AU: OMEGAVERSE.

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Kyojirou parpadeó con su sonrisa intacta, mirando de arriba a abajo al Pilar del Agua quien sostenía con bastante calma la mano de Obanai.

El Alfa de cabellos rubios se cruzó de brazos e infló el pecho antes de hablar.

"¡Oh, pero qué agradable sorpresa!"

Obanai, quien era prácticamente su hermano de crianza, había por fin encontrado un Alfa que era capaz de entenderlo y quererlo tal y como es.

Kyojirou se sentía tan feliz, sin embargo, había una pequeña sensación de amenaza en su pecho.

"Deja de gritar, Kyojirou."

Después de eso, el Omega se levanta y se va por un poco de té, dejando a su novio a solas con su hermano menor.

Tomioka no parecía demostrar ningún sentimiento, ni siquiera cuando Iguro estaba cerca, tenía la misma expresión de muerto de siempre.

Rengoku, al asegurarse de que su hermano se había ido a la cocina, quitó su sonrisa y la cambió por una expresión más sombría.

"¿Que aspiraciones tienes con Obanai, eh?"

Tomioka parpadea, pero no parece intimidarse.

"Quiero que sea mi Omega."

Aquella voz serena, firme y sin ningún sentimiento cayó como una tonelada en el corazón del otro Alfa.

¡¿Cómo se atreve a decirlo sin mostrar ninguna emoción?!

"¿Tu Omega? Déjame decirte que mi hermano no es cualquier cosa que pidas como un juguete, si lo quieres ¡tendrás que demostrarme que de verdad eres digno!"

Miraba al mayor como una amenaza, ¡ese Alfa no podía llevarse a su hermanito mayor!

Pero lo peor vino después.

"En realidad, mi respuesta estuvo mal. Él ya es por completo mi Omega."

El mundo de Rengoku se cayó a pedazos, su dedo se levantó mientras señalaba con inseguridad a Giyū.

"¿Y-ya lo es...? Un momento, ¿ustedes dos ya...?"

"Muchas veces."

Por supuesto, Giyū ni siquiera sabía a qué se refería su cuñado.

Habían planeado casarse, por eso señalaba que era su Omega, aún cuando no lo había marcado.

La expresión "muchas veces" quiere decir que ya se han dicho te amo en incontables ocasiones.

Sin embargo, la expresión tan seria de Tomioka da la sensación de que hablaba sobre algo más íntimo.

Y sobra decir que a Kyojirou no le gustó para nada que el Pilar del Agua hablara con tan poco cuidado sobre la intimidad de Iguro.

Decir que se entregaron antes del matrimonio con ese tono, ¡y esa maldita mirada!, era el colmo.

Como si se burlara de los hermosos sentimientos de Obanai, como si no valiera nada que su hermanito se haya entregado a él por amor.

"Maldito... ¿cómo te atreves?"

Tomioka parpadeó confundido cuando la, ya de por sí sombría expresión de Rengoku, se volvió más peligrosa.

....

Cuando Obanai volvió, se encontró a su novio mirando perturbado a un punto específico de la sala, mientras que su hermanito miraba inocentemente lleno de alegría a su persona.

"¿Qué pasó...?"

"¡Nada grave, hermanito, solo una pequeña charla entre Alfas!"

Pero la miraba de Tomioka no parecía decir eso.

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