
Capitulo 11
No podía creer lo que había escuchado, la pequeña guacamaya que había llegado, era la hija de Esmeralda y Red!? Un montón de preguntas tenía en mi cabeza, pues eso nunca me lo esperaba. Acaso por eso Red quería recuperar a Esmeralda a toda costa? Recordando la conversación que había tenido con el hace 9 meses.
Blu: Tu hija!? Tienes una hija!? Y nunca me lo dijiste? - preguntó sorprendido y confundido.
Esmeralda: Disculpa Blu, es que por el momento no lo vi necesario hasta que tu y yo estemos en un nuevo nivel, pero, parece que mi hija se adelantó a las cosas jeje - dijo acariciando la cabeza de su pequeña.
Maria: Mami...quien es esta ave? - preguntó curiosa mientras señalaba a Blu.
Esmeralda: Cariño...el es Blu...alguien muy lindo que va a pasar tiempo con nosotras. - dijo mirando a Blu coquetamente.
Maria: Ya veo mami. Un gusto en conocerlo Señor Blu - dijo saludando con una sonrisa a nuestro emplumado amigo.
Blu: También es un gusto en conocerte pequeña. - dijo tratando de no sonar raro, ya que aún estaba sorprendido de que Esmeralda tenía una hija.
Esmeralda: Sabes pequeña, hay tres pequeños en donde podrías jugar con ellos - dijo alegremente.
Maria: De verdad Mami? - preguntó con entusiasmo.
Esmeralda: Por supuesto hija, están en esa casa, solo entra por esa ventana, y te encontrarás con ellos - dijo felizmente.
Maria: Gracias mami, iré a conocerlos - dijo volando en dirección a donde estaban los trillizos, dejando a Blu y Esmeralda solos.
Blu: No puedo creer que enserio tenías una hija...la verdad no me lo esperaba - dijo algo aturdido por lo que sucedió.
Esmeralda: Lo sé, es difícil de asimilar, pero con el tiempo lo vas a entender. - dijo mostrándole una sonrisa.
Blu: Yo quisiera saber, cuando...
Esmeralda: Cuando que? - preguntó más que confundida.
Blu: Cuando fue que tu y Red...bueno...tu ya sabes a que me refiero - dijo no queriendo entrar en detalles por la vergüenza que sentía al preguntarle tal cosa.
Esmeralda entendió a lo que se estaba refiriendo Blu, dejando ver un leve sonrojo en sus mejillas, pero también recordando fragmentos de lo que había pasado hace meses atrás, varios meses.
Blu: Si no te sientes bien en ello, no debes decírmelo - dijo abrazando a Esmeralda.
Esmeralda: No es que quiera decírtelo, es que sinceramente no se si este lista para contarte esto - dijo soltando lágrimas.
Blu: Si es algo de tu pasado, no deberías decírmelo, si aun no te sientes lista para contarmelo - dijo con una sonrisa, dejando a Esmeralda sorprendida.
Esmeralda: Blu...yo...
Blu: Cuando te sientas lista para hablar de ello, te escucharé siempre para poder apoyarte, recuerda, tu nunca estarás sola - dijo sonriendole.
Esmeralda mostró de poco a poco una sonrisa, secándose las pocas lágrimas que tenía en sus ojos.
Esmeralda: Gracias por entenderme Blu...por eso me enamoras cada vez más - dijo romanticamente.
Esmeralda se acerca para darle un beso apasionado a Blu, el cual corresponde, abrazándose mientras seguían su beso. Sin saber que alguien los observaba a la distancia, un guacamayo escarlata que veía la escena triste.
Red: Te perdí para siempre Esmeralda, lamento haber sido el peor guacamayo que hayas podido conocer - dijo soltando lágrimas de tristeza, para luego irse volando de aquel santuario de aves.
Luego de que Blu y Esmeralda terminarán su beso, se dirigieron los dos a ver como iban las cosas entre la hija de Esmeralda y los hijos de Blu.
Al entrar, se toparon con que los tres pequeños estaban conversando con la pequeña guacamaya verde, o más bien, haciéndole preguntas.
Bia: De dónde vienes pequeña amiga? - preguntó curiosa.
Carla: Tienes buenos gustos en el canto y baile? - preguntó igual de curiosa.
Tiago: Te gusta mucho las bromas, aventuras y el fútbol? - preguntó el pequeño también curioso.
Maria: Bueno eh...
Blu: Niños? Que pasa? - preguntó confundido al ver cómo le preguntaban varias cosas a la pequeña guacamaya.
