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━ 001 : i hit a minotaur in the face with nightmare

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CAPÍTULO UNO
▬  ❝ golpeo a un minotauro en la cara con pesadilla ❞  ▬


































































¿Será prudente presentarme antes que nada? Yo digo que si, pero no sé qué es lo que opinan ustedes.

Como no pueden responderme pero si leerme, elegiré yo la decisión –y todas las que se me presenten– así que, aquí voy.

Soy Vittoria Whitewell, Vi o Tori para mis amigos, Vico para Perseus Jackson y Whitewell para todos mis enemigos.

Y por si no quedó claro, soy una mestiza.

No, no una mestiza de Harry Potter –aunque asumo que eso haría mucho más fácil mi vida–, mi sangre sí que es mestiza, pero más allá de la magia, les estoy hablando sobre sangre de dioses griegos.

¿Si han oído la historia de mi amigo, ese sesos de anémona idiota que no hace más que producir problemas, verdad? Bueno, lamento anunciar que esta historia no trata directamente de él, sino de mi.

Se escuchará repetitivo, pero Percy me advirtió que dijera esto si quería contar mi versión de su historia, pues en su versión omitió muchas cosas, entre ellas unas en las que era demasiado idiota para ser real.

Lo siento, el TDAH hace que me desvíe mucho del tema.

Aquí voy:

Si estás leyendo esto es porque crees que podrías estar en la misma situación, mi consejo es éste: cierra el libro inmediatamente. Créete la mentira que tu padre o tu madre te contaron sobre tu nacimiento, e intenta llevar una vida normal.

Ser mestizo es peligroso. Asusta. La mayor parte del tiempo sólo sirve para que te maten de manera horrible y dolorosa.

Si eres un niño o una niña normal, que está leyendo esto porque cree que es ficción y un clásico enemies-friends to lovers, fantástico. Sigue leyendo. Te envidio por ser capaz de creer que nada de esto sucedió.

Pero si reconoces en estas páginas –si sientes que algo se remueve en tu interior–, deja de leer al instante. Podrías ser uno de nosotros. Y en cuanto lo sepas, sólo es cuestión de tiempo que también ellos lo presientan, y entonces irán por ti.

No digas que no estás avisado, amigo, amiga.

Ahora si, vuelvo a presentarme.

Soy Tori –Vittoria– Whitewell, hija de Ares, aquel dios de la guerra con un carácter meramente cuestionable, y habito en la cabaña cinco desde hace cinco años, –irónico, ¿cierto?– sin posibilidades aparentes de salir de este campamento (o eso creía). ¿Soy una chica algo –muy– problemática? Si, puede decirse que si.

Supongo que todo comenzó cuando fui creada hace algunos ayeres. Mi madre, una mujer de suma belleza que cayó en los encantos de un sexy motociclista con cara de "todas mueren por mi" una noche mientras salía a bailar junto a sus amigas tras un largo día en la universidad, donde su ultimo semestre de administración la mantenía ocupada la mayoría de la semana (excepto los sábados y viernes, esos eran para divertirse).

Regresando al tema del amor y todas esas absurdas bobadas... bueno, pues mi madre al encontrarse ligeramente –bastante– tomada, creyó que hacer una pequeña travesura sería divertido así que, tras armarse de valor y tres caballitos de tequila después, se ligó –más bien él se la ligó a ella– al tipo de la motocicleta y, no me pregunten él como (ella no me da muchos detalles al respecto pues aparentemente es algo que la avergüenza), pero terminaron en un motel cerca de aquel bar y pasó lo que tenía que pasar.

En pocas palabras, Ares dejó una semillita en el vientre de mi mamá.

Así fue entonces como Aleixandra Whitewell, mi hermosa y querida madre, recibió tal bendición del dios de la guerra, el cual tras darle una muy corta información pero sí muy relevante (como el detalle de que era un Dios de la mitología griega y que por azares del destino había dejado a un feto en su interior) se largo de su vida para jamás volver –literalmente–.

Mi madre creyó que le habían dado un tipo de droga en el bar al que fue, así que no le dio mucha importancia a la disque alucinación del hombre y siguió con su vida normal, como si él jamás hubiese existido. Hasta que, en una noche tormentosa y con el cielo completamente oscuro, se dio cuenta de un pequeñísimo detalle.

━¿Qué parte es la que no entiendes, Alicia? ¡Tengo retraso desde hace dos meses! ━dijo y citó, para después lanzarle a su amiga aquel calendario que traía en sus manos.

Si... después de eso comenzó a creer en la historia de su amiguito del bar.

¿Qué si le complique mucho las cosas en su momento? Si, ¿me las replicó en cuanto nací? Jamás.

Cuando llegó el momento de decirle a sus padres, mis abuelos, no fue para nada sencillo: ni para ella decírselos ni para ellos aceptarlo, pero llegaron a hacerlo, a fin de cuentas la amaban y harían lo que sea para su muchachita.

━¿Sabes algo de este muchacho? ¿O dónde puedes encontrarlo? ━le preguntó mi abuela, días después de haberse enterado.

Mi madre se recargó en la barra de la cocina y negó, cruzándose de brazos━. Me advirtió sobre algo antes de desaparecer, la verdad no intente localizarlo después, no lo creí necesario, pero...

━¿Pero? ━inquirió el abuelo, con una de sus cejas alzadas.

━Si les digo no van a creerme.

━Tenemos la mente abierta, cielo, no te apures por ello.

Fueron meses difíciles para ella, pues porque si aquel hombre que la embarazo estaba en lo cierto, ella llevaba algo grande en sus entrañas, algo que no podía tomarse a la ligera ni mucho menos por un embarazo normal.

Mamá intento contactar a Ares de mil y un formas y jamás lo logro, hasta que yo nací y mi nombre fue registrado mágicamente en él acta.

━Me gustaría algo como Diana pero... ━la voz de mi mamá terminó siendo interrumpida por la puerta abriéndose de par en par. Por ella ingresó una de las enfermeras, quien le dedicó una gran sonrisa a mi madre, la cual le lanzó una mirada confundida━. ¿Ocurre algo, enfermera?

La mujer negó y dejó en la mesita de noche un papel. Más bien, una acta de nacimiento.

