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Capitulo 6


El día más especial para Perla había llegado, pues han pasado 10 meses, aún recordaba en los 3 meses que ella y Roberto tuvieron muchas citas, hasta que por fin decidieron tener una relación. Ella se lo comentó a su padre, quien no pudo aguantar la felicidad, y abrazo a su hija y a quien sería su yerno favorito. Ambos se sonrojaron por el acto de Eduardo, pero Mimi veía con una cara de decepción y tristeza, pues estaría al lado del ave que le quito y destruyó a su familia, pero no tuvo de otra que sonreír forzosamente y felicitar a Perla por su noviazgo.

Pasaron 6 meses después del noviazgo de Perla y Roberto, y entonces en una cita muy especial, en donde estaban en un lugar hermoso viendo las estrellas. Roberto le propone a Perla que se casara con ella, mostrándole una perla hermosa con una flor para adornar su cabeza. Perla quería decirle si, pero algo en lo más profundo de su corazón, la detenía, era como si le dijera qu al casarse con Roberto, cometería un gran error, su cabeza también le decía que no aceptará. Pero ella comenzó a tranquilizarse, hasta que por fin le dio el "si" a Roberto. Quien se emocionó demasiado, y abrazo a Perla, para luego ambos darse un beso de pasión a la luz de las estrellas.

Ahora en el nido de Roberto, Perla se encontraba con su tía Mimi, que la estaba arreglando para su boda con Roberto. Ella quería lucirse radiante para el, comenzaba a arreglarse un poco las plumas, al igual que su plumaje de la cabeza, ella se miró detenidamente en el pequeño charco de agua que había en el árbol. Se veía tan radiante y hermosa como siempre, pero en ese instante, ella vio la imagen de Blu en el agua. Un recuerdo le vino a la mente a Perla, pues ella misma estaba haciendo lo mismo, cuando se iba a casar con él.

Te ves preciosa - dijo Blu desde el charco de agua. Perla reaccionó de inmediato y vio a su tía Mimi algo preocupada por ella.

Mimi: Querida, te sientes bien? - preguntó preocupada.

Perla: Si tia. Estoy bien, es solo que estoy...algo nerviosa por esto jeje - dijo con un sonrojo.

Mimi: Bueno querida, es normal, uno en este día tan especial siente nervios alguna vez. Tu tranquila, ya verás que todo saldrá bien - dijo con una sonrisa forzada.

Perla: Gracias tía Mimi, ahora sigamos, quiero darme los últimos retoques en mi. Quiero verme bella para Roberto. - dijo con cierto encanto.

Mimi solo la vio con algo de tristeza, pues sabía que ella estaba cometiendo un error muy grande al casarse con Roberto, sin embargo, no tenía porque opinar más, pues todo lo que dijera con respecto a Blu y Perla, no iba a ser más que ignorado. Solo se acercó, y comenzó a ayudar a Perla para que se viera hermosa.

Mientras tanto

Roberto se encontraba poniéndose guapo para Perla, quería verse como el ave de sus sueños. No podía ni creer que en verdad, se iba a casar con su amiga de la infancia, al fin iban a tener una vida juntos. El sonrió de manera victoriosa, pues al fin todo su plan salió como quizo, Blu ya no está para interferir, los niños de Perla tampoco, aunque a él les caía muy bien esos pequeños, y Perla olvidándose para siempre de Blu. No podía ser más que perfecto, es como lo que siempre había soñado, y no era un sueño, era la realidad.

Roberto: Este será el mejor día de mi vida, no sólo porque hoy me caso con Perla. Sino que también podré aparearme con ella - dijo pensando en todo lo que podría hacer con ella una vez estén en su luna de miel.

Roberto una vez se pudo todo guapo, y de modo encantador, salió del lugar en dirección al árbol de Eduardo, pues iba a tener una charla con el.

Eduardo estaba en su árbol esperando a que Roberto llegara para poder tener su charla como padre e hijo que iban a ser dentro de muy poco. Sin embargo, algo resonó en la cabeza de Eduardo, las palabras de Felipe volvían de nuevo.

"Te acordaras de mis palabras, pues sabrás que cometiste un error al haber desterrado a Blu" - dijo esa frase resonando una y otra vez en la cabeza de Eduardo, sacudía su cabeza de un lado a otro para borrar esa frase tan molestosa de Felipe. Una vez se pudo calmar y quitarse aquellas palabras, Roberto había llegado, aterrizando al frente de Eduardo.

Roberto: Ya estoy aquí Eduardo. - dijo con una sonrisa.

