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01: Aún virgen.

La habitación ese día se encontraba peculiarmente ruidosa, podía asegurar que las carcajadas de su compañero de habitación se escuchaban hasta el piso de abajo. Pero no decía nada, no quería arruinar el ambiente.

No estaba acostumbrado a estar lleno de tanto ruido, pero no podía quejarse, pues eran sus propios amigos los que hacían tal escándalo.

Se levantó del escritorio en el que estaba sentado, y caminó hasta el grupo de chicos. Normalmente se la pasaba divagando en sus pensamientos, en sus pendientes o cualquier otra cosa.

Era una persona no muy sociable, sin embargo, cuando estaba con sus amigos las cosas cambiaban pues podía pasar de no decir ni una palabra a recitar toda la biblia. Claro si realmente la leyera.

—Huening, ¿No crees que has bebido demasiado?— caminó hasta el mencionado quitando de su mano la botella.

—¡Para nada! Aún estoy a la perfección.

Sunghoon que estaba sentado en el suelo a lado del mencionado asintió—Créeme, Jay. Este chico puede tomarse toda mi reserva de alcohol y estará aún en sus cinco sentidos.

—Hiyyih ya tardó bastante—mencionó Heesung, la rubia se había ido hace un poco más de media hora, el lugar donde compraría las cervezas no estaba demasiado lejos.

Huening Bahiyyih, estudiante de derecho cursa su segundo año. Es la menor de todos ellos, pero al ser hermana de Huening Kai siempre estaba en las reuniones que todos los mayores organizaban. A hurtadillas entraba y salía de los dormitorios masculinos, era tan escurridiza que llevaba un año sin ser atrapada.

La puerta fue golpeada dos veces, y Jay se levantó para abrirla. La rubia sonreía mientras levantaba la bolsa con más botellas de Soju y unas cuantas latas de cerveza. Detrás de ella venía una chica la cuál no habían visto antes.

—Hey, ella es Wonyoung. Una amiga, se quedó sola en su habitación así que decidí traerla—. Entró arrastrando a la chica detrás de ella.

—Que linda nuestra menor—dijo Jung Sungchan, para después ser golpeado por Osaki Shotaro, su encantador novio.

A su lado Taehyun solo se burló—Tiene la misma edad que tú, genio.

El castaño solo abrió sus ojos con sorpresa, ganándose la tímida risa de la nueva visitante en esa habitación del desorden. Todos volvieron a tomar asiento en donde sea que pudieran, si bien, la habitación era grande, no había mucho lugar donde sentarse. Taehyun y Huening Kai estaban en el suelo recargados en el mueble color negro donde Sungchan guardaba su ropa. Heesung estaba sentado sobre en el escritorio perteneciente a Jay, Sunoo estaba sentado en la silla giratoria de Jung. Bahiyyih se encontraba tirada en la alfombra que estaba ubicada en medio de la habitación, mientras que la pareja había ganado la cama de su propia cama, y no planeaban dejarla por nada del mundo.

Por otro lado, Jay estaba tirado en su cama dejando un pequeño espacio libre para Wonyoung quién estaba sentada con las piernas juntas. No quería incomodar al propietario de la habitación.

Cuando uno es joven no piensa correctamente en sus actos, y esto sucede con mayor recurrencia cuando el alcohol se encuentra viajando por nuestro cuerpo, la adrenalina que se siente tan palpable que podría hacerlos explotar en cualquier momento.

Justo cuando el reloj a lado de su cama marcaba las doce cuarenta y seis decidió salir a fumar un cigarrillo, la camisa que llevaba ahora sentía que le asfixiaba, y el calor era bastante, tanto por el clima como por la cantidad de personas que se encontraban en el lugar.

Se levantó, en esos momentos agradecía que su cama estaba pegada al balcón. Salió a refrescarse y el aire llegó sus mejillas rojas y solo soltó una risita. Quitó su camisa aburrido de ella y la dejó en el barandal de cristal, tal vez se caería pero no importaba en esos momentos.

Pasos detrás de él se escucharon, más no volteó. Unos brazos se pusieron sobre sus hombros desnudos, y si estuviera en sus cinco sentidos, o el toque no se hubiera sentido tan jodidamente bien estaba seguro de que pararía a esa chica. Pero la suavidad de sus dedos contra su espalda desnuda no le dejaba pensar en otra cosa.