━No pude evitar oírlas ━miró a mi madre y a mi abuela━. ¿También van a añadir el Diana como segundo nombre para esta nena? Quedara bellísimo con Vittoria.

Los rostros de mi mamá y de mi abuela se descompusieron.

━¿Segundo nombre? ━inquirió mi progenitora con voz queda━. ¿De qué está hablando, señorita?

La enfermera frunció el ceño, confundida. Aún así no dudó en extenderle el papel a mi abuela, pues mi madre seguía sosteniéndome.

Si mi abuela ya es pálida, imaginen cómo quedó tras leer mi acta.

━Alex, tienes que ver esto.

━Ma', ¿qué...?

Y efectivamente. Había un nombre en aquella acta, uno que ninguno de mis tres familiares cercanos había llegado a pensar en los últimos meses.

Vittoria.

━El padre de la nena vino hace unos diez minutos más o menos, dijo que el nombre ya estaba elegido y la registro ━el semblante de la enfermera cambió rápidamente━. Si era su padre, ¿verdad?

Mamá lo pensó, y rápidamente miró a la mujer frente a ella━. ¿Como era? Ya sabe, físicamente.

Mi madre dice que la mujer se sonrojo y que sus ojos brillaron, al final se dio cuenta que debía de ser Ares, pues no creía que nadie más, al menos algún humano, tuviese aquel efecto en las mujeres.

Cuando mi madre lo investigo, se dio cuenta que no era cualquier nombre el que se me había puesto, pues después de todo tenía un significado: diosa de la victoria.

Al final me quede como Vittoria Diana Whitewell, y no me quejo: siento que a fin de cuentas, me queda el nombre.

Todo solía ser muy bonito en mi corta vida; pues a diferencia de las muchas historias que he oído entre algunos de los campistas de por aquí fui deseada y querida los primeros años de mi vida hasta que, desgraciadamente para mi, fui localizada y obligada a dejar todo atrás, y cuando digo todo es completamente todo.

Así fue cuando a la edad de seis años me vi obligada a escapar de casa por puro instinto, decidida a jamás volver al lugar que me correspondía; junto a mi familia.

...

Bueno no, no fue por un instinto, hay una explicación detrás de todo esto pero ahora me da flojera hablar de eso ¿bien? Además, el manual de cómo inducirte al mundo de la escritura que leí –regalo de Silena, cabaña 10, hija de Afrodita (soportable)– dice que dejar partes en la historia inconclusas fomenta la lectura en su mayoría.

Ay, carajo.

Se supone que eso no debía decirlo...

Como sea, así es como llegamos a este momento, donde estoy corriendo por la cabaña, siguiendo como loca al muy idiota de Connor, quien había robado mi espada y se negaba a devolvérmela mientras música Rock se reproducía por todo el lugar.

Ay, la cabaña 5... es una casucha mal pintarrajeada de rojo, con el techo repleto de alambres de púas junto a la cabeza disecada de un Jabalí en la puerta.

Bellísima... a su estilo. ¡El jabalí es bonito!

━¡Carajo Connor, devuélvemelo! ━grite, saltando una pila de ropa sucia perteneciente a Ares sabe quien.

━Pues alcánzame, jefa ━gruñí al oírle y me encargué de acelerar mi andar.

Digamos que no era mi mañana.

Clarisse inició mi desgracia, pues fue la que me sacó de mi cama a la mala, jalándome por el pie hasta tenderme en el suelo, alegando que era mi turno de usar el baño. Después, descubrí de la peor forma que el maldito de Zack se terminó el acondicionador sin tener la decencia de decirnos y dejándome con mi pelo enredado y sin su habitual suavidad. Cuando creí que nada iba a estar peor, me vi obligada a usar un par de shorts gigantes de Xander por que mágicamente –culpa mía– todos los míos estaban repletos de barro y mugre, había olvidado lavarlos. Y para rematar, Connor me tiene corriendo por toda la cabaña pues se le había ocurrido tomar mi espada como un juguete y ahora no quiere soltarla.

Juro que la mayoría de veces era muy respetada por mis hermanos, creo que hoy simplemente no estaba de lleno en sus infantiles juegos.

Deje de perseguirlo y solté un suspiro, un tanto cansada. Ya no quería correr, y aunque era muy temprano, Connor no me dejaba muchas opciones.

Cerré los ojos y comencé a pensar en la espada que mi padre me había dado cuando vagaba en las calles todavía. Tenía el mango color azul –mi favorito– plateado, junto a unos grabados en griego y, no podía faltar, su simbólico casco que aún podía recordar fácilmente sobre mi cabeza aquella noche donde tras ganarle en batalla a uno de mis hermanos fui reclamada por Ares. La hoja resultaba verdaderamente brillante y sobretodo, filosa, aunque siempre acudía con Beckendorf para que la puliera y le siguiese sacando filó.

Cuando volví a abrir mis ojos tuve la certeza de tener la espada, y claro, no me equivocaba: ahí estaba, con aquel helado metal enfriándome la mano y con un Connor descolocado al dejar de sentir el peso del arma en su mano.

━Más suerte para la próxima, Conny ━me burlé, blandiendo mi espada de lado a lado antes de posarla sobre mis hombros, con aire triunfante━. ¡Hora del desayuno, Cabaña 5! ¡A formarse!

Ser la líder de la cabaña puede ser tan bueno o tan malo a la vez, más si trato con adolescentes malhumorados todo el tiempo. Me preguntaran (y si no, se aguantan: igual les dire) Vi, ¿cómo es que llegaste a ser jefa de la cabaña 5 si mides solo 1,59 (redondeen a 1,60 por favor).

Pues ni yo misma lo sé, creo que fue por una decisión unánime hace tres años (si, tenía solo 9, pero ¿quien se fija en la edad? ¡Nadie!).

Ninguno de mis hermanos hizo algún movimiento, lo que me hizo gruñir.

━¿Qué no me oyeron? ━bufé y lleve mis dedos índice y pulgar a mi boca, silbando. Rápidamente el murmullo cesó y yo sonreí satisfecha━. ¡A la fila, todos!

Al instante varios (si no es que todos) de mis hermanos se formaron en una hilera. Del más viejo al más nuevo en ser reclamado. Todos caminaban con su hermano favorito entre platicas sin chiste y una que otra pelea (aquí hay de esas todo el tiempo). Aunque eso si, a esta hora son muy pocas las qué hay, pues la mayoría acababa de abrir los ojos y lo último que deseaban era el hablar con otros seres humanos.

