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La primera noche juntos, Obanai lloró al terminar el acto y sus facciones se suavizaron al mostrarse más dulce y cariñoso con Tomioka.

Parecía un hombre completamente diferente, casi tierno ante Giyū, fuera de aquel depredador y venenoso carácter.

El Pilar del Agua quisiera volver a ver esa faceta de Obanai, disfrutar de nueva cuenta el interior de todas las capas de su corazón.

Lastima que, según Iguro y su fuerte orgullo:

"Rata, eso nunca pasó."

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