00: Right Here.
Todos conocemos la típica historia del nerd engañado por el popular para obtener un simple desliz. Esta vez, el nerd tiene un nombre: Park JongSeong, estudiante universitario modelo cuya vida parece girar en torno a los libros, el único universo que realmente comprende. Es guapo, con una belleza que pocos notan detrás de sus gafas y su aire de misterio. A pesar de su atractivo y su mirada llena de fuego reprimido, aún es virgen. Su mundo transcurre entre bibliotecas, clases y un calendario inquebrantable.
Pero esta reputación de ser el estudiante aplicado que no tiene tiempo para nada más llega a oídos de alguien inesperado: Yang Jungwon, un niño rico que vive a su ritmo, con una sonrisa arrogante y despreocupada que contrasta con su inteligencia discreta. Jungwon no necesita preocuparse por sus estudios, tiene el mundo a sus pies y la arrogancia de quien nunca ha tenido que luchar por nada, y mucho menos por alguien.
Todo cambió el día que coincidieron en la misma clase de Italiano. JongSeong intentó mantener la distancia, deseando que su presencia pasara desapercibida, pero Jungwon fue directo, y algo en su mirada prometió que no sería tan fácil de ignorar. Lo que comenzó como un juego en su mente, un desafío para conquistar al "intocable" Park JongSeong, se volvió algo obsesivo, casi una cacería en la que Jungwon avanzaba, siempre un paso más cerca, siempre encontrando excusas para invadir su espacio.
Pero hubo tres errores —tres momentos de debilidad— que lo llevaron a caer, a permitirse una noche donde dejó que Jungwon atravesara todas sus murallas. Desde entonces, Jungwon no se ha alejado. Cada día se presenta, cada día insiste, susurrándole palabras al oído con una confianza que hace a JongSeong estremecer, hasta el punto en que su mente y su corazón están en guerra.
—No tienes que buscarlo a él —le dice Jungwon con su tono suave, pero afilado como una daga—. Estoy aquí, Jay. A tu alcance, dispuesto para ti. Puedes hacer conmigo lo que quieras, solo tienes que decirlo.
JongSeong lo mira, sintiendo el vértigo de sus palabras, el deseo que le quema la piel, y le lanza una pregunta al aire, desafiante pero cargada de vulnerabilidad:
—¿Qué harías para tenerme solo para ti, Jungwon?
En sus miradas se lee una tensión que trasciende cualquier cosa superficial. Para Jay, es la primera vez que alguien le habla así. Para Jungwon, es un desafío que poco a poco ha dejado de ser un simple juego.
Gráficos por: _Loeydy
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro