━¡Espera, Percy, detente!
El mecanismo se activó de una forma violenta, mientras yo corría los pocos pasos que me separaban de Perseus, quien se hallaba en medio de todo el lío que podría matarlo.
¡Lenta, lenta, siempre lenta!
━Espera, Tori, ¿qué pasó?
Mire arriba, sintiendo un hueco en mi estómago al ver como encima de Percy se movía un aparato similar a un cortadora de papel eléctrica.
━Quédate quieto, solecito ━intente mantener la calma cuando me miró, pero creo que estaba más nerviosa que él. Me acerque aún más a la puerta, queriendo comprobar mis sospechas, y cuando lo hice, no supe si sentirme halagada por mi gran cerebro o aterrorizada por lo que podría pasarle al de ojos azules: al final fue un poco de ambos━. Un segundo. Eso yo lo conozco ━le señale mi pulsera, aún deshabilitada━. Es un mecanismo a base de bronce celestial.
━Ah, fascinante, supernova: que bueno que tengas un gran cerebro ━me plantee mucho el dejarlo ahí, pero me lo pensé mejor y llegue a la conclusión de que no quería una tercera guerra mundial mientras siguiese viva━. Vittoria, ¿qué está pasando?
━Tu espada y la mía están hechas de bronce celestial ━comencé a decir━. Si eres un humano, pasará a través de ti, pero si eres un monstruo o... je, un semidiós...
Supuse que me entendió cuando me miró con temor.
━¿Qué hace ahí?
━Es una buena pregunta ━alegue━. Tengo muchas ideas, pero sin duda, hay que tener claro que este no es cualquier parque de diversiones. Un dios construyó esto.
No sabía si emocionarme, o temer por mi vida en estos momentos.
Literalmente soy la hija del dios que le bajo la esposa. Aquí no estoy a salvo.
━Vi, ¿qué clase de dios construye parques? ━mire incrédula a Percy.
Si, él tenía una trampa sobre su cabeza, pero eso no es impedimento para que piense un poco.
━Hefesto ━respondí, obvia.
━¿Por qué construiría un parque de diversiones?
Sonreí, burlona━. Bueno, Percy, puede haber muchas razones ━me encogí de hombros, acercándome más a la puerta━. ¿Quizá los encuentra divertidos?
━Eso no es gracioso, Vittoria ━respondió, tajante, sin quitar los ojos de la trampa sobre su cabeza.
━Es un poquito gracioso ━Percy hizo una mueca, aún sin mirarme. Quizás y solo buscaba distraerlo, así él ya no se martirizaba con la idea de quizá morir rebanado.
Suspire y alce la mirada, centrando la vista en el gran motor que trabajaba a una gran velocidad. Amaba construir; Beckendorf me había pegado todo ese gusto por lo que él hacía desde que me conoció, así que estar ante un enorme mecanismo que su padre construyó es increíble.
Si mi padre se entera, me mata.
━Mira eso ━murmure, observando cada engranaje que se movía de forma sincronizada━. Que cool.
━¡Vittoria!
Rodee los ojos━. Tranquilo, sesos de alga: estoy pensando ━lo señale, y él solo bufo en respuesta━. Bien... solo, pues ya sabes, empújalo.
El rubio me miró alarmado, quizás sin tomarse del todo en serio mi idea para sacarlo de ahí, pero tras ver que no bromeaba, solo lo vi tragando duro.
━¿Lo empujó?
Asentí, un tanto insegura━. Sí. Sal como entraste.
Ahora, que veo como Percy me da la espalda y se dispone a hacerme caso, me pongo a pensar que si Annabeth estuviera aquí, no tendría que estar cruzando los dedos detrás de mi para que mi hipótesis –que me saque de la nada– acertara.
Di un salto en mi sitio y oculté mis dedos cruzados detrás de mí cuando Perseus volvió a mirarme. Sus ojos se entrecerraron, y yo solo le dirigí una pequeña sonrisa falsa.
━¿No eras tú la que está mañana decía: "Las Moiras dicen que uno morirá y deberíamos tomarlo en serio"?
Lo mire mal: en ese momento me dijo que no me lo tomara en serio y ahora, ¿él es quien se lo toma así? En fin, la hipocresía.
━Percy.
━¿Si?
━Cállate y empuja.
Mantuvo su mirada en mi, dudoso, y cuando creí que volvería a negarse, lo hizo: movió la puerta giratoria como si nada y salió en menos de lo que yo le rompo el cuello a alguien.
Bueno, esa no fue una gran referencia.
La caja sobre la puerta con tres ceros cambio en un parpadeo, ahora uno de los ceros era un uno.
━¿Qué fue eso? ━inquirió el de ojos azules en mi dirección.
━Supongo que la máquina no está diseñada para hacernos daño ━me adentré a la puerta giratoria con una lentitud asombrosa, deseando que el Dios no quisiese vengarse de mi padre conmigo━ sino para asustarnos. Es... no lo sé, como una prueba.
Termine de pasar, sintiendo que iba a vomitar los nuggets cuando la trampa se colocó sobre mi cabeza. El ruido de una campana se escuchó, mientras que de nuevo el número de la caja se modificaba, esta vez poniendo un dos en vez del uno.