Eduardo: Por favor Roberto, desde ahora me llamaras padre - dijo con una sonrisa orgullosa.

Eduardo se acerca a Roberto, hasta abrazarlo de manera muy amistosa, Roberto también corresponde aquel gesto de su suegro.

Eduardo: Desde que tu y mi hija se conocieron, sabía que ustedes al fin estarían juntos, era mi mayor sueño verlos juntos, y ahora este día por fin llego. Tendrás a mi hija tanto en las buenas como en las malas. Promete que la cudiaras mucho con todo tu amor, y cariño - dijo con una sonrisa.

Roberto: Lo prometo señor - dijo con una sonrisa, sin que Eduardo se percatarse, que Roberto tenía los dedos de sus alas cruzados.

Eduardo: Muy bien, entonces vayamos a la boda, no queremos que llegues tarde y luego se arme el caos jaja - dijo en tono de broma.

Así Eduardo y Roberto se dirigieron hacia el lugar en donde se realizaría la boda de Perla Y Roberto.

Mientras con Perla

Ella ya estaba más que lista, sus plumas estaban más que relucientes, su plumaje de la cabeza se veía muy provocativa, al igual que sus curvas, y sus pechos, que resaltaban mucho de sus plumas. Miró a su tía esperando una respuesta de parte de ella.

Mimi: Hay querida...snif...te ves hermosa...igual que tu madre cuando se caso con Eduardo - dijo entre lágrimas.

Perla: Gracias tía - dijo sonrojada.

Mimi: Sabes, nunca pude estar presente cuando te casarías, ahora tendré la oportunidad de verte casada con alguien que...amas...mucho - dijo regresando a la cruda realidad.

Perla: Lo sé tía, estoy ansiosa de empezar esto junto a Roberto - dijo en un suspiro romántico.

Mimi: Entonces vayamos con el novio de una vez, no quieres hacerlo esperar no es así? - dijo entre risas.

Perla: Es cierto, vayamos de una vez tía - dijo con emoción.

Así ambas se fueron volando en dirección a la boda, que por cierto, Roberto y Eduardo al fin habían llegado, pues estaban ahí todos los de la tribu esperando a ver a la novia. Mientras los dos esperaban a que llegaran Perla con Mimi, algunas chicas estaban en algo tristes, pues el ave más atractiva y guapo de todos los machos, se iba casar, obligándolas a llorar mientras maldecian su vida por no tener a Roberto en sus garras. Eduardo Y Roberto miraron muy confundidos la actitud de las guacamayas, pero no le dieron tanta importancia como se tenía que dar. Hasta que luego de unos largos minutos, aparece Mimi aterrizando en aquel lugar, mientras le hacía señas a Eduardo que debía de llevar a Perla al altar. Eduardo hizo caso a lo que Mimi le señaló, y fue enseguida con Perla.

Roberto estaba ahí, esperando por ver a quien sería su esposa para toda la vida, contando los segundos y minutos de verla pasar al frente de él. Cuando en eso, escucho los pasos de la guacamaya acercándose lentamente hacia el altar, acompañada de su padre, pues Mimi ya se fue a sentar en sus respectivo lugar. Roberto quedó maravillado por lo hermosa que se veía Perla, se veía tan cautivadora, atrevida y sobretodo radiante ante sus ojos. Perla no despegaba la mirada en los ojos de Roberto, pues había estado esperando esto durante meses, y hoy había llegado el gran día. Casarse con su mejor amigo.

Todos observaron a la novia, algunos felices por su compañero Roberto, y algunas guacamayas llorando, y queriendo tomar el lugar de Perla. Hasta que al fin llegaron al altar decorado por los de la tribu, en donde Eduardo dejó a su hija ya en manos de Roberto, mientras se retiraba directo a su lugar.

Perla y Roberto se miraron directamente a los ojos, perdiéndose cada uno en sus miradas, como si el resto no existiese.

Perla: Te ves muy guapo, realmente eres lo que siempre soñé - dijo seductoramente.

Roberto: Y tu...te ves absolutamente hermosa - dijo con una sonrisa cautivadora.

Una ave algo anciana se puso arriba de ellos, mientras comenzaba a decir las palabras.

... : Nos encontramos aquí, para presenciar el matrimonio de la hija del líder del clan spix Perla, junto al nuestro mejor ave capacitada y entrenada, Roberto. Si hay alguien que desea impedir esta boda, que hable ahora, o que calle para siempre.

