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Cuando Tomioka se va a una misión por días y Obanai tiene días libres, el joven aprovecha para relajarse, va por una taza de té y se sienta en las afueras de su propiedad para respira tranquilo el suave aroma del exterior.

Aunque extrañe a Giyū, no puede negar que la tranquilidad y soledad seguían siendo bastante necesarias si no quiere perder la cabeza.

Era bastante agradable estar solo y alejado de su pareja por quien sabe qué tanto tiempo.

Definitivamente su tranquilidad no tiene nada que ver con qué haya obligado a Giyū cambiar haoris al partir la misión para dos cosas.

#1: Obanai pudiera tener algo que le recuerde a su cariñito, sintiendo su olor casi como si estuviera con él.

#2: Con quien sea que esté, ese haori será una especie de advertencia para los que quieran acercarse a Tomioka.

"Cara de rata, ¡para! ¿De dónde sacas que soy celoso?

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