Salte fuera de la entrada, poniéndome a la par del de rulos, quien no dejaba de mirar la cajita con el número de personas que entramos al parque. Éramos dos.
━Hefesto quería saber cuando uno de nosotros venía a husmear a su parque ━suspire pesadamente, sintiéndome indefensa una vez más. No tenía nada para defenderme, pues pesadilla aún no regresaba: solo tenía el anillo y no sabía que tan útil me sería ahora━. Supongo que ahora lo sabe.
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━Vaya...
Nunca había visto una rueda de la fortuna, y ahora que estaba a la par de una, solo podía sentir escalofríos: no era así como me imaginaba mi primera vez en un parque de diversiones.
━Mira eso... ━señale otra de las atracciones paradas y desgastadas: desde aquí no se veía nada mal, pero los rostros en los carritos eran muy tenebrosas━. Dime que el dios de los artesanos no construyo esto. ¿Habías visto algo así?
━Si pertenece al dios de los artesanos, ¿qué hacía tu padre aquí? ━me miró━. ¿No son enemigos? ¿Por qué se iría sin su escudo?
━Si intentó adivinar... ━comencé a decir, sin dejar de mirar las luces que rodeaban a algunos de los juegos━. Mi padre siempre ha sentido algo por...
━Afrodita ━me interrumpió━. Es la esposa de Hefesto ━asentí hacia él en modo de respuesta, recibiendo de su parte un mohín de sorpresa━. ¿Se vieron aquí? ¿En el parque de su esposo? Eso no está bien.
━Bueno, Percy, muchas veces no tienes control de lo que sientes, y menos si es alguien como la diosa Afrodita ━él me miró atentamente, causándome un pequeño escalofrío a lo largo de mi columna: me aclare la garganta, intentando disipar el repentino nerviosismo que me golpeó━. Seguramente Hefesto los encontró juntos y tuvieron que escaparse de prisa.
Nos adentramos por otro pasillo del inmenso lugar.
━Admito que mi padre no es tan lindo con el resto como lo es conmigo ━declare, jugando con mi pulsera━. Y sé que muchas veces resulta ser todo un mentiroso, pero si en algo no estaba mintiendo ahorita fue que esta familia es un desastre.
Cruzábamos otra de las atracciones cuando esta se encendió, robándome un saltito del susto. Percy alzó una de sus cejas en mi dirección mientras que me sonreía burlonamente.
━¿Asustada, Vico?
Rodee los ojos━. Fue el sonido nada más, ¡deja de burlarte! ━golpeé su hombro con el mío, intentando que dejara de reírse de mi. Simplemente soltó una última risa y volvió su vista al frente.
La atracción era iluminada por tonos rosados y púrpuras, muy cegadores si me lo preguntan. Gracias a la luz neón pude leer fácilmente lo que decía, y no me gustó mucho: "La emocionante atracción del amor".
Nuevamente sentí una extraña ráfaga erizarme los bellos de mis brazos. No quería sentirme así, porque no sabía siquiera qué significaba: era algo muy nuevo, y yo odiaba lo nuevo.
━Ni siquiera intentes decirme que no actúe rara con esto ━me adelanté a decir, golpeando mi pie contra el suelo, inquieta.
Percy no me miró, pero no tardó en responderme.
━No dije nada ━titubeo.
━Sé que lo piensas, aquaman ━solté un largo suspiro, abrazándome a mi misma cuando una ventisca se hizo presente━. Debe ser aquí donde se encontraron Ares y Afrodita. Estoy segura de que el escudo tiene que estar ahí ━mire al rubio, sintiéndome más inquieta que antes al darme cuenta que este no despegaba sus ojos de la atracción. Trague duro━. Solo debemos ir por él.
Pasaron unos cuantos segundos en donde ambos estuvimos bajo un muy tenso e incómodo silencio, en el cual solo podía oír las hojas de los árboles sobrevolando el parque.
Finalmente, Percy habló.
━Claro. Revisemos la atracción del terror. ¿Por qué no?
Me sonrió desdeñosamente antes de comenzar a caminar hacia uno de los tantos botes que había ahí. Segundos después lo seguí, maldiciendo a mi padre por obligarme a venir cuando pudimos haber quemado gente en la red social juntos.
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Creo que a pesar de amar el agua, los botes no eran lo mío.
Aunque también podía unirlo a toda la situación en la que me encontraba.
Estar aquí, en medio del frío y de la oscuridad, flotando en un bote hacia no sé dónde, con un chico fastidioso y tenso que no se movía de su lugar ni por error, con solo agua rodeándonos no era mi idea de recuperar a mi tan preciada espada. Creí que sería más sencillo, después de todo era la hija favorita de Ares, pero me equivoqué.
Literalmente me envió al momento más incómodo de toda mi vida, en donde mi única compañía era el hijo de Poseidón con quien apenas había creado una pequeña alianza (que él llamaba amistad) para proseguir con nuestra búsqueda. Si no quería aún castigarme por ponerlo en ridículo con el resto de dioses, no sabía que significaba esto.