Las pequeñas manos pasaron por su pecho acariciando y bajando por su abdomen marcado. Puso sus manos sobre las contrarias cuando estás estaban por llegar a la orilla de sus pantalones. Se dio la vuelta encarando a Jang Wonyoung, la tomó por su cabello castaño y largo, quería besarla, probar esos labios que estaban tan cerca de él. Pero no sé atrevía.

Woonyoung, estaba algo ebria. Aún podía ponerse de pie, y sabía lo que hacía, se aprovecharía de la ocasión solo por esa vez, y acortando la poca distancia comenzó a probar la boca del hombre que llevaba meses tentando la como el maldito infierno.

Ambos se besaban con ansias. Pero nada pasaba, se detuvieron cuando un grito proveniente llegó. Ambos entraron, caminando con cuidado. Y limpiándose los labios. No esperaban entrar y escuchar tal cosa, sin embargo la vida seguía sorprendiendo le.

—Yo...estaba saliendo con alguien, pero esta mañana le encontré en su dormitorio con otro—si bien, los que estaban dentro habían estado hablando durante varios minutos hubo un punto donde nadie dijo nada. Había cierto silencio que fue cortado fácilmente por Huening.

—No hablas en serio— Taehyun habló a su lado—. Terminaste con él, ¿Cierto?

Kai dejó salir unas cuantas lágrimas y negó.

Todos sus amigos en un instante se pusieron tensos volteando a verle, a excepción de dos personas. Las cuales aún estaban muy ocupadas dirigiéndose miradas bastantes sugerentes.

Kai comenzaba a llorar, Jay solo rodó los ojos, se tiró con él abrazándolo y susurrando palabras reconfortantes. Si es que jurar matar al tipo en cuanto lo viera le provocaba paz.

Y claro, solo necesitaban un pretexto más para seguir tomando como si su vida dependiera de ello, pues aún cuando el reloj marcaba tres cincuenta y dos de la mañana seguían despiertos y bebiendo.

—Wonnie, es hora de irnos.
La casataña aceptó y se levantó de la cama de Jay, aún había algo en ellos que nadie había notado, pues estaban más ocupados en su propia borrachera.

Jay ni siquiera le miró cuando esta salió. Todo le era muy tenso y no sabía la razón. Todos los chicos comenzaban a retomar la conciencia, más no podían ponerse correctamente de pie. El único que aún—según él—podía hacer un "cuatro" era Huening Kai, quien tal como afirmó Sunghoon podía beber como un maldito viciado y seguía intacto.

—Ya deben de irse, no tardan en hacer revisión de habitaciones—las vacaciones habían terminado apenas hace dos semanas, por lo que aún realizaban revisión de habitación. Para asegurarse que todo esté en perfectas condiciones.

Con pereza todos se pusieron de pie tambaleándose momentáneamente, y tratando de sostenerse de lo primero que encontraban, en caso de Taehyun, Jay.

En la cama de Jung la pareja se encontraban bastante melosos, dándose mimos que todos dejaron de ver cuándo Shotaro se subió sobre su novio.

—No quiero ver a estos dos follar, así que los acompaño.

Todos salieron de la habitación dejando a la pareja hacer sus cosas, solo esperaban que fueran lo suficientemente silenciosos para no ser atrapados.

Jay caminaba con un Kang Taehyun abrazado a su torso, lo cuál le hacía difícil el andar. Llevaba una sudadera azul que encontró tirada por ahí.

Una vez llegaron a la habitación que tenía el nombre de Tae abrieron la puerta siendo recibidos por un montón de ropa tirada y zapatos regados. No podían decir si estos eran de su amigo, o del chico con el que compartía habitación. El cual sabía se llamaba Anton.

—Jay...

Le llamó Huening una vez estaban en su dormitorio. Y luego de haber abandonado a Tae en su solitaria habitación.

—Dime.

—¿Te acostarías con un menor de edad?

