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Tomioka es un ratón en la ratonera de Obanai. Una simple presa capturada a la espera de ser comida por aquella serpiente peligrosa y escurridiza que siempre está al acecho.

Eso era él, o al menos, era como se sentía algunas veces.

A Giyū simplemente le tocaba dudar de la cordura de su novio cada vez que se acercaba con aquella expresión llena de desquicio.

Sin vendas, Obanai ya no usa vendas en presencia de Tomioka, sonriendo sin vergüenza de manera retorcida, sus bellas cicatrices dándole un aspecto aterrador, aquellos ojos bien abiertos como si estuvieran intentando penetrar y llegar en lo más profundo de su alma, y sus caricias suaves pero metódicas al ritmo de los latidos de Tomioka. (¿Cómo es posible que se haya memorizado eso?)

Diablos.

A veces, Obanai daba miedo.

Cuando Giyū aceptó sus sentimientos y fueron novios, ¿se aseguró por completo de que no era peligroso?

¿O simplemente Obanai no tenía idea de cómo actuar como una persona normal?

Bueno, quejarse de normalidades no es algo que deba hacer cuando Giyū es consiente de que normal no es tampoco.

¡Pero al menos él no mira de esa manera tan desquiciada solo por una tontería!

"Dame un abrazo."

Si le hubiese preguntado '¿quieres enterrar un cadáver?' Giyū no se hubiera sorprendido.

¡Ya hasta se estaba preparando para buscar una pala!

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