El siniestro ruido del túnel era lo único que podía oírse además de nuestras respiraciones y mis pies golpeando contra el barco de forma ligera, buscando paz.
Finalmente llegué a la conclusión que no tendría esa paz hasta que tuviera de nuevo bajo mi poder a Pesadilla.
━Por Ares, lo que me faltaba ━cerré los ojos con fuerza y oculté mi rostro entre mis manos al oír una melodía desconocida para mi, pero que se oía pegajosa y melosa━. ¿Ahora que está pasando?
━Creo haber escuchado esto antes ━quite ligeramente mis manos y le dirigí mi atención al rubio, quien de repente parecía estar a punto de ser un tomate con raíz rubia━. Quizá... ¿en el consultorio de un dentista?
━Bueno... ━mi voz quedó en el aire cuando una luz fluorescente morada salió de la nada por la pared, de esta le siguieron colores rosados y azules que formaban figuras elegantes━. Dioses, siento que se me van a salir los ojos.
Ignore la letra de la canción, sabiendo que Hefesto quizás estaba burlándose de nosotros con su playlist.
De repente, la fluorescencia comenzó a crear imágenes con estos colores. Si bien no eran lo suficientemente claras para describirlas, logré suponer de lo que trataban. Un bebé con martillos, una reina...
━Espera, conozco esto ━mire al de ojos azules, tragando duro tras ver él como los colores resaltaban sus ojos: ¡No, no! ¡Fuera pensamientos súper intrusivos!━. Es la historia de Hefesto ━me golpeé mentalmente y mejor decidí prestarle atención a las imágenes que, efectivamente, estaban relatando la vida del dios artesano━. Hera lo rechazó. Afrodita lo rechazó. Mi mamá me contaba estas historias todo el tiempo. Lo recuerdo. Ella me decía...
Lo mire de nuevo, esperando a que siguiera, sin comprender porque él solamente parecía haberse quedado congelado mirándome. Me removí, incómoda, frunciendo el ceño: ¿qué me ve?
Chasquee los dedos delante de él, devolviéndolo a la realidad casi de golpe: temí que se cayera en el agua por la impresión━. ¿Qué?
Lo sujete del brazo por si acaso. Sus orbes azules recayeron ahí por lo que instintivamente lo solté, guiando mis manos hasta mis rodillas.
━Decía que así es como los dioses son entre sí ━regrese mi vista a la luz azul fluorescente, en donde la imagen de cómo Afrodita se iba con alguien que se parecía a mi padre, dejando atrás a Hefesto: no pude evitar sentirme un poco mal━. Es el tipo de familia que son.
Volví mis ojos a Percy cuando el coro de la canción volvía a reproducirse.
━¿Por qué no querías contarlo?
Percy permaneció en silencio un par de segundos. Finalmente se relamió los labios y me miró, causando que de nuevo los nuggets se removieran en mi estomago.
Que asco.
━Ella pretendía mantenerme alejado de ustedes ━alce mis cejas, un tanto desorientada. Debió ser difícil para la mujer criarlo ella sola cuando toda la existencia de Percy resultaba peligrosa para cualquiera cerca de él━. Quizás tú y Annabeth tenían razón. Debió de haberme prepararme más.
━Quizás lo hizo ━respondí casi al instante━. Quizá te preparaba. Así cuando llegarás a nosotros, serías diferente a esto.
Él no estaba podrido como yo, y eso era importante. Para eso su madre se había esforzado tanto, y se lo aplaudo sin problema. Además de valiente, era sensata.
Finalmente el espectáculo de luces se terminó con Hefesto en el suelo tras recibir un martillazo en la cabeza. Mi yo de hace unos segundos se hubiera reído, como mi padre lo haría, pero hacerlo ahora me provocaba un tanto de pena con lo que me había llegado a convertir en los últimos años.
Las luces flaquearon, haciendo que me tensara ligeramente. Volví la vista al frente, encontrándome ahora con una cueva llena de algunos cristales verdes brillantes.
━No te martirices, Vico ━mire a Percy al oírlo hablar, sintiendo que mi cara se volvía completamente roja al sentir él como su mano se posaba sobre la mía, provocando que mi corazón diese un vuelco━. Tú no eres...
No supe que no era porque una caída libre lo interrumpió. Mis gritos y los suyos no tardaron en llenar todo este espacio, mientras nuestra balsa caía por lo que intuí, era una cascada. La mano de Percy se aferró a la mía como si no hubiese un mañana, y yo no lo detuve: estaba más ocupada pensando en el sudario que me esperaba en casa que en nuestras manos entrelazadas.
Gracias a Ares la caída llegó a su fin, dejando que el bote se estabilizara y que por ende mis órganos volviesen nuevamente a sus sitios.
Mi pecho subía y bajaba rápidamente. No se había sentido mal, pero tampoco estaba loca para hacerlo una vez más.
Estaba mejor en casa de Medusa, la verdad.
━Creo que voy a vomitar ━murmure.
━Hazlo fuera de aquí, creo que si tú vomitas yo también lo haré.
