La portada de este libro es extrañamente especial, no sé si llamarlo libro como tal, quizás un "diario de vómito mental" sea más adecuado, pero en resumen la portada es especial y ahora caí en cuenta de eso.

La primera vez que me sentí fracasada por completo, perdida por completo, muerta en vida por completo, mis pies fueron automáticamente donde ellos... Estuve días acostada en su sillón, viendo por la ventana mientras pensaba en lo inútil que era y en lo horrible que era quitarle el oxígeno a las demás personas.

No dijeron nada, simplemente por la noche me tapaban y por la mañana me hacían el desayuno. No preguntaban, y realmente creo que ellos sabían que no era necesario hacerlo.

Tenía tantas explosiones mentales que era insoportable, podrían pasar dos días y yo no pegaba un ojo, de eso ya casi cinco años... Entonces descubrí cierta serie que me acompañó durante esas noches de desvelo, encontré audio libros y luego este lugar.

Las semanas pasaron y en una de esas tantas mañanas, frente a mi había una raza de té, y curiosamente estaba escrita la frase "el mejor día de mi vida es hoy", admito que me causó gracia dentro de toda mi inestabilidad en ese momento, fue irónico, pero lo tomé literal y ese día aún lo guardo en mi memoria.

Se sentaron conmigo y tomaron el té, la taza se vació, sus historias repetidas las oí infinitamente y sentí paz, una que hace mucho no sentía. Después de toda la mierda vivida... Estaba en casa.

Esa frase... Esa taza... Esa compañía... Llegaron en el momento preciso.

Recuerdo el sol entrando por la ventana, la radio sonando en el mínimo de volumen porque era sólo para que hubiera ruido, el perro pidiendo más trozos de pan y sus peleas falsas entre risas, luego un pequeño momento de tristeza y la típica pregunta sobre mis hermanos.

Me salvaron quizás sin saberlo.

Hoy iba a llamarlos, me tomó unos segundos darme cuenta que nadie iba a contestar o al menos, no quien quería oír.

La otra noche quise un abrazo, pero no de cualquiera, sino de quienes ya no pueden dármelo.

Es difícil, me cuesta aceptarlo... Cada día siento que no puedo.

Intento decirme la frase de esa taza, pero es mentira. Me trago el nudo de la garganta y río de cosas que realmente no me causan gracia.

Estoy cansada... Estoy muy cansada.

Habían mil cosas por hablar aún.