Bia: Papi, es que ella entró aquí, y nos dio mucha curiosidad, pensábamos que estaba perdida, así que por eso le estamos haciendo preguntas - dijo mirando de nuevo a la pequeña.
Blu: Ah...bueno...pues ella es...
Esmeralda: Bia, Carla Y Tiago, les presento a mi hija, se llama Maria - dijo señalando a su hija.
Maria: Un gusto en conocerlos, a pesar de que ya les había dicho mi nombre hace como 29 segundos jeje - dijo riéndose.
Bia/Carla/Tiago: Su Hija!? - exlamaron mas que sorprendidos.
Esmeralda: Así es, esta pequeñita es mi hija, y ustedes se llevarán muy bien con ella, ya que siempre quiso conocer nuevos amigos - dijo acariciando la cabeza de la pequeña.
Maria: Ahora que ya me se sus nombres, puedo jugar con ustedes? - preguntó de manera tierna.
Bia estaba más que sorprendida de que la señora Esmeralda tuviera una hija, aun así, sería la mejor oportunidad para poder volver a tener una amistad después de tanto tiempo, Carla Y Tiago pensaron lo mismo que su hermana.
Bia: Claro que sí María, ya nos hacía falta un nuevo compañero de juegos, ya que Tiago siempre nos molesta con sus bromas - dijo riéndose.
Tiago: Oye! Eso ofende un poco - dijo cruzandose de brazos.
Carla: Y que esperamos, te enseñaremos un gran juego - dijo, para así, los trillizos se llevarán a María a su nueva zona de juegos, donde podrían enseñarle juegos de humanos.
Blu y Esmeralda veían felices como es que María y los trillizos se estaban empezando a conocer, sacándole una sonrisa, para luego Blu ir a ver si todavía había arándanos, siendo acompañado de Esmeralda, pues a ella también se le habían antojado comer arándanos.
Una vez Blu llegó al refrigerador, lo abrió, y efectivamente, ahí estaban los ricos arándanos, tomó como tres, el se comió dos, pero cuando estaba a punto de comer el último, Esmeralda agarro el arándano de Blu, dejando confundido a Blu.
Esmeralda: Quieres este arándanos? - preguntó moviendo de un lado a otro la pequeña fruta comenzando a hipnotizar a nuestro emplumada amigo.
Blu: Si - dijo mirando como movía el arándano de un lado a otro.
Esmeralda: Pues ven por el - dijo abriendo su boca, pero no llegando a comerlo, estaba esperando a que Blu se acercara a morderlo.
Blu entendió la indirecta de Esmeralda, y se puso muy nervioso, acercándose lentamente al arándano que estaba en el pico de Esmeralda, comenzando a morderlo, sacando el jugo de la fruta, ambos comenzaron a comerlo sin separar sus picos, hasta que ya no hubo más arándano, juntando sus picos, callendo en otro apasionado beso. Lo que no sabían, es que Bia los estaba viendo, y una pequeña sonrisa se formó en el rostro de la pequeña guacamaya.
[En el Amazonas]
La noche se hacía más que presente en el Amazonas, la tribu de los spix estaban volviendo a sus hogares luego de haber tenido un día más, ya estaban más que agotados, así que todos se fueron a acostar.
En un árbol en particular, Perla estaba ahí acostada, abrazando a sus dos polluelos, mientras les cantaba una canción de cuna para que pudieran dormir sin ningún problema.
Perla: Se ven tan tiernos cuando duermen - dijo observando con ternura a sus polluelos.
Lo que más estaba dejando despierta a Perla, era que Roberto había salido nuevamente, y el dijo que su padre lo había necesitado con urgencia, y que iba a demorar más de lo usual, por eso le pidió que no lo esperara despierta. Aún así, Perla lo estaba esperando para poder dormir juntos con sus polluelos.
Perla: Siempre anda diciendo que anda ocupado, y a pesar que ya tenemos a los pequeños, sigue estando ocupado. - dijo algo frustrada por el supuesto trabajo excesivo de Roberto.
Perla comenzaba a bostezar, pues el sueño le estaba ganando, hasta que por fin sucumbió ante el sueño, y comenzó a cerrar de poco a poco sus ojos, quedándose dormida junto a sus polluelos que no dejaba de abrazarlos.
Ella estaba soñando tranquilamente, pero de repente comenzaba a sentir un dolor tremendo en su ala izquierda, le dolía enormemente, no sabía porque, sentía mucho dolor, como si la hubieran lastimado gravemente. De repente comenzó a abrir los ojos lentamente para saber por qué le dolía el ala. Cuando abrió los ojos, lo primero que noto, es que no estaban sus dos polluelos, dejándola más que preocupada, se levantó rápidamente, pero luego le vino un dolor tremendo, en donde veía como su ala estaba vendada.