Nuestro pequeño bote comenzó a dar vueltas alrededor de la estatua de una diosa con un escudo en las manos. No tuve que forzar la vista para ver aquel emblema del jabalí dibujado en este, sintiéndome aliviada: estaba mucho más cerca de pesadilla que antes, le demostraría a mi padre que soy muy buena con o sin espada, vería que soy digna de ser su hija.
━Ahí está. El escudo de tu padre.
━Si, eso creo...
Cuando estuve a punto de decir que lo habíamos logrado, el bote volvió a dar una sacudida violenta que me obligó a guardarme mi comentario. Percy y yo volteamos al frente, justamente para ver cómo el otro bote que iba delante nuestro era destruido.
━¡Salta!
No reaccione a tiempo, y tengo que admitir que si no fuera por Percy, el cual me jalo con él pues seguíamos teniendo las manos unidas, hubiera muerto de una forma estúpida.
En cuanto mi cuerpo golpeó contra el agua helada creí que iba a estar bien, pero después de que intente salir a la superficie sin lograrlo, me di cuenta que necesitaría más que solo saber nadar para sobrevivir en estas aguas. Comencé a creer que Hefesto no quería que nadie saliera de ahí con vida, mucho menos si se trataba de uno de los hijos de su enemigo.
Fue un milagro que el remolino me permitiera salir a respirar, y estoy segura de que jamás iba a volver a anhelar tanto el oxígeno como en estos instantes. Pero eso solo duró unos momentos, porque de repente sentí un tirón en mi pierna que me obligó a hundirme una vez más, y esta vez, no me permitía elevarme.
Intente con todas mis fuerzas patear, pero era imposible. El aire poco a poco se me hacía escaso y no podía ver con claridad acá abajo: lo único que de verdad llegue a distinguir fue una mata de cabellos rubios muy cerca de mi, pero a este punto ya no sabía si era real o solo estaba comenzando a delirar por la falta de aire.
━¡Vittoria...!
Quise responder ante aquel llamado, pero me fue imposible. Poco a poco comenzaba a perder la noción de en donde me hallaba, segundos después el agua comenzó a inundar mis fosas nasales y al querer toser –fue tonto, lo sé– no hice más que ingerir litros de agua.
¿Cómo algo que te gusta te puede matar? No lo sé, pero me resigne a que esté sería mi final... patético, pero final.
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No me lo van a creer pero sigo con vida.
¿Cómo? Quien sabe, yo solo sentí de nuevo ese jalón en mis piernas pero en lugar de hundirme más, me saco como costal de papas hasta estar en la superficie, donde fui recibida por los brazos de Percy, quien me ayudo –o así lo recuerdo porque todo estaba un tanto borroso– a salir del agua contra toda la tempestad que nos golpeaba.
Mi cabello, antes atado en una trenza, caía por mi espalda y obstruía mi vista pues se había pegado a mi rostro. En cuanto logré orientarme mejor, hice lo mejor que pude hacer:
Toser.
Escupí toda aquella agua que involuntariamente hacía tragado, sintiendo que la obstrucción en mis pulmones iba desapareciendo.
━Trague más agua de la que suelo tomar diario ━murmure, ida, aún tosiendo. Percy me miraba de forma fija, quizás vigilando que respirara, pero cuando vi sus orbes azules y caí en cuenta del porque seguía viva, no pude evitar erguirme en mi lugar━. Espera, aquaman, ¿me acabas de sacar del agua con ese superpoder?
Percy miró a todos lados menos a mis ojos, lo cual tomé como un "estoy maquinando una mentira, espera".
Mi teoría obtuvo sentido al oírle balbucear un:
━No.
Entrecerré mis ojos en su dirección, echando mi cabello hasta el otro lado de mi cara━. ¿Acabas de...?
━No lo sé, Tori ━espetó él, finalmente mirándome a los ojos. Pude notar desconcierto en sus orbes claros━. ¿Tal vez?
No todos los semidioses tenían algún tipo de poder. Yo, por ejemplo, tenía mejor habilidad a la hora de pelear, es casi improbable que alguien pueda vencerme, también esta el hecho de infundir emociones negativas en el resto de personas, aunque esto es algo que del 100% de los hijos de mi padre un 25% podemos hacerlo, y bueno... la lista sigue. No me parecería raro que Percy, siendo un mestizo fuerte, tenga poderes.
━Solo pensé en protegerte ━admitió, sacándome de mis pensamientos━. Aún intento comprender todo esto sobre la marcha.
Decidí no presionarlo más con ello y me limité a ver la gran figura delante de nosotros, esculpida quizás a base de oro, con las manos sosteniendo el escudo de Ares. Delante de esta había un trono similar al de los dioses allá en el Olimpo; recuerdo haberlos visto durante el solsticio de invierno.
━¿Cómo vamos a bajar esa cosa?
Yo también quería averiguarlo, siendo honesta.
Me puse de pie, quitando mi cabello de mi rostro y analizando con cierto detenimiento el trono: deseaba que Annabeth estuviese aquí, seguro era de mejor ayuda que yo.
Piensa, Vittoria. ¿Qué haría Annabeth?
Me mordisquee el labio inferior, aún pensando, mientras dejaba que mis ojos viajaran entre la estatua de oro y el trono una y otra vez, buscando una respuesta a mis dudas.