Las hembras querían intervenir, pero Eduardo las miró con una mirada amenazadora si se atrevían a intervenir en este momento tan especial, dejando a las guacamayas calladas, y sin poder hacer nada.

... : Parece que nadie se interpone en la relación de estas dos almas afortunadas. Entonces empezemos con este sagrado matrimonio. - dijo con una sonrisa.

Todos los presentes estaban tan ansiosos por verlos al fin formar su unión de aquellos dos, pues sabían que eran el uno para el otro.

... : Roberto, aceptas a Perla como tu esposa, en la salud o enfermedad, hasta que la muerte los separe? - preguntó aquel ave.

Roberto: Aceptó - dijo con una gran sonrisa en su rostro.

... : Perla, aceptas a Roberto como tu esposo, en la salud o enfermedad, hasta que la muerte los separe? - preguntó el ave de nuevo.

Perla: Aceptó! - dijo con felicidad, pero por unos instantes, vio a Blu enfrente de él en vez de Roberto, dejándola sorprendida, pero por pocos segundos, ya que volvió a la realidad.

... : Con todos los presentes aquí siendo testigos de este gran suceso, ahora los declaró, marido y mujer, puede besar a la novia - dijo con una sonrisa.

Roberto toma de las mejillas a Perla, y ambos se acercan para darse un beso lleno de amor y pasión. Todos aplaudieron por la pareja, silbidos se escuchaban por todo el lugar. Eduardo tenía los ojos llenos de lágrimas, pues por fin vio a su hija casarse con Roberto, Mimi fingió una sonrisa, porque ella sabía que Perla había arruinado su vida, pero ahora, solo queda apoyarla en esto.

Toda la tribu comenzó a bailar, en celebración por la pareja, algunos guacamayos se juntaron con su respectiva pareja para poder bailar aquella música cantada por una de las guacamayas spix. Roberto y Perla estaban bailando juntos, Perla recostada en el pecho de su esposo y Roberto sujetandola de la cintura, obviamente estaban en el suelo, sus movimientos eran lentos, pues querían disfrutar del momento.

La fiesta siguió, hasta que al fin todos bailaron en el aire, haciendo varias piruetas, casi iguales cuando Perla regresó a su casa, y bailaron Beautiful Creatures. Todos festejaban, Eduardo bailaba un poco con su hija, y Mimi a duras penas bailaba con Roberto. En una rama de un árbol, un guacamayo escarlata veía toda la fiesta desde allí.

Felipe: Si que eres alguien de despreciar Roberto - dijo entre susurro, ya que no quería ser detectado - Rompiste a una familia, y eso no es de perdonar, en cuanto a la chica, pues veo que ella misma condenó su vida, no me sorprendería si pasa el tiempo, se de cuenta del error que cometió. Como sea, son sus problemas, pero aún así, espero que a Blu le vaya bien rehaciendo su vida - dijo para luego irse volando del lugar.

Luego de varias horas de bailes, risas, más bailes, y comer mangos, arándanos, nueces de Brazil y más. Al fin los esposos se irían a pasar su luna de miel en un lugar que Roberto había preparado.

Perla se despidió de su padre y de su tía. No sin antes lanzar un par de rosas a las guacamayas que atraparon todas las flores. Una vez eso, Perla Y Roberto se fueron volando de allí para pasar su luna de miel.

Volaron varios minutos, hasta que al fin llegaron a su destino. Era un árbol muy grande y espacioso, pues ese iba a ser el lugar en donde pasarían su luna de miel, además que el lugar estaba rodeado de varias flores y rosas, incluso había una observación para ver las estrellas y la lunas. Perla se maravillo mucho por aquel árbol que su esposo había conseguido.

Perla: Oh Roberto, esto es más que perfecto - dijo con una sonrisa en su rostro.

Roberto: Lo sé amor. Ahora que te parece si nos ponemos un poco más cómodos? - dijo en un tono seductor.

Perla volteo a ver a Roberto que estaba con ojos de pasión y lujuria, ella lo miró de una manera atrevida, mientras bailaba acercándose a él sensualmente, Roberto quedó embobado por aquel baile erotico de su esposa, una vez ella llegó a donde estaba el, juntaron sus pechos, hasta mirarse directamente a los ojos, mientras se acercaban poco a poco al pico de cada uno.

La distancia se corto, y se dieron un beso muy apasionado, en donde estaban teniendo una batalla de lenguas, saboreando cada rincón de sus picos y boca, hasta que ambos se cansaron por falta de oxígeno, dejando un hilo de saliba en sus bocas.