Perla: Que pasó? Por que mi ala esta vendada? - preguntó confundida.
? : Al fin despiertas, pensé que seguirías dormida jeje - dijo alguien entrando al nido.
Perla volteo a ver quien era aquel ave que entró al nido, y al verlo detenidamente, se trataba de nada menos que Blu, dejando a Perla muy sorprendida, pero a la vez con cierta molestia de ver a Blu, sin embargo, no sentía esa molestia de no verlo de nuevo, no sentía eso, al contrario, estaba sonriendo por su presencia, lo cual era extraño para ella.
Perla: Que haces aquí? - preguntó un poco sería, pero sentía que le estaba hablando con cariño.
Blu: Te traje estas frutas, como tu ala esta vendada, debes recuperarte por 4 semanas para que puedas volar nuevamente - dijo amablemente mientras dejaba la fruta a un lado.
Perla ya había recordado esto, era el momento en donde Blu la había salvado del avión, y ahora el la cuidaría por 4 semanas, recordando en ese tiempo, donde se conocieron mejor, pasaron momentos torpes y románticos a la vez, y sobretodo, como los dos dormían juntos para no separarse jamás.
Perla: Ya veo...
Blu: Bueno, cuando te recuperes de las 4 semanas, podrás volver al Amazonas para vivir tu vida - dijo con una sonrisa.
Perla: Eh? De qué hablas? Eso no pasará hasta mucho tiempo. - dijo confundida.
Blu: Tu misma me dijiste que era más que un estorbo para ti, y es por eso que me voy de aquí. Eres libre, después de todo, la cadena ya se rompió - dijo con un rostro triste, mientras soltaba varias lágrimas.
En eso Perla siente algo en su pata, mirando como tenía la cadena unida a Blu, pero vio como poco a poco está comenzaba a romperse, hasta que esta se rompió, dejando su pata libre, y mirando como Blu comenzaba a alejarse de ella.
Perla: Blu...
En eso mira como sus tres hijos, Carla, Bia y Tiago estaban jugando tranquilamente en Río de Janeiro, jugando al fútbol tranquilamente. Ella estaba viendo como se divertían mucho, que a pesar de las cosas feas que ella les dijo sacó una pequeña sonrisa.
?: Con qué jugando sin mi eh? - preguntó una guacamaya de color verde.
Perla la miró con detenimiento, dejando ver que ella era muy hermosa, igual que ella, aun así la miró confundida, hasta que...
Bia/Carla/Tiago: Mami! - dijeron unísono para luego dirigirse a la guacamayo y darle un gran abrazo.
Perla miró más que sorprendida al ver cómo sus tres hijos habían abrazado a la guacamaya, pero lo que más le dolió en el alma, es que ellos le dijeron mami a la guacamaya desconocida.
? : Hola amor, ya llegue para poder divertirnos.
Perla reconoció la voz al instante, y vio como Blu volaba llegando a donde estába la guacamayo de color verde, junto a sus tres pequeños.
? : Amor, al fin llegaste - dijo coquetamente para luego juntar su pecho con el de el.
Perla era testigo de la coquetería que la guacamaya le estaba diciendo a Blu, y a pesar de que ella ya no quería saber más de él, aun así sentía celos de que ella coqueteara con él.
Perla: Oye! Deja de coquetearle asi sin más... - dijo volando hacia ellos, pero solo para atravesar a los dos guacamayos dejando a Perla más que confundida y asustada que nunca.
Entonces miró como Blu y la guacamaya desconocida se acercaban más y más, hasta que se besaron muy apasionadamente. Perla sintió un dolor punzante en su corazón, se partía en mil pedazitos, lágrimas brotaban de sus ojos. Hasta que luego volvió a la oscuridad, y una luz se hizo presente al frente de ella, mostrando algo muy desgarrador para ella.
Perla: No...puede...ser...
Se vio a si misma, que estaba en el suelo, todamalherida, con muchos rasguños, y sangre brotaba de su cuerpo, y parecía que no tenía vida.
Perla: Ahhhhhhh! - grito con todas sus fuerzas, hasta que despierta de golpe.