—Vaya, esperaba otra clase de pregunta por parte de mi lindo Hyuka—. Lo pensó un momento, tenía que tomar en cuenta su edad actual. El menor esperaba atentamente a las siguientes palabras de Jay, el cuál parecía pensarlo, mientras se arrodillaba en el suelo para quitar los zapatos de Heesung, compañero de habitación de Hyuka—No, no lo haría. No solo por meterme en problemas legales. Aunque depende de la edad y del tipo de persona. Pero, normalmente somos bastante inexpertos e incluso, caprichosos. Así que mi respuesta es un rotundo no.

—Es que yo...

—Mira si es por lo del chico con el que salías, no preguntes más, no debería ser importante, ahora duerme. Mañana será un día difícil, la resaca te va a matar.

Huening sonrió y cerró sus ojos dejándose llevar por las caricias que Jay le daba en el cabello.

Salió una vez ambos chicos estaban completamente dormidos, y cuando concluyó que Shotaro y SungChan ya no estaban follando.

Caminó de nuevo por el mismo camino, suspiró, y de su pantalón sacó un cigarrillo, salió del edificio y lo encendió dándole varias caladas, metió la mano en la la bolsa de la sudadera atentando un objeto pequeño, lo sacó y al verlo se sorprendió.

Ahora sabía dónde había quedado el Vape sabor cereza que había comprado hace unos meses con el fin de dejar el cigarrillo clásico.

Lo volvió a meter a la bolsa y una vez terminó su cigarrillo volvió a su habitación. En el transcurso vio como una pareja se comía, estaban recargados en una puerta, mientras se besaban. Era una pareja de chicos. El más bajito estaba contra la puerta, el más alto tomaba la pierna del contrario estrujandola, sus labios pasaron al cuello del pequeño y los gemidos comenzaban.

No podía creer que alguien podía hacer tal espectáculo en la noche como si nada.

Siguio su camino sin prestar mayor atención, abrió con su llave su habitación y pasó. Shotaro dormía plácidamente sobre sungchan, ambos desnudos y solo siendo cubiertos por una sábana, suspiró. A veces se sentía tan solo. Pero no podía hacer nada al respecto, tenía que enfocarse en sus estudios. Además no había nadie que ganara su corazón, o por lo menos llamara su atención. Ni siquiera la chica de nombre WonYoung.

Tal vez la utilizaría para una que otra vez, para dejarse llevar o cualquier otra cosa. Pero que decía, aún era virgen. No había ido más allá de unos cuantos besos. Incluso es noche había llegado más lejos que nunca.

Sí, tal vez era patético, pero tenía que admitirlo.

A sus 21 años era virgen y no solo había llegado a unos cuantos besos.

Y así hablaba de usar a la chica, por dios.

Se quitó toda prenda hasta quedar completamente desnudo, se tiró en su cama y se quedó así, viendo a la nada en boxers, el techo incluso lucía interesante, debería culpar al alcohol. Rio sintiéndose confundido, sí, definitivamente era el alcohol. Sungchan le lanzó un cojín así que guardo silencio, el frío entraba por el balcón abierto, la cortina se movía lentamente y su mareada mente no dejaba de dar vueltas. Con entusiasmo tomó su móvil, conectó sus audífonos y colocó música, estar ebrio y escuchar Cigarrates After Sex era la mejor combinación en ese momento, vio la hora y notó que quedaban solo cuarenta minutos para que su alarma sonara, llegarían a revisar las habitaciones y tendría que alistarse para a las 6:50 salir rumbo a su primera clase.

Su cabeza estaba llena de pensamientos, que no le dejaron dormir, no era para tanto pero no podía evitarlo algo en el cambio esa noche, uno de los tantos eventos de ese día le habían hecho cambiar, más no sabía cuál de todos. Podía haber sido la situación con WonYoung, la pregunta de Huening Kai, la borrachera con sus amigos, uno de los tantos cigarrillos que fumó, ver a la pareja comerse a besos en el pasillo, o incluso el hecho de que, Yang Jeongin le ofreció un trabajo pequeño.

Nada parecía normal en ese día y eso se confirmó cuando un mensaje por Instagram le llegó, era Jeongin pidiendo que cuidara a su hermano menor. Pero el no quería cuidar a un mocoso de no más de 10 años. No quería herir los sentimientos del chico así que no contestó.

De ahí en más, una vez sonó la alarma, que indicaba que su clase iniciaba en cinco minutos, todo transcurrió de manera normal, o al menos las primeras seis horas.

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