━Creo... creo que estas cosas están conectadas de alguna forma ━hice una mueca, no estaba segura de lo que estaba diciendo pero buscaba algo de lógica: por algo el trono y la estatua estaban aquí juntos, ¿no?━. Es una máquina, pero ¿cómo la arrancamos?
━Fue un obsequio con un propósito oculto ━detalle con atención cada pequeño patrón que había en la silla dorada, escuchando las palabras del rubio━. Hefesto se lo ofreció a Hera, pero en cuanto ella se sentó, no pudo levantarse. Todos los dioses llegaron a intentarlo, pero la máquina era muy astuta. Muy fuerte. Era demasiado, incluso para ellos.
Mire a Percy, sintiendo una pequeña opresión en mi pecho al reconocer la historia: seguramente la había llegado a oír por parte de mi madre cuando yo era aún muy pequeña, o quizás fue el Sr. D cuando estaba de buenas en las noches frías de invierno.
━Al final, dijeron que si Hefesto liberaba a Hera, Afrodita sería su esposa ━los ojos azules de Percy dieron contra los míos después de varios segundos. Yo comenzaba a comprender lo que estaba diciendo, pero no quería aceptarlo━. La silla es el trato. Uno se sienta, el otro toma el escudo.
De repente la promesa que le hice a mi padre me golpeó la cabeza como si fuese un mal recuerdo, provocándome náuseas repentinas.
Claro que esto tenía una trampa, y me maldije por haberme quedado callada. ¡Debí haber contado lo que sabía!
Mis pensamientos me abrumaban, de verdad que comenzaba a sentirme aún más mareada, la culpa hacía que todos mis nervios reaccionaran mal y que mi cuerpo comenzase a sudar frío.
No lo dudé mucho cuando di un paso al frente, comenzando a darme cuenta de lo que yo hacía aquí en realidad.
Pude oír los truenos sobre nosotros, pero no me importó.
Mi padre quería su escudo. Yo, al ser su hija ejemplar claramente haría lo que fuese por él, sin pensarlo, pero extrañamente eso había cambiado desde que choque en Long Island con Perseus Jackson.
━Yo lo haré.
Iba a dar otro segundo paso cuando entonces la mano de Percy tomó mi muñeca, impidiéndome seguir.
━¿Qué? Espera...
Lo interrumpí, señalando el trono━. El que se siente ahí no saldrá ━hice una mueca falsa de burla, intentando aligerar mi cuerpo tenso━. Esto está muy claro hasta para ti, aquaman.
━Por eso dije que esperaras ━me chito, dirigiéndome una mirada profunda que me hizo tragar duro. Era como ver un huracán en sus ojos, uno que tomaba fuerza conforme nuestras miradas seguían conectadas.
Aún así, no me deje vencer por un simple escalofrío.
━No es el arco, sesos de alga ━alegue intentando sonar lo más dura posible para que me dejara en paz━. No vas a empujarme otra vez.
━¡Si! ━apretó ligeramente mi mano, alzando la voz.
━Pues está vez no te lo voy a permitir ━brame, frunciendo mi nariz con descontento━. No funciona así, esto... ━señale a nuestro alrededor.
━Por eso estás aquí.
Alce una ceja en su dirección, zafándome de su agarre de golpe.
━¿Disculpa? ━inquirí, cruzándome de brazos.
━Cuando elegí a mi equipo, le dije a Quirón que necesitaba a alguien que no dudara en sacrificarme si la misión lo requería ━negué con mi cabeza, un tanto incrédula con lo que oía: sentí él como una sonrisa pequeña y irónica se formaba en mis labios━. Estuvo muy de acuerdo. Y esa eras tú, y Annabeth.
━Eres un idiota si crees que Chase o yo haríamos una cosa así, Jackson ━me vi diciendo, alzando una vez más la mirada. Pude ver como sus oceánicos ojos brillaban, pero no me detuve a verlos mucho tiempo.
Desvíe mi mirada hasta el maldito trono, creyendo que quizás todo el mundo me consideraba una mierda como persona para abandonar a un amigo a su suerte. Al menos Ares lo creía, porque por algo me había hecho venir por su escudo en lugar de otro de mis amigos.
Quizá él había hecho un gran trabajo conmigo.
━Tenias razón ━me mordí mi labio inferior al sentirlo temblar ante todo el dilema que se abría paso dentro de mi cabeza━. No puedo creerlo, pero Las Moiras tenían razón. No hay una forma de escapar de esto. Escapamos en el arco, por poco, pero... quizá no es algo que se puede evitar por siempre.
━El Oráculo te eligió, Perseus ━brame, dignándome a mirarlo nuevamente━. ¡Los dioses te eligieron...!
Percy volvió a interrumpirme━. ¡Detente! No se trata de eso ━su ceño se frunció━. Y no me llames Perseus.
━¿De qué podría tratarse si no es eso?
Decidí que ignorar su rabieta era lo mejor que podría hacer ahora donde solo me sentía mal con lo que yo era.
━Eres mejor que yo en esto ━replicó, haciéndome negar con mi cabeza una vez más━. Simplemente lo eres. Y tu lo sabes. Créeme...