Perla: Roberto...quiero que me hagas el amor...ya no resisto mas... - dijo en tono seductor.

Roberto: Sus deseos son órdenes mi Lady - dijo para comenzar con el acto.

Roberto besaba el cuello de Perla, dándole pequeñas mordidas, que excitaban mucho a la guacamaya, siguió su camino hasta llegar a los pechos de Perla, en donde saboreaba su pechuga tan exótica, sacando gemidos de Perla.

Perla: Oh Roberto! Ah! No pares! - dijo agarrando la cabeza de Roberto para que continuará con el acto.

Roberto seguía saboreando la pechuga de Perla, dejando chupones en ella, luego de estar así por unos minutos, continúa su recorrido hasta llegar al vientre de ella, lamiendolo haciendo gemir más a Perla, hasta luego llegar al lugar sagrado de ella, comenzando a meter su lengua en la cloaca de Perla.

Perla: Ah! Roberto! Más! Sigue! - dijo excitada.

Roberto disfrutaba mucho los gemidos de Perla, eran música para sus oídos, siguió con su acto, adentrando más su lengua en ella, hasta que Perla no soporto más, y soltó sus fluidos de hembra en la cara de Roberto, quien este se lo trago todo.

Perla: Uff! Eso fue increíble - dijo excitada.

Roberto: Creo que ambos sabemos que es lo que sigue. - dijo en tono encantador.

Perla: Así es... - dijo para luego poner su vientre en el suelo, y comenzar a alzar su cola hasta dejar su cloaca al descubierto.

Roberto se acomodo junto a Perla, estando encima de ella, sus dos cloacas estaban apuntó de unirse para al fin ser uno.

Perla: Hazlo Roberto! Ya no quiero esperar más! - dijo con un tono de lujuria.

Roberto: Como digas mi amor! - dijo para dar su primera embestida dentro de ella, en donde Perla grito de placer. Roberto comenzó a embestir a Perla, primero de una manera lenta, hasta que comenzó a hacerlo más rápido. Perla estaba muy excitada por todo lo que su esposo le estaba dando, gritaba mucho más por el tremendo placer que sentía.

Perla: Ah! Ah! Si! Sigue así! No pares! Más! - grito mientras sus ojos formaban corazones.

Roberto: Ah Perla! Eres tan deliciosa y rica! Siempre quise hacer esto contigo! - dijo embistendo más a Perla.

Perla: Sii! Hazme lo que quieras! Soy de tu propiedad ahora! Sigue! Hazme pedazo la cloaca! Ah! Que rico! - grito mas por el placer.

Roberto siguió embistiendo mucho más a Perla, quien ella ya estaba a punto de llegar al orgasmo, al igual que Roberto, quien comenzaba a acariciar la espalda de Perla mientras la seguía embistiendo. Aunque luego de varios minutos, estaban llegando al clímax.

Roberto: Perla! Me voy a venir! - dijo excitada.

Perla: Vente! Vente adentro mio! Llenarme con tu semen! - dijo con la lengua afuera.

Roberto: Aquí viene! - dijo dando una última embestida, liberando su semen en la cloaca de Perla, quien ella comenzó a gritar del placer.

Perla: Siento como tu semen llega dentro mío! Esto es increíble! - dijo para luego llegar al orgasmo y liberar sus jugos femeninos.

Ambos transpiraron mucho por aquel acto que habían hecho, al fin se habían entregado el uno al otro. Roberto tenía una sonrisa, pues por fin había tenido relaciones con Perla, todo le estaba saliendo muy bien.

Perla: Estoy cansada...

Roberto: Pues yo aun no...asi que lo haremos de nuevo! - dijo en tono seductor para comenzar a embestir de nuevo a Perla.

Perla: Roberto! Ohhh! Ah! - gritaba del placer de nuevo.

Ambos estuvieron haciéndolo por varias horas, haciendo cada pose sexual que se les venía a la mente, luego de tantas horas teniendo mucho, pero que muchas relaciones, ambos terminaron agotados, acostandose y apegándose el uno al otro. Era ya de noche, así que querían dormir después de haberlo hecho por varias horas.

Roberto: Te amo Perla - dijo besando a su esposa.

Perla: Yo también te amo Roberto - dijo correspondiendo el beso, hasta separarse, y Perla se recostó en el pecho de su amado.

Y así ambos se duermen al lado del otro, sin preocupaciones, y esperando a que llegue el día de que formen una nueva familia juntos.

