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19. Mantis


Groot me miró con sus ojos tristes y su puchero de abandono.

—Sólo me iré un par de días, bebé —lo calmé, acariciando su pequeña mejilla marrón—. Volveré antes de que Rocket termine de reparar la nave. Pórtate bien, ¿sí? No lo hagas enojar, está un poco... mal, aunque no lo admita. Trata de hacerlo subirle el ánimo.

Él asintió y soltó mi dedo, dejándome ir. Afirmé el agarre de mi mochila en mi hombro izquierdo cuando Peter salió de su camarote, donde habíamos dormido anoche. Al expresar su desconfianza por Ego y preocupación de que los soberanos llegaran a mitad de la noche, me convenció de que se sentiría más tranquilo si dormía con él. Yo era bastante capaz de defenderme, sin embargo. Sabía que en realidad sólo quería dormir conmigo, pero el sentimiento era mutuo, así que accedí.

—Ya es hora —dijo Peter, y sonrió enternecido cuando vio a Groot—. Tranquilo, estará bien. Yo la cuido.

Groot asintió, aunque seguía luciendo inseguro de dejarme ir sin él.

—No me siento seguro de separarnos —dijo Drax, acercándose.

El Destructor traía una maleta grande, probablemente con todas sus pertenencias, a diferencia de Peter y yo, que sólo llevábamos una mochila cada uno.

—Dios, eres como una anciana —bufó Peter, comenzando a salir de la nave. Drax y yo lo seguimos.

—¿Porque soy sabio? —preguntó Drax inocentemente.

Peter lo ignoró, poniendo los ojos en blanco.

—Drax, ¿por qué llevas tanto equipaje? —le pregunté.

—No quiero que Groot vaya a jugar con mis cosas.

Gamora nos alcanzó poco antes de que entráramos a la nave de Ego, quien nos invitó amablemente a ponernos cómodos. Lo seguí con la mirada cuando se alejó y se recostó en una camilla, sin pasar por alto cómo Mantis puso la palma de su mano sobre su frente y él se fue quedando dormido.

Luego de que Drax sacara a conversación sobre qué era Mantis y cuál era el propósito de sus antenas, opinamos sobre las posibilidades y terminamos apostando. Nos quedamos con las teorías y dudas hasta que Mantis dejó a Ego y se acercó para sentarse entre Peter y yo. Drax estaba se quedó a mi otro lado y Gamora se quedó parada frente a todos, recargada en la pared con los brazos cruzados y el ceño levemente fruncido.

—Oye —le habló Peter—, ¿puedo hacerte una pregunta personal?

—Oh —dijo Mantis, sorprendida—. Nadie nunca me ha hecho una pregunta personal.

—Tus antenas —señaló—. ¿Para qué son?

—¿Su propósito? —preguntó, sin entender bien la pregunta.

—Sí —contestó Drax impaciente—. Quill, Vesta y yo hicimos una apuesta.

Golpeé su hombro, viéndolo con mis cejas alzadas, frustrada con su falta de filtro y consideración al hablar.

—Ah, hombre, no se suponía que dijeras eso —se rió Peter, negando con la cabeza.

—Yo digo que, si estás por pasar por un portal —explicó Drax, ignorando a Peter y mirando a Mantis con esperanza de estar en lo correcto—, tus antenas lo sentirían y te salvarían de ser decapitada.

—Y yo digo que son para detectar peligro —añadí.

—Claro —dijo Peter, apuntándonos—, pero si son para cualquier cosa menos ésas, yo gano.

—No son para sentir portales ni para detectar peligro —dijo Mantis, tocándose las manos con nerviosismo.

Drax gruñó decepcionado, yo dejé caer en mis hombros en decepción y Peter aplaudió en celebración.

—Pienso que tiene algo que ver con mis habilidades empáticas —continuó.

—¿Y cuáles son? —preguntó Gamora.

—Si toco a alguien, puedo sentir sus sentimientos.

—¿Lees mentes?

—No. Los telépatas leen mentes. Los empáticos sienten emociones —explicó, y me miró con sus grandes ojos negros—. Sé que los de tu especie sienten con mucha fuerza. ¿Puedo?

Me tensé cuando, antes de que pudiera responderle, ella tocó mi mano con sus dedos fríos, contrastando con la calidez de mi piel. Apenas fue un roce, y sus antenas brillaron con luz blanca. Pareció sorprendida y conmovida, porque sus enormes ojos se abrieron tanto como su boca. Después de un segundo, se vio abrumada cuando cubrió el dorso de mi mano con su palma, recibiendo y comprendiendo mis sentimientos con más intensidad.

—Sientes —murmuró, empezando a sonrojarse y a sonreír abiertamente—... amor.

—¿Qué? —jadeé. Carraspeé y me removí en mi lugar, nerviosa— Sí, bueno, yo... Tengo un gran instinto maternal con Groot y...

—¡No! —me interrumpió Mantis— ¡Amor romántico! ¡Sexual! ¡Y es tanto, tanto amor! —exclamó. Dio un pequeño brinquito, ilusionada, y miró apuntó a Peter sin duda ni pudor— ¡Por él!

Cuando me gané la atención de todos los presentes, desvié la mirada hacia mi mano, todavía en contacto con la de Mantis.

—Mantis, suéltame —mascullé.

Intenté quitarme, pero su mano ya había atrapado a la mía y la sostenía con fuerza sin darse cuenta. Podría zafarme fácilmente, pero eso requeriría lastimarla y no tenía deseos de ello. No era mala, ni tenía intenciones de hacerme sentir de una forma negativa.

—Tienes miedo —dijo, cambiando sus facciones, aún viéndome con fascinación. Al parecer, nunca había sentido las emociones que estaba descubriendo en mí—. Miedo al... rechazo.

Con un poco más de fuerza, intenté hacer que me soltara, pero ella no me soltó. Mantis parecía absorta, como si no se diera cuenta de lo que pasaba a su alrededor, y frunció el ceño en confusión, como si estuviera tratando de comprender algo que todavía no veía.

—Mantis —advirtió Gamora, pasando su mano por la daga que iba sostenida de su cinturón—, suéltala ahora.

—¡Tú quieres vincularte a él! —gritó, soltándome de golpe. Me vio maravillada— Quieres que sea tu vinculado, ¡y temes que te diga que no!

Entre enfadada y horrorizada, me levanté en un brinco para largarme a otra parte de la nave, pero las fuertes carcajadas de Drax, me detuvieron. Lo miré desconcertada.

—¡Acaba de revelar tu más grande y oscuro secreto! —explicó ante mi mirada— ¡Es tan hilarante!

Simplemente le volteé los ojos y me alejé, buscando un lugar donde esconderme hasta que llegáramos al planeta de Ego. Gamora me llamó varias veces, pero no respondí ni una. Peter, por el contrario, en ningún momento fue a buscarme. Al encontrar un pequeño comedor vacío, me dejé caer sentada en una silla y oculté mi rostro entre mis brazos contra la mesa.

—Debí quedarme con Groot y Rocket.

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