Al abrir sus ojos de golpe, vio como los niños estaban ahí, durmiendo tranquilos, y a su lado estaba Roberto, lo cual le pareció raro, ya que no sabía cuando había llegado. Sin embargo, no le importo, y se volvió a acostar, agradeciendo de no haberlos despertado, sin embargo, aquel sueño le estaba regresando a la mente, dejándola un poco asustada de lo que vio.
Perla: Acaso...tome la decisión correcta...o...debi resolver mejor las cosas con el? - preguntó para luego cerrar los ojos y quedarse profundamente dormida.
[Con Blu]
Aquel emplumado spix estaba tranquilamente viendo como los niños andaban hablando con Esmeralda, pues luego de 2 horas de juego con la pequeña, ya estaban todos algo cansados, así que los niños estaban hablando con Esmeralda sobre sus vacaciones, en donde ella comenzaba a explicarles y contarles sus vacaciones.
Blu voló hacia la ventana para ver el cielo nocturno, cerró sus ojos para luego sentir la cálida briza del viento. Se sentía vivo de nuevo, Esmeralda era su enamorada, volvía a ser feliz. Sin embargo, a pesar de que ella y el tienen algo, en el fondo de su corazón, no lograba superar a Perla, tenía ese fuerte lazo con ella, lo podía sentir, cada vez que la recordaba, su corazón latía y le dolía por el sentimiento de no haber hecho nada por recuperarla, pero ella lo había querido así. Sus pensamientos fueron interrumpidos por una pequeña.
Maria: Hola señor Blu - dijo sonriendo.
Blu: Oh...hola pequeña...casi me das un susto jeje - dijo algo agitado.
Maria: Disculpe, es que lo vi solo, y no pude preguntarme por que esta aquí en la ventana? - preguntó curiosa.
Blu: Bueno pequeña, verás...siemore vengo aquí para despejar la mente, aunque también para pensar en varias cosas...por eso estoy aquí, para pensar y recordar...
Maria: Oh...ya entiendo - dijo tranquilamente.
Blu la miró de reojo, y vio que si tenía el parecido de Esmeralda Y Red. Tenía los mismos ojos que Red, pero las plumas eran de color verde, al igual que su plumaje era el mismo que el de Esmeralda.
Blu: Y dime pequeña...como te llevas con tu padre? - preguntó curioso.
Sin embargo, la pequeña no respondió, en lugar de eso, comenzó a soltar pequeñas lágrimas en sus ojos.
Maria: El...bueno...el...
Blu: Lo siento, no debí preguntar...se que tu padre y tu madre están separados...y se que eso te afecta...
Maria: No es eso...es que...mi padre...ya no lo como el mismo de antes - dijo triste recordando el pasado.
Blu: De qué hablas? - preguntó confundido nuestro emplumado amigo.
Maria: Mi padre...al parecer...nunca quiso que yo existiera - dijo con lágrimas en sus ojos.
Blu: Que cosa!? - grito sorprendido, pensó que había escuchado mal, pero no fue así.
Maria: El antes era cariñoso, amable, bondadoso, jugaba conmigo todos los días, no pasaba el día sin querer pasar el tiempo conmigo, para el, lo era todo...hasta que...
Blu: Hasta que... - dijo confundido.
Maria: Hasta que un día...snif...el me dijo que yo no debía haber nacido...que solo le traje muchas desgracias...que ella al igual que mi madre nunca debió de conocerla...asi yo no hubiera existido...snif... - lloro amargamente tapándose la cara con sus alas.
Blu se sintió mal por aquella pequeña, no sabía que Red le había dicho tales palabras a una pequeña, sentía impotencia por no poder haber hecho algo si hubiera conocido desde antes a Esmeralda y a la pequeña.
Maria: Luego de las cosas feas que nos dijo a mi, y a mi madre...nos fuimos de allí...y nunca volvimos a saber de él, hasta 9 meses después, ahí lo vi, tratando de implorar perdón a nosotras, dejándome algo indecisa, muy en el fondo quería perdonarlo, pero no podía, sentía que no lo merecía, a pesar de que lo quiero mucho, no puedo perdonarlo por ello - dijo mientras seguía llorando.
Blu miró como lloraba la pequeña, hasta que en un acto muy noble de su parte, abrazo a la pequeña en sus alas, dejando a María sorprendida.