━Mi padre me lo dijo ━volví a cortar su estúpido discurso, llamando un poco su atención. Quizá si volvía a odiarme, me dejaría ir más fácil━. Me hizo prometerle por el Río Estigia que yo sería la que volviese. Yo... yo no lo entendí en ese momento, pero ahora... ahora lo comprendo, Percy. Yo le aseguré que volvería viva del parque, no...
Mi voz se ahogó en el fondo de mi garganta. Simplemente no pude decir nada más porque no sabía como. Yo quería que me odiara, al menos lo suficiente para que se hiciera a un lado y permitirme sentarme: yo no tenía nada porque luchar en verdad, pero él si. ¿Era tan difícil ver eso?
Al parecer si, porque el brillo en sus ojos no desapareció en ningún solo momento mientras intentaba decirle todo lo que inconscientemente había provocado. Solo se limitaba a mirar en mi dirección fijamente, con una ligera sonrisa ladina en los labios.
Comencé a sentirme desesperada.
«Me lo prometiste, pulga». Sentí un escalofrío en mi espina dorsal al oír la voz de mi padre dentro de mi cabeza.
Yo amaba a mi padre. Haría todo por él; fuese o no posible, pero dejar atrás a un amigo... no podría. Ni ahora, ni nunca.
¿Por qué dejar ir a Percy era tan difícil para mi? Mi yo de hace unas semanas lo hubiera dejado hacer lo que quisiera, después de todo era su elección, pero mi yo de ahora...
━Entonces me alegro de que se lo prometieras, Tori, porque hasta donde yo sé, jurar por el Río Estigia es muy sagrado. Creo que es lo único que voy a agradecerle a tu padre en toda mi vida ━quise darle un puñetazo, pero me resistí, sabiendo que ninguno de mis golpes le dolerían ahorita━. Ojalá hubiese otra forma de lograr esta misión, pero no la veo.
Pestañee un par de veces, intentando ver a través de las lágrimas que se me acumulaban en los ojos sin poderlo evitar.
¡¿Por qué lloro?! ¡Hace menos de una semana nos la pasábamos peleando!
━No llores, Tori ━me maldije al ver una sonrisa sutil en los labios del rubio, el cual sacaba de su camisa a cuadros su bolígrafo mágico, el cual me extendió. No quise tomarlo, pero él me tomó de la mano y me obligó a hacerlo━. Me vas a hacer creer que te importo de verdad.
━Sigo creyendo que eres un idiota, aquaman ━preferí callarme al oír como mi voz se rompía tras ver a Percy caminar hacia el trono.
━Necesito que me prometas algo...
Bajo el primer escalón, pero yo negué súbitamente, sintiendo como el agua salada comenzaba a descender por mis mejillas. Sabía lo que iba a estar por decirme, creo que era lo único en lo que estábamos de acuerdo ahora mismo.
━No pienso irme del inframundo sin tu mamá ━sorbí mi nariz, sintiendo que mi corazón dolía más al ver sus ojos azulados bañarse en lágrimas━. Ay no Percy, no llores porque yo voy a llorar también.
━Muy tarde, supernova, ya los dos estamos llorando ━me sonrió, pero no fue reconfortante━. Iba a decir, cuando esta misión termine, ¿puedes volver a intentar sacarme de esta cosa?
Solloce, ocultando mi rostro entre mis manos. Solo escuché su risa de fondo, lo cual me hizo llorar mas.
━Ya sé que soy una mierda como ser humano, Percy, pero no tenías porque pedírmelo.
El rubio negó, estirando una mano en mi dirección. Sin dudarlo la tome, y lo que hizo me dejó un tanto fría.
Me abrazo con fuerza, rodeándome los hombros con sus brazos. Si bien quede en shock un par de segundos, no tarde en rodearlo de vuelta, sin saber cuánto estaba necesitando un abrazo. Quizá desde que mi dilema como persona empezó, o desde que Percy me dijo en resumidas cuentas "cállate, me siento yo o nada".
━No eres una mierda, Vittoria ━me susurro, haciendo que un ligero pero significativo escalofrío me recorriera el cuerpo━. Para mi, al menos, eres maravillosa. Una chica ruda, pero a fin de cuentas con un corazón grande que no se rinde en ningún momento. Y lamento lo que te dije ese día en el lago, después del Captura la Bandera. No eres como todos tus hermanos, en ningún concepto: no eres egoísta, no eres mala, no eres una mierda. Todo lo contrario: eres asombrosa, más con las espadas y en el campo de batalla, tienes agallas... ¡como en el tren!
Me reí contra su pecho, sintiendo aún mis lágrimas bajar por mi rostro. Me separé de él, intentando sonreírle al ver que este lo hacía pero me temo que la mía surgió más como una mueca que como algo más.
━Deja de adularme, Percy. Serás mi amigo con o sin halagos.
El rubio se subió a la plataforma de la silla, brindándome una reverencia━. Solo me aseguraba.
Mis ojos volvieron a llenarse de agua al oír como el mecanismo del trono se activaba en cuanto el rubio se sentó en ella de una vez por todas, sin quitarme los ojos de encima.