[Al día siguiente]

En la ciudad de Río de Janeiro se presentaba un hermoso amanecer, donde las aves del lugar comenzaban a despertar, y salir en busca de su desayuno. En el santuario de aves Blu, nuestro emplumada amigo comenzaba a despertar por los rayos de luz que salían de su cuarto. Con un largo bostezo, pestañeo sus ojos, y vio que ya estaba de día, hasta que se levantó, y sintió un fuerte dolor en su corazón.

Blu: Pero que? - dijo tocandose su pecho.

Sentía desde su corazón, como la cadena se estaba rompiendo, estaba a duras penas sostenida por la otra parte, Blu no entendía a que se debía, pero en eso, algo se le vino a la mente.

Blu: Ella...al fin...tiene una relación con Roberto... -dijo casi sin interes. Pero no pudo evitar que lágrimas salieran de sus ojos, pues al fin Perla estaba con Roberto oficialmente, lo sentía desde su corazón, y por ese dolor en su pecho. - Espero y al final seas feliz...Perla...

Nuestro amigo salió de su nido, para despertar a sus pequeños, secándose las pocas lágrimas que tenía en sus ojos. Una vez llegó a las habitaciones de sus pequeños, los despertó para que pudieran desayunar todos juntos.

Los niños fueron con su padre, dándole un gran y cálido abrazo, el cual Blu correspondió sin dudarlo. Luego de aquel abrazo entre familia, se dirigieron a comer algunos panqueques con arándanos, pues hoy era Domingo, y querían comer su comida preferida hecha por su padre. Una vez servido los panqueques, todos comieron tranquilamente, platicando y riéndose de algunas cosas que hablaban entre todos. Luego de risas y comida, los niños fueron a hacer sus actividades, ya sea Bia leyendo su libro, Carla escuchando su música y Tiago estaba planeando hacerle bromas a sus hermanas.

Blu miraba por la ventana el hermoso día que se presentaba, pero aún sentía un dolor fuerte en su pecho, desde su corazón, le decía que Perla ya lo había hecho con Roberto. Ya habían tenido relaciones. El lo sintió, sintió de nuevo ese dolor de ver como todo se arruinó, comenzando a soltar lágrimas, pero se las limpio de inmediato para no preocupar a sus pequeños. Estaba tan concentrado en ello que no escucho una voz llamándolo.

Esmeralda: Blu? Eres tu? - preguntó sorprendida.

Blu al escuchar aquella voz, la reconoce al instante, mirando hacia arriba, en donde ve a aquella hermosa guacamaya que había visto hace 2 días atrás.

Blu: Esmeralda? - dijo sorprendido.

Esmeralda aterrizó al lado de Blu para darle un cálido abrazo de saludo, a lo cual Blu, algo nervioso, lo correspondió, pues miro hacia atrás, y sus hijos lo estaban observando con la nueva guacamaya.

Blu: Como supiste que vivía aquí? - preguntó curioso separándose del abrazo.

Esmeralda: Literalmente en este santuario está una imagen tuya en este lugar, por lo que supuse que vivías aquí, además tu nombre aparece en este santuario jeje - dijo entre risas.

Blu: Oh, es cierto, se me había olvidado de eso - dijo rascándose la cabeza.

Esmeralda: Lo sé jiji, pero al menos ya se ahora en donde vives jeje - dijo en tono coqueto.

Bia: Papi? Quien es ella? - preguntó la pequeña curiosa.

Blu: Oh Bia... Niños, les presento a Esmeralda, una chica que conocí hace 2 días atrás. Esmeralda, estos tres pequeños son mis hijos queridos - dijo sonriendo.

Carla: Hola - dijo sonriente.

Tiago: Que tal? - pregunto feliz.

Bia: *se quedó algo aturdida por la belleza de la guacamaya* Eres soltera? - preguntó curiosa.

Blu se puso algo nervioso por la pregunta de Bia, pero luego decidió dejarlo pasar, después de todo era una niña pequeña.

Esmeralda: Un gusto en conocerlos pequeñines - dijo dándoles una abrazo de saludo dejando a los niños sorprendidos, pero lo correspondieron.

Blu veía algo sorprendido la escena, pero una sonrisa en su rostro se había formado, para luego al fin saber que quería Esmeralda.

Blu: Esmeralda, quiero saber a que viniste jeje? - preguntó nervioso.

Esmeralda: Oh cierto - dijo dejando de abrazar a los pequeños - Vine a pasar tiempo contigo - dijo encantadora.

Blu: Eh! - grito sorprendido.

CONTINUARÁ...

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