Blu: Escucha pequeña, no debes sentirte así solo por un comentario tan absurdo como ese. Tu naciste para venir al mundo con un propósito, además tienes a tu madre que te quiere mucho. Tu eres especial pequeña, tu debes tener un talento ahí escondido listo para ser revelado, listo para enseñar de lo que eres capaz de hacer si te lo propones. Nunca te desmotives ni llores por palabras que pueden dañarte mucho, siempre debemos ser fuertes ante cualquier situación que se nos presente, incluso si eso implique seguir con nuestras vidas. Yo perdí mucho, al igual que tu, viví una historia similar a la tuya, pero aún así me levante, y aquí estoy con mis pequeños viviendo de nuevo la vida que pensé que había perdido, pero siempre tendré gente que me apoya - dijo comenzando a secar las lágrimas de la pequeña - Tu pequeña eres especial, y siempre lo serás, nunca dejes que nadie te diga lo contrario, nunca dejes que esas palabras de afecten de dolor. Tu eres fuerte, y lo que te hace fuerte. Es tu corazón - dijo sonriendo.
La pequeña se conmovió por aquellas palabras de Blu, como agradecimiento, abrazo con mucha fuerza al spix, el cual el comenzó a abrazarla de igual forma. Pasaron así unos segundos hasta separarse.
Maria: Gracias Señor Blu, esas palabras de verdad me sintieron bien. Se lo agradezco mucho.
Blu: No hay nada que agradecer pequeña, recuerda que siempre tendrás personas que te apoyen siempre, como tu madre, mis hijos, y sobre todo, ahora me tienes a mi. Ahora eres parte de esta pequeña familia - dijo sonriendo.
María también sonrió, vio en el algo que su padre nunca logró conseguir, un verdadero corazón de or y puro.
Blu: Bueno, mañana estaba pensando en irme con mis pequeños a pasar el día en la selva. No se si quieren venir? - propuso el spix a la pequeña.
María: Sería fantástico, además, mi Madre y yo nos mudamos a un árbol de la selva de por aquí, así que solo tengo que preguntarle jeje - dijo con una sonrisa.
Blu: Entonces vamos, tal vez así pasen tiempo con nosotros, y puedan divertirse - dijo para regresar adentro de la cocina.
María veía como Blu llegaba con Esmeralda para poder contarle sobre su plan de mañana, y si quería ser parte de la pequeña salida de mañana.
Maria: Veo en el...una nueva figura paterna...nadie nunca me dijo palabras más que conmovedoras y motivadoras...a pesar de que el señor no es mi padre...lo veo como si lo fuera - dijo sonriendo para luego entrar y unirse al grupo.
Luego de conversarlo por algunos minutos, al fin llegaron a la respuesta, donde Esmeralda aceptó salir con la familia, así pasarían mucho tiempo juntos.
Una vez se decidió el plan de mañana, Blu vio en el reloj que ya era muy tarde, así que le dijo a Esmeralda que sería mejor que se fuera a su nido, ya que era muy noche. Esmeralda aceptó, para luego ir con su hija a la ventana, no sin antes despedirse de los trillizos, y de Blu, quien le dio un beso a escondidas. Sin embargo, Bia se había dado cuenta de ello, y ya le sacaría información mañana en el paseo a su padre.
Esmeralda y su hija salieron del lugar, para adentrarse a la selva en busca de su nido. Luego de que pasarán varios minutos de vuelo, al fin llegaron a su árbol. Ambas entraron, para luego Esmeralda llevar a su cuarto a su pequeña hija, poniendola en su cama de hojas, y acobijandola.
Esmeralda: Buenas noches hija - dijo dándole un besito en la frente.
Maria: Mami - dijo antes de que Esmeralda se fuera.
Esmeralda: Que pasa mi pequeña? - preguntó con ternura.
Maria: Tu crees que el señor Blu...pueda ser mi nueva figura paterna? - pregunto con una sonrisa.
Esmeralda se quedó callada por unos segundos, pero aún así, ella comenzó a sonreír.
Esmeralda: Yo creo que sí...pero tendremos que esperar...y cuando seamos novios...puede ser que el ya sea tu nueva figura paterna, y ten por seguro que lo será - dijo feliz para luego ir a su cuarto, y su hija cerraba sus ojos para finalmente dormir.
Mientras con Blu, el estaba arropado a sus hijos para que pudieran dormir, para luego el irse directo a su habitación y poder dormir. No son antes volver a mirar el cielo nocturno, que lograba darle mucha confianza, y una nueva esperanza de seguir teniendo una vida feliz.
Blu: Tengo a Esmeralda, tengo a la hija de Esmeralda, tengo a Rafael, Nico, Pedro Y Luis, y tengo a mis hijos en esto. Pero aun así, faltan alguien que puede formar parte de esta familia - dijo pensando el nombre de un ave que le había pedido poder estar 9 meses a solas con Esmeralda - Red...
CONTINUARÁ...
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