Percy comenzó a respirar con fuerza, mientras mi ansiedad me obligaba a ver cada momento de lo que pasaba.
━Esto es raro ━su voz salía como un susurro━. Es... tibio.
Su optimismo me valió un rábano en cuanto observe como el oro alcanzaba sus pies, haciendo que mi cuerpo se estremeciera.
━¿Sabes qué, Perseus? Esto es una mala idea, prefiero no recuperar a pesadilla ━me adelanté a decir, sin inmutarme ante la sonrisa que seguía extendiéndose en los labios de Percy. Mire a todos lados, buscando algo de utilidad, pero solo había agua━. Ya está. Mi padre lo entenderá. ¡Párate!
━No puedo, Vico.
Maldije en griego al ver como ahora el oro se extendía por el resto de su cuerpo.
━Percy, párate, lo digo en serio ━le pedí, sintiendo que mi garganta dolía más━. ¡Párate, Perseus! ¡Párate!
━Está bien, Vittoria ━negué: no estaba de acuerdo━. Estoy bien.
━¡Yo no, así que ponte de pie!
━Lo estarás cuando tengas de nuevo a Pesadilla ━intente avanzar hacia él, dispuesta a sacarlo de ahí, pero su voz me detuvo otra vez━. Lo estarás. De algún modo eres lo suficiente fuerte para afrontarlo todo.
━¡Tu también...!
━Yo estoy bien ━me repitio, pero no estaba muy segura de ello: no cuando poco a poco su rostro se volvía de oro también━. Estoy...
Percy no pudo terminar de convencerme porque su transformación terminó.
━¿Percy...? ━solloce, aunque claro que no obtuve respuesta. Ahora mi amigo era una estatua de oro celestial.
Di un ligero brinco en mi lugar al oír como el escudo de mi padre golpeaba contra el suelo bruscamente, aunque poco me importó. De repente, unos segundos después, la pulsera en mi muñeca emitió un brillo azul cegador. Parpadeé un par de veces, intentando asimilar la luz extraña, pero al abrir los ojos una vez más, me encontré con mi pulsera vuelta a la normalidad, con sus respectivos colores chillantes y la esencia de mi espada ahí.
Mire el escudo en el suelo y mi pulsera un par de veces antes de sentir que no valía la pena, que nada de esto valía la pena si el que se había sacrificado por ello era Percy, mi estúpido amigo.
Había anhelado tanto mi espada los últimos días... pero no así.
━¿Qué haría Annabeth? ━murmure para mi misma, mirando con cierta inquietud la estatua del sesos de alga delante de mi━. Piensa... piensa...
Tarde unos pocos segundos, pero al final terminé caminando detrás del trono, pasando de largo el escudo de mi papá e hincándome delante a un gran mecanismo que no terminaba de comprender. Era distinto a todo lo que Beckendorf me llegó a enseñar, pero no debía ser imposible.
Me mentalice con ello, tomando una larga bocanada de aire. Nada es imposible.
Guarde a Contracorriente en mis pantalones, extendiendo una mano hasta uno de los engranajes, intentando encontrar uno que se pudiese mover o que en su defecto estuviese roto. No todo puede ser perfecto, ni aunque se trate de un dios...
El engranaje más grande fue el que llamó mi atención, y reuniendo toda la fuerza que me quedaba no dude en intentar girarlo, pero estaba muy sólido en su sitio, muy bien pegado.
Detrás mío, sobre una rendija, oí una puerta abriéndose. Guíe esperanzada mis ojos hacia allá, creyendo que se podía tratar de Annabeth, quien sin duda haría un mejor trabajo que yo. Ella era el cerebro. Yo los brazos. Así funcionábamos: pero grande fue mi desgracia al toparme con ni más ni menos que el mismísimo Hefesto, el cual pareció sorprenderse de que yo siguiera aquí.
━¿Puedo ayudarte? ━preguntó en mi dirección, acercándose a la rendija. Yo me planteé el ignorarlo, seguir con lo mío para sacar a mi amigo de aquí━. ¿Necesitas ayuda para encontrar la salida?
Me mordí la lengua, aún buscando un engranaje que me sirviera, pero el sonido de una especie de flauta me sobresalto. Una vez más alce la vista a donde el dios se hallaba, un tanto molesta: ¿por qué me desconcentra? ¿Qué no ve que ya es lo suficientemente difícil para mi?
Observe de reojo como crecía una escalera que iba en dirección a la rendija y por ende a la puerta por la que Hefesto había entrado.
━Listo, hija de Ares ━rodee mis ojos al oír cómo soltaba aquello de forma despectiva━. Vete.
━No me iré sin mi amigo ━espeté, regresando mis manos a su estúpida silla.
━Así no funciona en realidad ━tome con fuerza el engranaje principal y lo jale inútilmente, pues no cedía━. Es algo unidireccional. No se puede deshacer.
Bufé━. No voy a irme sin mi amigo, señor ━ante todo el respeto, sigue siendo un dios y yo una mestiza━. Y si no va a ayudarme, ¿podría dejarme sola para que pueda concentrarme al menos?
