De la casa de su amiga tarde había salido

y ahora se encontraba divagando en un baldío.

El pasto le llegaba hasta las rodillas

y sentía como los pies se le hundían.

Revisó si había barro

pero sólo había sapos,

no pudo contener un grito de horror

ante aquel punzada de dolor.

Su cabeza mucho le dolía

tanto que pensaba que se caía.

Intentó buscar la salida de aquél baldío

pero no podía por tanto escalofrío.

Temió por su seguridad

porque en la zona siempre había agresividad,

muchos robos, muchos asesinatos

como en cualquier otro barrio.

Cerca escuchó las sirenas de una patrulla

¡seguro podía conseguir ayuda!

Comenzó a gritar y gritar

para que la fueran a buscar.

Vio las luces del coche pasar

mas no se detuvo en ese lugar.

También vio pasar a mucha gente asombrada

¡era una multitud más que descontrolada!

Quería saber qué pasaba

pero se encontraba atrapada,

deseó con todas sus fuerzas salir de ese baldío

y se sorprendió al darse cuenta de que estaba con mucho frío.

Deseó y deseó

y flotando se encontró

¿cómo eso era posible?

Le parecía increíble.

A la gente siguió

pero ninguno se veía asombrado de su levitación.

Pudo ver un auto chocado

y a una persona con el cuello dislocado.

Se trataba de una muchacha

que había sido chocada...

¡Oh dios, era ella!

Ahora estaba muerta.