Yo soy así, solo que por eso soy de las primeras en despertar y en darme un baño con agua caliente (después de la décima persona, el agua se vuelve muy fría) y hacer mi aseo personal. A veces acostumbraba a correr por la orilla del lago en compañía de Luke Castellan (mi brother de otro padre y madre, además de mi mejor amigo y grano en el culo) y las otras me quedaba un tiempo oyendo hablar a Annabeth Chase sobre la Grecia Antigua.

¿Recuerdan a la chica morena que mi yo de seis años se encontró en la calle, siendo invisible? Bueno, era la hija de Atenea, Annabeth, y desde esa mañana en el callejón, no volví a tener un día sin ella a mi lado.

Pero no voy a darles información que no necesitan. Al menos por ahora.

Clave mi espada en el suelo y en un rápido destello se convirtió en una pulsera que se ciñó a mi piel.

Salude a Jake, otro de mis hermanos que curiosamente tenía mi edad y con él metiéndose detrás mío a la fila, nos encaminamos hacia el comedor donde los residentes de las doce cabañas nos embutiríamos toda la comida que nos pusieran en el plato.


































ֺ ָ ֙ ⋆ ꒰ 🦚 ꒱ .°ャ

El olor al mar siempre había causado cosas bastante extrañas en mi interior. Y no, no hablo de gases o algún efecto secundario de alguna medicina... sino más bien de un sentimiento. Algo en mi interior me decía que el agua me llamaba de alguna forma, lo cual es lo más lógico si se asocia a mi... olvídenlo, ya comenzaba a divagar más de lo necesario.

La cosa es que siempre había hallado como un lugar seguro al lago. Quizás era su color, o el olor extrañamente a sal, pero me hacía saber que tenía vida y que aún estaba ahí, ¿saben como? Es que luego me desenvuelvo de más y al final resulta que nadie me entendió (sucedía muy a menudo con todos mis hermanos, los hijos de Afrodita y uno que otro de Hermes y Atenea).

Solté un suspiro y lancé una roquita al agua, recargando mi barbilla en el hueso de mis rodillas, mientras me abrazaba a estas.

━Hola, mar, lago, lo que seas ━bufé, soltando un suspiro. Me debo de ver como una loca, ya lo sé, pero no les miento al decirles que hablarle al agua me hacía sentirme más ligera. Era algo así como mi terapeuta personal, ya saben━. Mi mañana estuvo de la mierda. Clarisse me arrojo de la cama (literalmente), Zack se terminó todo el acondicionador que quedaba, me veo obligada a usar los shorts gigantes de Xander porque los míos están todos sucios y Connor me correteo por toda la cabaña... ¿crees que es una señal de que la suerte no está de mi lado hoy?

Una diminuta ola, una muy pequeña de verdad, se acercó hasta donde me hallaba yo. Apenas y toco a mis dedos, pero lo concederé como un rotundo "si" de su parte.

Es que para que agüita diga que si ya es mucha coincidencia, ¿saben?

━Lo supuse ━cerré los ojos, aún con la sensación del agua entre mis dedos.

Cuando creí que estaba a punto de dormirme, una voz detrás mío me hizo reaccionar.

━Creo que estás perdiendo la cabeza ━me desequilibre y caí hacia la poca agua que estaba delante mío━. ¿Tanto miedo doy, rubia?

Me levante de mala gana, sintiendo como la arena se incrustaba en mis dedos y se pegaba a la parte húmeda del short. Mire a Luke con los brazos cruzados y con el ceño fruncido.

━Y eso que no vi tu cara, idiota ━le sonreí, falsamente━. Imagínate, me hubiera ido de boca contra el agua.

━Quizá el agua podría haber ayudado a todas tus neuronas a poder navegar mucho mejor.

Reí falsamente━. Ja, ja, ja. Gracioso, Luke. Deberías debutar como payaso.

━Me amas.

━Si te hace sentir mejor, Luke ━solté un suspiro falso━. Puedes creerlo.

El de cabellos negros rió, recargando su peso en una de sus piernas con los brazos cruzados. Era un chico guapo, de hecho podría considerarlo algo así como mi crush, pero hasta ahí: ya les dije que es como mi brother además de mi mejor amigo.

━¿Vas a quedarte parado, viéndome como todo un acosador, o me dirás el por qué estás aquí? ━refunfuñe, con una ceja alzada en su dirección.

━Eras más tierna cuando estábamos en la calle ━mantuve mi postura. No me gustaba recordar esos tiempos, al menos no mucho, pues el dolor de la pérdida volvía y me golpeaba tan duro como ser pisoteado por un elefante (jamás me a pasado, pero debe de ser doloroso)━. En fin, solo venia a pedir un pequeño favor.

Resople, quitando un mecho de mi cabello que caía sobre mi rostro━. No, no voy a arreglarte una cita con una de las hijas de Afrodita.

━¡No! ━chillo, como si la idea le asqueara. Fruncí el ceño, un tanto desconcertada por ello━. No, no. Venía a proponerte entrenar en la arena juntos.

━Bueno ━mire el anillo en mi dedo anular, la piedra azul pareció brillar de más por un pequeño momento━. Nunca he podido decir que no a una pelea.

━Trae a pesadilla ━asentí, un tanto emocionada. Digamos que combatir con Luke era emocionante: él era un espadachín ejemplar, pero yo era una orgullosa hija de Ares: no había quien pue diese ganarme hasta la fecha, ni él mismo━. Esta vez te pateare el trasero...

No lo dejé hablar. En lugar de ello pase mi dedo por la piedra brillante del anillo y desaparecí en un abrir y cerrar de ojos, dejándolo con el ceño fruncido y llamándome: cuando se dio cuenta que ya no estaba allí, yo ya me hallaba en mi cabaña, buscando a mi gran amiga pesadilla.





























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Pesadilla era especial para mi, en todo sentido posible.

Annie y yo éramos sólo las dos en aquel entonces; una vez ella supo cómo es que podía volver a ser de nuevo visible, vagamos juntas por todo San Francisco. Seguí viviendo junto a ella en mi casa de cartón, y ambas compartimos nuestras muy catastróficas y cortas vidas.

Una noche, mientras ella dormía y yo admiraba la lluvia torrencial nocturna que hacía brillar misteriosamente más las constelaciones en el cielo, algo me hizo salir de nuestra ahora casa.

Era curioso, pues no había nadie a la redonda ni noté que alguien pasase en los ultimo segundos, pero había una caja al final del callejón, era brillanté, casi como una constelación.

Me empape de pies a cabeza por llegar hasta la caja, pero jamás me arrepentí de hacerlo. Cuando la tome y leí en el empaque un "Albarán de entrega Hermes Nocturno Express" y después una motocicleta se arrancó: lo único que vislumbre fueron las gafas de mi padre, pero en ese momento no sabía quién era y porque me había dado una espada como regalo.

Claro, no supe que era una espada hasta que se presentaron Luke y Thalia ante nosotras y esta última me hizo saber que aquella pulsera que se ceñía a mi piel no era un accesorio cualquiera.

Cuando termine de derrotar a Luke y a otros cuantos más que se animaron a retar a la princesa de la cabaña 5, corrí hacia mi más grande fan, Annabeth, quien me observaba desde la lejanía con una sonrisa orgullosa en los labios.

━¿Que onda, Chase? ━me eche la espada a mis hombros, una vez llegue hasta ella━. ¿Apostaste por mi?

Hizo el ademán de pensarlo para al final, asentir━. Digamos que invito las bebidas algún día.

Ambas reímos. Me tendió un poco de agua y yo no dudé en beberla. El sol sí que estaba intenso, y digamos que el ganarles me había dejado exhausta.

Caminamos unos metros hasta llegar al porche de su cabaña. Salude a unos de sus hermanos y nos sentamos en los escalones. Comencé a platicarle el día de mierda que había tenido, ella lo hizo también conmigo (quitando ese mierda, claro) y se rió de cómo fue que Luke casi provoca que me caiga dentro del agua.

Era una tarde relativamente tranquila, o lo era hasta que en mi campo entró Silena Beauregard, una de las crías de Afrodita más soportables de su cabaña (por así decirlo). Corría hacia donde nos hallábamos nosotras con rapidez lo que me hizo fruncir la nariz. Hoy el día estaba medio extraño: ¿una hija de Afrodita corriendo? ¡El mundo está de cabeza, por amor a Ares!

━Estaba buscándolas ━el pecho de la castaña subía y bajaba con rapidez━. E-es Quirón.

Mis ojos se abrieron de par en par.

━¿Qué pasó con él? ━me atreví a preguntar después de unos segundos en los que Annabeth y yo estuvimos calladas━. ¿Está herido? ¿Le ocurrió algo ahí afuera?

La castaña negó, tomándose del pecho de forma exagerada.

━Volvió.

━¿Qué?

Silena asintió, dirigiéndonos una ligera sonrisa aún intentando recuperar el aire perdido.

━Quirón volvió, y está esperándolas en la Casa Grande ━dejó reposar sus manos sobre su cintura━. Dios, que cansado fue eso.

Annabeth y yo nos miramos entre sí y en menos de lo que cantan los hijos de Apolo, salimos trotando hasta la Casa Grande en busca de reencontrarnos con el centauro.
























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La Casa Grande era, como bien lo dice su nombre, una enorme casa de color azul con estilo victoriano; en el campamento sirve como el edificio administrativo o una cosa así, y por lo que tengo entendido hasta ahorita, es el lugar donde vivían el Sr. D y Quirón.

Aunque siéndoles honesta al 100% (ósea, siempre) no comprendía si es que la casa por dentro estaba vacía, o hacía calor, o si tenía el olor de los establos estaba impregnado en las paredes; la cosa es que nunca había visto dentro a ninguno de sus dos (según) habitantes, siempre estaban en el porche o en el jardín, jugando a las cartas y no le encuentro alguna otra razón más que esas. A menos que no les gustara convivir más de lo necesario con el otro, y siendo realista, ¿a quién le gustaría convivir más de dos minutos con Dionisio?

Exacto. ¡A nadie!

Junto con Annabeth llegamos hasta el porche del lugar y efectivamente, los encontramos en medio de una partida de la cual no entendí ni la mitad, pero era entretenido ver las muecas de los dos, intentando adivinar el siguiente movimiento de su contrincante. Ann intento ayudarme a entenderlo hace algún tiempo, pero no le preste más atención que a mis cómics. Era (para mi) un juego sumamente aburrido y tedioso, ¿que no era más fácil jugar al UNO y ya?

━Ah, Annabeth Chase y Victoria Wyborn ━no me moleste en hacer que corrigiera mi nombre; ya había intentado todo (hasta traerle de contrabando una botella de vino) y nada funciona━. No es un gusto verlas.

Ya estaba acostumbrada: lo hacía para hacerme enojar y molestarme, porque no podía ser tan idiota como para no aprenderse mi nombre si llevaba más años que cualquiera de mi cabaña en este campamento.

Sonreí de forma irónica━. Pienso lo mismo, Didi ━me devolvió la irónica sonrisa, haciéndome saber que aquel estúpido mote había funcionado. Esta vez dirigí mi mirada a Quirón, el cual al igual que Annabeth miraba con diversión la escena━. A ti para que veas si me da gusto verte.

━Estamos felices de que volvieras ━afirmó la morena a mi lado, con una media sonrisa en el rostro━. Pero, ¿qué ha sucedido? ¿Por qué enviaste a esa pobre hija de Afrodita?

━Como sabrán, estuve ausente por una misión que involucra a un mestizo ━asentí, con el ceño fruncido. Él y mi amigo Grover (un sátiro; mitad cabra –creo– y mitad humano)━. Se llama Percy Jackson.

━Suena a Perry el ornitorrinco ━me burlé, cruzándome de brazos. Recibí un codazo en la costilla por parte de Annabeth, haciendo que me quejara en su dirección━. Pero su nombre es Peter, si.

━No, Tori ━Annabeth a mi lado negó con la cabeza mientras bufaba un tanto exasperada━. Su nombre es Percy.

━Eso, si. Como sea ━hice ademanes en el aire━. Cuidaste de ese Peter todo el tiempo que te ausentaste, ¿y luego?

Quirón negó con la cabeza, sabiendo que quizá era un caso perdido. Fruncí la nariz al oírle murmurar algo hacia Dionisio, el cual hizo una mueca antes de mirarme a mi y volver su vista al centauro.

━Está niña es hija de Ares, sin duda ━una de mis cejas se arqueó━. Todo en ella grita: "mírenme, soy cría de un dios amante a la guerra".

━Claro que soy hija de Ares ━alegue hacía Quirón, el cual seguía viéndome con un gesto de "sigues siendo tu"━. Sino estaría en proceso de quedar calva como él ━señale al dios del vino, quien me lanzó una mirada furtiva.

Quirón, el cual pareció percatarse de las intenciones del Sr. D sobre seguir discutiendo con una niña de 12 años, retomó su explicación desde cero para Annabeth (quien tenía la cara de fastidio ante mi disputa con el dios de la infantilidad) y para mi.

En resumen, lo que yo entendí de todo lo que dijo es que el centauro protegió a Percy a lo largo del año escolar junto con Grover (es cuestionable, porque el pobrecito chico fue atacado de forma desprevenida por una disque maestra sustituta que era más bien una Furia en sus narices) hasta que después de un pequeño incidente donde lanzó a una chica fastidiosa (lo dijo Quirón, yo ni la conozco) a una fuente termino siendo expulsado, y sin el lanzador de chicas en la escuela (donde necesitaba ser protegido), el trabajo del centauro terminaba. Por eso es que está aquí, frente a nosotras; le había dejado el resto del trabajo a Grover (el sátiro había mentido para que lo expulsaran, pues al ser detectado corría peligro en el mundo normal) para que lo trajera hasta el campamento.

Pero (pero) si yo fuera Peter Hanson, no lo perdonaría (cada quien, verdad).

Además, ¿quien esconde una espada en un bolígrafo?

━Su madre se comunicó conmigo de alguna forma, me pidió un día o dos para poder contarle la verdad al chico, pero como veo las cosas, me temo que tendré que pedirle a Grover que traiga a Percy de inmediato ━termino. Mire a la chica a mi lado, aún intentando de comprender algunas partes de toda la historia. La morena al contrario de mi parecía estar lista para nuestro típico "síguelo y encuentra evidencia, déjalo cuando te des cuenta que está medio tonto para ser el chico de la profecía" (no tenía nombre, pero admito que ese estaría muy cool)━. Saben porqué comparto esta información con ustedes, ¿cierto?

Ambas asentimos.

━Porque según tu, las dos tenemos un papel importante que desarrollar en caso de que esta vez si le atinemos y se trate del chico de la profecía ━le dije, exactamente con las palabras que siempre usaba para este caso.

Quirón asintió, bastante satisfecho.

━¿Crees que esta vez si se trate de él? ━se adelantó a preguntar Annabeth, la cual había estado en silencio desde que Quirón empezó su explicación de los sucesos ocurridos.

━Espero, querida. Espero.

La morena me miró, intentando buscar seguridad en mi; ¿como lo sabía? Fácil, yo también lo hacía a diario, cuando me creía perdida en mitad de todo.

Desde aquella vez que escuché junto a ella por accidente una parte de la Gran Profecía, el centauro se había puesto como tarea recordarnos todo el tiempo la importancia que ambas tendríamos en un futuro. Se aliaba con mi profecía, no tenía que ser hija de Atenea para saberlo, pero prefería no preguntar al respecto.

En primera, porque me daba miedo. Eso de "la hoja de la espada de la mata-dioses al héroe condenara" no me daba seguridad. ¿Quien o qué era eso de "mata-dioses"? No lo sé, y como nadie sabe que el Oráculo me hizo una profecía cuando me obligaron a ir a limpiar el ático de la Casa Grande por tener la cabaña más sucia de toda la revisión, no podía ir a preguntarle al primero que se me cruzara enfrente.

En segunda, confiaba ciegamente en Quirón y en sus decisiones; le creería con los ojos cerrados cualquier cosa.

Nos despedimos de Quirón y de Dionisio antes de salir de la Casa Grande, más calladas de lo usual.

━¿Crees que es el momento de hacerla de espías? ━me atreví a preguntar, jugando con mi brazalete.

Annabeth negó, divertida━. Tu vas a jugar a la espía ━paré mi andar tan rápido como la oí hablar. Mire a la chica con el ceño fruncido y cuando iba a hablar, ella me interrumpió━. Me lo debes: yo hice ese trabajo la última vez. Te toca.

Gruñí por lo bajo, en desacuerdo. Aún así me iba a hacer responsable.

Yo fui la que le dijo "un turno y un turno" y para mi mala suerte, era mi turno de ser la niñera de este Peter Hanson.
























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Hay dos cosas que detesto con mi vida en este mundo.

1. La pizza con piña.

2. El insomnio.

La pizza no tengo que explicarlo, solo la probé una vez y terminé intoxicada porque la piña estaba caducada y no, no era solo eso: me causó una alergia terrible.

Y el insomnio... bueno, tendría que remontarme hasta aquellos tiempos donde apenas había huido de casa y estaba vagando por las calles oscuras y tristes de San Francisco. Me daba tanto miedo estar sola que se me hacía imposible el dormir, tomaba algunas píldoras que hallaba entre mi mochila pero no servían de nada; cerrarlos tan siquiera me producía una ansiedad increíble, sentía como si las personas se me acercaran en multitudes y la simple idea provocaba que mi piel se erizara.

Por ello me alegré tanto de tener a Annabeth conmigo, porque ella me proporcionó una paz increíble y tras todas esas semanas sola, pude irme a dormir con ella a mi lado. Después, cuando nos unimos a Luke y a Thalia, el sentimiento de inseguridad quedó en el olvido por completo (a veces).

Pero desde hacía días no podía llegar a conciliar rápidamente el sueño. Era odioso la mayoría del tiempo, pero ya me había acostumbrado (creo) y pues, además no era la primera vez. Con los años, me había dado cuenta de que en estas fechas exactamente era cuando mi cuerpo se negaba a descansar con los ojos cerrados, pues siempre volvía a la calidez de mi antiguo hogar, con el olor a periódicos acumulados, café recién preparado y lasaña en el horno como todos los Domingos.

Era un sueño que se volvía pesadilla apenas intentaba verles los rostros, pues estos eran borrosos. No había nada, ni una sola expresión: es como si les hubieran borrado las caras. Me resultaba aterrador pues describía con exactitud lo que me pasaba: olvidaba sus rostros con el pasar del tiempo, y temía que en un futuro sus voces sólo fueran un vago susurro en el viento.

Por eso, cerca del solsticio de verano, venía hasta acá con una lata de gel para fuego artificial, un encendedor y chocolate blanco. Me recargaba en el acogedor pino de Thalia, le contaba mi día, lo mucho que la extrañaba y finalmente, encendía el gel del fuego artificial, colocando a pesadilla sobre este; las palabras griegas escritas en su hoja (las cuales fueron talladas con oro) brillando contra el fuego lograba brindarme relajación. Después de un par de segundos en silencio, ponía un chocolate sobre la ardiente hoja y solo hablaba.

A la hora de la comida, cada cabaña tenía un turno para pasar al brasero para verter en las llamas del fuego la parte que más nos gusta de todo lo que nos sirven las ninfas del bosque en modo de ofrenda para nuestro padre o madre divinos.

Pues yo hacia algo así unas cuantas veces a lo largo del año, solo que en lugar de honrar a Ares, honraba a mi madre y a mis abuelos. Les hablaba o intentaba hacerlo, pues la mayoría de veces las lágrimas no me lo permitían.

Solo me abrazaba a mis rodillas y admiraba el fuego, el como aquel pequeño y blanco chocolate se deshacía poco a poco sobre la hoja de mi espada.

Esta vez no era la excepción; tenía un sentimiento extraño en el pecho, pero se iba en cuanto las llamas saltaban sobre pesadilla, haciéndola brillar e iluminar aún más mi alrededor. Hoy no había "invocado" (así le dice Luke) a mi familia, sino más bien a Thalia. Me venía bien su compañía, pues ella siempre estaba conmigo cuando las pesadillas me acechaban.

Era tan buena... tan única...

No merecía morir. Y algo dentro mío no deja de culpar a su padre por ello. Quizá pudo haber hecho más, darle su bendición para que lidiara con todos esos monstruos, pero no lo hizo.

Solté un suave suspiro, sonriendo de lado y recargando mi cabeza contra el tronco del gran pino.

━¿Sabes? Luke cree tener oportunidad ━me burlé, sintiendo el sonido de la lluvia sobre mi━. Le duele en el ego que aún no es capaz de ganarme; no puede ni siquiera arrebatarme a pesadilla de la mano.

A Thalia le gustaba burlarse de Luke tanto como a mi me gustaba la lluvia (el agua, en general), es decir, era de sus cosas favoritas. En ese entonces, Luke seguía siendo muy quejica, pero bastante valiente para ser apenas un adolescente; fue él el que me enseñó todo acerca de pesadilla y las formas de utilizarla, hoy en día no sé qué es lo que haría sin él, siendo honesta.

No era mi hermano, pero lo sentía de esa forma.

━Tuve pesadillas ━murmure después de un rato en silencio━. Todo era... diferente.

»¿Puedes recordar los escenarios aún? Ya sabes, el de mi sala de estar, todos esos olores que me querían obligar a volver... eso era lo distinto. Estaba en mi casa, sabía que lo era, pero todos esos olores no estaban y mi familia (o los cuerpos sin rostro de mi familia) no estaban. Solo una extraña voz, una que se asimilaba a la voz de ultratumba que sale en las películas de terror.

━Había una luz ━continúe, después de tomar una breve respiración━. Era dorada, amarilla... no lo sé bien, pero brillaba. Mucho. Y de ahí era de donde emanaba la voz. Decía que era distinta, y eso es mucho decir porque soy mestiza, pero creo que no se refería a ello ━una ráfaga de viento helada me inundó: las hojas del pino estaban cada vez más y más húmedas (al igual que yo), las gotas de la lluvia caían con más ganas que antes━. Se inclinaba más a mi...

Me detuve abruptamente.

Mi pecho comenzaba a vibrar con cierta rapidez espeluznante a la vez que mi mano derecha, la que usaba para manejar mi espada, temblaba demasiado rápido para mi gusto.

No era el frío. Ese sentimiento ya lo había sentido antes: alguien estaba utilizando una espada a solo metros de aquí. ¿Cómo lo sabes? Bueno, ser hija de Ares tiene privilegios bastante raros.

Mire a mi alrededor: no podría tratarse de un campista, pues las viejas arpias no los dejarían avanzar ni un solo metro sin matarlos en el proceso. (No pregunten cómo es que escapó. Como dicen por ahí; se dice el pecado pero no el pecador).

Pero entonces, ¿quien podría ser?

Me levante de mi lugar, deje que las gotas de agua apagaran el gel y tome mi cálida espada entre mis manos. Le eche un ojo a mis alrededores, pero no había nada fuera de lo normal o al menos yo no podía alcanzar a verlo.

Deje una ultima caricia en el tronco del pino de Thalia antes de salir de debajo de el y murmurar un "vuelvo después" para echar un mejor vistazo. La oscuridad no me lo permitía hacerlo con claridad, mucho menos con la lluvia golpeándome en los ojos, pero persistí (por alguna extraña razón).

Fue entonces como a la distancia distinguí una luz similar a la del sol al otro lado de la colina. Era parecido a un farol de luz gigante, solo que no le hallaba mucho sentido. ¿Qué haría una persona normal en medio de la noche bajo una tormenta sobre una colina? ¡No tiene sentido!

Solo uno de nosotros haría eso, pero no es posible.

No era posible, ¿verdad?

Quirón habló de ese tal Peter Hanson y su próxima llegada al campamento en compañía de Grover pero, no creo que sean ellos.

━No, Grover no es tan tonto como para traer a un novato en medio de una tormenta ━me dije a mi misma, blandiendo mi espada de lado a lado, indecisa.

Relamí mis labios y me di media vuelta, negando. No debía ser nada.

Estaba a punto de caminar colina abajo hacia el campamento mestizo, pero entonces un sonido peculiar me retumbó en los oídos.

Bueno, subestime a Grover un poquito.

Gracias al farol súper brillante logré ver como algunos árboles se abrían de manera brusca, pronto los cuernos y la silueta completa del Minotauro se hicieron presentes y mi respiración se congeló.

━Madre santísima de Calcuta ━murmure, y sin pensármelo mucho, corrí colina abajo en dirección a la luz.

Era una hija de Ares, estaba capacitada para ayudar a mi amigo cabra y a su amigo ornitorrinco de cualquier monstruo. Creo.

Llegue a un punto donde creí que mi intento de rescate terminaría mal por que mis piernas se enredaban entre sí por el lodo o por algunas ramas que se incrustaban en mis piernas, haciendo algunos rasguños en la piel descubierta de mis piernas.

Corría tan deprisa que mis pulmones estaban por colapsar del esfuerzo; no soy fan de correr bajo la lluvia.

Supongo que Clarisse estará feliz por todo el esfuerzo que estoy haciendo: dirá que sus rutinas son efectivas y será menos fastidiosa de lo que es.

Cuando iba a detenerme a tomar un descanso, choque con algo. O bueno, más bien alguien. Caí de sentón en el suelo, con ese otro alguien sobre mis sensibles piernas. Mire donde cayó pesadilla: se había incrustado en el lodoso suelo, lo que provocó que volviera a mi muñeca.

━Esto me pasa por buena gente ━murmure, cohibida.

Si no estaba desarrollándome por ahí abajo antes de la caída, menos lo haré ahora.

━¿Vi?

Ah, si. Ese alguien que me cayó encima y se deshizo de mis ilusiones sobre tener un buen trasero cuando tenga 17 no venía solo: su compañero había caído igual que nosotros solo que él no estaba aplastándome.

Y que bueno, por que sus pelos me daban comezón.

━¡Grover! ━chille, alzando mis piernas por accidente.

Aclaró que fue por accidente porque escuché un sonido de fondo semejante a un quejido: me había olvidado del chico arruina sueños.

━¿Quien es ella? ━le oí hablar, un tanto exasperado.

Ah, este debía ser Peter Hanson.

━Eso no importa ahora ━me apresuré a decir al oír un mugido mucho más cercano━. Levántate y vámonos.

━Levántate tu.

Bien, si. Lo conozco de aproximadamente 26 segundos y ya me está colmando mi paciencia.

━Me levantaría, chico, pero estas aplastándome.

Apenas dije aquello, él se levantó de mis piernas con suma rapidez y giró sobre si mismo, mirando hacia donde provenía la luz brillante. Casi al instante seguí sus pasos, no sin antes ayudar a Grover a ponerse de pie.

━Siempre es un gusto verte, Vi ━me sonrió y yo no dude en devolverle el acto cariñosamente.

━Digo lo mismo, Gro ━asentí hacia él antes de volverme hacia Peter, el cual seguía viendo el horizonte━. Bien, por aquí hay un atajo. Con suerte y no hallaremos arpias en el...

El chico me ignoró y caminó a paso rápido hacia donde estaba el gran e imponente Minotauro persiguiendo como todo un toro a una mujer.

Esperen.

¡¿Persiguiendo a una mujer?!

Con paso apresurado seguí al chico y me detuve a su lado justo cuando él Minotauro lograba derrumbarla.

━¡Mamá!

Un hueco se expandió por la boca de mi estomago. Ahora todo tenía cierto sentido, aquella mujer que distraía al Minotauro era la madre de Perry, y se había quedado atrás para distraer a la bestia.

El Minotauro la tomó entre sus manos y la acercó a su rostro.

Me quede pasmada en mi lugar, sin saber que hacer o cómo hacerlo. Este chico estaba viendo una escena que lo traumaría de por vida, estaba viviendo lo mismo que yo cuando tenía seis y no sabía como evitarlo.

━¡Mamá...!

La mujer miró hacia donde estaba su hijo e hizo el ademán de estirar uno de sus brazos, pero antes de que pudiese hacerlo se deshizo en el puño de la bestia: como le ocurría a los monstruos cuando se desintegraban.

Mire a Grover sobre mi hombro, él simplemente cerró los ojos y desvió la mirada de la escena. No sabía ni que hacer: ni siquiera debía de estar aquí, para empezar.

¿Como se consuela a alguien que lo más probable es que haya perdido lo último que lo conectaba con el mundo exterior? Yo jamás tuve un consuelo, simplemente me borré del mapa y ya, pero no saben cuanto dolió y, a pesar del tiempo, cuanto dolía hasta hoy en día.

━No te conozco ━alce la voz sobre el aguacero que caía sobre ambos━. No deberías confiar en los extraños que te caen del cielo ━seguí━. Y si eres una persona inteligente vas a mandarme al carajo pero, si eres del que Quirón me habló destapa ese bolígrafo y mata a ese idiota porque si no lo haces tú, yo lo voy a hacer.

No me dijo nada, y al igual que yo a él no me dirigió la mirada, pero si hizo algo; su mano derecha la dirigió a su bolsillo derecho y de ahí sacó lo que a simple vista se veía como un bolígrafo.

De nuevo un sentimiento extraño se expandió por mi pecho y cuando vi mi mano, me di cuenta que esta estaba temblando como lo hacía en el pino de Thalia.

Cuando el chico destapó el bolígrafo este brillo mágicamente y de un segundo a otro, tenía una espada en la mano.

━Perc... ¡Percy! ━fruncí el ceño hacia Grover, ¿por qué le decía Percy si su nombre es Peter?━. Percy, no le hagas caso a Vittoria. Está loca... ¡Percy, no!

Loca tu abuela. Pensé, soltando un largo suspiro al oír mugir al Minotauro y ver cómo corría hacia donde estábamos nosotros.

━Desahógate, muchacho.

Palmee su hombro como si no nos conociéramos de hacía cinco minutos y di un par de pasos hacia atrás, más o menos a la altura donde se hallaba Grover.

El chico me hizo caso y corrió hacia el Minotauro.

Solo espero que no esté actuando bajo mi influencia: sería decepcionante.

━Van a matarlo, ¿estas consciente de ello, verdad?

Hice una mueca, cruzándome de brazos━. El rencor y el enojo están actuando por el. Créeme, le doy lo que me hubiera gustado que me dieran.

━¿Qué?

━La oportunidad de vengar la muerte de su madre ━sentencie, sin saber en que momento el tono de mi voz se había tornado oscura y sería━. Estará bien, y aunque no lo conozca, debes estar consciente de que me meteré a ayudarlo.

━No me digas ━lo mire, viendo un aire burlón en su expresión━. ¿Es tu turno de vigilarlo, cierto?

━Tal vez.

Peter corrió hasta su encuentro con el Minotauro y al estar frente a frente, le proporcionó un golpe con la espada que los mandó a volar a los dos.

━¿No crees que necesite ayuda ahora?

Negué━. Mato a Alecto ━me encogí de hombros━. Podrá un rato con él.

━¿Y si no?

━No tendré que ser niñera de un debilucho los siguientes tres días.

Como lo predije, el chico se levantó con el mismo enfado con el que atacó al Minotauro la primera vez y corrió nuevamente hacia él: le brindó un golpe en uno de sus resistentes cuernos sin hacerle ni cosquillas, simplemente provocando que lo lanzara lejos y perdiera la espada de la mano.

━Duda de sus movimientos ━hablé de nuevo━. Pero no es nada malo. Tiene agallas.

El Minotauro soltó un mugido otra vez, parándose en dos piernas. Tomó una gran roca del suelo sin despegar los ojos de Peter.

━Vi... se está acercando a él con una roca... ━canturreo con nerviosismo el sátiro.

━Espera, ━señale con la cabeza a Peter━ se arrastra. Va por la espada.

Pero subestime al Minotauro.

Hoy subestimé a todos, pues.

La cosa esa corrió, y yo no esperaba que Peter fuera elastic girl y tomara rápido su espada, así que decidí hacer una intervención.

━Si... creo que ya lo va a matar.

Desenvaine a pesadilla bajo un brillo cegador y me encamine hacia ellos con prisa.

Cuando vi que la roca estaba por caer encima de Peter no lo dudé y usé un impulso de mi espada para lograr golpear la roca con la hoja de pesadilla y de paso, proporcionarle un golpe en la nariz al Minotauro con mi puño y empuñadura para así darle algo de tiempo al chico.

El Minotauro se removió con dolor y casi al instante volví a caer en el suelo de cuclillas. La bestia clavó los cuernos en el lodo por accidente y de un parpadeo, Peter se le trepó por la espalda.

Me encargué de distraer al Minotauro tras corretear por debajo suyo, olvidándose momentáneamente del chico encima suyo.

Corrí hasta el arbusto donde había caído el bolígrafo-espada de Peter mientras el Minotauro enloquecía intentando bajar de su espalda al chico, golpeándose contra árboles y demás.

Tome la espada la cual se había reducido a un bolígrafo de nuevo y lo guarde en mi chaqueta, alzando la mirada solo para ver cómo Peter le clavaba su propio cuerno en la cabeza, reduciéndolo en polvo al instante.

Cayó de encima del Minotauro con todo y su cuerno cuando el dorso de este se pulverizó, y de ahí, ya no se despertó de nuevo.
























ֺ ָ ֙ ⋆ ꒰ 🦚 ꒱ .°ャ

Así como ven de flacuchento a este Peter Hanson, he de admitir que es más pesado de lo que parece.

Y eso es mucho decir, porque Xander come su doble ración de cena a diario y no me caigo cada vez que intento sostenerlo sola.

Peter era tan pesado que no pude llegar más allá del Pino de Thalia: después de allí tuve que pedirle a Grover que fuera al campamento y buscara a Quirón.

━Esto me pasa por buena gente ━repetí, quitando el brazo del chico de mis hombros y recostándolo en el tronco del pino, soltando un suspiro━. Y mal influenciar a la gente, claro.

Analice el rostro del rubio (con la poca luz del día pude percatarme del color de su cabello y de sus notables pecas: admito que el color de sus ojos me provocaba curiosidad, supongo que tendré que esperar) y envidie su tan repentina tranquilidad.

━No creo aburrirme en los próximos días contigo, solecito ━murmure, quitando un mechón de su cabello que caía por su rostro. Sonreí divertida al ver una línea de baba caerle por el costado de su boca━. No solo te caes encima mío sino que también babeas cuando duermes.

Se aferró tiernamente al cuerno que me hizo sonreír ligeramente.

Me pareció haberle oído balbucear algo pero no alcance a oírlo con exactitud pues el sonido de pisadas subiendo la colina me hicieron girar el rostro con rapidez.

Y con los pasos, surgieron los murmullos.

━¿Él está bien?

━Miren, ahí viene.

━No lo sé.

━¿Solo?

━¿Como es posible?

━Si.

━Si, esta bien.

Una cabellera oscura se hizo presente y consigo, su voz━. Debe ser el elegido. Por eso Tori está aquí.

━Guarda silencio, Annabeth ━Quirón me miró de manera seria, yo solamente agaché la mirada y me puse de pie, sintiendo que el cabello me escurría por los hombros━. Ya hablaré después con Vittoria sobre su castigo por estar afuera de su cabaña a deshoras.

━Entendido, Quirón ━murmure, alejándome de Thalia y de Peter aún inconsciente.

━Se está despertando. Todos, hagan espacio, por favor ━volvió a exclamar Quirón, haciendo que mi atención otra vez recayera en el babeante rubio.

Efectivamente sus párpados temblaban: seguramente nos oía.

━Bienvenido al campamento, Percy Jackson ━Annabeth me miró de forma significativa y yo asentí en respuesta. Iba a observarlo, pues había llamado mi atención: tenía algo, y sé que eso no lo tenían los otros mestizos a los que vigilé desde hacía dos años━. Te hemos estado esperando.














——— AUTHOR'S NOTES.  lo más seguro es que esta historia tenga unos capítulos muy largos (este se excedió, claro esta) pues no me gusta hacer más de dos partes de un solo episodio de la serie.

vi es misteriosa y lo va a ser hasta que la historia avance, así que muchísimas veces los va a dejar con la duda o a medias.

q les digo, mi vv no sabe contar chismes JAJAJA

tmb van a haber algunas cosas del libro (no todo, solo para darle un trasfondo a Vittoria y a sus relaciones) muy minúsculas que no cambian la trama de ningún modo.

recuerden, voten, comenten y compartan la historia para que así crezca esta pequeña gran familia💕

eso es todo travesuritas, soooooo

-Travesura Realizada-







Majo P.

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