━A pesar de lo que tu padre pudo decirte, no soy alguien a quien pisotear ━preferí ignorarlo de nuevo, centrando mi atención al trono y a sus tontos engranajes endurecidos━. Sé que él estuvo disgustado contigo hace poco. Los dos sabemos cómo se pone. Pero esto fue demasiado. Incluso para él.
Me puse de pie, girándome hacia el Dios, tensa ante lo que Hefesto me insinuaba.
¿Esto es parte de mi castigo también? ¿No encariñarme? ¿Soltar de forma cruel a las personas? No, él no me lastimaría de este modo, es mi papá, jamás me haría daño.
━Lárgate de aquí con ese escudo... ━señaló el pedazo de metal a mis pies━ y serás una héroe, como tu padre te ha enseñado. Camino a la mayor gloria. Estará orgulloso de ti, terminará de perdonarte y todo será otra vez como siempre ha sido, como siempre será... como debería ser.
Chasquee la lengua, negando━. ¡No es como debería ser! ¡No lo es! Comes o te comen. Poder y gloria, solo eso es lo que importa ━mire mi pulsera con un dolor de cabeza terrible, ya no oía la voz de mi padre diciéndome que me fuera sino todas las veces en las que él mandó y yo obedecí. Pensé en todo el tiempo donde me estaba convirtiendo en una copia de él por su aceptación, por el simple hecho de que él me mirara━. Zeus es así, mi padre es así. Y quizás... quizás yo soy de esa forma también.
Hefesto solamente me miraba bajo un silencio extraño. Yo no entendía lo que su mirada quería decirme, pues no era amenazante ni nada parecido. Quizá estaba delirando, pero parecía estarme escuchando.
━Pero él... ━mire con cierta tristeza la silla a mi lado, donde Percy se había sacrificado por mi sin yo pedírselo━. Él no es así. Es mejor que eso, y por alguna razón me hizo ver que yo no quiero ser así nunca más ━mire una vez más a Pesadilla: la A, que había recuperado su tono escarlata, brillo, pero no sentí nada, ni emoción ni el alivio de tenerla de nuevo conmigo. Volví mis ojos a Hefesto, limpiando una lagrima que me resbalaba por la mejilla━. No quiero ser igual que el resto de ustedes. No es lo que quiero.
Hefesto me miró, aún en silencio, con una mueca que casi pude percibir como orgullo, pero rápidamente quite esa idea absurda de mi cabeza y me limité a volver a mi tarea de deshacer su encantamiento sobre el trono. Mis esperanzas se desvanecieron en cuanto vi al dios darse media vuelta, dirigiéndose quizás a la salida.
Pero yo no me iba a rendir.
Volví a ejercer fuerza en el engranaje del medio, sintiendo que mis dedos pedían un descanso. No iba a dárselos claro está, pero entonces una melodía nueva se escuchó: rápidamente me di cuenta que era de la flauta que él Dios artesanos cargaba en su cuello.
Me giré a mirarlo con una rapidez impresionante. Él solo siguió con sus ojos clavados en mi, quizás esperando un nuevo movimiento de mi parte, pero todo se detuvo –o al menos para mi– en cuanto observe y oí como los engranajes volvían a moverse de una manera fácil y ágil.
Mi corazón dio un vuelco al asimilar lo que estaba pasando y sin demorar tanto comencé a darle la vuelta una vez más al trono, ahogando un grito (quizás de la emoción) al notar como el oro comenzaba a abandonar poco a poco el cuerpo de Percy.
Creí que estaba soñando, que quizá el agua que me rodeaba me afectaba, pero tras oír como Percy tomaba una larga bocanada de aire me di cuenta que esto estaba pasando de verdad. Que él había vuelto (gracias a mi, de hecho) en verdad, que estaba frente a mi responsado.
Iba a hablar, quizás a darle una corta bienvenida al mundo real de nuevo, pero él me interrumpió poniéndose de pie, intercalando su mirada de mi y del dios que seguía observando toda la escena.
Percy se tambaleó y yo no dudé en acercarme a ayudarlo. Lo tome de la mano y le hice bajar con cuidado los escalones del trono. No podía dejar de mirarlo, pues todo se sentía un tanto surreal.
━A algunos de nosotros tampoco nos gusta ser así, hija de Ares ━Percy me miró como un cachorro confundido y perdido pero no le puse atención. Mis orbes púrpuras seguían puestos en el dios━. Eres una buena chica, Vittoria Whitewell. Es ahora donde me doy cuenta que te subestime hace mucho tiempo y que, como siempre, el Oráculo no se equivocaba contigo.
Supe que se refería rápidamente a mi profecía, y no negaré que sentí bonito cuando dijo que era una buena chica; después de todo no creo que hable así de los hijos de su enemigo todos los días.
Me dedicó un último asentimiento antes de darse media vuelta y salir por donde vino, apoyándose de su bastón. Al final, el único sonido que se logró oír fue la puerta cerrándose después de su salida.
━Eh, Vico, no quiero oírme chismoso ni nada por el estilo pero, ¿de qué...?
Interrumpí al rubio, rodeándolo con mis brazos. Él no se quejó y no dudó en responderme aquello; al menos me había salvado del interrogatorio hasta ahora.
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